Capítulo 15: Daniel
—Deja de ver películas de ciencia ficción eso no pasa en la vida real — dice mi mejor amigo.
Pero yo se que sí, junto con mi papá estuvimos trabajando en una nueva herramienta para simplificar el trabajo de los espías, unos lentes multifuncionales, muchas aplicaciones y con manos libres. Claro que solo eran un prototipo, y digo eran porque no los volví a ver desde que entre a clases.
Noto que Ryan y Alex ven fijamente a Cristhel. Ella esta pálida, no se mueve, respira de manera entre cortada, como si acabara de correr varios kilómetros, una capa de sudor cubre su frente. Pero ¿por que está así?
De un momento a otro el ambiente de esta sala se volvió tenso, nadie se mueve y parece que el centro del universo es Cristhel, ninguno despega sus ojos de ella. Tengo una sensación extraña, debo hacer algo, no me esta gustando a donde va esto.
—¡Ya se! — grito levantando los brazos mientras me pongo de pie.
Todos se asustan y voltean a verme, se nota como el ambiente se relajo con esa simple acción.
—Ryan en lo que nos contaste recuerdanos que es lo que sabes de esa chica — es lo primero que se me ocurre.
Los chicos me ven confundidos, pareciera que se han olvidado de lo que hablábamos antes. Cristhel me ve con gratitud, su respiración se va normalizando, parece que ya esta mejor y eso me hace sentir bien.
—Bueno se como luce, y en la poca información que me dio dijo que va a nuestra escuela, que ve los partidos de fútbol...
—¡Perfecto! — vuelvo a gritar, todos brincan del susto, otra vez — ¿Quien se quedo con la lista de las chicas?
—Esta en la mesa segaton — me dice Alex.
—Por eso digo que ahí está — le contesto — Bien, ¿alguien sabe quienes de ellas van a nuestra escuela? — Alex se acerca a mi y toma la hoja.
—Si, Rosa, Laura , Fernanda, Jaz...
—Mejor tacha a las que no — le propongo a Alex pasándole un lápiz.
—Me quedo muy bonita esta lista como para rayarla.
Me quita la lista y de su mochila saca una libreta, comienza a leer y anotar pero luego se detiene.
—Aquí dice a que escuelas van — dice serio.
Chase y Ángel comienzan a reír llevándose hasta el último rastro de la incomodidad que hubo hace rato. Alex me devuelve la lista
—¿Y eso para que? — pregunta Ángel.
—Él dijo que ella ve los partidos, hoy hay partido, ¿no creen que pueda estar ahí? — les cuento mi plan.
—Entonces lo único que nosotros haremos sera buscar a las chicas de esa lista — dice Chase siguiendo mi idea.
—Y borrar a las que no vayan al partido — completa Ángel.
—Exacto.
—Buen plan chicos pero, Dan, Ángel, Chase y yo jugamos.
—Entonces Cris y yo nos encargaremos de buscarlas — se ofrece Alex.
—Muy bien, entonces así quedamos — dice Ryan.
—Bueno ya debemos irnos — informa Ángel.
Salimos de mi casa y cierro con llave, mi familia no está, papá esta en la agencia y mi mamá junto con mi hermana visitan a mis abuelos, yo no pude ir por el partido.
El camino a la escuela desde mi casa es largo, y eso me da tiempo de pensar en algo que aún no entiendo, como el por que Ryan menciono esos lentes y lo nerviosa que se puso Cristhel.
Mi padre me dijo que el prototipo que habíamos hecho juntos ya se había estrenado en una misión. Esos lentes se pueden programar para ver a través de cámaras, también tienen diversas aplicaciones, como buscar un punto de escape que no se ve a simple vista, visión nocturna, acercan las cosas, toman fotografías, hasta pueden detectar algún objeto o persona especifica si quieres saber su ubicación, eso y muchas funciones más.
Van a ser muy buenos para cualquier misión, ya que permiten tener las manos libres para hacer otra cosa. Lo raro es que desde que entre a clases no los he vuelto a ver, se supone que todas las herramientas se entregan al concluir la misión, si lo lentes fueron empleados deberían estar en el taller, a menos que...
No, pero eso no puede ser, ¿en que estoy pensando? Solo un espía de alto rango puede quedarse con algunas herramientas, eso o... alguien especial. No, tal vez aún los están usando en una misión.
¡Pero a quien quiero engañar!, debo aceptarlo, todos mis pensamientos me llevan a la misma conclusión. Hubo una misión y fue una chica la que la realizo, una espía muy especial para quedarse con los lentes, alguien bien entrenada como para no dejar rastro, pero no lo suficiente como para ocultar su nerviosismo... Y creo saber quien es esa chica.
Pero no puedo aparecer así como así gritando, ¡hola Cristhel! yo se que tu eres la cenicienta que buscamos, eso arruinaría todo. Necesito pruebas, y para reunirlas debo investigar, y si investigo entonces seré un espía de campo y a mi no me entrenaron para eso.
¿Y que pasa si mis sospechas son ciertas, si Cris es la chica que Ryan busca?
No lo sé, pero cuando llegue el momento espero saber que hacer, ambos son mis amigos, a ella la conozco desde hace mucho por que trabajamos en el mismo lugar y somos amigos desde la secundaria. A Ryan lo conocí cuando ingreso a esta escuela y al equipo de fútbol. No puedo traicionar a ninguno de los dos.
—¡Rubén Daniel Vazquez Juárez! ¡Despierta!
—¡Cristhel, ya no me grites!
—¡Pues tú también deja de gritarme!
—¡¿Y por que gritamos?!
—¡Ya guarden silencio! — grita Alex.
—¡Tú no te metas! — gritamos Cris y yo al mismo tiempo.
—¡Gooooooooool! — grita Chase.
Ángel y Ryan se retuercen de la risa, ya estamos en frente del campo de la escuela, ¿a que hora llegamos?
—Llevo horas gritando, parecía que estabas en otro mundo ¿en que pensabas? — me reclama Cristhel.
—Bueno se lo dices después, el entrenador nos esta llamando — dice Ryan jalandome de la camiseta —¡Suerte con el plan!
Si Cristhel, suerte con encontrarte, perdón con encontrarla. Claro que eso no lo voy a decir, es más ya estoy en el campo lejos de ella.
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