⸸ 9 ⸸
29 de octubre, 02:03 am
No abrió los ojos. No tanto por el miedo (el corazón debería latirle como loco si estuviera aterrado. En ese momento, el corazón de Jungkook estaba apagado, como un reloj sin baterías), sino porque temía que, si abría los ojos y no era quien estaba esperando, lo inundaría una ola de decepción de la que tardaría en recuperarse.
No sabía bien qué hacer con sus manos, así que las dejó descansando sobre el libro. Aquella mano fría dibujó espirales por todo su cuello, adentrándose en su camisón hasta llegar a la clavícula y acariciarla. Jungkook tragó saliva, y otra mano apareció para seguir aquel movimiento por toda su garganta.
Cuando Jungkook sintió ambas manos acunar su rostro, no aguantó más.
Al abrir los ojos, se encontró con Kim Taehyung arrodilladlo sobre el colchón frente a él, tomándole el rostro con una delicadeza que le daba escalofríos. Llevaba la misma ropa que aquel día en el tejado, y su mirada lucía más profunda que de costumbre. Los ojos hundidos en una sombra que casi hacía desaparecer los iris. Jungkook se sorbió la nariz.
—No estás asustado —dijo Taehyung.
—Nunca te dije en dónde vivía.
—Creo recordar haber dicho que ya lo sabía.
—Creo recordar haber dicho que eres un psicópata.
Taehyung se rió. Estaban hablando en susurros para que nadie en la familia notara que un adolescente desconocido había entrado por la ventana, en plena madrugada, a su ático. Jungkook también rió.
—No estás asustado —repitió Taehyung, con una sonrisa incrédula en el rostro—, ¿cómo es que no estás asustado?
—No lo sé —respondió Jungkook con sinceridad, porque realmente no lo sabía. ¿Cómo había entrado Taehyung a su ático? ¿Eso no era invasión a propiedad privada?
El ático de Jungkook estaba en una segunda planta. ¿Había hecho lo mismo que con el tejado de los cuervos?
¿Importaba realmente cómo había subido?
Taehyung miró a Jungkook de cerca, memorizando cada parte de su rostro, y le tocó las sienes, con ambos dedos índices muy cerca de sus ojos. Mientras pasaba más segundos tocándolo, el cuerpo de Taehyung y sus manos se contagiaron del calor corporal de Jungkook.
—Eres extraño, Jeon Jungkook.
—Lo dice el chico que entró en mi habitación, en la madrugada.
Taehyung soltó una risilla contenida y echó la cabeza hacia adelante, casi apoyando la frente en el pecho de Jungkook. Sus manos descendieron hasta descansar sobre los hombros de Jungkook. El cabello de Taehyung rozó el mentón de Jungkook, enviando un cosquilleo desde la punta de sus dedos (que seguían sobre el libro) hasta sus pies. Taehyung alzó la mirada, tan cerca de Jungkook que bastaba levantar la quijada solo un poco (solo unos centímetros) para que sus labios se tocaran. Jungkook carraspeó.
—Luces bien sin los lentes puestos.
—Gracias.
Taehyung se enderezó, mirando a su alrededor. Tocó las sábanas, miró el libro, y sonrió al ver la pluma negra sobre el regazo de Jungkook, sobresaliendo bajo el libro. Giró la cabeza hacia la ventana.
—Esto no luce como una habitación.
—Es un ático.
—¿Duermes aquí?
Jungkook bufó, cubriéndose la nariz con el dedo índice.
—¿Vas a juzgarme, chico-cementerio?
Taehyung se aclaró la garganta, sin molestarse en ocultar la cada vez más creciente y descarada sonrisa que se extendía en su rostro.
—Lo del cementerio fue una broma. Y me ofende un poco que creas los rumores que escuchas sobre mí —dijo Taehyung, dándole una palmada tan suave en la mejilla que parecía más una caricia—. ¿Crees en las otras cosas también?
—No estabas bromeando cuando lo dijiste —respondió Jungkook, poniéndose un poco más serio, porque la situación lo ameritaba. No era una pregunta, era una afirmación—. Y no creo en los demás, creo en lo que vi. En el cigarro sobre el mausoleo y en los cuervos del tejado.
Los ojos de Taehyung se abrieron un poco, lo suficiente como para que Jungkook, a esa distancia, notara que había dicho algo que Taehyung no se esperaba. Taehyung se sorbió la nariz, mirando hacia otro lado y suspirando. Jungkook puso los ojos en blanco.
—¿En serio vas a intentar convencerme de que eres una persona normal, aquí, en mi habitación? ¿Qué vas a decir? —se burló Jungkook. Taehyung no lo miró— ¿Que lo de los cuervos fue una alucinación? ¿Que esto es una alucinación?
—Dios —maldijo Taehyung en voz baja—. Eres una persona difícil.
—Y tú eres una persona anormal.
—¿Te gustan los conejos, Jungkook?
Btw, no está bien entrar en medio de la noche a la casa de alguien. ¡Es ilegal (muy ilegal)!
No sigan el ejemplo de Taehyung. Ni de Jungkook, ni de ningún personaje jaksj
¡Nos leemos luego! ♡
[ Noduru, 2023 ]
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