05 de octubre, 11:24 am

El balón cruzaba el aire dando saltos de jugador en jugador. Jungkook seguía su trayectoria con la mirada. Sunghoon siempre se tiraba al suelo de forma dramática para salvar el balón, incluso cuando no hacía falta. Mingyu siempre solía fallar en los saques y enviaba el balón al otro lado del patio. Jake era parte del equipo del colegio, así que no había mucho que decir de él además de que era excelente jugando.

Y Jungkook... Él nunca le encontró la gracia al volleyball.

En rasgos generales, no le gustaba ningún deporte. Lo veía como una obligación más en su lista de tareas, como algo más que debía obligarse a hacer. Por el colegio, por tener una buena calificación en Educación Física y que una materia tan estúpida no afectara su promedio final.

Era tedioso, era trabajo, ¿por qué usaría su hora del almuerzo (los únicos cuarenta minutos del día en los que podía respirar con normalidad) para hacer algo tan insignificante, tan insufrible? Terminaría sudando, terminaría apestando (sin importar cuando desodorante se echara), y ni siquiera le daría tiempo para comer.

¿Por qué sus amigos lo hacían entonces?

Jungkook no sabía si llamarlos amigos, a veces. Sunghoon era amigo de Jake, y Jake era amigo de Sunghoon. Y Jungkook en algún momento también fue el amigo de Sunghoon (el número uno, la prioridad máxima), pero eso había sido hace algunos años.

Luego llegó Mingyu, pero Mingyu era complicado.

Mingyu era amigo de Jungkook y Jungkook era amigo de Mingyu. Pero Mingyu también era ese muchacho de temperamento indescifrable, de tono brusco, que nunca preparaba nada y las cosas siempre le salían bien.

Mingyu estaba cabeza a cabeza con Jungkook si se trataba de calificaciones, y siempre solía ganarle en los exámenes. Pero Jungkook pasaba tardes enteras llorando sobre libros y ejercicios, y Mingyu nunca estudiaba.

Y Mingyu siempre sacaba un reluciente 100.

Jungkook tenía una lista deprimente de 98.5.

Jungkook le dio un mordisco al sándwich de atún que le preparó su madre justo en el momento preciso en el que Mingyu falló en un tiro y el balón saltó hasta pasar sobre la verja de la entrada del colegio. Los insultos y las risas hicieron estruendo por todo el patio. Mingyu se encogió y su rostro se enrojeció.

Mingyu era lindo, y Jungkook odiaba eso. Porque ese rasgo le daba a Mingyu incluso más puntos, y dejaba a Jungkook completamente opacado.

Jungkook se levantó, tiró la servilleta en la que envolvía su sándwich en el basurero y caminó hacia el baño.

Si había algo más improductivo que jugar volley en los recesos, era mirar a los demás mientras jugaban.

Y Jungkook detestaba la improductividad.

¡Nos leemos luego! ♡

[ Noduru, 2023 ]