06 de noviembre, 03:56 am

No había vuelta atrás. Cruzó la malla, cruzó el bosque, se quedó dormido en el regazo de Kim Taehyung y lo besó mirando el amanecer.

Habían llegado a una montaña que les ofrecía una vista panorámica de toda la ciudad mientras el sol aparecía por el horizonte.

Taehyung le sonrió al cielo, y Jungkook pensó que lucía hermoso siendo bañado por la luz de los primeros momentos de la mañana, aún con las manchas de tierra y sangre y los rasguños que habían en sus mejillas.

Taehyung siempre sería hermoso a los ojos de Jungkook.

Así como Jungkook, que siempre sería hermoso a los ojos de Taehyung.

Dentro de todo ese trayecto, no se habían soltado las manos ni una sola vez, ni siquiera para dormir. Estaban enlazados. Mucho más allá de lo banalmente físico. Las almas de ambos se convirtieron en una sola cuando cruzaron la puerta del estacionamiento, encaminándose a un nuevo inicio. Uno en el que ya no estarían solos.

Corrieron por el bosque, riendo, tropezando con las ramas y trepando árboles. Tuvieron que detenerse un momento para que Taehyung se alimentara. Jungkook lo esperó pacientemente detrás de un árbol mientras devoraba una ardilla. ¿Todo lo que sucedió en el auditorio no había sido suficiente para saciarlo?

Jungkook se estremecía cada vez que recordaba lo que pasó.

La sangre, los cuervos, la voz de Sunghoon, el rostro descompuesto de su madre.

Le dolía la cabeza. Las palabras golpeaban una y otra vez.

Entre todos los seres humanos, ¿por qué lo tenías que escoger a él?

Porque Jungkook solo podía escoger a Taehyung. Porque Taehyung era el único que también lo escogería a él.

Ahí, parados frente al amanecer, Taehyung apoyó la frente en el hombro de Jungkook. Un cuervo apareció arrasando los cielos, soltando un graznido antes de descender y posarse en el hombro de Taehyung. Jungkook rió por lo bajo. Algunas plumas negras fueron llevadas por el viento.

—Taehyung.

—¿Hmm?

—¿Qué hacemos ahora?

—No lo sé —lo pensó por un momento, acurrucándose más contra Jungkook y hundiendo la nariz en su cuello. Jungkook rió—, ¿vivir?

Jungkook besó la cabeza de Taehyung, acariciando el lomo del cuervo con el dedo índice.

—Nunca me había sentido tan vivo como ahora.

Fin.

Ese fue un camino ajetreado, ¿verdad? Jaja...

Eh, ¡muchísimas gracias por haber leído MiSERY! ♡♡♡

Extrañaba las historias un poco más oscuras y tétricas, y necesitaba algo un poco más cortito antes de seguir con las historias largas. MiSERY nació un día en el que necesitaba desahogar todo mi odio reprimido hacia el colegio (en serio, estoy muy estresada por el colegio), y pensé "¿y si escribo un libro sobre un chico harto de su vida y harto de todo (Jungkook), que conoce al chico nuevo (Taehyung) y ambos deciden armar un plan para incendiar el colegio en la graduación, pero en el trayecto se enamoran?". Quería que fuera algo así como una comedia negra, con lenguaje vulgar y mucha violencia injustificada  (¿jaja?).

Evidentemente, MiSERY se fue por otro camino, jeje... (aún quiero escribir la historia del incendio, ¡a la lista de pendientes! c:).

¡En fin! Como Fun fact, no sé bien qué es lo que es Taehyung en esta historia. Un demonio con apariencia de humano, cuya forma real es el chico-dientes-de-tiburón, tal vez. La idea de que Taehyung fuera un monstruo surgió a medio camino y no me puse a investigar sobre eso. Si saben de alguna criatura similar a Taehyung, ¡no duden en escribirlo!

También quiero agradecer a todo aquel que se tomó el tiempo de leer y votar en esta historia. Muchísimas, gracias por acompañarme. Los quiero muchísimo, gracias por todo y perdón por tan poco ♡♡♡

¡Nos leemos luego (espero) en una próxima historia! ♡

[ Noduru, 2023 ]