28 de septiembre, 07:30 am

La puerta se abrió con un chirriante sonido que se alargó por unos dos segundos. La habían arreglado hace pocos días, supuestamente. Pero esa mañana, como si de una premonición al desastre se tratara, la puerta y sus partes oxidadas volvieron a hacerse notar.

Jeon Jungkook, el pobre desgraciado de Jeon Jungkook, fue el primero en mirar al extraño. Se giró un milisegundo antes que el resto. Y el muchacho, sorpresivamente, ya lo estaba mirando, así que los ojos ojerosos de ambos se encontraron.

Jungkook apartó la vista al instante, rompiendo el contacto visual, pero los demás no eran capaces de que su atención abandonara al recién llegado. Jungkook no lo volvió a ver. Intentó concentrarse en su propio cuaderno hasta que la clase terminara.

Pero no podía concentrarse, porque sus oídos estaban al pendiente de lo que sucedía.

El extraño se paró al frente del salón (frente a él, pues Jungkook se sentaba en la primera fila, justo en el centro) y se presentó con una voz tan áspera como el concreto y tan grave como un pozo sin fondo. Aún bajo aquel manto de cansancio palpable y, quizás, una posible adicción al cigarro, Jungkook notó un ápice de calidez en la forma en la que el chico pronunció su propio nombre. Como si se tratara de un dato importante, algo que Jungkook debía recordar en un futuro.

—Mi nombre es Kim Taehyung. Es un gusto conocerlos a todos —se aclaró la garganta—. Espero que nos llevemos bien en un futuro.

Y Jungkook supo que ese era el comienzo del fin.

Antes de las historias horrorosamente largas que tengo planeadas (porque soy número uno en tirarme en la espalda proyectos enormes que nunca terminaré TT) quería escribir una historia un poquito más chiquita y digerible :)

(digerible si hablamos de longitud, porque tengo ciertas... ideas con esta historia ;))

¡Bienvenidos a esta Miseria!

¡Espero que la disfruten, y nos leemos luego! ♡

[ Noduru, 2023 ]