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Final

SeokJin había estado esperando a que su madre mandara algún mensaje luego de haber hablado con ella el fin de semana. Pero la mujer estaba en silencio y él la entendía, al cien por ciento, pero aún así, no dejaba de dolerle. Su día venía cargado de trabajo, pero su teléfono, cargado de mensajes de TaeHyung y la cena que haría esa noche en su apartamento.

Estaba en su mejor momento, no cabía duda alguna. Era mitad de semana y había trabajado como perro, pero TaeHyung caía cada día y lo esperaba con alguna rica comida y eso era increíble. Una sensación totalmente nueva ya que Eun Bi no era aficionada a la cocina y por eso meses atrás le había sorprendido que había cocinado para que quedarán como amigos luego de su ruptura.

La mujer apenas si le había cocinado en su relación y no es que fuera del tipo machista con ella, solo por el simple hecho de mimarse entre pareja, pero Eun Bi no siempre se encontraba inspirada. Y no es que quisiera ser tan maldito de comparar su novio actual con su ex prometida, pero ella había sido la única relación seria y ahora ese lugar le pertenecía a TaeHyung.

A un hombre.

SeokJin reía mientras comía su almuerzo, alejado de otros compañeros en el piso de comida de la empresa. Le parecía extraño que Hoseok no le hubiese buscado en ningún momento, pero usualmente trabajan en pisos diferentes y todos los departamentos estaban con bastante trabajo, así que no le parecía extraño. Lo cierto era que Hoseok no había podido mirarlo a los ojos correctamente luego de verlo ebrio en el baño del club al que habían asistido, tan fuera de sí mismo e intentando comerse a TaeHyung.

Hoseok no era homofóbico, solo demasiado mujeriego. SeokJin no tenía como saberlo la vez que se había alejado de TaeHyung en aquella noche que cambiaría todo en su interior. Hoseok había quedado sorprendido cuando lo había visto noches atrás y SeokJin no tenía ni la más mínima idea, por eso cuando se encontraban en el piso del comedor y SeokJin lo llamaba con una sonrisa relajada, Hoseok quedaba casi congelado de la incomodidad, pero no había forma de pretender que no lo había visto cuando SeokJin estaba literalmente, llamándolo a dos voces.

Con una sonrisa incómoda, se acercaba a la mesa de su compañero de trabajo.

—Hey, Hoseok, hace días no te veo... Y lamento que haya sido así, estoy trabajando como perro, ni siquiera me despedí la noche que salimos con tus amigas —mencionaba un SeokJin relajado

Hoseok notaba que ya no tenía cara de velorio como la semana pasada. Bueno, definitivamente él y TaeHyung eran más que simples amigos con beneficios.

— ¿Cómo están las cosas entre tú y TaeHyung? Te ves menos miserable que la semana pasada —decía el pelinegro, dispuesto a remover todo signo de incomodidad, pero siendo poco disimulado al respecto.

En esa gran empresa, Hoseok le caía bien a muchos, pero pocos le cerraban a él. SeokJin era parte de ese número reducido de personas que sabía, valían la pena mantenerlo cerca. No dejaría que su propia incomodidad creará una barrera, sin mencionar que sentía la necesidad de disculparse por haberlo orillado a interactuar con su amiga cuando SeokJin tenía sentimientos hacia TaeHyung.

El castaño por su parte, se ahogaba sólo un poco con el agua que estaba bebiendo. ¿Por qué Hoseok preguntaba eso?

— ¿Disculpa? —exclamaba.

Hoseok sonreía nuevamente incómodo —. Hombre, lamento haberte echado encima e JiHyo cuando en realidad te gustaba TaeHyung. Lo siento, me lo hubieras dicho —exclamaba en un susurro.

SeokJin sentía su cara arder y las puntas de sus orejas hechas flamas ardientes. Su pulso acelerado junto con su corazón repiqueteando. Casi similar a como se había sentido con su madre. ¿Así sería de ahora en más? No sabía cómo tomarlo, no se avergonzaba de su relación, pero era nuevo. Hablábamos de un hombre saliendo con otro hombre aquí, especialmente cuando muchos sabían que venía de un compromiso fallido con su ex novia.

Suspirando, fregaba su rostro—. Así que realmente se me notaba tanto ¿Eh? —decía con una risa seca.

Hoseok fruncia su ceño —. No, Jin, bueno ahora que lo pienso sí, pero los ví en el baño de hombres. Estabas básicamente encima del tipo y lo mirabas como si fuera un rico banquete que no querías compartir mientras que él intentaba resistirse a tu "yo ebrio".

Hoseok reía ante la cara que SeokJin tenía en ese momento.

—No lo sabía...

—TaeHyung me vió ¿No te lo dijo?

—No lo hizo —mencionaba SeokJin.

—Quizas no quería incomodarte. Cómo sea, me disculpo, hombre. Sé que puedo ser jodidamente insistente y técnicamente lo fui también la primera noche que te encontré en el Autunm —Hoseok suspiraba —. ¿Ya tenían algo ahí, cierto?

SeokJin asentía—. Sip, pero esa noche se había acabado porque yo fui un imbécil que aún no aceptaba que estaba teniendo sentimientos por otro hombre y que era más que simple sexo —decía encogiéndose de hombros.

Hoseok asentía—. ¿Entonces están bien ahora? Sabes... JiHyo afirmaba que ustedes dos eran pareja luego de nuestra segunda salida.

SeokJin abría sus ojos, recordaba a la bonita pelirroja a la que no había podido prestarle atención.

— ¿Se lo confirmaste? —preguntaba curioso.

Sabía que Hoseok a veces era lengua floja, no es que le importará, sus amigas no eran nadie especial, pero aún así... Era extraño que hablarán de él.

—No, señor —negaba el pelinegro—. No era mi secreto o duda a confirmar y contar. No lo hice, Jin —Hoseok compartía una mirada con SeokJin y suspiraba—. ¿Estamos bien?

SeokJin reía—. Ni siquiera sabía que habíamos estado mal, pero sí. Estamos bien —decía extendiendo su mano para que Hoseok la tomara y estrechará.

—Debo admitir, que se ven muy bien los dos juntos y en tu defensa... —mencionaba—, ese hombre tiene el poder de volver gay a cualquiera.

SeokJin reía sonoramente, contagiando a Hoseok—. Gracias por la parte que me toca

—No eres menos, eres extremadamente guapo. Imposible no fijarse en ti. Yo no tengo ese encanto, solo mujeres y no siempre están a mi alcance todas las que deseo —decía con una mueca divertida.

SeokJin negaba—. El barman del Autunm creé que eres un sol. Una sonrisa preciosa, pero sospecha que eres demasiado heterosexual —mencionaba divertido.

Hoseok abría sus ojos enormemente—. ¿Te burlas de mí?

—No, para nada compañero. Es totalmente cierto —admitía divertido.

— ¿Cuál de todos? —preguntsba Hoseok, SeokJin alzaba sus cejas—. Mera curiosidad, hombre —se defendía.

SeokJin reía—. Haz tus apuestas, no son muchos barmans.

Hoseok entrecerraba sus ojos—. ¿El gatito?

SeokJin volvía a carcajear—. Que Min no te escuche llamarle así

— ¿Es él, entonces?

— ¿Te interesa? —preguntaba curioso.

Hoseok chasqueaba su lengua—. Sólo curiosidad. Sólo eso y felicitaciones por ti, que te valga mierda el resto —Hoseok alzaba su botella de agua saborizada y buscaba brindar con SeokJin quien, alegremente brindaba con su compañero.

—Te juzgue mal, creí que de tan mujeriego eras homofóbico —admitía SeokJin.

Hoseok reía —. Que tiene que ver la manzana con un avión —soltaba encogiéndose de hombros.

SeokJin sonreía.

TaeHyung se encontraba haciendo la cena para recibir a su novio en su mismo apartamento esa noche. Había puesto a Rose al día y la rubia no podía estar más feliz por ambos. Su tía estaba al tanto de que SeokJin estaba en su vida nuevamente y le gustaba mucho más esa noticia que cuando había escuchado a TaeHyung decirle que había vuelto con Namjoon.

La mujer y por poco golpeaba la cabeza de su sobrino contra la superficie más cercana y sus palabras habían sido "espero que no te haga sufrir". No lo había hecho, no tenía tal poder ahora. A comparación de SeokJin, la mujer tenía una debilidad por los ojos del castaño y su boca de cereza, le parecía tan hermoso que definitivamente estaba al nivel de su sobrino, aunque fuera hetero. La mujer sabía que su sobrino podría conseguir lo que quisiera, hasta el corazón de un hombre recto.

TaeHyung reía satisfecho.

Cuando la mesa estaba lista, el timbre sonaba. Rose estaba informada de que esa noche estaría en el apartamento nuevamente, por lo que había prometido llevar un pastel de fresas, ya que ambos morían por dicho postre. Jin estaba cerca a llegar y él estaba ansioso, así que cuando abría la puerta con su sonrisa rectangular peculiar, la misma se esfumaba cuando se encontraba a una señora que no le habían presentado oficialmente, pero que sabía muy bien quien era gracias a fotos que había visto de esta.

—Señora Hee-Sook —exclamaba en un susurro.

Tanto los ojos de TaeHyung como los ojos de la madre de SeokJin estaban muy abiertos. Ninguno de los dos esperaba tenerse en frente tan sorpresivamente. La mujer acomodaba su cabello e intentaba cerrar su boca ante la sorpresa.

Carraspeando su garganta, sonreía débilmente—. ¿Tú debes ser TaeHyung?

El azabache iba a responder, pero era salvado por su amiga.

— ¡Señora Hee-Sook! Que sorpresa —decía con su sonrisa de muñeca. Rose se veía preciosa ese día y había conocido a la madre de SeokJin de pura casualidad tiempo atrás.

Secretamente, a la mujer, le hubiera gustado que una chica tan linda y amable como Rose fuera su próxima nuera, pero SeokJin no miraba a Rose con otras intenciones y viendo finalmente a TaeHyung, entendía un poco más a su hijo.

La rubia miraba incómoda entre su amigo y la madre de su inquilino.

—Veo que conoció a... A-... —TaeHyung la miraba con la señal SOS pintada en sus ojos de cachorro. Pero Rose no funcionaba bien bajo presión.

—Conocí al novio de mi hijo —mencionaba la mujer, una voz extraña, pero una mirada dentro de todo amable.

Rose tenía el pastel de fresas en sus manos y lo alzaba—. Traje el postre, como prometí —decía nerviosa.

—Genial, perfecto. Pasen, adelante... —TaeHyung empujaba a su amiga adentro mientras le ofrecía el paso a su... Bueno, a su suegra.

TaeHyung no era estúpido, conocía las miradas incómodas hacia él, conocía a las personas que no lograban sentirse cómodas a su alrededor y la madre de SeokJin daba todas las señales de no estar a gusto con él.

Rose suspiraba, parada a un lado de TaeHyung sin saber que hacer luego de dejar el pastel en el refrigerador. Con sus manos tomadas detrás de su espalda y la sonrisa psicótica pintada en su rostro la chica continuaba viendo entre TaeHyung y la madre de SeokJin.

—Por dios, deja de sonreír así —le susurraba TaeHyung.

—Es que no esperaba encontrarlos a ambos. Me dijiste que solo cenarían tú y Jin...

—Oh, yo no estaba invitada hoy, Rose —exclamaba la mujer, TaeHyung suspiraba por el poco disimulo de su amiga—. No creí que terminaría interrumpiendo una cena importante entre mi hijo y tú... —mencionaba incómoda.

TaeHyung relamía sus labios y negaba—. No es importante, solo una noche más. Solo quise cocinarle. Está trabajando mucho hace días y solo quería regalarle una cena —TaeHyung se encogía de hombros—. Solo era atención desinteresada.

La mujer abría sus ojos y un "Oh" se formaba en sus labios.

—No recuerdo que Eun Bi hiciera esas cosas por él desinteresadamente —decía la mujer con un leve sonrojo en sus mejillas.

TaeHyung sonreía dulcemente.

—Oh, que bonita sonrisa tienes —decía la mamá de SeokJin.

—La más hermosa de todas —exclamaba otra voz.

La de Jin.

Tres cabezas volteaban y Rose suspiraba.

—Jin, bien... Me iré —la chica se inclinaba rápidamente en despedida de la señora Hee-Sook y luego se despedía con un breve abrazo de TaeHyung—. Suerte, TaeTae.

Cuando salía, apretaba el hombro de SeokJin y este le sonreía. Entrando finalmente, cerraba la puerta y se quitaba la corbata para desarreglarse, TaeHyung no quería pensar en que se veía ardiente, pero no podía evitarlo.

Aclarando su garganta, intentaba sonreír—. Yo volveré a casa para dejarlos a ustedes hablar tranquilos.

SeokJin fruncia el ceño, pero su madre se adelantaba—. No es necesario que te vayas, pero aceptaría que pusieras un plato más en la mesa si es que no interrumpo realmente —mencionaba la mujer.

"Para nada" "No, no, no" decían al mismo tiempo la pareja. Luego se miraban y reían, la madre de SeokJin lo observaba con curiosidad.

—No me dijiste que vendrías, Eomma —mencionaba, parándose al lado de TaeHyung y tomándolo de la cintura, su mano temblaba, pero no se movería de al lado del otro hombre—. TaeHyung, mi madre Hee-Sook. Eomma, mi novio TaeHyung.

"Mi novio TaeHyung" sonaba irreal, no era el único impresionado ante las palabras. Su madre estaba repasando tanto la frase como la imagen frente a ella. Su único hijo, quien pocas novias había llevado a casa hasta presentarle a quien sería "la última" se veía muy feliz al lado de un hombre precioso que sonreía con timidez e inseguridad.

Y lo más divertido era que, SeokJin no se veía "diferente" de mala manera, sino todo lo contrario. Se veía diferente de feliz, aunque con cierta timidez y ella sabía muy bien que era su culpa.

Así que sonreía y se aproximaba a TaeHyung, tomaba sus manos con lentitud y le sonreía. TaeHyung notaba que la sonrisa no era una incomoda como al inicio, sino una sincera. Sus manos estaban sudadas de los nervios y no encontraba forma de callar eso.

—Mis manos sudan de los nervios. Me disculpo —exclamaba el bonito cantante.

Y la tensión de la sala se disipaba ante las risas.

La mujer, apretaba su agarre.

—Es un placer conocerte, solo es algo nuevo. No tomes a mal mis caras, solo estoy sorprendida —admitìa con dulzura.

—Lo entiendo, no quiero incomodarla. Por eso no quería seguir aquí y dejarlos solos —mencionaba TaeHyung, mirando entre la madre de SeokJin y SeokJin.

—Que te fueras no era lo correcto. No esperaba encontrarte, como dije... Eun Bi no cocinaba desinteresadamente para SeokJin. Ella, creí que sería la mujer de mi hijo y la madre de mis nietos, pero sin embargo ella lo engañó —decía con sorpresa y congoja—. Nunca la hubiese creído capaz.

—Ni tú ni yo, eomma —mencionaba SeokJin—. Pero eso es pasado.

La mujer aún sostenía las manos de TaeHyung y las miraba, se veían inmensas entre las suyas.

—Creo fielmente que mi hijo es mundialmente guapo, ahora creo que el segundo lugar es tuyo. Eres muy apuesto

—Mamá —decía SeokJin divertido.

No podía creer lo que estaba sucediendo, no lo hubiese esperado tan rápido y pese a que ambos se estaban conociendo accidentalmente, le parecía que era lo correcto.

TaeHyung reía con timidez—. Concuerdo con usted, totalmente. Él es mundialmente guapo.

La mujer daba un último apretón y se alejaba de ambos, luego suspiraba y comenzaba a hablar—. Eun Bi vino a verme

— ¿Qué? —el mentón de SeokJin se marcaba y TaeHyung sabía que estaba comenzando a enojarse—. ¿Qué te dijo?

Su madre suspiraba—. Cosas que si tú no hubieras venido a mí primero, probablemente las hubiera creído —decía sonriendo avergonzada—. Cosas que por poco y llegó a creer de todas formas —admitía apenada—. Eun Bi siempre fue dulce y bien hablada ¿Saben? Al menos conmigo —la mujer alzaba sus cejas y el agarre de SeokJin se incrementaba en la cintura de TaeHyung—. Ella dijo tantas cosas horribles sobre ti —decía mirando a SeokJin—. Dijo que estabas enfermo. Y que TaeHyung te había pegado su enfermedad —la mujer negaba con su cabeza y suspiraba—. Ella dijo que no estabas bien mentalmente y que debías de ver a un doctor. Intento convencerme de hacerte ver a uno.

SeokJin apretaba sus dientes—. ¿Tú le creíste? —su voz sonaba débil.

Los ojos de la mujer se llenaban de lágrimas—. Casi lo hago. Hasta que llegué aquí y ví a tu novio preparando la cena para ti. Tenía una sonrisa refulgente al abrir la puerta, antes de verme y luego tú apareciste y sus ojos se iluminaron y los tuyos igual. Jamás te ví mirar a Eun Bi de esa manera y definitivamente jamás la ví a ella mirarte como lo hace TaeHyung... Haciendo algo tan simple, pero significativo cómo esperarte con la cena y solo porque lo quieres —decía con una sonrisa tímida, mirando a TaeHyung.

—Lo amo —corregía este. Sus mejillas se tornaban rojas cuando sentía la mirada de SeokJin a su izquierda. Sus ojos fijos en él—. Amo de verdad a su hijo, señora Hee-Sook.

La mujer sonreía y una lágrima se le escapaba, pero rápidamente la limpiaba—. Puedo notarlo. Y me doy cuenta que Eun Bi no tenía razón —se acercaba a SeokJin y tomaba su mano libre—. No hay nada de malo en ti. Y te pido perdón por haberlo pensado por un momento. Me disculpo con ambos —decía, tomando ahora con su otra mano la de TaeHyung—. Quiero disculparme con ambos porque esto es nuevo para mí, pero me dejé envolver medio segundo o un par de horas que me hicieron venir aquí de imprevisto y arruinar su cena.

SeokJin soltaba por primera vez a TaeHyung y abrazaba a su madre. La mujer era pequeña, llegando al pecho de SeokJin y TaeHyung encontraba la vista adorable, su corazón se derretía.

—No interrumpiste nada, eomma —mencionaba sonriente—. Me hace feliz que estés aquí y que te des cuenta que TaeHyung vale la pena —mencionaba sonriente y embelesado con el hombre a su lado.

—Te besaría, pero no quiero incomodar a tu madre aún. Lo dejaremos en privado —decía TaeHyung, apretando la mejilla de SeokJin con sus dedos de forma adorable.

La mujer reía y se separaba de su hijo.

—No se preocupen por mí, merecen vivir su amor sin importar lo que el resto piense —decía la mujer.

Y eran las mismas palabras que Hoseok le había dicho ese día. Los de afuera no importaban, ellos merecían vivir ese amor tan puro que se tenían mutuamente. No todos lograban encontrar lo que ellos tenían. SeokJin estaba cada segundo que pasaba más enamorado de TaeHyung y TaeHyung ya no tenía remedio, ese hombre lo tenía mal, pero en el buen sentido de la palabra.

El cantante miraba a la mujer y le sonreía —. Gracias por darme la oportunidad de accidentalmente conocerla. SeokJin me habló mucho de usted en estos largos meses. Es una madre espléndida

—Oh, no necesitas halagarme. Sólo sonríe y me irás atrapando poco a poco —admitía con timidez.

—Hizo lo mismo conmigo —decía SeokJin.

TaeHyung sonreía dulcemente y recibía un dulce beso en la sien que lo obligaba a cerrar sus ojos y disfrutar del aroma de SeokJin y su calor, rodeándolo. Todo frente a la mujer que le había dado la vida a su hombre, su amor. TaeHyung lo abrazaba y se recostaba en su hombro, luego miraba a la mujer y preguntaba:

— ¿Puedo decirle suegra, entonces?

La mujer reía tímidamente—. Por supuesto, cariño —decía—. Pero el olor de tu comida me está matando ¿Si puedo quedarme a cenar con ustedes, cierto?

Nuevamente un brote de risas complices resonaban en el apartamento de SeokJin y TaeHyung asentía—. Definitivamente puede

—TaeHyung no cocina tan bien como yo, pero es bastante pasable —decía SeokJin, quitándose el saco de vestir.

—No desmerezcas las manos de tu pareja, SeokJinnie —le regañaba su madre—. Pasaré al baño a lavarme las manos.

La mujer sonreía y se dirigía a dicha habitación, SeokJin suspiraba y miraba a TaeHyung quien estaba acomodando un plato más en la mesa. A paso lento se posicionaba detrás de su cuerpo y lo abrazaba por la cintura, lo apretaba y aspiraba su aroma en la zona de la nuca.

TaeHyung se relajaba sobre sus brazos y reía ante la leve sensación de cosquillas.

— ¿Qué haces? —preguntaba con dulzura.

—Aspiro una dosis de mi adicción —respondía, besando la nuca de TaeHyung y logrando desprender esa sensación de escalofríos placentero en el cuerpo ajeno.

TaeHyung se tragaba un gemido y volteaba para rodearlo con sus brazos.

— ¿Cómo la viste? —preguntaba, refiriéndose a su madre.

SeokJin sonreía—. Ella está a bordo de esta relación. No se ve para nada como cuando tuve la charla con ella. Creo que la visita de Eun Bi fue para algo bueno... Le agradas, lo noto en su mirada.

TaeHyung sonreía—. Ella también me agrada —luego sus ojos veían entre los de Jin y sus labios—. Dios. Necesito besarte

— ¿Y qué estás esp-...? —la pregunta moría entre los labios de ambos.

El beso de TaeHyung no tenía más intenciones que ser dulce y demostrar lo mucho que había extrañado a SeokJin y lo mucho que necesitaba esto, en ese momento. No había lengua, solo suaves roces entre sus labios y una dulce mordida por parte de SeokJin a TaeHyung. Cuando se alejaban, los ojos de ambos estaban dilatados.

—Nunca más volveré a decirte adiós, Kim SeokJin —susurraba—. Si planeas deshacerte de mí en un futuro, tendrás que acabar con mi existencia.

SeokJin sonreía y daba un beso suave a la comisura de sus labios—. No quiero deshacerme de ti. Fui miserable sin ti, te lo dije —admitía—. No quiero volver a sentir eso. Solo quiero quedarme contigo hasta que te canses de mí

—No voy a cansarme de ti —decía TaeHyung con sinceridad.

—Ni yo de ti —replicaba SeokJin—. Te amo, Kim TaeHyung.

—Te amo, Kim SeokJin —susurraba el bonito cantante para luego besarlo una vez más.

Luego una garganta sonaba y ambos se separaban comicamente saltando lejos del otro como si el cuerpo ajeno quemara. Una risa divertida le seguía a eso.

—Eso fue interesante de ver —mencionaba Hee-Sook —. Ya los ví besarse. Fue extraño, pero también me parecía extraño cuando besaba a Eun Bi y no lo hacía con esos ojos de enamorado, por lo que ustedes son más lindos. Son algo diferente —decía la mujer tímidamente y con dulzura.

SeokJin reía—. Es verdad, se ponía tímida incluso cuando besaba a mi ex —susurraba  a TaeHyung.

Este reía tímidamente—. Bien, de acuerdo ¿Quién tiene hambre? —decía, su cara roja cuál tomate.

—Yo tengo hambre —decía la mujer y ambos hombres reían—. Cenaré, les robaré un poco de su tiempo y luego volveré a casa a ver mis novelas. No quiero seguir molestando, SeokJin tiene cara de necesitar un buen masaje y TaeHyung tiene manos grandes

— ¡Eomma! —decía SeokJin.

— ¿Qué, cariño? Solo es una observación —decía divertida, codeando a un TaeHyung que no podía evitar sonreír.

SeokJin los miraba y no podía creerlo. Pero no podía estar más satisfecho al respecto. Ellos jamás volverían a decirse adiós. No sé ocultarian del resto y esta cena familiar, no sería la última.

Definitivamente eran algo diferente y algo hermoso.

Fin.

Adiós a Miserable Love💜

Una duologia cortita que nos hizo sufrir en la primera entrega y nos llenó de tensión y ternurita en la segunda. Ya me estoy poniendo muy cliché, necesito más insensibilidad, estoy perdiendo el toque de imprevisible 👁️👄👁️

Perdón que la haya retrasado tanto debido a mis compromisos. Muchísimas gracias por nuevamente seguir al pie del cañón para despedir otro fic conmigo.

¿Cuántos fics ya van despidiendo conmigo?

Con amor niñita NanyKoo 💜

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