3-tres
SeokJin estaba más que listo mientras se miraba al espejo y pensaba que se veía muy bien para la fiesta que TaeHyung daría a su-... Si novio, Kim NamJoon.
Llevaba unos jeans skinnys, botas en punta de cuero, camisa negra y campera de cuero con frente descubierta.
Resoplaba—. ¿En qué estabas pensando cuando accediste a la invitación? —fregaba su rostro y por poco iba a enviar un mensaje al azabache diciéndole que no podría ir, pero cuando el timbre de su puerta sonaba, se veía interrumpido de dicha acción.
Caminando hacia su puerta, abría y veia a una Rose muy despampanante y hermosa. Su bonito rubio al viento y un bonito vestido que la hacía lucir como un verdadero sueño. ¿Pero por qué estaba en su puerta con una bonita sonrisa que de nuevo parecía estar llena de flirteo?
— ¿No sabes por qué estoy aquí, no? —cuestionaba ella, torciendo su cabeza como cachorro confundido.
—Hola... Y no —exclamaba SeokJin.
La chica reía dulcemente y acomodaba un mechón tras su oreja mientras aleteaba sus bonitas pestañas extra large.
—Tae me dijo que irías a la fiesta que organizó para Nam y su promoción laboral, así que me pidió que te acompañará ya que solo nos conoces a él y a mí —Rose abría sus brazos y los dejaba caer como si fuera algo que se le avisó a último momento.
De hecho así había sido, la chica estaba lista para ir a casa de TaeHyung, pero este le había mencionado que SeokJin y él habían retomado su amistad por lo que le pedía encarecidamente que no lo dejara llegar solo. Obviamente se debía a qué no conocía a nadie, pero SeokJin no pudo evitar preguntarse si había otra intención debajo.
Rose no sospechaba nada aún y TaeHyung estaba muy al tanto de sus intenciones con el castaño quien ahora le sonreía y asentía
—Si, claro... No conozco a nadie, sería bueno llegar contigo —exclamaba.
Luego tomaba lo que necesitaba y salía de su apartamento, elevador hacia abajo Rose comenzaba a hablar nuevamente.
—Podemos tomar el subte, es mucho más rápido hacia la casa de Tete
—Yo tengo auto ¿Lo olvidaste? —mencionaba SeokJin con dulzura.
Las puertas se abrían y la guiaba al mismo, mientras la chica sonreía tímidamente.
—Cierto. Lo siento, soy una chica de bus —exclamaba.
—Hoy no —afirmaba SeokJin, abriéndole la puerta caballerosamente.
Una vez en camino con una suave música y revitalizador silencio, Rose volvía a hablar.
—Me sorprendí cuando TaeHyung me dijo que irías, creí que seguían sin hablarse
—Volví a molestarlo. No pude estar mucho tiempo lejos de él —se mofaba.
Pero era jodidamente cierto.
Rose reía y luego lo miraba—. Tae nunca me dijo que pasó, solo que ya no eran cercanos. Recuerdo haberlo visto muy desganado, aún con Namjoon de vuelta en su vida —exclamaba inocentemente—. Sus amigos son importantes para él.
SeokJin paraba en un semáforo y la miraba curioso.
— ¿Lo viste decaído? —preguntaba.
—Estaba triste. Esa es la palabra correcta —mencionaba.
— ¿Aún con su ex de vuelta? —volvía a asegurarse por si había escuchado mal.
Rose asentía y luego suspiraba—. No sé por qué volvió con Nam —decía un poco preocupada—. No me malinterpretes, él es un buen hombre, pero no el correcto para Tete.
SeokJin volvía a arrancar y se removía incómodo. Pero quería saber, el muy chismoso. Quería saber todo de TaeHyung. ¿Cómo había estado en todo ese tiempo separados? ¿La relación con el tal Namjoon iba bien? ¿Por qué le importaba el lado amoroso de la vida de TaeHyung si se suponía que solo serían amigos?
— ¡Aish! —SeokJin golpeaba el volante y Rose saltaba del susto—. Lo siento
— ¿Estás bien? —preguntaba ella amablemente.
—Es que coincido en que Namjoon no es... El tipo ideal para TaeHyung, me refiero a-... —apretaba sus labios y Rose alzaba sus cejas—. No lo conozco, pero TaeHyung me hablo de él... Lo condiciona mucho.
Rose lo miraba sorprendida—. Es exactamente lo mismo que pienso yo —coincidía.
SeokJin comenzaba a preguntarse que tanto sabía la chica.
—Y más si tú no lo has visto bien... —SeokJin continuaba.
—De todos modos creo que no ha estado bien porque te extrañaba. Cuando le pregunté hace un tiempo que había sucedido contigo que no los veía pasar el tiempo juntos, su expresión había sido apagada —la chica hacía un puchero—. TaeHyung es un tipo genial, si te da chance de entrar en su vida eres afortunado.
SeokJin suspiraba—. Si sirve de algo, también lo extrañé como un demente —mencionaba distraído.
Y cuando volvía a parar en otro semáforo, Rose hacía un sonido de total y completa sorpresa mientras cubría su boca.
SeokJin la miraba sorprendido—. ¿Qué?
—Oh, por dios —decía con las manos en su boca—. ¡Oh, por dios!
— ¿Por dios qué? —cuestionaba SeokJin.
Luego de varios segundo en silencio Rose hablaba—. ¿Ustedes fueron más que amigos, cierto?
Rose seguía con sus ojos abiertos y cuando el semáforo cambiaba a verde, un bocinazo detrás de ellos obligaba a SeokJin a arrancar. Se preguntaba como debía de responder a eso, pero considerando que necesitaba urgente hablar con alguien, quizás Rose era una buena opción. No era una mala chica, era de las más cercanas y verdaderas amigas de TaeHyung.
De acuerdo, él hablaría con ella.
—Te tomó un tiempo darte cuenta —mencionaba y conseguía otro chillido de sorpresa y otra tapada de boca y ojos inmensos por parte de Rose.
Se veía adorable, pero ponía a SeokJin muy nervioso que no dijera nada.
—Por favor dí algo —susurraba.
—Es que todo tiene mucho sentido ahora y me siento un poco estúpida por haberte hecho demasiado ojitos, yo nunca creí... Oh dios
—No te sientas estúpida, digamos que soy ¿Heterosexual? —soltaba dudoso.
— ¿Te lo cuestionas? Oh, mierda... Sí que soy estúpida —volvía a repetir.
—No seas tan dura contigo —pedía el castaño.
—No, no por haberte coqueteado... TaeHyung me dijo en una de nuestras conversaciones que se había enamorado de quién no debía y jamás lo relacioné contigo porque me lo contó mucho tiempo después de que dejarán de hablar y... —Rose apretaba ojos y labios mientras maldecia bajito—. Olvida lo que dije.
SeokJin llegaba y estacionaba justo frente a la casa de TaeHyung. Miraba a Rose fijamente y exclamaba:
—Tú y yo no hemos terminado
—Solo olvida lo que dije, por favor —pedía la chica.
—No lo voy a olvidar...
Rose maldecia otra vez—. Dijiste ser heterosexual, ahora entiendo porque TaeHyung te sacó de su vida —le señalaba.
SeokJin alzaba sus cejas—. Eres muy lista cuando te lo propones.
Rose le daba un suave golpe en su brazo.
—No olvides que puedo subirte la renta —amenazaba.
SeokJin soltaba una risa—. No diré lo que acabas de decirme porque no es como si fuera un secreto para mí —casi y por poco susurraba.
—Él te alejó ¿Cierto?
SeokJin relamía sus labios y asentía—. Él sabía que no podía corresponderle y no quería lastimarlo —suspiraba.
Rose resoplaba—. ¿No podías? ¿O todo se trata de que estás descubriendo un Kim SeokJin totalmente nuevo?
El castaño alzaba la vista y no decía nada, tampoco podía cuando la puerta de la casa de TaeHyung se abría y el dueño salía casi despampanante con unos pantalones beige y un buzo verde.
—A él definitivamente le gusta el verde —mencionaba Rose.
—Todo le queda bien —susurraba SeokJin sonriendo en dirección a un TaeHyung que caminaba en cámara lenta hacia el auto.
Rose giraba y veía la sonrisa diminuta y dulce en el rostro del castaño y luego saltaba cuando TaeHyung le tocaba la ventanilla.
SeokJin bajaba las mismas—. Hey, llegaron tarde —mencionaba con una mueca.
—Lo siento, dándome cuenta ahora el tráfico estaba un poco rebasado —mencionaba SeokJin.
TaeHyung asentía con una mueca y luego cruzaba mirada con Rose para abrirle la puerta.
—Todos están dentro —mencionaba TaeHyung.
Rose lo notaba nervioso.
— ¿Namjoon ya llegó? —preguntaba ella.
SeokJin podía oírlos desde adentro, suspiraba y luego finalmente salía del auto. Cuando miraba a TaeHyung había notado que Rose ya estaba en marcha, por lo que ambos se quedaban viendo el uno al otro.
—Hey... Espero que no te hayas ofendido por enviar a Rose contigo. No quería que llegarás solo —mencionaba, cruzándose tímidamente de brazos.
SeokJin daba unos últimos pasos para llegar a él y sorpresivamente se inclinaba y besaba su mejilla con dulzura. TaeHyung suspiraba temblorosamente.
—Gracias. No se me hubiera ocurrido pedirle venir conmigo —respondía con una sonrisa torcida.
TaeHyung lo miraba y admiraba de cerca. Sus tupidas cejas. Su nariz suave, pero a la vez prominente. Sus ojos rasgados y oscuros, más sus labios rellenos y rojos.
—Te ves muy bien hoy, Kim SeokJin —susurraba, su mano no pidiendo permiso para tocar el pecho de SeokJin.
Tres botones sin abrochar dejaban ver la piel del castaño y los dedos largos de TaeHyung, estaban tocando muy al ras de la piel desnuda.
SeokJin suspiraba y relamía sus labios cuando TaeHyung acariciaba la piel. No estaba seguro si lo hacía consciente o no porque TaeHyung estaba enfocado en sus labios.
Pero básicamente, no era del todo consciente, solo necesitaba tocar esa suave piel. Sentía como su boca comenzaba a salivar por la suave textura bajo sus dedos y mucho más que solo piel de parte del otro hombre.
Una garganta se aclaraba al lado de ellos, TaeHyung por poco t saltaba lejos de SeokJin, como si se hubiese quemado con agua hirviendo.
El castaño, sintió la misma sensación que el azabache cuando él se alejó en el bar aquella fría y miserable noche en que se habían despedido. Y sí, se sentía horrible.
—Nam... —soltaba sin aliento.
SeokJin se obligaba a mirar y solo a unos centímetros, el tal Namjoon los observaba con unos lentes de nerd, diría Jin y una sonrisa incómoda que dejaba notar sus hoyuelos.
SeokJin quería gritar, el tipo era atractivo, no le temblaba el pulso en admitirlo, como lo había hecho con el cantante de jazz a su lado en su momento. Pero el tal Namjoon no era un hombre "apuesto" del tipo "TaeHyung" para él, pero cualquier mujer u hombre activamente homosexual le abriría las piernas.
Cuando miraba al azabache veía sus ojos abiertos de par en par, casi sin poder decir nada y un sonrojo en sus mejillas. Sí, él era precioso, más que simple y objetivamente atractivo. Era hermoso. Aún con rostro de culpa pintando sus bonitos rasgos.
Así que SeokJin activaba—. Kim SeokJin, espero no ser de molestia —se presentaba estirando su mano y Namjoon la tomaba luego de vacilar unos momentos—. La primera vez apenas tuvimos tiempo de una presentación digna.
Nam asentía y sonreía—. No volví a escuchar de tí, pero hoy mi novio me dijo que vendrías —el apretón no era exagerado, pero un poco más fuerte que cualquier otro apretón de manos casual que le hayan dado a SeokJin.
El primer apretón realmente fuerte y amenazante había sido el de su ex suegro que le había dicho que si rompía el corazón de su hija, le rompería los huesos. Bueno adivinen quien le rompió el corazón a quien...
—SeokJin y yo estábamos distanciados —mencionaba TaeHyung, llegando a lado de Namjoon y tomando su otra mano para entrelazar sus dedos.
Los ojos de SeokJin se quedaban viendo allí, Namjoon lo notaba, soltaba su mano para terminar el apretón y a cambio levantaba su mano entrelazada a la de Tae y besaba los nudillos del bonito cantante con dulzura.
Una sensación horrible se presentaba en la boca del estómago de SeokJin. Estómago revuelto, pesado... Dios, no le gustaba para nada lo que veía.
TaeHyung sonreía incómodo.
—Entremos, aún tengo que presentarte a diez personas más —mencionaba, soltándose de Namjoon y empujando a ambos dentro.
—No te preocupes, SeokJin. Todos estos locos son buenas personas —mencionaba Namjoon, mientras se encargaba de presentarlo él, sin aclarar que era "amigo, solo de TaeHyung", sino algo así como "amigo" de ambos.
SeokJin no había dicho nada. Solo había sido amable con cada uno.
Rose se acercaba a su amigo, quien estaba abriendo una cerveza para SeokJin y miraba la escena verdaderamente incómodo. ¿Qué estaba pensando cuando había decidido que tener a SeokJin aquí era buen idea?
— ¿Estás peleando con tus demonios porque parte de ti sabe que Namjoon es tu novio, pero otra parte quiere salir corriendo hacia y con SeokJin? —cuestionaba.
TaeHyung la miraba shockeado.
— ¿De qué estás hablando?
Rose relamía sus labios y repensaba si era buena idea decirle que SeokJin lo admitió luego de que ató cabos o solo...
—Hace tiempo me dí cuenta que la persona equivocada de la que te enamoraste era el mismo SeokJin, gran y nuevo amigo con el que habías dejado de hablar y te tenía todo decaído y triste... —la chica quería sentirse tan intelectual como parecía ante los ojos de su incrédulo amigo, pero la verdad era que todavía se avergonzaba por no haberlo notado.
—Creí que nunca te darías cuenta y creí que te gustaba SeokJin —susurraba él como respuesta, segundo había salido más duro en su tono de voz.
—Bueno, él es todo un espectáculo ¿Puedes culparme por tardar un poco en razonar? —admitía.
TaeHyung forzaba una risa y luego miraba nuevamente como Namjoon intentaba integrarlo.
— ¿Es idea mía o Namjoon está demasiado... Atento a SeokJin? —preguntaba preocupado.
Rose se apoyaba en su hombro—. A Namjoon le tiembla el piso por primera vez en años porque tú no estás detrás de sus patas.... Oh, alguien mira hacia aquí y creo que quiere escapar del círculo amistoso charlatán.
SeokJin decía algo a los presentes y lograba tomar una salida, estaba listo para ir en dirección a TaeHyung y Rose. La chica se erguia y tomaba una cerveza para ella.
—Iré con el resto, pero solo diré que quizás debas replantearte esta nueva oportunidad con Joon, no parecieras estar metido en esta relación por primera vez.
Tocaba su hombro y TaeHyung la miraba—. No puedo hacerle eso a Nam —susurraba, SeokJin estaba poniéndose de pie y en dirección a ellos.
Rose lo miraba y exclamaba rápidamente—. Tampoco puedes hacerte esto a ti, estar con alguien a quien tu corazón ya no reconoce como su compañero... No es algo bueno, cariño —la chica hacía una mueca y se encogía de hombros.
—Hey, vine por la cerveza que nunca llegó —mencionaba SeokJin, con dulzura a TaeHyung.
Rose sonreía y se unía al grupo de amigos, más precisamente a Namjoon para que este le contará sobre su trabajo y promoción. Eso mantendría al tipo sentado mientras TaeHyung estaba un rato con SeokJin, dios sabía que ambos necesitaban gravitar en dirección al otro.
SeokJin tomaba su primer sorbo y TaeHyung lo miraba unos segundos y bajaba la vista para servirse una copa de vino y evitar, quizás, comérselo con los ojos.
—Él es agradable —mencionaba, hablando de Namjoon.
TaeHyung reía secamente—. Por supuesto que lo es —respondía y bebía de un sorbo todo el contenido de la copa.
SeokJin lo miraba y alzaba sus cejas—. ¿Quieres que me vaya? —preguntaba suavemente.
TaeHyung lo miraba, enfocando sus orbes en él.
—No, no quiero que lo hagas... Aunque debería quererlo —susurraba, apretando con sus largos dedos la copa que tenía en su mano.
SeokJin parpadeaba y se le quedaba viendo.
—Entonces... —la voz de Namjoon sonaba justo al lado de SeokJin,.casi asustándolo, el chico apretaba su hombro y se posicionaba detrás de TaeHyung. Abrazándolo desde esa posición y apoyando todo su cuerpo al de TaeHyung, su cabeza también en el hombro del chico que se veía demasiado tenso entre sus brazos.
Y la sensación de mierda en el estómago de SeokJin, estaba de vuelta. Mierda, había olvidado lo horrible que eran los celos.
—Entonces... —se las arreglaba para sonreírle al festejado—. Felicitaciones por tu promoción laboral —intentaba sonar amable.
El tipo aprovechaba el momento para vanagloriarse un poco, apretujar a TaeHyung más de lo que este estaba acostumbrado, viniendo de él. También era obvio que deseaba incomodar a SeokJin con sus demostraciones amorosas, pero el castaño buscaba resistir por amor a TaeHyung.
Este era su novio. Su pareja, él solo era una amigo que tenía que arrastrarse si fuera necesario para demostrarle que estaba allí por su amistad. Por él, pero los minutos eran largos junto a ese par. No es que no le gustará estar cerca de TaeHyung, pero Namjoon no lo soltaba. Estana seguro que pronto iba a orinarle encima para marcar territorio.
Pero SeokJin continuaba fingiendo sonrisas y pretender que escuchaba lo que salía de su boca, hasta que Kim Namjoon dejaba de hablar de él para la tercera cerveza de SeokJin y la tercer copa de vino de TaeHyung y se centraba en el nuevo amigo de su novio.
—TaeHyung me dijo que anoche salieron juntos. No pude unirmesle por un informe que debía de trabajar y corregir. ¿La pasaron bien? ¿Alguien se propaso con mi bonito novio? —preguntaba Namjoon, besando la mejilla de TaeHyung.
SeokJin sonreía, tomaba un sorbo largo de cerveza y TaeHyung podía ver lo fuerte que estaba sostiendo dicho objeto. Si tuviera más fuerza y fuera posible, la rompería con sus dedos por la presión con la cual la sostenía.
«Yo intenté besarlo ¿Qué tal eso, imbécil?» Pensaba SeokJin.
—Nadie intentó nada con él. A todos les decía que tenía novio, así que tranquilo, sabe defenderse y le recuerda a todo imbécil que es un hombre con pareja —respondía forzando una sonrisa.
—Oh, siempre dulce mi chico estrella —mencionaba Namjoon, luego tomaba el rostro de TaeHyung y buscaba sus labios para un beso.
TaeHyung iba a negarse, pero eso sería extraño en él. Los labios de Namjoon estaban cada vez más cerca, SeokJin apretaba sus dientes, pero el azabache recordaba de repente y le esquivaba exclamando:
—Hey, que raro besándome con tantos testigos —mencionaba, intentando mantener un tono juguetón.
Namjoon solía ser de los que demostraba poco en público, aún con amigos. Sí, sostenía su mano. Sí, lo mantenía cerca. Besaba su mejilla y cabeza, pero prefería los besos en la boca dentro de la intimidad. Aún los más inocentes. Con el tiempo TaeHyung se había simplemente acostumbrado y por eso tomaba todo de él en la intimidad.
Una de las razones por la cuál lo había tachado de insaciable en su momento. El chico tomaba lo que podía y volviendo repentinamente a eso, no sabía si estaba seguro de poder ser ese hombre que se conformaba con tan poco.
Sabía que SeokJin había tenido razón la noche de su despedida sobre que Namjoon no era el correcto.
El estómago se le retorcía de los nervios cuando el susodicho se le quedaba viendo con un leve sonrojo en sus mejilla y giraba a SeokJin que ni siquiera podía mirarlos, porque ahora este se encontraba pensando en si las palabras de TaeHyung eran ciertas, el tipo realmente era un imbécil.
«Si bueno, su novio no lo besaba en público y tú saltaste lejos de él cuando Hoseok los encontró» se torturaba otro poco.
—Mierda —maldecía en voz alta.
Las miradas de la pareja estaban sobre él, pero TaeHyung de inmediato buscaba darle la espalda a Namjoon y alejarse, solo un poco. Joder ¿Qué pasaba con él que estaba demasiado pegajoso?
— ¿Todo bien, Jinnie? —preguntaba con dulzura.
El castaño lo miraba finalmente, TaeHyung tenía ojos brillosos y preocupados. Estaba haciendo la velada mucho más difícil para ese hombre.
Así que mentía—. Recordé que tengo cosas que hacer en casa de mi madre. Me pidió arreglar su alacena y se me pasó —respondía.
Algo cambiaba en el rostro de TaeHyung y no sabía si se sentía aliviado de que ya no iba a lidiar con ambos en la misma habitación o estaba triste porque SeokJin se iría.
—Oh, claro... Sí —respondía.
Namjoon estiraba su brazo para otro saludo de manos—. Un gusto que hayas venido. Significa mucho que te esfuerces en querer conocer al prometido de TaeHyung.
Ambos hombres, TaeHyung y SeokJin, alzaban sus cejas, sentían una opresión en el pecho y decían al unisono: "¿Prometido?"
Había salido tan sincronizado, tan alto y a la perfección que, todos los presentes giraban su cabeza. Un par de amigos hacían ruidos de festejos y otros daban palmadas. Bastante ruidoso para ser solo un par de personas. TaeHyung miraba alrededor como cachorro asustado del sonido y sus ojos se encontraban con los de SeokJin. Éste entre el tumulto de amigos que se habían juntado a su alrededor, lo habían echo hacia atrás, dejándolo casi fuera del círculo ruidoso mientras Namjoon reía, el resto festejaba y Rose miraba la escena tan shockeada como TaeHyung.
—Bueno, bueno... Si me dejan hablar, TaeHyung entenderá el por qué tanto alboroto —mencionaba Namjoon.
El azabache sentía sus piernas débiles y SeokJin se sentía mareado.
—Amor —NamJoon tomaba su mano—. Sé que hiciste esto para mí, por lo que aprovecharé bien el esfuerzo de la reunión
—mencionaba sonriente, con otros gritos de júbilo—. Sé que hemos tenido altibajos y nuestra separación hizo un click en mi cabeza —continuaba el hombre, TaeHyung relamía sus labios y miraba a todos lados no logrando notar a SeokJin entre los presentes—. Sé todo lo que hice mal en nuestra relación, pero fui miserable sin ti —decía la confesión. SeokJin caminaba cada vez más lejos de la gente y Rose no sabía con exactitud que hacer cuando podía notar el pánico en el rostro de ambos hombres mientras Namjoon se arrodillaba frente a TaeHyung—. No quiero volver a sentirme de esa forma. Eres el hombre al que amé, amo y amaré. Estoy seguro, sé que podremos encontrar la perfecta sincronía juntos. ¿Quieres comprometerte conmigo?
TaeHyung sentía que su respiración se atascaba y su corazón se perdía un latido. Sus ojos habían buscado con desesperación muy mal fingida al hombre que lo tenía sin dormir y pensando en él 24/7, pero cuando miraba en dirección a la puerta esta se veía abierta y Rose lo miraba negando con su cabeza y gesticulando un "Se fue" refiriéndose a SeokJin.
— Tae, mi amor ¿Qué dices? —preguntaba Namjoon y un par de teléfonos celulares estaban grabando el momento.
SeokJin había conducido sin sentido el resto de las horas, parando de forma random en algunos bares. Hasta que había decidido comprar una cara botella de whisky y se dignaba, después de horas de volver a su apartamento. Era tarde, estaba cansado y se sentía fatal. Había apagado su teléfono para evitar hablar con Rose o con TaeHyung.
Él sabía cómo había terminado aquella propuesta.
Sí, Namjoon era un imbécil, pero era homosexual. Un santurrón, pero seguro de su sexualidad y claramente alguien decidido y digno de ofrecerle a TaeHyung estabilidad.
Él simplemente era un desastre con piernas. No sabía ni por dónde empezar con sus sentimientos desordenados. Sí, extrañaba a TaeHyung, lo quería de nuevo en su vida y cuando lo consiguió, creyó que ser amigos sería lo correcto. Cuando había aceptado ir a esa fiesta para el tal Namjoon, había supuesto que estaba listo, pero la sensación de mierda en su pecho le había dejado en claro que no podría hacer esto.
Pero no quería volver a perder a TaeHyung, joder. Ni siquiera podía pensar en esa posibilidad. ¿Pero entonces que sentía él? ¿Podría admitir en voz alta que estaba teniendo sentimientos más que amistosos por otro hombre?
Sí, el sexo era importante y fantástico, pero ya había superado su momento de pánico y conmoción. Eran buenos en la cama, fin de la historia. ¿Pero que mierda con todos esos sentimientos encontrados en su pecho? Tocando el mismo gemía con su garganta cerca.
—No quiero ser su amigo —exclamaba con dolor.
Entonces eso solo significaba una cosa. ¿Era gay? ¿Bi? Joder, su pulso temblaba y la botella en su mano también. Necesitaba ese líquido fuerte quemando su garganta si planeaba mirarse al espejo y aceptar esta nuevo SeokJin que estaba comenzando a nacer. Aceptar su sexualidad sin volverse loco, pero ya era tarde para eso. Su mano despeinaba su cabell,.suspiraba y suspiraba con su garganta seca porque era un completa mierda.
Aceptaba que estaba más que atraído a TaeHyung, otro hombre. Y aceptaba que se había reconocido a sí mismo demasiado tarde, porque mientras las puertas del elevador se abrían para que él se dirigiera a su apartamento para ponerse ebrio porque el hombre al que, jodidamente, amaba, se estaba por comprometer con alguien más y él se podría meter esos sentimientos, bien en el forro del c-...
Momento ¿Él amaba a TaeHyung?
— ¿SeokJin? —la voz grave y familiar lo hacía levantar la cabeza del suelo.
Su respiración era pesada, su corazón a punto de explotar y la sensación horrible se extendía por todo su cuerpo. Sus piernas eran débiles ¿Qué hacía TaeHyung ahí?
— ¿Acaso vienes a presumirme tu bonito anillo de oro? —susurraba.
TaeHyung alzaba sus cejas, el hombre se veía arruinado y con ojos rojos ¿Había estado llorando o a punto de hacerlo?
—Quise entrar a tu apartamento, pero cambiaste la clave —decía a cambio.
SeokJin mordía su labio, su corazón se comprimía a cada segundo—. Vete —pedía con toda su fuerza de voluntad.
—Abre la puerta —pedía TaeHyung con dulzura.
—No —SeokJin negaba—. No me siento bien para verte
— ¿Qué harás con esa botella de whisky, Kim SeokJin? —preguntaba, cruzándose de brazos.
El castaño suspiraba y dejaba caer su cabeza hacia atrás—. Sabes muy bien lo que haré, ahora solo vete y déjame emborracharme en paz.
TaeHyung pasaba el nudo en su garganta.
— ¿Qué te dije sobre ahogar tus miserias en alcohol?
— ¡Solo vete! —Gritaba con respiración agitada y ojos aguados—. Por favor —susurraba sin fuerza.
TaeHyung abría su boca y la cerraba cuando sentía el nudo en su garganta por culpa de la imagen contraria. Los ojos rojos y la pinta que SeokJin tenía de estar a punto de quebrarse.
—No voy a irme. Tú y yo tenemos cosas que hablar, pero hablar de verdad... Abre la puerta —pedía susurrando.
SeokJin hacía un puchero lastimero que provocaba cosas raras en TaeHyung. Se sentía fatal y a la vez quería besarlo como un demente.
—Si te metes en mi apartamento no te voy a dejar ir —respondía SeokJin. TaeHyung volvía a tragar duro—. Y si tu estúpido prometido llama a la policía por tu secuestro, va a tener que chupar mi polla por tu rescate y aún así no servirá porque no te voy a devolver... Así que mejor vete.
TaeHyung relamía sus labios y se acercaba a paso lento, aunque los ojos de SeokJin rogaban que no se le aproximará. Así que tomaba el valor de poner su mano en la parte posterior de la cabeza del castaño y lo tiraba hacia a él, frente con frente. Habían respiraciones pesadas, pero SeokJin relajaba todos sus músculos por primera vez en toda la jodida y larga noche. Los dedos largos de TaeHyung tomaban la botella de su mano y se la quitaba.
Su nariz acariciaba la ajena mientras aspiraba el aroma a perfume de SeokJin y un poco de alcohol entremezclado. Había manejado así y le daba impotencia saber que podría haberle pasado algo.
—Abré la maldita puerta y entremos —susurraba otra vez.
Luego de eso sentía la mano de SeokJin en su cintura. Éste tenía sus ojos cerrados, no quería verlo tan cerca, solo respiraba su aroma y lo apretaba a su cuerpo.
—No te voy a dejar salir luego —repetía con voz entrecortada y garganta cerrada.
TaeHyung reía de lado—. Está bien por mí.
Y SeokJin suspiraba sonoramente.
Esta historia terminara prontito, recuerden que es cortita como Misery Night.
¿Les gustó?
SeokJin cayó en cuenta de que hay más que solo amistad y tiene que enfrentarse a esos verdaderos sentimientos y a la dirección en la que van 🥺💜
Con amor niñita NanyKoo 💜
Perdón si ven errores de deditos.
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