40 - ESPERANDO
Y tu mirada sigue esperando la silueta de sonrisa arribando en tu piel, tan llena de sensaciones sagradas.
Tus manos se pasean de un horizonte a otro; con la ansiedad que desgastó el destello de tus uñas.
Tus besos siguen latentes flotando en ese almíbar que se endulza más con el tiempo y su aroma inunda tus sueños.
Tu pecho se abrió como el capullo de una rosa y se asomaron tus pezones por la ventana de tu recato para oír mis pasos en la acera de tus ganas.
Y aunque no se engendró aún nuestro encuentro, parece que nuestras almas ya se han abrazado en alguna vida, de algún tiempo lejano pero inolvidable.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro