Hablame de tormentos
cuando falten los dialectos,
cuando no me quede tinta
o en las hojas ya no halle mi paz.

Solo en ese momento,
podré decir que no hay salida.
Que la inspiración se fue
sin dejarme despedirla.

Las letras no son mi todo,
son mi ser, aliento y sueño.
Mucho más de lo que se ve,
exactamente aquello que duele.

¿Es que acaso puede existir una forma más sincera de llorar y reír?
La poesía es compañía,
aparece en la soledad, justo cuando la necesito más.

Si en las noches ya no la encuentro ¿qué haría?
¿Contar ovejas o mirar el techo creando alguna fantasía?
Simplemente no me lo imagino,
sería como estar muerto en vida.

Como respirar y no sentir el aire.
Como dejar de apreciar la lejanía de la luna, el brillo de las estrellas.
Como lanzarse de un avión sin paracaídas.
Toda mi estadía en esta vida habría cesado,
sin poesía lo más bello perdería el sentido.