Los fuegos artificiales estallaban con gracia en el cielo de la noche.

Y en una azotea alquilada, Nino y Akira veían el espectáculo. Aunque este último tenía su codo apoyado en la baranda de la azotea, su mano en sosteniendo su rostro y tenía los ojos bien abiertos.

Nino: ¡¿Por qué estoy aquí contigo?! — exclamó exasperada, pero no recibió respuesta de parte del chico. — ¡Hey! ¡¿Me estás escuchando?!

Akira: Zzzzzz.

Sacudió su cuerpo y notó que los lentes de Akira se movieron, mostrando que estaba usando lentes pintados de ojos sobre sus lentes verdaderos. En otras palabras, estaba dormido, pero fingió estar despierto.

Nino: Tú… — le dio un zape en la cabeza, haciéndolo despertar.

Akira: ¡Itai! — se agarró detrás de la cabeza. — ¡¿Qué te pasa?!

Nino: ¡¿Qué me pasa?! ¡Me pasa que tengo que ver los fuegos artificiales contigo y no con mis hermanas!

Akira: ¡¿Y crees que a mi me gusta?! — preguntó antes de apoyar sus brazos en la baranda. — Mi primera vez viendo los fuegos artificiales y es contigo.

Nino: ¿Eh? ¿Tu primera vez? — preguntó sorprendida.

Akira: Estuve casi toda mi vida en América, estudiando y no salía mucho.

Nino: ¿Y que me dices del 4 de julio? Estoy segura que explotan muchos fuegos artificiales en esa fecha.

Akira: Mis compañeros decían que celebrar la independencia de Estados Unidos no es para la minoría. — dijo desviando la mirada. — Si que conocí personas crueles.

De repente, el teléfono de Nino sonó, notando que era Yotsuba quien la llamaba.

Nino: ¡Yotsuba, los fuegos artificiales han comenzando, ¿dónde estás?! — preguntó alterada. — ¿Qué? ¿La torre del reloj? ¡Ya voy! ¡Quédate ahí y espérame! — colgó para mirar a Akira. — ¿Qué haces parado como un idiota? Coge tu teléfono y llámalas.

Akira: Como si tuviera sus números en mi teléfono.

Nino: ¡Eres un inútil!

Akira: ¡Tch! ¿Sabes qué? Iré a buscarlas y recogerlas. — dijo dirigiéndose hacia las escaleras.

Nino: ¿Por qué? — preguntó haciendo que se detuviera.

Akira: ¿Qué cosa?

Nino: ¿Por qué me ayudas? — preguntó confundida. — Tú me odias y aún así vas a ayudarme a reunirme con mis hermanas. ¿Por qué?

Akira: Nunca dije que te odio, Nino. — dijo con sinceridad. — Que me hayas drogado el día que nos conocimos no me hace odiarte, lo hiciste para proteger a tus hermanas de un posible sujeto que las dañe, ¿no es así? Pues te demostraré que no soy así.

Sin esperar que Nino dijera algo, incluso si ella no podía decir nada, bajó por las escaleras y corrió entre la multitud en busca de las Nakano.

Akira: Ya sé dónde está Yotsuba, pero, ¿y las demás? — preguntó mientras las buscaba. — Oh, Ichika.

Ichika se dio cuenta de que Akira se estaba acercando a ella, así que rápidamente colgó la llamada que estaba teniendo.

Akira: Finalmente te encontré. Nino reservó un tejado para ustedes y debemos darnos prisa. — dijo extendiendo su mano para que la tome.

Pero en vez de que la hermana mayor lo tomará, un sujeto maduro con un extraño bigote recortado tomó su muñeca.

¿¿??: ¿Quién eres tú?

Akira: ¿Y quién eres tú, el Führer? — preguntó sorprendido de verlo aparecer de la nada.

¿¿??: Voy a ignorar eso y voy a preguntarte… ¿qué relación tienes con Ichika?

Akira: ¿Relación? — preguntó confundido. — Hasta ahora, nunca supe que soy para ellas exactamente. Sé que soy amigo de Itsuki, pero, ¿y las demás? ¿Soy su amigo? ¿Su conocido? ¿Su tutor? ¿Su juguete sexual? — pensó sin saber exactamente la respuesta. — Quien sea, no impor-¡¿dónde están?! — se sorprendió al ver que los dos ya se habían ido.

Justo cuando iba a volverla a buscar, una voz hizo que se diera la vuelta.

¿¿??: ¿Akira?

Akira: ¡Miku! Me alegro que me hayas encontrado.

Miku: No fue sencillo.

Akira: No importa. Nino está en la azotea que alquiló y debo llevarte ahora con ella.

Miku: Espera. — lo detuvo, mostrándole que en su pie tiene una marca roja. — Me pisaron el pie. Duele.

Akira: Ugh. Bien, voy a hacer algo y espero que me perdones. — dijo antes de cargarla como princesa.

Miku: ¿Q-qué estás haciendo? — preguntó sonrojada.

Akira: Te estoy llevando a un lugar seguro donde pueda tratar tu lesión — dijo sin mirarla, ya que también estaba sonrojado. — Por cierto, acabo de ver a Ichika, pero desapareció.

Miku: ¿Ichika? — preguntó con el rubor de su rostro desapareciendo.

Pronto, Akira encontró un lugar en las escaleras donde pudo dejar a Miku. Pidió un poco de hielo del puesto más cercano y sacó un pañuelo de su bolsillo.

Akira: Bajará un poco el dolor con esto. — dijo mientras envolvía el hielo en el pañuelo y lo aplicaba en su pie.

Miku: Tks. — sintió el frío helado en su pie. — ¿Es verdad que encontraste a Ichika?

Akira: Sí. La encontré, pero estaba acompañada de un sujeto que parecía la versión japonesa de Hitler. ¿Tienes alguna idea?

Miku: No, no la tengo. — negó hasta que recordó algo. — Ah. Vi a Ichika salir de un auto de ese hombre antes.

Akira: Espera… ¿no crees que esté metida en algo ilegal? — preguntó preocupado.

Miku: Ni idea.

Akira: Bueno, solo queda 40 minutos antes de que los fuegos artificiales acaben. Debo buscarlas. — dijo para luego quitar el hielo, sacar una venda y envolver el pie de Miku con ella. — Con eso bastará.

Miku: ¿Por qué nos ayudas?

Akira: Otra vez la misma pregunta… — suspiró pasando su mano por su cabello. — Hicieron de todo para venir aquí porque es un recuerdo feliz con su madre, ¿verdad? — Miku asintió. — Pues no me quedaré de brazos cruzados mientras las veo perderse ese momento.

Se levantó y le extendió la mano.

Akira: ¡Si te adentraste en el camino inexplorado, al final aparecerán infinitos secretos! — recitó con seriedad. — Y eso es lo que descubriré mientras siga con ustedes… y si ustedes siguen conmigo.

Miku: ¿La frase de Bushido? — preguntó antes de sonreír. — Si que estás lleno de sorpresas.

Akira: Al igual que tú, Miku. — también sonrió. — ¿Puedes caminar?

Miku: Sí. — dijo tomando su mano. — Es cálida y firme. — pensó sintiendo su tacto, queriendo sentirlo todos los días. — Espera, ¿qué? No… no… este sentimiento, no. No me debe gustar Akira, le pertenece a Itsuki. Pero ni siquiera están juntos… tal vez yo podría… ¡no! — agitó la cabeza repetidamente. — No me gusta Akira. No me gusta Akira. No me gusta Akira.

Akira: ¿Miku? — la llamó, pero ella solamente negaba con la cabeza ruborizada. — ¿Miku? Tierra a Miku. Vuelve al fic, por favor.

Miku: ¿E-eh? ¿Qué… qué sucede? — preguntó volviendo a la normalidad.

Akira: Te estaba llamando, pero te perdiste en tu mente. ¿Pasa algo?

Miku: N-no, nada de nada. — negó tímidamente.

Akira: ¿Okey? Entonces te llevaré con Nino y luego proseguiré con la búsqueda.

Justo cuando iban a caminar, dos chicas los detuvieron para hacer una entrevista.

Chica1: Hola… estamos haciendo una encuesta sobre el festival.

Akira: Disculpa, pero tenemos prisa. El capítulo pronto acabará.

Chica1: Daremos vouchers de 100 yenes a las personas que participen.

Akira: Gracias, pero no, gracias.

Chica1: ¡Solo una pregunta estaría bien! — dijo insistente. — ¿Puedo preguntar cuál es tu relación con ella?

Akira: Pues…

Chica2: Mejor pasemos esa pregunta. Con sólo verlos podemos decir que ustedes dos están saliendo.

Chica1: Oh, es verdad. No importa como lo vean, parece que ustedes dos están en una cita. — dijo señalando sus manos entrelazadas.

Akira: N-no es así. — negó con él y Miku separándose. — Nuestra relación no es normal por así decirlo. Pero diría que somos… ¿amigos? — preguntó mirándola para confirmar.

Miku: S-sí, sólo somos amigos.

Chica1: Ya veo. Lamento que aún no se haya declarado, señorita.

Miku: ¡¿Eh?!

Akira: Esperen, creo que han entendido mal.

Chica2: ¿Lo entendimos mal? No me digas que… ¡¿te ibas a declarar ahora?! — preguntó llevándose la mano a la boca en shock.

Chica1: ¡¿En serio?!

Miku: ¡¡¿EH?!! — su rostro se volvió más rojo de lo que era posible.

Akira: ¡No es así! — exclamó avergonzado.

Chica1: ¡Lamento mucho haberlo interrumpido en su declaración! — dijo con ella y su amiga haciendo una reverencia de disculpa. — ¡Tenga! — le entregó un voucher de 100 yenes.

Chica2: ¡Otra vez disculpa las molestias! — dijo corriendo con su amiga.

Akira: Si que fue… extraño, ¿no? — preguntó con una sonrisa incómoda.

Miku: S-sí. — asintió con torpeza. — No me gusta Akira. No me gusta Akira. — repitió su mantra en su mente.

Akira: Pero, ¿sabes? Me alegra saber que somos amigos, Miku. — dijo antes de ofrecerle una sonrisa de mil soles que la cautivó.

Miku: No me… ¿gusta? — pensó insegura de que le guste o no.

Akira: Oh, ya encontré a Itsuki. — dijo señalando a la quintilliza menor. — Vamos.

Ayudándola a caminar, llegaron con Itsuki.

Akira: ¡Itsuki!

Itsuki: ¡Sakamoto-kun! ¡Miku! ¡Estoy tan feliz de verlos! — dijo con una enorme sonrisa de alivio.

Akira: Ya van dos, quedan otras dos. Yotsuba está en la torre del reloj e Ichika no se sabe donde está. Ten. — le entregó su teléfono. — Ahí tiene el mapa con la dirección donde Nino está esperándolas. Yo iré a buscar a Ichika.

Itsuki: O-okey. Ten cuidado.

Miku: Iremos por Yotsuba y los esperaremos en la azotea.

Akira: Bien. Vayan. — dijo corriendo por ahí en busca de la chica. — ¿Dónde puede estar? No es como si apareciera detrás de mí.

Ichika: Has encontrado a Itsuki y Miku.

Akira: ¿Huh? — se dio la vuelta. — ¡Ichi…

Ichika: Shhh. — le tapó la boca, y luego lo tomó de la muñeca. — Ven conmigo.

Akira: ¿Qué? — preguntó dejándose arrastrar por Ichika. — Esa no es la dirección correcta.

Ichika: ¿Viste los fuegos artificiales? Es genial, ¿no es así?

Akira: ¿A dónde me llevas? Ustedes cinco querían ver los fuegos artificiales juntos, ¿no es así?

Ichika: No hay problema, no hay problema. — dijo con una sonrisa despreocupada mientras lo llevaba hacia un callejón oscuro. — Acerca de eso, por favor mantén el secreto.

Akira: ¿Sobre qué?

De repente, fue sorprendido por un kadebon de Ichika, dejándolo mudo.

Ichika: No puedo ver los fuegos artificiales con ellas.

Akira: Tienes que estar bromeando.

Ichika: No estoy bromeando. Me tengo que ir. — dijo antes de sonreír con torpeza. — Además, tenemos la misma cara, así que aunque falte uno, nunca la notarán.

Akira: ¿Qué clase de lógica es esa?

Ichika: Lo siento, pero alguien está esperándome. — se disculpó dándose la vuelta.

Akira: Alto ahí. Tienes que explicarme lo que está sucediendo.

Ichika: ¿Por qué? — preguntó mirándolo con una sonrisa y mirada fría. — ¿Por qué estás interesado en mis negocios personales?

Akira: ………

Ichika: ¿Por qué eres amigo de Itsuki?

Akira: Por supuesto que no. Me interesa porque somos…

Ichika: Shhh. — le tapó la boca otra vez mientras veían afuera desde el callejón. — Ahí viene mi colega. Parece que me está buscando.

Akira: ¿Y eso es malo?

Ichika: ¿Qué hacemos? Debe estar muy furioso porque me escapé en medio del trabajo.

Akira: ¿Y yo que voy a saber?

¿¿??: ¡Te encontré, Ichika!

Ambos se congelaron en el acto al creer que fueron atrapados en el acto. Pero se sorprendieron cuando el hombre extraño jalaba a Miku, que se había cambiado de peinado.

Ichika: ¡¿Miku?! ¿Será posible que él me haya confundido con Miku?

Akira: Maldición. — maldijo por lo bajo mientras corría más rápido hacia ellos.

Agarrando la muñeca de aquel sujeto, Akira lo apartó de Miku, haciendo que se detenga y los mire.

¿¿??: ¿Tú otra vez?

Akira: Lo siento, amigo, pero ella es mía y solamente mía. — declaró abrazando a Miku por la cintura y acercándola a él.

Para Miku, esto era el límite de su negación por sus sentimientos.

Miku: Me… gusta Akira. — pensó hasta abrir los ojos con horror. — No… ¡¡NO!!… ¡¡NOOOOOO!!

¿¿??: ¿Estás en drogas? ¿Qué estupidez estás diciendo?

Akira: ¡Tú eres el que estás en drogas! ¡¿Acaso no ves que ella no es Ichika?!

¿¿??: ¡¿Cómo puedo equivocarme de cara?! — preguntó enojado. — ¡Date prisa y devuélveme a mi actriz!

Akira: ¿Actriz? — preguntó sorprendido mientras miraba a Ichika, que intentaba ocultar ocultar su rostro avergonzado con uno de sus mechones.

¿¿??: Espera… ¿dos Ichika? — preguntó estupefacto.

Akira: ¡Ahí tienes, Hitler japonés! — exclamó enfadado.

¿¿??: Vaya, lo siento por equivocarme de persona, pero ahora necesito llevarme a la verdadera Ichika a su trabajo inmediatamente.

Akira: Ni creas que esto terminó. — dijo cuando de repente Ichika se estaba yendo con el anciano. — ¿Ichika?

Ichika: Lo siento, pero, ¿puedes darles mi mensaje a las demás? — pidió con una sonrisa falsa.

Akira: Tch.

Miku: A-Akira… tu brazo — tartamudeó señalando que todavía la abrazaba por la cintura.

Akira: Oh, lo siento. — dijo separándose de ella, lo que hizo que extrañara la sensación. — ¿No estabas con Itsuki?

Miku: Ella se fue a recoger a Yotsuba mientras yo la esperaba aquí. — dijo antes de mirar a donde se fue Ichika. — Ve con ella. Ichika te necesita.

Akira: ¿Estás segura? No puedo dejarte sola aquí.

Miku: Estoy bien. — aseguró dándole una pequeña sonrisa.

Akira: Bien, pero cuando te reencuentres con tus hermanas, dile a Yotsuba que me haga un favor.

Minutos después, Akira fue corriendo hacia donde se había ido Ichika, encontrándola en una parada de autobús sola.

Akira: ¿Dónde está ese sujeto? — preguntó acercándose a ella.

Ichika: Fue a traer su auto.

Akira: Así que no tienes intenciones de volver, ¿eh?

Ichika: Akira-kun, voy a volverte a preguntar… ¿por qué te interesa tanto esto?

Akira: Porque somos amigos. — dijo seriamente.

Ichika: Ya veo. Toma. — le entregó una hoja de papel.

Akira: ¿Qué es esto? — preguntó leyendo el contenido. — ¿Un guión?

Ichika: ¿Me ayudas a practicar mi línea? — preguntó con una sonrisa divertida.

Akira: Olvídalo.

Ichika: ¿Acaso no somos amigos?

Akira: Ugh, bien. — aceptó a regañadientes. — Pero este guión parece muy simple.

Ichika: Solo léelo.

Akira: Okey… — dijo antes de meterse en su papel. — Felicitaciones por graduarte. — dijo con una voz de seguridad y felicidad.

Ichika abrió los ojos cuando al escuchar a Akira, sintió que estaba hablando con un maestro de verdad y que se sentía feliz por ella al graduarse.

Ichika: Corte. — pidió todavía anonadada. — No sabía que podías actuar tan bien.

Akira: Hice la voz de un personaje de anime cuando tenía 6 años. — explicó mientras leía el guión. — Aunque sólo fui un extra, aprendí mucho de otros actores de voz.

Ichika: Ya veo. — dijo antes de sonreír. — Tienes que enseñarme un poco de ese talento tuyo.

Akira: Será para después, ahora sigamos con tu línea, ¿okey? — se aclaró la garganta para continuar. — Felicitaciones por graduarte.

Ichika: Profesor… me alegra mucho que haya sido mi profesor. — dijo con una sonrisa.

Akira: ………

Ichika: ¿Qué? ¿Tanto fue mi actuación que te cautivé? — preguntó con una sonrisa seductora.

Akira solamente suspiró antes de acercarse a ella y agarrar su cara con las manos. La sensación de sus manos en sus mejillas hizo que Ichika se sonrojara.

Pero esa sensación desapareció cuando Akira agarró sus mejillas y las estiró sin lastimarla.

Ichika: ¿Qué estás haciendo? — preguntó con sus mejillas aún estiradas.

Akira: ¿Qué crees que estoy haciendo? Trato de desaparecer esa sonrisa falsa que pones. — dijo sorprendiéndola. — Me he dado cuenta que siempre pones esa sonrisa cuando quieres esconder tus verdaderos sentimientos. — soltó sus mejillas y se cruzó de brazos. — Es algo molesto si te soy honesto.

Ichika: No pensé que te darías cuenta de ese pequeño cambio en mi comportamiento. Me dejaste muy sorprendida.

Akira: Es fácil darse cuenta cuando tu sonrisa era diferente a las otras que he visto.

Ichika: Oh no… no puedo mentir cuando solo está Akira-kun. He perdido completamente la confianza en mí misma. — dijo con falsa tristeza.

Akira: Sí, es el fin del mundo. — dijo con sarcasmo. — En fin, tu carruaje ya está llegando, así que será mejor que te des prisa. Y cuando vuelvas, te ayudaré a que te disculpes con tus hermanas. Somos amigos después de todo.

Ichika: Yo… está bien. — dijo dándole una sonrisa directa.

Tiempo después, tras terminar la audición de Ichika, ella y su manager salieron del edificio donde hacían el casting, encontrándose con Akira que actualmente ya bebía su octava lata de café.

Ichika: ¿Has estado esperando aquí todo el tiempo? — preguntó sorprendida.

Akira: Más de lo que tú crees. — dijo estirando la espalda. — ¿Y cómo te fue en la audición?

Ichika: Hmm, ¿cómo decirlo?

Manager: Fue una presentación increíble. Ella lo pasó sin problemas.

Akira: ¿En serio? — preguntó sorprendido.

Manager: Sí. Nunca pensé que Ichika haría semejante expresión. Y la persona que hizo todo eso posible eres tú — dijo antes de guiñarle el ojo coquetamente. — ¿Sabes? También estoy muy interesado en ti.

Akira, con todo su corazón esperaba el 'No homo'…

Pero nunca llegó.

Akira: A… jajaja. — rió nerviosamente. — Aunque me siento… ni siquiera sé que sentir… ¡pero ahora debo llevarme a Ichika!

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Timeskip traído por Akira formando una pirámide de latas de café…

Akira: Por aquí, todas nos están esperando. — dijo mientras caminaban por las oscuras calles de un barrio tranquilo.

Ichika: Esperando… ¿todavía siguen en el festival?

Akira: Claro que no. Ellas están en un parque cerca de aquí.

Ichika: Ya veo. Deben estar muy molestas. — dijo con una triste sonrisa. — Necesito disculparme por no ver los fuegos artificiales con ellas.

Akira: Necesitas disculparte conmigo porque me pase de mi horario de sueño. — bromeó. — Además… ¿no es muy pronto para rendirse de ver los fuegos artificiales?

Cuando llegaron al parque, Ichika se llevó la sorpresa de ver a sus hermanas jugando por pequeños fuegos artificiales en sus manos.

Yotsuba: Ah, ahí están Ichika y Sakamoto-san. — dijo anunciando su llegada.

Akira: No son los fuegos artificiales del festival, pero sigue siendo algo que disfrutar. — dijo con una sonrisa.

Yotsuba: ¡Sakamoto-san, estamos listas! ¡No pudimos esperar, así que ya comenzamos!

Akira: Bien. Gracias a ti que compraste los fuegos artificiales cuando te lo pedí. Buen trabajo, Yotsuba.

Yotsuba: Shishishi. — sonrió enormemente.

Akira: ¿Hm? — notó que Nino se acercaba a él con el ceño fruncido. —Oh, Nino. ¿Vienes a recibirme con un beso?

Nino: Dijiste que traerías a mis hermanas y aunque tardaste mucho, lo cumpliste. Así que te diré esto… ¡buen tra-ba-jo! — dijo entredientes.

Akira: Se nota que te costó mucho decirlo.

Nino: ¡Hmph!

Itsuki: Ven. Vamos a jugar con los fuegos artificiales. — dijo jalando a Ichika.

Ichika: Itsuki.

Akira: Bueno… mi trabajo aquí está hecho. — suspiró mientras se sentaba en la banca del parque.

Mientras las veía divertirse y hablar sobre algo de que son la quinta parte de un todo, pronto se quedó dormido.

Lo último que pudo sentir antes de entrar al mundo de los sueños, fue su cabeza siendo apoyada en unos suaves y firmes muslos desnudos.

Tendrá un buen sueño esta noche.

CONTINUARÁ