Estaba en un castillo en quién-sabe-dónde, cuándo mi mamá me dijo que me iba a casar con un príncipe. Yo no tenía ni idea cómo, porqué o con quién pero igual unas muchachas que trabajaban ahí me metieron a un cuarto y me mandaron a arreglarme. 

Mi mamá apareció como a saludarme y yo le preguntaba qué estaba pasando. No me quería responder solo me dijo que me pusiera mi vestido y se fué. 

Me vestí con un vestido muy grande y pomposo. Con mangas de señora de antaño pero con falda de princesa. Fui a maquillarme pero solo traía un delineador conmigo. Intenté hacerme algo pero en un ojo me quedó más grueso que el otro. Ya yo me estaba estresando porque no me podía ni maquillar ni arreglar bien. La boda iba a ser pronto y yo tenía que lucir presentable para un príncipe. 

Tenía miedo de que fuera niño malcríado, pero cuando me fue a visitar, nada que ver. Super amable y formal. Me hizo sentir segura y bonita. Lo único raro era que teníamos una diferencia de edad de 18 años. Pero la yo de mi sueño no le importó mucho. 

Me desperté antes de siquiera poder salir del cuarto.