Este sueño lo tuve hace unos meses atrás y se lo conté a una amiga, pero ahora se los cuento a ustedes, aunque es probable que ya no me acuerde mucho de los detalles, pero haré mi mejor esfuerzo, así que, aquí vamos.

El sueño comienza en un barco, específicamente en la popa de un acorazado Estadounidense clase Iowa:

Y al parecer la fecha en cual se ambientaba este sueño era por finales de 1945, presumiblemente en Noviembre de aquel año y por lo visto yo era parte de un grupo de la US Navy que venía regresando desde Japón puesto que la Segunda Guerra Mundial acababa de terminar. Mi barco era uno de los tantos que conformaban la flotilla que regresaba a Pearl Harbor y el penúltimo de la fila de barcos, pero el punto es que el último barco de la flota y por tanto el que estaba detrás del mío era un portaaviones el cual tenía por nombre USS Remington, el cual luego de unos minutos navegando con nosotros rompió de manera sorpresiva la formación desviándose hacia el norte (nosotros íbamos al sureste) a una velocidad impresionante por no decir imposible para un buque de ese tamaño y época, inmediatamente ordené entablar contacto radial con el buque, pero cuando contactamos no recibimos respuesta, solo se escuchaba una interferencia irritante que sonaba similar a gritos, pero totalmente indistinguibles, no obstante eso lo asocié a un fallo de las antenas así que ordené hacerle señales con los reflectores, pero no hubo respuesta del portaaviones, entonces supuse que el barco debía haber sufrido un desperfecto en sus sistemas y en el timón haciendo que tomara ese rumbo tan extraño por lo cual pedí al Almirante de la flota que me autorizara a romper la formación para acercarme al buque y ver más de cerca lo que sucedía, pero el Almirante me lo negó rotundamente con un tono bastante agitado y lleno de pánico y en cambio él me ordenó que mantuviera la distancia del buque junto con tener los cañones cargados y listos para abrir fuego en caso de que el USS Remington se acercara a nosotros, la verdad yo no entendía bien los motivos de la desesperación del Almirante, pero obedecí ordenando a los artilleros estar listos ante cualquier cambio de rumbo del Remington, entonces mientras sonaban las alarmas del buque y los artilleros corrían a sus posiciones yo saqué un catalejos para observar en detalle al portaaviones y cuando divisé a la nave casi oculta por el horizonte, me di cuenta que esta emitía un destello verdoso.

Que se hacía cada vez más intenso con el tiempo sumado a un sentimiento de angustia y temor inexplicables que me invadieron los cuales se hacían más intensos con cada segundo que veía aquel barco hasta que no soporté más y decidí dejar de mirar, sea lo que fuera lo que estaba pasando con el Remington era algo inexplicable, como si algo muy maligno y poderoso hubiese tomado posesión del barco, era increíble el pavor y la vulnerabilidad que sentía en ese momento a pesar de estar a bordo de una mole de acero de 270 metros  y 50.000 toneladas armado con esos 9 cañones de 406 mm, sea lo que fuera aquello me hacía sentir como si todo ese blindaje y armas no significaran nada, tan solo bastaba con imaginarse el horror que debieron haber vivido los tripulantes del Remington, ahora entendía la desesperación del Almirante, entonces de inmediato ordené poner las máquinas a toda potencia y alejarnos de ahí lo antes posible, mientras el Almirante se comunicaba por radio diciéndonos a todos que cuando llegásemos a Pearl Harbor no debíamos decir nada de lo sucedido y si preguntaban por el USS Remington solo decir que el barco había naufragado cerca de las islas Marshall y nada más.  

Después había un salto temporal como de 10 o 20 años en donde habían reportes de capitanes que habían visto un viejo portaaviones que les hacía señales, como también desapariciones de buques mercantes o pesqueros en el área entre Japón, las Islas Marshall y Hawaii así como otros reportes de buques encallados o hallados en alta mar en buen estado, pero completamente vacíos.

Y bueno ese fue mi sueño loco, sin duda muy intrigante.