Sueño #1 Invierno Nuclear
Este sueño lo tuve hace mucho tiempo atrás y consistía en lo siguiente;
Por alguna razón que desconozco yo me encontraba en un pueblo a las afueras de Buenos Aires, Argentina aparentemente, pero estaba todo oscuro y cubierto de nieve, no había absolutamente nadie en las calles, solo habían vehículos abandonados casi completamente cubiertos de nieve, entonces me dispuse a caminar por el pueblo buscando personas, pero no había nadie, seguí caminando hasta llegar a la plaza central de aquel pueblo, ya me estaba poniendo nervioso debido a la ausencia de gente, pero de pronto vislumbré entre la neblina una figura humana lo cual me entusiasmó bastante ya que podía tratarse de una persona, le grité e hice señas esperando una respuesta, pero la figura permaneció inerte lo cual me causó bastante extrañeza por lo que decidí acercarme a esa figura para confirmar si efectivamente era una persona y otra cosa, pero al llegar a su lado me di cuenta que si bien era una persona, esta se encontraba completamente petrificada como su fuese una estatua de sal, por pura curiosidad la toqué, pero inmediatamente la estatua se deshizo y observé como su piel y órganos carbonizados caían al suelo dejando tras de si un esqueleto que también se deshizo poco después, en ese momento me di cuenta que esa no era la única estatua que había en el lugar, a medida que la niebla se fue disipando comenzaron a aparecer docenas de ellas en las calles, todas ellas mostraban un rostro de horror y en una pose como si se estuvieran cubriendo de algo, al ver eso llegué a la conclusión de que ese lugar probablemente había sufrido un ataque nuclear, pero de todos modos me pareció muy raro ya que ningún edificio estaba destruido, entonces pensé que podría haberse tratado de una bomba de neutrones ya que estas bombas se caracterizaban por emitir tal cantidad de radiación que aniquilaban a cualquier ser vivo que encontrase en su radio de acción sin destruir las estructuras. De pronto comencé a escuchar la voz de una niña que estaba cantando, por alguna razón la canción de me hacía conocida, entonces me acerqué a la niña y le dije que esa canción era bastante popular en ese tiempo, entonces la niña me preguntó si sabia donde estaban sus padres, pero yo le dije que no, entonces ella me preguntó qué había pasado en el pueblo y por qué la gente había desaparecido y yo le dije que seguramente había sido un ataque nuclear, de pronto me invadió una culpa y angustia como nunca antes había sentido en la vida y algo en mi cabeza me decía que había ocurrido una guerra nuclear mundial que trajo como resultado ese invierno y que yo era en parte culpable de lo que había sucedido. Luego de eso comencé a escuchar unas campanas y pensé que podría tratarse de sobrevivientes, la niña me dijo que esperara, pero no le hice caso y salí corriendo hacia la iglesia para ver si había alguien, pero al entrar estaba todo vacío, no obstante las campanas seguían sonando, entonces subí al campanario para ver quien estaba haciendo sonar las campanas, pero al llegar estaba todo vacío y la razón por la cual sonaban las campanas era por el fuerte viento que había, eso me decepcionó bastante, por tanto bajé y la niña estaba ahí esperándome y me preguntó si había alguien más, pero le negué con la cabeza, entonces ella nuevamente me preguntó qué íbamos a hacer en ese momento y yo le dije que debíamos ir hacia el este, hacia donde estaba Chile mi país natal ya que algo en mi cabeza me decía que ese lugar no había sido tan afectado por la guerra ni por el invierno nuclear, por lo que podría haber una colonia de sobreviviente ahí, pero estábamos cerca de Buenos Aires, por lo tanto el trayecto iba ser muy largo, además de tener que cruzar la Cordillera de los Andes lo cual haría aun más complicadas las cosas, pero a la niña no le importó las dificultades y dijo que quería ir conmigo.
Luego de esa pequeña charla recorrimos el pueblo hasta encontrar una tienda con implemento de supervivencia y camping, rompí las mamparas con un basurero que estaba en la calle y entramos a la tienda, de ahí sacamos sopas instantáneas, una tienda de campaña, una brújula, carbón, gasolina, un trineo, linternas y muchas baterías además de un rifle de caza y balas entre otras cosas. Una vez que estábamos listos sacamos el trineo de la tienda con todas las cosas y partimos hacia el este, nuestro destino, Chile. Caminamos durante varios minutos hasta salir del pueblo, entonces miramos la inmensa planicie cubierta de nieve que estaba frente a nosotros y le dije a la niña que teníamos una largo camino que recorrer y que no sería fácil, pero que era la única opción ya que en Chile las cosas estarían mejor de lo que estaban aquí, entonces partimos internándonos en la fría, blanca y desolada estepa.
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