Era ella
Cuando llorábamos te reías, si veníamos, o te hablábamos, te girabas. Siempre has querido mandar, y no parabas de decir que no nos entendías. Eras tú la que se enfadaba si estábamos alegres, y también la que nos mal miraba para incomodarnos. ¡Tú y sólo tú! ¿Y ahora esperas que te aceptemos con nosotras? ¡Te lo hubieras pensado mejor, bonita!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro