Mis papis están
Izuku dormía plácidamente en su camita cuando abrió lentamente sus grandes y redondas esmeraldas, se sentó en la cama y talló sus ojitos con sus manos. Bostezo y miro a los lados, como no había nadie para cargarlo se dio la vuelta quedando de panza, se deslizó moviéndose como gusano hasta tocar el suelo con la punta de su pies. Caminó hasta la habitación de sus padres notando que estaba vacía. Regreso a su cuarto notando en la mesita de noche su vasito entrenador de vacas con jugo, lo tomó con sus pequeñas manos y se encaminó a la escalera.
"Desayuno para zuzu" Fue lo que pensó izuku.
El pecoso bajo las escaleras con cuidado de no caerse y dejar caer su vaso y se dirigió a la alacena abriéndola de par en par. Dejó el vaso a un lado y se paró de puntitas tomando su cereal, se sirvió lo poco que quedaba y tiro la caja a la basura, sirvió la leche en el plato comenzando a comer parpadeando lento, aún intentando despertar por completo.
Dejó sus platos y subió a bañarse. Su mami le había enseñado cómo hacerlo sólo, en caso de que se quedara a dormir con su vecino katsuki.
Abrió la regadera y dejó correr el agua arrojando su tapete especial que impedía que el agua se fuera. Cuando el agua llegaba a sus rodillas la cerró y vertió con una sonrisa su jabón de burbujas riendo bajito cuando al aplastar la botella salían burbujas, arrojó sus jugares para la hora del baño y chilló al sentir el agua fría de la bañera. Pasó un rato ahí bañándose jugando con su patito y con su All Might de goma, izuku sabía que perdió el tiempo en la bañera.
Cuando volvió a su cuarto caminado desnudó por los pasillos sacó una camisa ligera y unos pantalones de su cajón de ropa, la camisa tenía un dinosaurio y por era la favorita de katsuki por eso izuku la usaba muy seguido. Se puso sus pantalones ya que hacía frío afuera y se sentó en la cama tomando agua de su vacío ahora de rana. Luego de un rato ahora si completamente despierto se dio cuenta de algo.
Sus papis no estaban.
Izuku bajo corriendo lo más rápido que sus pequeños pasitos podían, llegando a la sala y al ver la alacena aún abierta y casi vacía se relajó.
-Oh fueron por comida...- y sonrió caminado hasta el teléfono de la sala- voy a llamar y pedir ramen de comida.
El pecoso se subió al sillón empujándose con sus pies y tomó el teléfono marcando los números pegados en la mesa, los dos números que decían "mamá y papá". Se sintió por un momento orgulloso de aprender a leer tan rápido. Marco y espero, como su padre no contestó marco el número de su madre, ella tampoco contestó y izuku desistió, tal vez estaban ocupados.
Se sentó y puso su canal favorito donde pasaban sus caricaturas favoritas.
El pecoso rió y rió por los chistes de sus caricaturas imitando las poses de los personajes.
-¡WATASHI GA KITA!- gritó mientras posaba al mismo tiempo que All Might. Se sentó de nuevo y rió feliz cuando el héroe ganó la batalla.
Miro el reloj digital en la sala y sus labios formaron un puchero. Había pasado casi una hora.
-Mami......papi.....-se quejó izuku.
Se estiró al teléfono y volvió a marcar los números pegados en la mesa. De nuevo nadie contestó. Izuku ahora más preocupado marco al menos 5 veces más, al no contestar nadie el peliverde formo un puchero y sus ojos se aguaron.
Hasta que recordó que sus papis visitan aveces a su abuelita y pasaban ahí el rato. Miro la lista de números en la mesa y ahí estaba el de su abuelita. Ilusionado marco el número, al poco tiempo le contestaron.
"Hola, ¿eres tú hijo?" pregunto la suave voz de su abuela.
-No abulita, ¡soy yo, Zuzu!- gritó emocionado por que al fin alguien contestada el teléfono.
"Oh izuku ¿Cómo suspire a donde marcar?"
-Mami y papi me mostraron, dejó números en la mesa, dicen para emergencia solo- explicó con una sonrisa.
"Eres un niñito muy listo zuzu...dime ¿Cuál es tu emergencia?"
-Mami y papi no hablan ¿están en tu casita? Puede decir que zuzu se siente solo....-dijo recordando que sus padres no estaban y estaba comenzando a sentir miedo.
"No cariño, ellos no están aquí, les llamaré y te avisaré ¿si?"
-Oki doki- contestó algo desanimado y colgó el teléfono.
Marco de nuevo el teléfono de sus padres y ninguno contestó y ahora si izuku comenzó a llorar.
Pataleo en el sillón por no lograr contactar a sus padres. Sus ojitos llorosos voltearon al teléfono.
En la mesa el teléfono de la casa de kacchan, su mejor amigo, fue lo que llamó su atención.
Sabía que los padre del rubio a esa hora estaban trabajando, por lo que el niño debía estar solo. Con temblores y sollozos marco el número, rogando por que kacchan contestara.
Mientras tanto en la casa de a lado una rubia se preparaba para salir al trabajo cuando el teléfono comenzó a sonar.
-¡katsuki contesta el teléfono!- grito la mujer con voz alterada, estaba llegando tarde.
Los pasos corriendo por la escalera resonaron en el pasillo, el niño colocó una silla para subirse y alcanzar el teléfono y por fin contestar.
"¿Hola? ¿Quién eres y que quieres?"
-¡kacchan!- chilló el pecoso.
"Oh eres tú Deku ¿Qué quieres?"
-Kacchan mis papis no parecen, estoy solo, tengo miedo, ven conmigo.
"Oki espera"
El teléfono fue colgado y izuku de nuevo se sentía solo.
-¡bruja!- gritó el niño- iré a casa de deku, dice que vaya.
-¡no me llames bruja, soy tu madre cabron! ¡Si vas a salir abrígate!- y se fue cerrando la puerta de un portazo.
El rubio corrió a su cuarto tomando un suéter, un gorro y una bufanda, se puso sus tenis y salió cerrando la puerta detrás de él con algo de dificultad.
Para izuku pasaron como 10 minutos cuando el timbre de su casa sonó.
El peliverde corrió y abrió la puerta viendo a su amigo ahí parado.
-¡kacchan!- lloriqueo del nuevo abrazando al rubio.
Este se soltó y cerró la puerta detrás de él.
-¿y donde esta la tía?- pregunto katsuki.
-¡no se! Desperté y no estaban- lloró el pecoso recibiendo palmadas suaves en su cabeza de parte de katsuki que era unos centímetros más alto. El rubio se quitó toda la ropa para el frío estando más cómodo ahora dejando todo en el piso.
-¿Hace cuanto fue eso?- el ojirubi se paseo por la casa como si fuera suya y fue directo al sofá a sentarse. Izuku se sentó a su lado sollozando.
-Cuando el realojo decía 11, ahora dice 3- el cenizo puso una mano bajo su mentón y miro el techo como si pensara.
-Tal ves estén muertos- dijo finalmente he izuku lloro mas fuerte.
-¿pero como?- se talló los ojitos siendo ayudado por el rubio quien le quitó las lágrimas del rostro de forma tosca, pero con buena intención.
El cenizo se paró y lo jalo hasta la cocina abriendo el refri.
-Mira- señaló el refri casi vacío- fueron por comida y murieron al venir aquí.
-Tal vez una persona mala les hizo ¡pum! Como en la peli del policía kacchan- katsuki asintió.
-Oh tal vez el carrito se cayó a un río, como la peli que vieron mis papas anoche, dos esposos en su carro cayeron al río y despertaron como fantasmas y un hombre de nombre raro que rimaba con beteljus los ayudaba a sacar a los que vivían en su casa. Al final se quedaron a vivir con los nuevos.
El pecoso se talló la nariz rosa de tanto llorar y lo miro con preocupación.
-¿y ahora que hago kacchan? ¿Como pagaré comida y escuela? ¿Dónde viviré? Hace meses fuimos al funeral de mi abulito. Papá dijo je cuando mueren se hace un funeral para recordar ¿Cómo pagaré el funeral de mis papis?
-Puedes venir a vivir conmigo, dormirás conmigo- el rubio parecía totalmente serio al respecto.
-¿Y la escuela kacchan?
-Mi primo estudia algo llamado "leyes" dijo que cuando mueren los padres dejan dinero para los hijos. Tal vez de eso, el funeral también.
-¿crees que alcanze?- pregunto asustado de no tener el dinero suficiente, el rubio pensó de nuevo.
-¿la tía no te dijo donde pone el dinero de emergencia? Necesitaremos servir comida en el funeral y llamar a un carrito de esos con gancho que se llevan los carros para que vaya por el carrito al rió. ¿Qué comida dar en el funeral?- el cenizo revisó la alacena y no había mada que les sirviera.
Izuku pensó un momento.
-¿pan y chocolate caliente?- su voz salió tímida y katsuki asintió. El peliverde lo guió hasta una pequeña botella llena de billetes. Kacchan jalo la tapa hasta que el bote salió volando de sus manos y se estrelló en el piso dejando caer todas las monedas y billetes. Tomaron dos que tenían "100". Llamaron a la grúa con el número que encontraron pegado al refrigerador, describiendo el auto de sus padres y hablaron un rato.
Ambos estuvieron de acuerdo en ir a la tienda para comprar pan y chocolate caliente. Katsuki ayudó a izuku a ponerse un suéter y gorro mientras el pecoso se colocaba su bufanda. Se pusieron guantes del pecoso y sus tenis.
Kacchan llevo una mochila de izuku en su espalda y él se llevó otra, cada uno tomó una termo y caminaron tomados de la mano por las calles hasta el puesto de chocolate caliente cerca de su escuela. Izuku le dio el billete parándose de puntitas para alcanzar la mesa y la mujer llenó sus termos con chocolate dándoles el cambio.
Después metieron los termos a la mochila y cruzaron al calle con muchos adultos caminando a su alrededor hasta el centro comercial, es mie común que los niños salgan solos a hacer "mandados" izuku lo sabía bien. Cuándo entraron nadie los miro raro y una señora los guió hasta los pames y galletas.
Katsuki que era bueno sumando vio los números y con sus deditos contó.
-Nos alcanza para dos bolsas de ese pan deku- señaló la bolsa más grande he izuku tomó una y el rubio tomó otra.
Katsuki fue quien pagó y tuvo que pararse de puntitas para hacerlo. No tuvieron cambio y salieron del local con izuku aún sollozante. Cuando entraron a la casa acomodaron todo en la mesa del comedor empujando los vidrios rotos de la botella con sus zapatos. Izuku miro el reloj, ya habían pasado 5 horas desde que sus padres no aparecían. Se sentó junto a katsuki en el sillón con sus tazas de chocolate caliente humeantes.
Izuku se sintió mal por todas las veces que sus padres le pidieron algo y él fue desobediente.
Luego de un rato las tazas vacías fueron dejadas en la mesa y ambos niños se quedaron dormidos plácidamente en el sillón.
Cuando abrió sus ojitos su madre le picaba la mejilla son una sonrisa.
-Hola izuku ¿fuiste a comprar chocolate con katsuki?
Izuku al escuchar su voz lloro y gritó asustado lo que despertó a katsuki.
-¡un fantasma kacchan!- vio a su padre entrar por la puerta y volvió a gritar- ¡dos fantasmas!
Y ambos niños comenzaron a llorar y gritar.
Luego de unos minutos pudieron calmarlos y izuku contó todo.
-Es que ustedes no contestaron, no estaban con la abulita y pensamos que estaban muertos.
Ambos adultos se miraron y rieron sin parar.
-Compramos pan y chocolate para un funeral y todo para que- se quejó katsuki.
Inko puso una expresión mortificada.
-¿Cuánto dinero?- pregunto el padre de izuku.
-Fueron 20 por rellenar cada termo y 180 de pan- dijo izuku suave- eso fue lo que dijo la señorita.
Inko planeaba decir algo, pero él gritó de Hizashi la calló.
-¡Izuku ¿que hicieron?¿por qué la botella de ahorros está rota?!- gritó el hombre desde la cocina.
De pronto en teléfono sonó, Inko contestó y al parecer se trataba de la grúa, explicando que no podían enviar la grúa por no tener una dirección específica de donde se encontraba el auto. Inko habló un rato hasta que volvió a la sala mirándolos con enojo.
La mirada de su madre se oscureció y su voz también.
-Izuku.....katsuki....
Y ambos niños terminaron castigados.
Años después un peliverde de ojos verdes miraba con cariño la foto de ambos dormidos ese día hace 20 años. Aún recordaba con una sonrisa y algo de pena todo lo qué pasó. Rió divertido hasta que unos brazos fuertes abrazaron su cintura y un beso fue dejado en su cuello.
-¿De que tanto te ries?- pregunto la ronca voz de su esposo, acaba de levantarse después de una larga noche de trabajo.
Izuku se rió y le enseño el álbum de fotos.
-Oh cuando mis suegros estaban "muertos"- se rió el cenizo he izuku lo aparto de un golpe amistoso en la mano.
-Tu fuiste quien sugirió que estaban muertos.
-Si, pero tú lo aceptaste. Sigo sin creer que compráramos casi 200 de pan, tardamos dos semanas en terminarlos ambas familias.
Ambos vieron al vacío un momento recordando lo iré era comer para cada comida pan. Negaron con la cabeza al mismo tiempo sacando el recuerdo de sus memorias.
-Bueno eso fue hace mucho tiempo mi querido esposo, mejor hagamos algo provechoso- Katsuki se acercó besando suavemente el cuello del pecoso y este se dejó hacer.
-Eres un insaciable Bakugo Katsuki.....- susurró su voz cada vez más jadeante.
-Así me amas ¿no? Bakugo izuku.
Ambos se besaron y el álbum quedó olvidado en la mesita con el recuerdo de esos días.
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Hola soy yo la autora :D
Gracias por llegar hasta aquí.
Aclarando algunas cosas de la historia es que yo era como katsuki y izuku a esa edad, es por eso que los escribí de esa manera. Aunque yo nunca salí sola a la calle, se Ake los niños en Japón lo hacen.
Gracias por leer, nos leemos luego.
;D
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