Y nuevamente estaban ahí, como ya era la costumbre. Ocultos en una habitación de hotel, lejos de su ciudad natal, lejos de sus amigos, lejos de todo. Sólo ellos dos en esa inmensa cama de suaves sabanas y agradable aroma.

Besó con pasión y devoción esa suave piel, sintió en sus labios las cosquillas que sólo el cuerpo de él le podía causar. Sintió sus manos arder al tocar la superficie delicada. Se sentía a morir cuando lo besaba y abrazaba con fuerza, casi desesperación. Ese día no tenían paciencia para tocarse con la lentitud con la que solían hacerlo a veces, como si el tiempo no les jugará en contra, como si demorar más horas de las normales en volver a casa no significara nada. Y en parte, así era. Ninguno tenía alguna relación matrimonial, una esposa devota que los esperara en casa. Eran sólo ellos dos, amándose en secreto, siendo simplemente amantes.

Seok Jin besó casi con salvajismo el plano pecho, sintiendo con deleite como las cortas uñas le rasguñaban la piel. Sabía lo que le gustaba y lo que no, después de todo, ese pequeño juego lo tenían desde hacía años. Cuando fue a su cuello fue que comenzó a recordar como todo había comenzado.

Se conocían desde niños, fueron junto a la escuela primaria, incluso a la secundaria. Nunca tuvieron una relación muy agradable, al menos no tan plenamente. Siempre se habían mantenido en esa extraña relación de amistad que a muchos les parecía rara. Pero muy a su manera se entendían y se apoyaban. A pesar de las peleas, de las bromas, de las miradas burlonas y molestas, a pesar de todo eso...se querían. Y lo sabía, claro que sí. Después de todo, si se odiaran jamás se hubieran ayudado mutuamente cuando más lo necesitaban. Sin embargo, de alguna manera que no comprendía, habían terminado transformando esa rara relación en algo más. O mejor dicho, le habían agregado a ese lazo que compartían un factor más para fortalecerlo. Se habían vuelto amantes casi de la noche a la mañana, después de un arranque de lujuria un día que habían estado solos en casa. Después de esa noche, la costumbre de encontrarse en casa del otro o en un alejado hotel se había vuelto costumbre. Casi sin darse cuenta, se había hecho adicto a JungKook. A su piel, su cuerpo, sus jadeos, sus gemidos, sus suspiros, su esencia. Tener sexo con otra persona que no fuera JungKook era algo inimaginable. Después de todo no había otra persona que se le hiciera tan apetecible como Jeon.

Sin embargo, la relación que compartían ahora, independientemente de ser amantes, era muy distinta a la que llevaban hace dos años. Anteriormente, sin importar el horario de trabajo o cuan ocupados estuvieran, siempre encontraban tiempo para ellos, para hablar, compartir estúpidas peleas y buenos consejos. Pero ahora...para lo único que hablaba con JungKook era para arreglar en que hotel se encontrarían para hacerlo. Eran las únicas palabras que podía compartir con él, además de los mensajes con los cuales lo molestaba para hablar un poco. Pero apenas y conseguía monosílabos de su persona. Ya no había nada más que sexo.

Ah...pero sabía que había sido su culpa. Sabía que había sido su miedo al qué dirán...claro que lo sabía.

-Ahh...Jin...hazlo ya.

Sin decir nada, mientras seguía devorando con gula el fino cuello, retiró sus dedos para adentrarse en ese lugar que tanto conocía y el cual tanto le gustaba. Gimió con placer al sentir como lo recibía, tan apretado y cálido. Igual que la primera vez que lo sintió. Esa primera vez que parecía tan lejana, esa sensación de seguridad y cariño que había sentido todas las veces anteriores ya no se comparan con el ahora. Sentía a JungKook demasiado lejano en esos últimos dos años como amantes. Y lo peor...era que sabía perfectamente el por qué.

Dos años atrás, JungKook le confesaba que quería llevar ese lazo que compartían a un nivel más. Quería que esa relación de amantes dejara de ser secreta y que todos supieran que ambos estaban juntos. Ese día le confesó que sin saber cómo, se había enamorado de él. Ese día sintió ser el hombre más feliz del mundo, jamás creyó que su corazón latiría con tanta fuerza, pero así fue. Latió desenfrenadamente ante la felicidad que lo había embargado. Pero a pesar de las hermosas sensaciones, su respuesta no fue lo que JungKook hubiera esperado. Aún recuerda su risa burlona y sus palabras.

"Creo que estas malinterpretando lo nuestro Kook. Nosotros...somos simplemente amantes, nada más, nada menos. Así que por favor, no vuelvas a tocar este tema..."

Y después de eso, su relación pareció desquebrajarse. El lazo que los unía se hizo muy delgado, frágil, simplemente siendo mantenido por la relación de amantes que habían formado una fría noche. El sexo era lo único que aún lo mantenía atado a JungKook...y eso era algo que él no pensaba abandonar. Si dejaban de hacerlo, entonces ese frágil lazo se rompería y ya nunca más volvería a ser restaurado. Y todo por su culpa, por el miedo que lo embargó ante esa extraña relación. Después de ese día...todo cambió y JungKook no volvió a tocar el tema nunca más. Comenzó a alejarse de él, haciéndolo sentir el peor hijo de puta del planeta. Porque lo conocía, y sabía que él fue la primera persona a la cual le confesó su amor, la primera de la cual se enamoraba, la primera que lo decepcionaba como él había hecho con las chicas que se le confesaban. Tal vez el karma tenía algo que ver en esto.

-ahhh Jin.

Sin darse cuenta, había terminado dentro de JungKook. Como tantas otras veces. Salió de él lentamente para darle un beso tierno en los labios. No podía retractarse de sus palabras, pero al menos podía demostrarle que aun podían seguir juntos, como amigos, como amantes, como mucho más.

Pero como se esperaba, como había sido costumbre en esos dos años, JungKook se levantó para ir al baño y ducharse. Luego se vestiría y se iría de allí, dejándolo nuevamente solo. Sonrió melancólico cuando escuchó la puerta cerrarse, extrañaba los momentos dulces que compartían después del sexo, tiempo de besos, caricias y mimos. De verdad que los necesitaba.

Se sentó en la cama, viendo la ropa esparcida por el suelo. Le restó importancia, después podría recogerla. Se envolvió la sabana en la cadera, JungKook nunca tardaba demasiado en bañarse.

Miró la noche que envolvía la ciudad, las estrellas estaban más hermosas que nunca, y la luna tan brillante y luminosa. Como los ojos de Jeon antes de lo sucedido entre ellos. Suspiró hastiado al tener que pensar siempre en lo mismo.

Escuchó los pasos detrás suyo, JungKook ya estaba vestido, así que no se quedaría demasiado. Sin querer ver cómo se iba, se adentró al baño para darse una merecida ducha cálida para luego retirarse de allí. El agua recorrió su cuerpo con suavidad, mientras él se concentraba en sentirla acariciando su piel. Se perdió en la calidez que el agua le brindó.

Casi sin notarlo, habían pasado quince minutos. Era hora de que saliera de allí para irse de una vez por todas a casa.

Pero al salir, se extrañó al ver a JungKook sentado en la cama. No preguntó nada, mejor esperaría a que él se lo dijera mientras, por su parte, iba por su ropa para vestirse, dándose mutuamente la espalda.

-Jin.

-Kook.

El silencio reinó por unos cuantos segundos.

-Mañana me iré a Suiza.

Seok Jin se sorprendió, pero fue cuestión de tiempo para fingir que no le había importado.

-No importa, no me mataran unas semanas sin sexo, además te mereces unas vacaciones. Tu trabajo te atosiga ¿no es así?

No tenía nada de malo que se diera tiempo para él, después de todo se lo merecía.

-No me voy por vacaciones-eso le llamó la atención, pero aun así siguió sin voltear-me voy por temas de trabajo.

-¿Cuándo volverás?

La pregunta había salido tan rápida e inocente de sus labios que pensó que no había sido él.

-Yo...no voy a volver, Jin.

Sincero. Había sido terriblemente sincero. Si JungKook se iba lo único que mantenía ese lazo se rompería para siempre ya que él, por cuestiones laborales, no podía ir a Suiza y vivir ahí. Las empresas de su familia no tenían sede en ningún país de Europa y tampoco las tendría. Los problemas de sus antepasados habían logrado que ninguna empresa Kim pudiera entrar nunca a Europa.

El silencio siguió mientras él se cambiaba y JungKook seguía sentado en la cama. Siempre dándose mutuamente la espalda. Escuchó una ligera risa de su parte antes de escucharlo hablar.

-No te preocupes, de seguro conseguirás a alguien como yo. Cualquiera...querría estar contigo.-el sonido que llegó a sus oídos le dio a entender que se había levantado de la cama y había caminado hacia la puerta-adiós, Jin.

Y cuando cerró la puerta de la habitación, él cayó de rodillas. Derrotado, enojado y triste, sabiendo que ese adiós no ocultaba un 'hasta la próxima ocasión', ese era un adiós definitivo, de despedida, un adiós que solamente decía 'todo terminó'. Sintió su corazón oprimirse y las lágrimas fluir con libertad. Él lo había provocado todo, por su miedo, su egoísmo, todo lo provocó él.

Se tomó la cara, riendo con ironía. Jamás encontraría a alguien como él, porque simplemente lo quería a él, a su JungKook. Lo quería para nunca más dejarlo ir. Pero... ¿Cómo podría haber hecho que se quedara si lo único que los unía, lo único que permitía que siguieran siendo algo era su relación de amantes? ¿Cómo un simple amante podría atarlo si no había nada más que sexo de por medio? Sexo que podría darle otro. Sus propias palabras resonaron en su mente:

"Creo que estas malinterpretando lo nuestro Kook. Nosotros...somos simplemente amantes, nada más, nada menos. Así que por favor, no vuelvas a tocar este tema..."

Él mismo se lo había dicho, no eran más que amantes...ni más, ni menos. Por esa razón, JungKook no tenía motivo alguno para quedarse, para permanecer a su lado. Se iría a Suiza y ya nunca más volvería con él, a sus brazos. Ya nunca más podría besarlo, ni abrazarlo, ni hacerle el amor. Ya nunca más volvería a estar con él.

Sonrió irónico, las lágrimas aun fluyendo, sabiendo que no podría reclamarle nada a JungKook. Después de todo...habían sido simplemente amantes...

Bien, como no quería subir los One-Shots por separado y todo eso, decidí hace un libro aparte que contenga one-shots y drabbles de mis parejas favoritas de BTS

subiré cada vez que tenga algo nuevo, como una forma para despejarme de mis otras historias ya que comenzaba a quedarme sin ideas y no quería eso. Así que opté por subir esto para distraerme escribiendo pequeñas cosas para ustedes n.n 

espero que les guste! besos💋💋💋