Gordito (JinKook One-Shot)
Seok Jin terminó de guardar las cosas en su bolso después de haberse acomodado su suave y hermoso cabello castaño tras mirarse en su espejo rosa. Tomó su brillo y lo pasó por sus labios gruesos para hacerlos más voluminosos y llamativos. Sonrió ante su reflejo, cerrando el espejo y guardándolo en uno de los bolsillos de su jean oscuro. Acomodó su chaqueta de cuero negra, un regalo de su madre, y colgó de lado su bolso. Era el último en su salón, por lo que al salir apenas había algunos chicos en el pasillo. Muchos voltearon al verlo pasar sin entender cómo podía ser tan feliz siendo...él.
Bien, no era un chico feo, tenía buen estilo pero...era gordo. Y no de esos gorditos que apenas tenían unos pocos kilos de más y que una prenda grande podía ocultar su pancita. No. Jin tenía cerca de veinte kilos de más, tenía mejillas rellenas, papada, una panza prominente que ninguna prenda podía ocultar y piernas gruesas con celulitis. Un cuerpo que ningún chico de su escuela querría tener y que ninguna chica querría amar. Tenía amigos, sí, no eran muchos pero los tenía. JiSoo, Chae Young, la novia de Chae (Lisa), TaeHyung, NamJoon y HoSeok. Con ninguno compartía clase, eran menores que él, pero se habían hecho muy buenos amigos desde la primaria. También tenía otros tres amigos, Jennie, JiMin y YoonGi quienes iban a otra escuela, pero se veían seguido los fines de semana.
Pasó por al lado de un grupo de muchachas un año menores que él, escuchando los murmullos que daban al verlo. Sabía lo que decían, era muy obvio, incluso había visto a una sonreír burlona. Unos pasos más alejado de ellas las escuchó gritarle sobre su gordura y decir quién podría quererlo con ese cuerpo relleno y fofo. Hizo una mueca de disgusto, ignorando a las estúpidas chiquillas que seguían diciendo palabras hirientes hacia su persona. Con la experiencia adquirida de años anteriores, las ignoró rotundamente siguiendo su camino hacia la salida.
Cuando estuvo afuera pudo ver otro grupo de chicas menores chillando y rodeando a un chico pelinegro que estaba cruzado de brazos, mirando hacia otro sitio sin prestarles atención a las chicas que los rodeaban. Jeon JungKook era un chico hermoso que compartía clase con JiMin, reconocido por los campeonatos de atletismo en los que participaba y los cuales ganaba casi todos. Tenía un cuerpo de infarto, con fuertes brazos, largas y tonificadas piernas, y un torso perfectamente trabajado. No había chica que no babeara por él.
Bajó la escalera de la entrada del colegio, viendo al tumulto de chicas girar hacia él al verlo de reojo. Lo inspeccionaron, notando que él las miraba tanto a ellas como a JungKook. Luego voltearon a ver a Kook y de nuevo lo miraron, sonriendo divertidas.
-Que gran contraste: el gordito de la escuela y el chico sexy de la escuela vecina.-comentó una, acercándose al pelinegro para acariciarle su brazo por sobre la tela de la chaqueta de jean.
-¿Acaso envidias la suerte de Kookie?-preguntó otra con las manos en su cintura.
-Es obvio que sí, después de todo jamás tendrás a un grupo de mujeres rodeándote.-dijo una escondida entre el resto.
-¡Tendría que juntarse media población femenina de Seúl para poder rodear al gordito!-exclamó entre risas una castaña, haciendo reír al resto.
Jin suspiró, ignorando a las chicas que decían cosas despectivas hacia su persona, y miró a JungKook.
-¿Ya nos podemos ir, cariño?-preguntó extendiendo su mano.
Kook sonrió dulcemente, saliendo de entre el grupo de chicas que lo rodeaban para abrazar al castaño del cuello y darle un apasionado beso. Los jadeos de sorpresa no se hicieron esperar, la pareja sonrió antes de separarse.
-Vamos, Jinnie, ya no aguanto tanta estupidez.-dijo con una sonrisa, tomando la mano de su novio para empezar a caminar hacia la casa del pelinegro, donde habían acordado ver películas y comer chocolates.
Seok Jin sonrió al ver, por última vez antes de voltear, los rostros enfurecidos y asombrados de las chicas que lo habían molestado. Se imaginó que reaccionarían así al saber de su relación con el chico más sexy de la escuela vecina. Pero ¿Qué culpa tenía él que JungKook haya correspondido sus sentimientos sin importarle su físico? Ninguna, claramente. Él no tenía la culpa de que Kook no fuera superficial como ellas y se hubiera enamorado de él al conocerlo tras ir a una de las tantas competiciones para acompañar a JiMin ya que YoonGi no podría. Aún recuerda cuando su amigo los presentó, pensó que el sonrojo de JungKook se había debido a las carreras en las cuales se presentó, pero tiempo después supo que fue porque le había parecido un chico muy lindo. JiMin le había comentado del repentino interés que tuvo el pelinegro en él y cuando tuvo la confianza suficiente, luego de verse en varias reuniones con la compañía de sus amigos, le pidió a Kook de tener una cita. Jamás podrá olvidar la sonrisa sincera y la alegría del menor cuando se lo pidió, parecía completamente encantado de salir con él (lo que le resultó extraño teniendo en cuenta la cantidad de chicos y chicas que tenía tras de él).
Salieron por seis meses, aproximadamente, cuando en un ataque de valor le pidió ser su novio. Ese día Kook no quiso despegarse de él hasta que tuvo que volver a su casa con la promesa de verse pronto.
De esto hacía unos cinco meses, meses en los que Kook demostró ser un novio dedicado, amoroso y muy dulce. Siempre que podía se veían en cualquier lado, compartiendo besos y palabras tiernas. Él siempre le decía lo hermoso que era y que lo quería tal y como era, gordito y todo lo amaba. Aunque según JungKook no era gordo, sólo tenía "amor de más" en el cuerpo (una pequeña frase que le daba mucha risa).
Cuando llegaron a casa del menor, dejaron los bolsos en el perchero y, antes de que fuera a la cocina por los chocolates, lo tomó de la cintura y le dio un beso, sintiendo los brazos largos y tonificados del pelinegro rodear su cuello.
-¿Podría mimarte antes de ver la película?-preguntó tras el beso, viendo la sonrisa y el sonrojo del menor.
-Eso ni siquiera deberías preguntarlo, Jinnie.
El mayor sonrió en grande, antes de tomar a su novio de la cadera y dirigirlo al sillón, donde ambos terminaron acostados besándose y dedicándose palabras dulces junto a caricias amorosas.
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Todos creían que la relación de Jin y Kook no duraría demasiado, pensaron que el menor estaba jugando con él, como una especie de apuesta en donde, al final, lo dejaría humillándolo frente al resto.
Pero pasaron los meses y, cuando Seok Jin se graduó, todos esperaban que JungKook lo humillara con un video o algo parecido cuando pasara por su diploma. Sin embargo nada ocurrió, el chico simplemente aplaudió orgulloso, sonriendo en grande cuando Jin pasó. Incluso al tener la oportunidad se colgó de su novio y sólo se separaba cuando se sacaba fotos con sus otros amigos para luego volver a colgarse de él, dándole besos en las regordetas mejillas.
Las chicas lo miraban indignadas, ellas hacían dietas (más bien se morían de hambre) para verse atractivas y que los chicos las quisieran. Sin embargo, Seok Jin aun con su cuerpo gordo y fofo había logrado conquistar a un chico tan hermoso como lo era JungKook. No podían entender cómo el gordito de la clase había cautivado el corazón del chico más atlético de la escuela vecina. No tenía sentido alguno.
-¿Cómo lo logró? Sólo míralo, son opuestos, no combinan en nada.-dijo una rubia acomodándose el cabello indignada.
-JungKook se merece algo mejor que él.-comentó su amiga a un costado.
-¿Qué le vio a alguien como Jin?-cuestionó una castaña observando a la pareja, sin saber que dos chicas oían lo que estaban diciendo.
-Algo que ustedes jamás verían por ser tan superficiales y tontas.-dijo Lisa, llamando la atención de las tres quienes voltearon algo asustadas.
-A Kook no le interesan las chicas como ustedes, que se mueren de hambre sólo para encajar en los estándares de la sociedad.-decía Chae Young, tomando a su novia de la cintura.-él ama a Jin por quien es, no por su cuerpo.
-Déjalas, cielo, personas con un cerebro tan pequeño como el de ellas no entenderían nada de lo que estás diciendo.-con cariño besó la mejilla de su novia-¿Vamos con Jinnie? ¡Hay que festejar que pronto irá a la universidad!
Chae asintió y caminó con ella hacia el resto, donde reían y hablaban, Kook abrazando a su novio quien lo sostenía de la cintura y de vez en vez volteaba a darle besos en la mejilla.
Las chicas seguían mirándolos, sin comprender todavía cómo se podría querer a alguien sin importar su físico. Ella no podrían abrazar a alguien a quien no podrían rodear con sus brazos, mucho menos saldrían con alguien que las hiciera ver mal ante el resto. En su mente no podían imaginarse saliendo con alguien que fuera el triple de su tipo ideal.
Pero JungKook sí, porque a él poco le interesaba los cuerpos esculturales de modelo, esos que se veían en las revistas comúnmente. De ese tipo de chicos y chicas abundaban en su escuela, y la mayoría eran todos unos idiotas superficiales que lo único que les interesaba era salir con la persona más candente de la escuela para ser la envidia de todos. A nadie le importaba enamorarse de verdad de alguien, conocerla y sentir esas famosas maripositas en el estómago. Quizás por eso siempre los ignoraba.
Hasta ese día, en que JiMin le presentó al chico con la sonrisa más dulce y sincera que había visto. Desde el momento que lo conoció le pareció atractivo, aunque para los demás no fuera así, para él sí lo era. Era un chico tan bonito que esperaba volver a verlo, quería conocerlo y saber si el dueño de tan cautivadora sonrisa era tan dulce y tierno como le pareció. Jamás se arrepentiría de haberlo conocido, porque el mayor era sin duda alguna el tipo de chicos con el que siempre soñó.
Le daba lo mismo si para el resto era gordo y alguien a quien apenas podrían ver como amigo. A él no le importaba lo que dijera el resto, era lo de menos. Sólo le importaba ser feliz con Seok Jin, salir con él, recordarle siempre lo mucho que lo ama y escuchar los 'te amo' que le dedicaba con esa tentadora boca. A nadie tenía que importarle su relación ni las diferencias que tenían, después de todo era su vida y él podía hacer con ella lo que quisiera.
-¿En qué piensas, Kookie?-preguntó el mayor dándole un beso en la sien.
JungKook sonrió, acostando su cabeza en el hombro aferrando su brazo en la cintura de su novio.
-En que te amo...y en que mamá está emocionada por asistir a la cena de esta noche para celebrar que has terminado el colegio y empezarás la universidad.-dijo recordando a su madre buscando su mejor ropa para ir esa noche a casa de los Kim, amaba genuinamente a su yerno.
-Ella es muy dulce, como tú, cariño.-murmuró brindándole un beso en la coronilla, aprovechando que el resto se encargaba de torturar con preguntas a JiMin y YoonGi, la reciente pareja que se dio a conocer ese mismo día.
-De alguien debía heredarlo ¿no?-levantando su mirada le sonrió completamente enamorado-Jinnie.
-Dime, Kookie.
-Esta noche... ¿crees que pueda quedarme a dormir en tu casa? yo...quiero dormir contigo hoy.-y aunque la propuesta sonaba algo indecente, Jin sabía que Kook no buscaba tener sexo con él, primero porque estaban sus padres en la casa, y segundo porque su novio, a pesar de haber perdido la virginidad con él hacía unos dos meses, aun así seguía siendo un dulce e inocente conejito.
Lo único que buscaba Kook al quedarse a dormir con él era descansar entre sus brazos, mimado hasta que el sueño los venciera.
-Por supuesto, Kookie.-con gusto recibió un corto beso en sus labios.
-Te amo, Jinnie.-dijo sincero, perdido en la belleza del mayor.
-Y yo te amo a ti, Kookie.
Gordofobia (un YoonMin) fue el fic que me inspiró para hacer este One-Shot, sinceramente me gusta esto, ya que en los fics no tienen que ser chicos perfectos los que se enamoran entre sí, los gorditos tenemos derechos ;-; vamos a hacer una campaña para más chicos gorditos en los fics! XD
Espero que les haya gustado!!! :D Feliz año nuevo! nos vemos en 2018 para más historias! besos💋💋💋
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