El pequeño Edgar de 4 años estaba en el patio jugando pues sus papas ahora estaban ocupados para jugar con el.

Arturo: Hola Edgar

Edgar: ¿Hum? ¿Quien eres tu?

Arturo: Soy tu abuelo

Edgar: Papa me dijo que ya no estaba en este mundo

Arturo: Pues a los fantasmas no dan permiso de ir a donde queramos

Edgar: Oh

Arturo: ¿Y tus padres?

Edgar: Estan ocupados con-

Arturo: ¿Tu nuevo hermanito?

Edgar: ¿Como sabias?

Arturo: Yo lo se todo mi niño, ¿Quieres jugar a algo?

Edgar: Sip

Arturo: Juguemos a los bomberos ¿Te gusta ese juego?

Edgar: Sip

Arturo: Bueno, Vamos a prender el fuego y después lo apagamos, asi jugaba tu padre.

Edgar: Okey

Arturo encendió un fosforo y lo tiro al pasto, algo que hizo que el niño desconfiara.

Edgar: ¿Seguro que asi jugaba papa?

Arturo; Claro que si~... incluso gracias a eso tu abuelo Keito murio

Edgar: ¿Q-Que?

Pero el fantasma desapareció dejando al niño con el fuego que gracias a dios Émile aparecio.

Émile: ¡Edgar Alejate del fuego!

Émile tomo a su hijo y tomo la manguera para apagar el fuego