Despedirte de quien amas siempre es difícil, pero es aún más difícil hacerlo cuando en realidad no quieres irte.
Mi pasado me hizo temerle a mi presente y a mí futuro, me hizo pensar que yo era mala, que dañaría a cualquiera que me amará e incluso me hizo casi acabar con mi vida... Y lógicamente nada se puede comparar con lo doloroso que es esto último, pero si hay algo que bien puede compararsele es el hecho de tener que despedirme de la única persona que me conoce tal cual soy, fue complicado... Y no solo lo fue la despedida, también lo fue todo lo que pasó antes de ella, por qué yo pensaba que no era buena para ella y en mi afán de hacerla feliz no pude notar que solo le hacía daño. Ahora sé que fue un error, le pedí perdón y ella acepto dejarme entrar en su vida otra vex por qué sabe que mi error no fue con la intención de herirla, solo quería protegerla y ella supo entenderme y perdonarme... Claro que antes me hizo prometerle que no iba a volver a despedirme de ella por las mismas razones.