💫 Título:

La Niñera de mis Hijos

💫 En emisión

💫 Protagonistas:
Alana Ambrosetti
Alexander Adams

💫 Descripción

Dos personas lastimadas, almas destinadas.
Una difícil decisión, una cruel decepción.

Una historia de amor, decepción, mentiras y sorpresas.

La Niñera de mis Hijos

💫Sinopsis

Alana, una chica sencilla que sueña con su príncipe azul y un castillo.

Es responsable y ama a los niños. A sus veintitrés años, se ha enamorado solo una vez, pero le rompieron el corazón al darse cuenta que para él, sólo fue una apuesta.
Dice no volver a enamorarse, pero ¿Cambiará de opinión al conocer a los niños Adams?,
¿volverá a creer en el amor al conocer a Alexander Adams?

Alexander, tiene el corazón roto desde que perdió a su esposa, quien era su motor de vida, dejando de lado las razones por las que ella había luchado, se olvidó de sus hijos; estos, al verse abandonados e ignorados por su padre, hacen de todo por llamar su atención, todo... Hasta causarles problemas a sus niñeras.

Los mellizos al conocer a una nueva niñera, ¿querrán correrla o la amarán?

Acompáñame y descubramos su historia.

💫Fragmento

Debo aceptar que el que Alexander este en mi casa, bueno en la de mis padres, me tiene nerviosa, los mellizos están con sus abuelos y los gemelos obviamente conmigo.

No creo que sea una coincidencia que justo se le dañara el auto frente a nuestra casa y bajo esta tormenta.

Un carraspeo me saca de mis pensamientos, giro mi rostro hacia el sonido y veo a Alexander con solo una toalla alrededor de su cintura y sobre su torso expuesto finas gotas de agua bajan por su abdomen, víctimas de la gravedad.

Trago grueso al verlo, recuerdos emergen en mi mente, recuerdos de nuestros pocos encuentros, de los pocos te quiero que compartimos y de las muchas heridas, pero también recuerdos de lo mucho que amé a este hombre, incluso lo mucho que lo amo.

—No me veas así, preciosa o no podré detenerme —habla con voz grave Alex.

—No quiero correr el riesgo —digo segura y girando sobre mis talones.

—Ni se te ocurra, pequeña —Sus grandes manos atrapan mi cintura y me acerca a él.

Al estar tan cerca nuestra respiración se mezcla, la tensión en el ambiente se puede cortar con un cuchillo, deseo tanto besarlo o qué él lo haga, que me atrevo a acortar la poca distancia que nos separa logrando que nuestros labios se rocen, pero es él quién se encarga de terminar con ella y por fin puedo sentir el sabor de sus labios.

Siento que floto en el aire, que estoy sobre nubes y es su aroma embriagante que me inunda, es su olor a hombre el que me estremece, son sus manos que sujetan mi cintura y mi cuello, son sus labios los que succionan todo mi ser, es todo él, que grita que esta vez será la definitiva.

Una ráfaga de viento frío me hace estremecer y un jadeo sale de mi garganta, situación que Alexander aprovecha para intensificar el beso, un beso que me sabe dulce, que me sabe a miel.

La risa de los niños hace que me separe rápidamente sonrojada.

—¡Mi mami y mi papi son novios, son novios! —chillan mientras saltan.

—Ustedes dos, a dormir —Sentencia Alexander.

—No podemos, si mami no nos lee.

—En ese caso, vamos —digo aceptando esa salida que los niños me han dado.

Tomo a mis hijos de sus manos y vamos a su habitación, siento unos pasos tras de nosotros, sé que es Alexander, cuando llegamos a la cama, ellos se acomodan a mi lado, empiezo a leer el cuento y en poco tiempo siento sus respiraciones pausadas y tranquilas, la verdad también estoy cansada y no me quiero levantar, la cama es lo suficientemente grande para los tres, así que voy cerrando mis ojos después siento una fuente de calor a mi lado después unos fuertes brazos en mi cintura, estoy muy cansada para averiguar quién es, pero la sensación que me transmite me llena de paz y de seguridad. Lentamente caigo en los brazos de morfeo.