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28

Farey 

El corazón es libre, tu ni nadie nunca podría mandarlo. 

Por eso él decide si siente o no. 

Si quiere o no. 

Si ama o no. 

Si late por una persona o no. 

Si te hace sentir enamorada o no. 

Mi corazón estaba dejando de ser mío para pertenecerles a ellos, de apoco lo iba haciendo para darle paso a los suyos. 

Esto era mutuo, yo perdía el mío por ellos y ellos perdían el suyo por mi. La balanza estaba equilibrada. 

Una semana había pasado sin muchas emociones, sin muchas cosas divertidas pero eso parecía cambiar. El fin de semana había llegado y con él había traído a mis locas amigas a la puerta de mi casa. 

Mientras dejaba el café que estaba tomando sobre la mesita observé como Chania me sonreía y detrás estaban Persia, Rydel y Thiara. Esa sonrisa que llevaba la bruja era porque planeaba algo. 

—¿Qué tienes pensado? —pregunte interesada 

—Nos iremos de fiesta —anuncio feliz 

—¿Cuándo? —consulté 

—Esta noche 

—¿Sólo nosotras? 

Todas negaron demasiado sincronizadas. 

—Iremos todos —Persia dijo 

—¿Todos? —alcé mis cejas mientras volvía a tomar la taza 

—Nosotras, los chicos y quizás también Mica con Mason 

—¿Será en el pueblo? 

—Así es, digamos que tus amados saben de un bar que dan buenas fiestas así que iremos a ver que tal 

—Perfecto 

Sin decir algo más bebí de mi café sin apuros, hacía una hora que el medio día había pasado y tenía toda la tarde libre como para ponerme a ver que me pondría y arreglarme. 

Deje de beber el café para mirar a mis amigas que me observaban con mucha atención creándome escalofríos. 

—¿Qué? —pregunté 

—¿Vas a quedarte ahí toda la tarde? —Rdyel cuestionó cruzando sus brazos 

—Faltan horas niñas, además en un rato tendré una llamada con mis padres así que hasta después de eso no tengo pensado arreglarme —sonreí y de un trago termine el líquido que quedaba en la taza 

—Estaremos aquí a eso de las cinco, ¿está bien? —la rubia pregunto y asentí 

—Perfecto —acepté 

—Nos vemos 

Thiara, Persia y Rydel se despidieron mientras salían de la casa quedando solamente con Chania. 

—¿A que me dijiste que vas a hablar con tus padres? —preguntó mientras pestañeo varias veces 

—Eso no debe de importarte —cruce mis brazos apoyándome contra el sofá 

—Claro que sí, podré ver a tu padre —alzó sus brazos como si fuera obvió—. Debo refrescar mi imagen mental de él 

—¿Si sabes que es mi padre no? —consulte aunque sabía que le valía madres 

—No me importa, es el tuyo no el mío —dijo mientras se sentaba a mi lado apoyando su codo sobre el sofá y luego su cabeza sobre su mano para mirarme—. ¿Cómo va todo con ellos? 

—Bien —sonreí—. Raro, pero va bien 

—¿Por qué raro? —su ceño se frunció 

—Nunca estuve tan bien con alguien —reí—. Me es extraño 

—Debes aprovecharlo —aconsejó—, luego viene la racha mala y ya te lamentaras 

—Tienes razón —acepté—. Pero no le quita lo raro 

—Eres una tonta —golpeo mi hombro con su mano 

—No se que te sorprende —sonreí 

—Tienes razón —asintió—. Cuándo empieces la llamada me avisas 

Alce mis cejas mientras esta se levantaba. 

—¿Y por qué lo haría? —cuestione 

—Porque así lo dijo —sonrió y luego desapareció de mi vista 

—Tu tía es una loca —hable mirando a Runny que me miraba con atención 

Me levanté del sillón, tomé la taza y luego la dejé en el fregadero mientras escuchaba como Chania cantaba una canción desde su habitación. 

Me acerque hasta Runny y la tomé en mis brazos para luego ir hasta mi habitación, la gata saltó de mis brazos y luego se subió a la cama donde se acomodo para dormir y donde seguramente se quedará casi toda la tarde. 

Ocupando lugar a su lado tome el control del televisor y lo prendí donde estuve varios minutos cambiando de canales viendo que había y que no, y como ninguna película y serie llamo mi atención coloque un programa de cocina que me entretuvo la media hora de espera. 

Mi teléfono comenzó a sonar y vibrar encima de la mesita haciendo que despegará la mirada del televisor, la pantalla se iluminaba dejando ver que tenía una vídeo llamada entrante de mamá así que lo tomé en mis manos y luego me acomode sobre la cama antes de darle aceptar y esperar a que hiciera conexión. 

Un punto malo de vivir en el bosque era que la conexión era una completa mierda y más para alguien que estaba acostumbrada a tener conexión siempre. 

—¡Chania no se me conecta la mierda esta! —chille y en segundos apareció mi amiga en la puerta de la habitación en su pijama 

—¿Son tus padres? —preguntó ignorando el porqué la había llamado 

—Podría verlos si tuviera conexión —le mostré la pantalla del teléfono donde se mostraba la imagen paralizada 

—A ver dámelo —se acercó y se sentó a mi lado para luego quitarme el teléfono de las manos 

El teléfono estableció conexión y en segundos el rostro de mi madre apareció frente a nosotras. 

—¡Mamá! —exclama feliz 

¡Chicas!—su sonrisa adornaba su rostro—. ¿Cómo están? 

—¡Señora Reynolds! —Chania saludo—. Estamos sumamente bien, ¿usted? 

Me alegro, todo bien por aquí —madre sonrío 

—¿Papá? —pregunté 

Se estaba bañando 

Chania me observó alzando sus cejas varias veces haciendo que negará. 

—Chania —murmuró en advertencia 

La nombrada me ignoró y sonrió a la cámara. 

—¿Y no lo acompañó señora? Para ahorrar agua dijo no —la pelinegra preguntó con picardía haciendo que golpeara su hombro 

Nunca cambias Chania —Mamá negó sonriendo 

—Le estaban haciendo un hermano a Fary ¿Verdad? 

—¡Chania! 

La pelinegra río cuando golpee su hombro. 

Estábamos practicando como se hacían 

—¡Mamá! 

Negué varias veces mientras se reía, una imagen para nada agradable se había instalado en mi mente haciendo que pusiera una mueca. 

No te hagas la inocente hija, sabes muy bien que lo que hacemos tu padre y yo lo haces tú también —madre cruzó sus brazos mirándome 

—Obvió que sí, pero no quiero tener eso en mi cabeza me perturba —negué con asco—. Ningún hijo quiere tener una imagen de sus padres teniendo sexo en su mente es turbio 

Mamá iba a responder pero por detrás suyo apareció mi padre y supe que las cosas se iban a salir de control debido a que solo estaba con una toalla que rodeaba su cintura y dejaba a la vista su cuerpo bien conservado a pesar de los años y sin duda Chania era quien más lo disfrutaba su chillido me lo confirmaba. 

—¡OH POR AMOR A JESÚS! —gritó acercándose más a la cámara—. ¡HASTA YO QUIERO PRACTICAR COMO SE TIENEN HIJOS CON USTED SEÑOR! 

Mi padre río, claro que sí. 

—¡Chania por favor! —intente tomar el teléfono pero esta no me dejo y se levantó de la cama 

—A ver una vueltecita por favor —la pelinegra estaba que babeaba mi teléfono 

Chania querida estás más hermosa de lo que recuerdo —padre no terminó de hablar que la tonta de mi amiga se había dejado caer encima de mi 

—¡Estúpida me aplasta vaca! —gruñí moviéndome para sacarla de encima—. ¡Papá no la alientes! 

Su carcajada me hizo bufar, a mi padre le parecía divertido seguirle un poco el juego a mi amiga y luego me tocaba aguantarla a mi. 

—¡Me enamoró! —Chania se dejó caer a mi lado soltando un suspiro por lo que aprovechó para sacarle el teléfono—. Hey dame 

—Piérdete bruja —gruñó y luego observé a mis padres—. Hola papá 

Hola pequeña —sonrió sentado al lado de mamá 

—¿Podrías vestirte por favor? Le vuelves más loca y no la soporto —pedí 

Estoy muy cómodo así 

—Mamá 

A vestirte Jevano 

Estoy bien así 

Madre le miró de reojo y casi río cuando papá se levantó para irse a vestir. Es bastante claro quién lleva las riendas en esa relación. 

Problema resuelto —mamá me sonrió y no dude en responderle—. ¿Nada nuevo para contar? 

Chania en ese momento se sentó y tomó otra vez el teléfono de mis manos y sentí terror. 

—Ay señora usted no sabe lo que ha hecho su hija —mi amiga dramatiza—. Deberán llevarla a una iglesia, el mal acecha su cuerpo 

Quise golpearla. 

Oh cuéntame Chania, ¿cómo es eso de que el mal acecha a mi hija, no era ella quien lo acechaba? —asentí dándole la razón a mi madre pero rápidamente cambié mi cara a una ofendida por sus palabras 

—Mamá cómo puedes decir eso de tu hija —negué—. No debes de mentir 

Sus cejas se alzaron sin creer absolutamente nada de lo que decía, ella sabía muy bien mis andanzas y por ello reí. 

Así que el mal detrás de ti —habló y Chania asintió 

—Oh créame que si mi querida Adabella —asintió varias veces—. Un fin de semana fuimos de campamento,  usted sabe algo muy tranquilo, para aprovechar de la naturaleza que nos rodea 

Madre asintió sin creerle, ella sabía que si estábamos juntas nada era tranquilo y mucho menos íbamos a aprovechar la naturaleza. 

Oh por supuesto que sí querida —dijo dándole la razón como loca que era 

—Entonces acá su hija —me señalo—, hizo algo que es inaceptable 

Rodé los ojos. 

Como si ella no se hubiera emborrachado. 

¿Qué hiciste señorita? —preguntó mirándome—. ¡Jevano tu hija anduvo haciéndose la rata! 

Papá apareció tan rápido como si de flash se tratará. 

¿Mi inocente princesa? —pregunto mirándome—. Ella no hace nada 

Chania se estaba descojonando de la risa a mi lado por lo que la mire mal y luego le arrebate el teléfono para sonreírles a mis padres. 

—No le crean, ustedes saben que soy un Ángel —pestañeo varias veces sin dejar de sonreír 

Bajado del cielo a escobazos —mamá rodó los ojos—. Larga la sopa Farey 

Suspiró antes de darme por muerta. 

—Solo digamos que me emborraché un poco —sonreí 

—¡Un poquito dice! —Chania habló luego de dejar de reírse—. ¡Casi mata a Thiara con una cruz por creer que estaba poseída por un demonio! 

Mamá me observa horrorizada. 

Ya me venía el sermón. 

¡Farey no debes beber tanto! —regañó—. Jevano dile a tu hija que debe controlarse 

Papá asintió dándole la razón pero sabía que no me diría nada. 

Por eso eres mi hija —me dedicó una sonrisa orgullosa ignorando la mirada de asesina que le daba mamá—, pero debes tener cuidado princesa, sacarte de la cárcel por asesinato estando borracha no saldrá barato pequeña 

—Les prometo que lo tendré —les sonreí 

Eso espero jovencita —madre me señaló con su dedo para luego sonreír—. ¿Harán algo hoy? 

—Iremos de fiesta —dije con alegría 

Mamá se llevó una mano a su cara negando, ya tenía que aceptar que su hija no tenía remedio. Papá río, él ya me entendía. 

¿Irán solo ustedes dos? —papá preguntó 

En ese momento miré a Chania y dejé que ésta respondiera. 

—Oh mi querido señor —mordió su labio inferior para no reír—. ¿Cómo le explicó que Irán los chicos que están detrás de su hija? 

La cara de mi padre se transformó en pura seriedad. Padre celoso activado. 

No tienes permitido salir señorita, es una orden —demandó 

—Papá ya soy mayor —le recordé 

He dicho no sales y no sales Farey Reynolds —cruzó sus brazos 

—Sí mi señor —lleve mi mano hacia mi frente haciendo el saludo militar que había aprendido en las películas 

No me tomes el pelo señorita —refutó y me reí 

—Papi no puedo tomarte el pelo si tu estas en donde sea que estés 

Que graciosa saliste 

—Como mi papi 

Mamá sonrió como si fuera el gato de Alicia y supe que sus siguientes palabras harían rabiar a mi padre. 

¿Y sólo ellos andan detrás de mi pequeña? —preguntó y padre la observó como si quisiera matarla 

—Claro que no mi querida Adabella —Chania contestó—. Aún falta contarle lo más jugoso 

—Chania —susurro mirándola para que no hablará 

Cuéntanos querida —madre pidió sin dejar de sonreír 

—Pues... —me observó y negué —. Su inocente pequeña digamos que no está muy soltera que digamos 

Rodé los ojos, ahora la odiaba. 

Mi padre abrió los ojos no más poder y mamá chillo emocionada. No pude evitar sonreír ante su emoción. 

¡Cómo no has dicho eso desde el principio, niña insolente! —recrimina 

—No quería decirles nada hasta que fuera formal —encogí mis hombros 

No quiero que sea formal —papá murmuró negando 

Oh cállate dramático —mamá rodó los ojos—. Ahora sabes a quien saliste dramática 

—Claro que a mis padres —les dije sonriendo 

Más respeto señorita —madre dijo—. Ahora cuéntame todo 

Suspiró antes de hablar. 

—Sólo lo estamos intentando —aclaré—. Fuimos a caminar después de la borrachera y hablamos algunas cosas de nuestro pasado y de ahí decidimos intentarlo 

No sabes lo feliz que me pone saber eso cariño —me dedico una sonrisa llena de felicidad—. Todo saldrá muy bien bebé, tu solo déjate llevar y todo saldrá bien 

—Uy usted no sabe como se deja llevar —Chania dijo y le miré de reojo 

¿Cómo dices? —padre preguntó al salir de su shock o lo que sea que tenía 

—Nos besamos —sonreí como una boba 

¿CÓMO SE ATREVIERON A PROFANAR LOS LABIOS DE MI HIJA? —gritó padre 

¡No grites Jevano o te quedas a pan y agua todo el mes! —advirtió madre 

Pero —quiso refutar pero madre no lo dejo levantó su mano 

Pan y agua 

—Y sin sexo —Chania dijo y papa la miro mal 

Me caes mal —murmuró haciendo que me riera ignorando la mirada que mi amiga me daba 

—Papá —lo llamé y este me miro—. ¿Podrías calmarte? 

Es como pedirte que no bebas café —rodó los ojos—. Imposible 

—Es diferente, no soy tu pequeña e inocente niña —sonreí 

¿Cómo que no? Estas desheredada 

Rodé los ojos ante sus palabras. Lo de ser dramáticos venía de familia. 

—Siempre seré tú hija pero la inocencia la perdí hace años 

En vez de arreglarla la empeoras 

Solté una carcajada. 

—Así me amas 

Suspiró y luego asintió. 

¿Eres feliz? 

—Lo soy 

¿Te tratan bien? 

—Si 

¿Te respetan? 

—Si 

¿Usan protección? 

—No hemos follado 

Sin duda pareció emocionarle porque sonrió como si se hubiera sacado la lotería o algo parecido. 

Entonces por ahora tienes permitido intentar lo que sea que quieran intentar pero no tienes permitido formalizar nada y pobre de ellos de donde pongan sus manos, ¿entendido? 

Mordí el interior de mi mejilla para no reír y decirle que estaba en mi si quería que ellos me tocaran y formalizarán algo pero asentí despacio para que no se alocara otra vez. 

—Si papá —le di una sonrisa tranquilizadora 

Así me gusta 

Rodé los ojos negando. 

Estuvimos conversando por casi una hora más, Chania se había quedado un rato más y luego se había ido a tener su sueño rejuvenecedor para en la noche no tener sueño y poder disfrutar de la fiesta. 

La charla con mis padres me había dejado de muy buen humor, las locuras que habían vivido en el viaje que estaban haciendo me había sacado varias carcajadas, como cuándo a papá lo persiguió una abeja y luego un perro le robó su comida, y cuando a mamá un mono se le había subido encima y luego no quería soltarse y mamá quería llevárselo pero papá había amenazado con meterlo al horno si se lo llevaba además de que se había puesto celoso del mono porque por palabras del no soltaba a su mujer. 

Luego nos habíamos despedido y había quedado acostada mirando el techo en silenció no supe por cuento tiempo porque cuando menos lo espere me quedé dormida y no me desperté hasta que escuché a Chania cantar a todo pulmón una canción. 

Sentandome en la cama bostezo y luego me levanto de esta, deje el teléfono cargando y salí de la habitación, caminé por el corto pasillo y observe como Chan se servía un té mientras movía su cadera al ritmo de la música que sonaba desde el televisor. 

—¿Qué hora es? —pregunté atrayendo su atención 

—Casi las cinco, no falta poco para que las chicas vengan —dijo mientras dejaba de verme y tomaba su taza—. ¿Has dormido? 

—Si, después de acabar la llamada me dormí sin darme cuenta —reí un poco mientras mis pies se movían hasta quedar a su lado en el sofa 

—¿Sabes que te pondrás? —preguntó mirándome 

—No, pero ya cuando vengan las demás veré que me pondré —encogí mis hombros 

—¿Nerviosa? —bebió un sorbo de su taza 

—No, ¿porque lo estaría? —cuestione sin entenderla 

—Estarán ellos —rodó los ojos como si fuera obvió 

—¿Y eso? —alce mis cejas—. Da igual quien esté o deje de estar 

—No conocen tu lado fiestero aún —recordó 

—Pues lo conocerán esta noche —sonreí de lado 

—¿Les aviso que no se asusten si te ven haciendo juegos con los demás? —preguntó haciendo que riera 

—Déjalos que se sorprendan —sonreí—. Además ya vieron un poco en San Valentín 

—Pero eso fue algo mínimo —dijo y luego siguió tomando su té 

—Será divertido —afirmó 

—Claro que sí —sonrió—. Somos expertas en hacer una fiesta divertida 

Sonreí recordando nuestras anteriores fiestas. 

Si, teníamos un don para hacer que cada persona se divertíera así sea con nosotras o de nosotras, le alegramos la velada al final y al cabo. 

Cuándo el reloj marcó las cinco justa la puerta de mi casa fue abierta y por ella entraron las pelirrojas con una mochila, una rubia con un bolso en su brazo y por último una peli marrón con una barriga ya muy notoria. 

—¡Quién está lista para la fiesta! —exclamó Rydel dejando caer la mochila que traía al suelo 

—Fary —pepita se acercó sonriendo y luego depósito un beso sobre mi mejilla en modo de saludo cual fue correspondido por mi parte 

—Pepita —sonreí y me acomodé para dejarle lugar a mi lado—. ¿Lista para esta noche? 

—Un poco —asintió—. Estoy nerviosa 

—No tienes porque estarlo cariño —Persia le dijo y todas asentimos dándole la razón 

—Es que nunca fui a una fiesta —dijo bajando su cabeza avergonzada 

—Oh no te preocupes —pase un brazo por encima de sus brazos—. Será tan normal como ir a tomar helado solo que en vez de helado será alcohol 

La chica asintió sonriendo aún con vergüenza. 

—Siento que la vamos a llevar por el mal camino y Mason nos va a odiar —Chania dijo y asentí de acuerdo 

Pero Pepita suspiro con pesadez y supimos que algo no estaba bien. 

—Las cosas con Mason no están muy bien —murmuró mirando a cualquier lado menos a nosotras 

—¿Quieres contarnos? —pregunté apretando levemente mi mano sobre su hombro—. Sólo si quieres, somos tus amigas linda 

Ella sonrió agradecida. 

—Desde que descubrí que era mi mate casi nunca pasamos tiempo juntos, está es la única vez que hemos pasado más tiempo juntos —comenzó a explicarnos—. Siempre a estado de aquí para allá, tan pendiente de su estúpido cargo que las pocas veces que nos veíamos las cuento con una mano. Y ahora es tan difícil convivir diariamente con él, tenía mi rutina y estaba acostumbrada a que él no estuviera que ahora que está me siento fuera de lugar, quiere pasar tiempo juntos pero se enoja si no estoy y también porque estoy, si le reprocho que no estaba dice que no entiendo su situación y que soy una niña caprichosa 

Su voz se quebró y no dude en hacerle apoyar su cabeza en mi hombro para consolarla. 

—Pero le encanta follarse a la niña caprichosa —Thaira dijo con fastidio 

—Claro que le encanta follarse a la niña caprichosa —Mica murmuró con enfado y luego sollozo—. No se que hacer, le amo y quiero que esto sea una oportunidad para poder arreglar nuestras diferencias y poder criar juntos a este bebé pero es tan complicado 

—Preciosa tu no necesitas de ningún hombre para criar a tu bebé, eres lo suficientemente fuerte para poder hacerlo sola sin necesidad de él y de ningún otro hombre —tome su mano 

—Pero le amo 

—¿Y él también te ama? 

Ella no contestó y las ganas de llevarla a la otra punta del mundo se apoderaron de mí, era una chica tan linda y buena que me daba lástima por su situación. 

Rydel se arrodilló frente a la chica que solo lloraba en silenció, apoyó sus manos en sus pantorrillas y le dio una sonrisa. 

—Escúchame bien Mica —la pelirroja habló—. Vas a levantar tu culo de ese sofá, vas a ponerte un puto vestido te vas a mirar a un espejo y te dirás que vales más de lo que el te da y luego saldrás y disfrutaras de esta fiesta, hazle saber que tu tienes un As bajo la manga que puede hacerle cagar encima ¿entendido? 

Pepita sorbo su nariz asintiendo con su cabeza mientras secaba sus lágrimas. 

—No te escucho señorita 

—Lo haré 

Persia golpeó sus manos haciendo que la miráramos. 

—Hora de arreglarnos señoritas, tenemos a unos chicos que poner patas arriba 

—Gracias chicas —pepita nos sonrió agradecida 

—Para eso estamos las amigas pepita —sonreí y luego me levanté del sofá—. Tengo un vestido que seguro te quedará así que vámonos que tengo que arreglarme también 

La chica asintió y tomando su mano para ayudarla a levantarse nos dirigimos seguidas de las demás a mi habitación. Al entrar camine hasta el armario, lo abrí y comencé a buscar un vestido que era elástico de color negro que le servirá a pepita, al encontrarlo no dude en sacarlo, lo observe y luego me giré para mirarla y tenderle el vestido. 

—Te lo pondrás y también tengo una chaqueta que te irá a juego con unas zapatillas que te prestare —fui diciendo luego de darle el vestido y darme la vuelta para buscar la chaqueta blanca y las zapatillas del mismo color 

Les di las cosas faltantes y esta me abrazó haciendo que le correspondiera el abrazo con fuerza. 

—No estas sola cariño —susurro sobre su oído 

—Gracias —susurro y luego nos separamos 

—¿Con que vas a deslumbrarnos hoy Reynolds? —Thiara pregunto desde mi cama 

—Ya verán 

Luego de buscar la ropa que me pondría esta noche y que las demás sacarán sus ropas también  comenzamos de una a una a bañarnos y de paso aquellas como yo depilarnos. La primera en estar terminada fue pepita, el vestido le quedaba como anillo, de mangas tres cuartos y cuello redondo, no muy corto pero sin duda lo suficiente como para dejar parte de sus muslos a la vista. Además al ser ajustado pero elástico dejaba sus curvas debido al embarazo a la vista y su vientre haciéndola lucir hermosa y poderosa. La chaqueta blanca sin duda había sido el toque perfecto. 

Se había decidido llevar su cabello liso pero en una coleta de caballo alta y un maquillaje sumamente natural siendo sus ojos lo que más llamaban la atención debido a las sombras que Chania había decidido usar. Y aún así no dejaba de ser natural. 

Luego le siguió Thiara que habia decidido llevar un short de tiro alto negro y una top tipo corsé también negro pero que llevaba unas pequeñas perlas en la parte de arriba que iban a juego con los botines de tacón grueso negros con perlas a sus costados. Sus rubios cabellos los llevaba en una trenza cosida y solo se había colocado un labial color rosa palo y un poco de sombras en sus ojos. 

Rydel y Persia habían decidido vestirse iguales, vestidos cortos que eran un poco sueltos y se sujetaban por la espalda por dos tiras finas, Rydel lo llevaba en color dorado y Persia en plateado, tacones de aguja. Maquillaje que eran simples pero atrayentes sus melenas pelirrojas sueltas totalmente lacias. 

Chania había acabado unos minutos antes que yo, se había decidido por un vestido a cuadros verdes opaco y negro que tapaba su pecho en totalidad de mangas tres cuartos y que llegaba encima de sus rodillas además de que por su cintura cruzaba un cinturón negro no muy grueso, su vestido era acompañado por unos botines negros que tenían una fina franja blanca de tacón medio grueso. 

Y por último estaba yo, había decidido ponerme una blusa que se ajustaba al cuerpo de tirantes finos de color negro y por encima una blusa también ajustada con tela traslúcida que era manga larga pero su tela era tan fina que era como si no la llevara, además había sacado a la luz una falda de negro mate de tiro alto por lo que había puesto un cinturon de pequeños cuadros  blancos y negros para que no se callera, bastante corta pero no lo suficiente para que estuviera siempre al pendiente de lo que se veía y lo que no, por último Thiara me había prestado sus botas negras de cordones y tacon grueso dándome unos cuantos centímetros de altura, mi cabello lo había dejado suelto y no llevaba mucho maquillaje, no quería que después de bailar pareciera un mapache del sudor. 

Las demás esperaban en el living que tomara el teléfono, en total mientras nos preparábamos había llegado la hora de irnos en menos de lo que cantaba un gallo y con ella la noche. 

Saliendo del cuarto fui hasta el living donde estaban todas paradas menos Rydel que estaba husmeando por la ventana hacia fuera. 

—¿Lista? —Persia preguntó y asentí 

—Totalmente —sonreí emocionada 

—Ya nos esperan —Rydel dijo separándose de la ventana 

—Pues vámonos —Thiara dijo y asentimos 

Primero salió Rydel y las demás le seguimos de atrás quedando de última para apagar las luces y luego cerrar la casa. 

A pesar de que no hacía frío había una leve brisa que nos erizaba la piel, tomándonos de los brazos caminamos hasta donde estaban los chicos como Rydel había dicho. 

—Estoy nerviosa —pepita susurró y casi no la escuche a pesar de ir a su lado 

—Tranquila, nosotras nos encargamos del orangután —Chania le guiño un ojo haciendo que riera 

Pero se calló y mantuvo su rostro serio al quedar menos de un metro de distancia de ellos, todos estaban casi igual, camisas y jeans menos Ciro. 

Ciro llevaba una camiseta tipo hawaiana y una babucha color jean, sin duda era mi favorito esta noche aunque los demás no estuvieran mal pero él destacaba sin duda. 

—¿Quién está listo para una noche loca? —pepito pregunto y todos sonreímos 

—Nosotras nacimos listas pero la pregunta es otra, ¿ustedes están listos para nuestra locura? —Chania dijo y no pude evitar sonreír abiertamente 

Mis ojos se conectaron con los suyos, tan profundos observandome de pies a cabeza. Como había dicho todos estaban iguales, Madox y Pearce tenían jeans azules oscuros y camisetas negras de seda remangadas hasta sus codos con los primeros botones desprendidos y un así me parecían tan guapos que me encantaban. 

Aurel extrañamente tenía una camiseta color celeste y un jean de un tono más oscuro. 

Y Mason, él era otra extraña historia. Podría tener puesta una bolsa y te llamaría la atención, tenía una camisa blanca que llegaba hasta sus muñecas perfectamente prendidas, un jean gris oscuro que mantenía su camisa metida por dentro. Era como ver una imagen de algo perfecto, tan perfecto ocultando la mierda y farsa que llevaba en su vida. Una mujer que lo amaba con locura pero que él prefiere estar lejos y utilizarla como un simple juguete y eso me hacía enfurecer, me ardía la sangre de saber lo que mi amiga pasaba. 

Y quería gritarle a los cuatros vientos si le era divertido lo que le hacía, lo que causaba mirándola de esa forma tan atenta poniéndola nerviosa a mi lado. 

Quería pero no lo hice y solo le transmití mi apoyo a la chica que casi temblaba apretando su brazo. Ella era fuerte pero el amor te volvía débil si tu lo dejabas y ella dejaba que así fuera. 

—Quizás si —su voz hizo que dejara de observar al rubio y lo observará a el 

Pearce me miraba y su sonrisa burlona no dejaba su rostro haciendo que sonriera. 

—¿Nos vamos? —pregunté 

Y todos asintieron. 

Nosotras nos soltamos del brazo y nos disparamos entre las dos camionetas y el auto. Me quedé quieta en mi lugar observando cómo Mica no soltaba el brazo de Persia y se subían al auto donde Mason era el conductor. 

Pobre de él que dijera algo estando la pelirroja presente, su cabeza se separaría de su cuerpo ante cualquier cosa. 

Rydel me sonrió y se subió a la otra camioneta con Aurel, Thiara y Ciro.

—Te ves hermosa —su voz a mi costado me hizo sonreír 

—Lo se —lo mire de reojo 

—Egocéntrica —Madox río 

—Desde la prehistoria —Chania dijo apareciendo a mi lado—. Iré con ustedes 

Asentí. 

Y tomando mi brazo nos subimos a la camioneta y luego lo hicieron ellos. 

El camino fue silencioso aunque a veces era roto por el murmullo de Chania que cantaba alguna canción que se le venía a la mente. 

Alrededor de media hora estuvimos rodeados por árboles hasta que el pueblo nos dio la bienvenida, podía observar a la poca gente que había en algunas tiendas y luego una larga fila al bar al que habíamos ido en San Valentín una sonrisa adornaba mi rostro recordando ese momento. 

Luego de unos cortos minutos la camioneta se detuvo en frente a un lugar que no parecía tener alguna fiesta dentro, si era grande y el único local negro en su totalidad y en la parte de arriba tenía un letrero con el nombre del local "Dark fantasy" en color rojo vibrante.

La puerta de mi lado fue abierta por Madox que tendió su mano para ayudarme a bajar y cual acepte gustosa. Sin soltar su mano observe el local, aún seguía sin aparente tener algo dentro de esto y cabía la posibilidad de que las paredes estuvieran insonorizadas o si era concurrido por sobrenaturales tuviera algún hechizo con el mismo funcionamiento de paredes insonorizadas. 

—¿Aquí hay una fiesta? —le pregunté observándolo de reojo 

—Ya verás —sonrió 

—Hasta que no lo vea con mis ojos no lo voy a creer —afirmé y no era mentira 

—¿Dónde están las demás? —Chania preguntó mirándome 

—No tengo la mínima puta idea —encogí los hombros 

Y hablando del rey de Roma, el auto en que venían Persia, Pepita y Mason estacionó en frente de nosotros y la camioneta donde estaba Rydel, Aurel, Thiara y Ciro por detrás a la nuestra. 

Todos se bajaron y las chicas miraron el lugar sin entender nada, no era la única que no entendía cómo podía haber una fiesta en ese lugar si parecía ser una funeraria que tenía nombre extraño y no salía ningún sonido que pudiera decirnos que había alguna persona dentro. 

—¿No nos trajeron para matarnos no? —Persia preguntó dejando de observar el lugar—. Soy divergente 

—Y el que me quiera matar tendrá que correr mucho, yo soy muy rápida —Rydel dijo después de su hermana 

—Yo le prendo fuego las bolas —Chania cruzó sus brazos para darle más seriedad a sus palabras 

—Y yo me suicidare sola porque nadie es digno de matarme —observé mis uñas porque primero muerta antes de sencilla 

—Nadie matara a nadie —Pearce rodó los ojos 

—Por si las dudas —encogí mis hombros 

El pelinegro rodó los ojos, tendría que acostumbrarse a nuestras cosas. 

Pasó su brazo por encima de mis hombros y luego sin soltar la mano de su hermano nos acercamos a la puerta, dio dos toques y esperó.  La puerta fue abierta y apareció una chica de de cabellos rosa, llevaba un body negro y en su rostro una máscara que tapaba parte de su cara.

—Nombre —pidió sin quitar la mirada del pelinegro 

—Pearce Renard 

La chica sacó un teléfono de su espalda, debía de tenerlo asegurado con algo para que no se le cayera, y demoró unos segundos en levantar su vista del teléfono y mirar a los demás con atención. 

—Traen a una humana —afirmó y sus ojos rojos me observan fijamente 

Mis acompañantes se tensaron a mi lado y algo dentro de mí me dijo que debería de tener cuidado. 

—Ella viene con nosotros —Madox habló 

La chica no dejaba de observarme y no me gustaba, por eso le mantenía la mirada con una ceja alzada, podrá ser la criatura que sea pero por ser humana no me hará menos. 

Luego de unos largos minutos sin dejar de mirarnos sus ojos se clavaron en Madox para luego hablar. 

E le tua compagna?¹ —preguntó en francés si no mal reconci 

Aunque no entendí nada al parecer ellos sí, espero que no les haya preguntado si me puede matar o algo así. 

Sì, è la nostra compagna² —Pearce le respondió y la chica abrió sus ojos a no más poder, parecía estar en un estado de shock por unos cortos segundos y luego volver a su estado serio 

—Pueden pasar —se hizo a un lado y dejo la entrada libre 

Por lo que sin esperar más los empuje para entrar. Sin duda este lugar podría ser el escenario perfecto de una película de terror, el pasillo de paredes negras daba escalofríos pero al final de este podías ver dos puertas entre abiertas y como luces salían de estás, por lo que respirando hondo camine por ese pasillo oyendo detrás los murmullos de mis amigas. 

La pelirosa apareció a nuestro lado dándome un buen susto debido a que no había escuchado cuando esta había venido detrás nuestro, se colocó en frente de la puerta y sonrió, escalofriante, pero sonrió. 

—Bienvenidos a Dark Fantasy, el lugar donde podrás cumplir tu fantasía más oscura sin que nadie te juzgue —y tras sus palabras abrió las puertas y valla sorpresa que me lleve 

Había una gran cantidad de personas bailando, bebiendo y riendo detrás de esas puertas, y no se oía absolutamente nada pero al poner un pie dentro la música retumbó en mis oídos dejando aturdida debido a lo alto que estaba y que segundos atrás estaba en total silencio. 

Miraba todo con suma atención mientras mis tímpanos se acostumbraban al nivel de la música que movía a la mayoría de las personas, a los lejos pude observar una escalera que conducía al segundo piso que estaba más vacío, apostaba a que era el VIP. 

—¿Te gusta? —Pearce habló sobre mi oído enviando un escalofrío por mi espina dorsal 

—Me encanta —murmuró pero se que me podía escuchar perfectamente

—Vamos —Madox sonrió y sin soltar mi mano comenzó a caminar por entre la multitud de personas mientras Pearce había bajado su brazo hasta mi cintura 

Las personas bailaban de un lado a otro, como si lo único que le importara es bailar y nada más. Apostaba a que la mayoría estaba borracho. 

Solté un suspiró cuando dejamos atrás la multitud, aunque aún había personas caminando y bebiendo no era lo mismo que la pista de baile. 

—¿VIP? —cuestione aunque era obvió cuando empezamos a subir la escalera 

—Nunca menos preciosa —Pearce sonrió y respondí esa sonrisa 

Nunca menos. 

Mire por encima de mis hombros para confirmar que los demás venían detrás, al hacerlo volví a colocar la mirada al frente para no caerme mientras terminaba de subir los escalones faltantes. 

Había un hombre parado que anteriormente impedía la pasada pero con mirarlos dejó la pasada libre y no volvió a colocarse en esta hasta que todos estuvimos en medio de la gran habitación observando todo. 

—Esto es increíble —Persia dijo caminando en frente nuestro 

—Realmente estoy enamorada de este lugar —Rydel hablo mientras tiraba de Aurel a donde ella iba 

—Y ustedes pensando en que las iban a matar —Pepito negó con su cabeza 

—Por fuera parece que un matadero —encogí mis hombros—. No nos culpes 

—¿Algo de beber? —Mason preguntó y lo miré con dureza 

«Tu cabeza en bandeja de plata cabrón.»

Lo pensé más no lo dije. 

—Whisky —contesté sin más 

El rubio observó a los demás y estos asintieron. Él se alejó y fue hacia la barra que estaba ubicada en una de las esquinas del lugar. 

En frente nuestro en había una fila larga de asientos que estaban casi vacíos y es que en realidad no había muchas personas en esta parte, algunas estaban sentadas en la barra y otras paradas hablando y las que quedaban sentadas en el sofa. 

Mientras Mason seguía esperando en la barra los demás nos acercamos los sillones y ocupamos lugar en éstos. Persia, Chania y Pepita se sentaron juntas. Aurel y Rydel se sentaron casi en frente nuestro, Thiara y Ciro tomaron un sofá para dos personas y lo movieron —sin importarles si se podían mover o no— formando un semicírculo entre nosotros y por último entre las chicas estábamos nosotros, Madox a mi izquierda y Pearce a mi derecha quedando entre los dos. 

Mason volvió con dos botellas de Whisky y vasos para todos, dejó los vasos en la mesita redonda y luego abrió una de las botellas y comenzó a rellenar los vasos vacíos. 

El rubio ocupó lugar al lado de Mica quien se removió en su lugar, en silencio cada uno tomó un vaso menos  Pepita. 

Por el club sonaba una canción de Jennifer Lopez que hacía mover a la mayoría de las personas a su ritmo. 

Mientras bebía un trago del vaso observe a un grupo de chicas que pasaron por enfrente nuestro, una de ellas giró su cabeza y sonriendo sus ojos anaranjados brillaron, no era humana. 

—¿No es club para humanos, no? —cuestione observando al grupo de chicas irse 

—Normalmente no concurren humanos, solo aquellos que estén con alguna criatura podrá entrar —Madox explicó y asenti 

—La chica que nos atendió —recordé—. ¿Que era? 

—Vampiro —Pearce respondió 

Por supuesto, ojos rojos, piel pálida y parecía querer comerme si tuviera la oportunidad. Cosas obvias que delataban su naturaleza. 

—Un club para sobrenaturales —afirmó 

—Y vinimos para divertirnos, no para estar sacando chisme —pepito se levantó y dejó su vaso en la mesita—. Yo no conduciré de vuelta 

Me levanté apoyándolo. 

—Vamonos pepito, hora de mover esas caderas —sonreí y tomé su mano 

—Por eso eres mi fiera —me atrajo hasta él para poder pasar su brazo por mis hombros 

—Tengo miedo de ustedes dos juntos —Chania dijo haciendo que rieramos 

—No hay de qué preocuparse —sonreí 

Sin esperar a alguna respuesta Pepito y yo nos dirigimos a las escaleras para bajar e ir hacia la pista que nos recibió sonando Play With fire haciendo que nos metieramos entre las personas para bailar juntos. 

Estuvimos bailando juntos unas cuantas canciones hasta que las chicas bajaron y se nos unieron y de esa forma bailamos y bebimos por dos o tres horas, donde en algún punto me quité las botas y llevé a los dos hermanos conmigo a la pista. 

A alguna hora de la madrugada Chania había tomado mi mano y la de Persia para sacarnos de la pista y acercarnos al DJ. 

—¡Hagamos un poco de show! —la bruja propuso y no dude en asentir 

—¿Qué canción? —pregunté sobre su oído 

Persia sonrió y luego nos dijo la canción, le dimos el visto bueno y esperamos a que hablara con el DJ. Eso no demoró muchos minutos, el chico que había caído en las garras de la pelirroja asintió y nuestra amiga nos miró alzando sus pulgares. 

Con Chania nos encaminamos a la barra donde nos sentamos encima de esta, la primera en pararse sobre esta fue Chania y luego me dio su mano para también levantarme y por último se nos unió la pelirroja que traía en su mano un micrófono. Se subió a la barra y acomodando su vestido se colocó al lado de Chania que tomó el micrófono. 

La música que sonaba había acabado y había quedado en silencio todo el lugar, las demás chicas y chicos nos miraban sin entender que mierda hacíamos en la barra y con un micrófono. 

Las primeras notas de Lo haré por ti comenzaron a sonar hasta que Chania comenzó a cantar una parte de la letra. 

Mira que bien se nos da, eso de estar juntos los dos. Eso de planear futuro, siempre acompañándonos. Me queda bien de aceptar, como en un tango de Gardel. Donde la buena y el malo al final siempre quedan bien —Chania cantaba mientras caminaba cortos pasos para que Persia tomara el micrófono y siguiera ella 

Analizándote a ti, te veo más loco que yo
Que vienes solo a la guerra, en contra de un gran batallón. Pero me juego por ti del todo y de una sola vez. Tanta emoción me impresiona y estoy segura que esta vez 

La pelirroja estiró su brazo con el que tenía el micrófono en mi dirección para que le siguiera. 

Lo haré por ti, porque lo siento. Porque tu me elevas, como la hoja al viento.Y cuando me besas, siento que disparas, en medio de mi alma. 

Lo haré por ti, porque te creo.
Porque es tu mirada, ver el mismo cielo.
Y cuando te beso, siento que disparas, en medio de mi alma 

Así era nuestra coordinación mientras íbamos cantando y bailando la canción hasta que esta acabó, los aplausos no se hicieron esperar y como buenas personas que éramos le agradecimos. 

Las horas siguieron pasando, Rydel y Thiara habían cantado Attention de Charlie Puth. Luego nos habíamos puesto a bailar la cucaracha cuando alguien le había robado el puesto al DJ y puesto esa canción. 

En este momento esperábamos a que Pepita saliera del baño, al parecer también se había estado divirtiendo y dejando su mal de amores. Una chica con el pelo de varios colores y un vestido escotado que llevaba hasta casi su ombligo de color blanco se nos había acercado. 

—Haremos el juego del limón, tequila y sal. ¿Quieren unirse? —su acento delataba que no era de acá—. Será en el VIP, si quieren ya saben donde estaré 

—Estaremos por ahi —Rydel aseguró y la chica se fue sin más 

Claro que jugaremos a eso. 

Y me encargaría de ser la mejor de la noche. 

Pepita salió del baño y nos observó. 

—Vamonos, jugaremos a algo —tome su brazo y lo enganche con el mío para poder ir en busca de los chicos 

—¿A que? —quiso saber y solo sonreí 

—Ya verás 

Desde la posición en la que me encontraba pude observar la espalda de Madox y los tatuajes que rodeaban su cuello se encontraba en la barra, por lo que tirando del brazo de mi amiga Pepita y empujando a quién se me pusiera en el caminó hasta llegar a la barra. 

—Vamos a jugar en el VIP —interrumpí la conversación que entre ellos tenían 

—¿Qué juego? —Pearce preguntó dejando un vaso vacío en la barra 

—El reto del tequila, limón y sal —respondí sonriente 

El pelinegro alzó sus cejas y yo sonreí aún más. 

—Porque no conozco ese reto —pepita dijo y yo mordí el interior de mi mejilla para no reír 

—Es que has vivido bajo la tierra cariño —sonreí 

La castaña asintió de acuerdo. 

—Vamos —Madox se levantó y los demás lo siguieron 

Atravesando la multitud subimos por las escaleras y llegamos al VIP. Había más gente de cuando habíamos llegado, la barra estaba vacía y la chica que nos había dicho del juego se alejó del grupo de personas y se acercó a nosotros. 

—¿Trajeron más participantes? —preguntó sonriendo de lado 

—Te dijimos que estaríamos aquí —sonreí—. ¿Jugaremos todos? 

—Algunos sí, otros no —explicó y luego se dio la media vuelta—. Vengan 

Asentimos y la seguimos a unos pasos de distancia. 

Habían alrededor de quince personas y con nosotros éramos más de veinte. 

La chica que aún no sabíamos su nombre pero qué le diría la arcoíris debido a su pelo interrumpió la conversación que entre todos llevaban. 

—Podemos comenzar con el juego —arcoíris mencionó lo suficientemente alto para ser escuchada por todos 

—¿Todos saben como se juega? —un chico con el cabello verde eléctrico pregunto y la mayoría asintió 

—El reto es el del tequila, la sal y el limón —una mujer enfundada en un vestido rojo de látex dio un paso hablando—. La pareja deberá hacer el reto en la barra, el chico o chica deberá colocar el tequila y la sal desde el ombligo o más abajo si esta quiere hasta el cuello o donde quiera, la persona acostada deberá tener el limón en la boca y luego deberás lamer todo hasta sacarle el limón con la boca 

La tarea era fácil, cumplir era complicado. 

Era un juego erótico y exótico, algo sensual que lograba ponerte nerviosa y la mayoría de los casos excitada. 

—¿Puede repetirse una de las parejas? —quise saber 

—Solo una —asintió la del vestido—. ¿Listos? 

Todos asistieron y la primera pareja era el chico de verde eléctrico y arcoíris, ansiosa por ver el show jale del brazo a mi amiga hasta quedar enfrente de la barra. 

—¿Nerviosa? —la mire de reojo 

—Un poco —admitió 

—Puedes solo observar y otra vez jugar, parece fácil pero es más complicado de lo que piensan 

—Me pones los nervios de puntas Fary 

Solté una leve carcajada mientras miraba como arcoíris se subía a la barra y se acostaba en está. Mientras el peli verde tenía la sal y el tequila en sus manos. 

No me quemaría la cabeza pensando de donde lo habían sacado, seguro o lo tenían guardado o por magia. 

—¿Alguna vez lo has hecho? —pepita me miró y sonreí abiertamente 

Cuándo fui a responder su presencia a mi lado me hizo callar pero no dejar de sonreír. 

—Responde Farey, ¿has cumplido con el reto? 

No sabía si era posible pero mi sonrisa se ensanchó y lo mire antes de responder. 

—¿Por qué no lo averiguas? 

—Lo haremos 

Dejé de mirarlo y presté atención a cómo el peli verde se subía encima de la chica y el reto comenzaba.

Pasaron, dos, tres y cuatro parejas que solo dos habían sido bastante emocionantes y las otras dos habían dejado que desear, una la chica no dejaba de temblar y apostaba a que era por nervios y la otra estaba muy borracha aunque había sacado varias carcajadas debido a su ebriedad. 

Las otras dos me habían dejado con ganas de ser las chicas, el peli verde y arcoíris habían sido bastantes sensuales y las dos chicas que le habían seguido después seguro que dejo a alguno excitado. 

Pepita se había soltado de mi agarre para poder ocupar lugar en una silla mientras observaba el show, hasta que un chico castaño con una simple remera blanca de mangas cortas y con algunos tatuajes se le acercó. 

—Lo quiero hacer con ella —hablo alto haciendo que absolutamente todos lo miráramos y un rubio a unos pasos de mi amiga apretaba su mandíbula con fuerza 

—No —Mason se acercó hasta quedar enfrente de mi amiga 

—Eso no lo decides tú tío —el otro chico sonrió de lado y se corrió para mirar a mi amiga—. ¿Qué dices linda? 

Presentía que la cosa no saldría bien pero que mi amiga podría sobrellevarla sin problemas, sus ojos marrones me miraron y le di una sonrisa levantando mi pulgar en señal de que lo hiciera si así quería. 

—Lo haré —pepita se levantó de la silla y pasó sus manos por su vestido 

Mason la observó con furia representada en sus manos y ojos. 

—Micaela... 

—Mi nombre es Mica, y no te estoy pidiendo permiso así que cierra la boca y métete en otra cosa 

Estuve a punto de levantarme y aplaudirle pero sería echarle más leña al fuego, por eso me quedé quieta observando como mi amiga se dirigía a la barra seguida por el chico con tatuajes.

Sin prestar atención a lo que el rubio decía seguí a mi amiga, con la intención de decirle algo la chica no espero por nadie y se sentó en la barra para luego acostarse. 

El chico tatuado sonrió y tomó el tequila y la sal para luego empezar a colocarlo por la parte baja del vientre, de ahí llegó hasta su mandíbula y luego a la comisura de su labio y como último dejó el limón en sus labios. 

Ansiosa por ver cómo se desarrollaría la situación mire por sobre mi hombro como Ciro y Madox mantenían en su lugar al rubio que parecía sacar humo por las orejas. 

Chania, Rydel, Persia y Thiara se acomodan a mi lado con un vaso en sus manos. Sus sonrisas iban de oreja a oreja. 

El tatuado se sacó la remera que tenía puesta y pase mi mano por mi rostro para verificar que no estaba babeando, el tipo realmente estaba bueno. Era casi perfecto, su abdomen plano, sus brazos y los tatuajes lo convertían en el chico que alguna vez soñé tener. 

Era divino, demasiado guapo para ver cuando estoy con ellos y por ello "disimulaba" bebiendo una cerveza. 

—¿Un balde para la baba chicas? —Pearce preguntó y todas asentimos 

—Por favor —suspiré—. Está para comérselo enteró 

—Quiero pasarle la lengua por todos esos tatuajes —Chania dijo y asentí, también quería hacer eso 

—También quiero tenerlo encima —Rydel susurro aunque era acribillada por la mirada de Aurel 

—El me dice cállate y le diría que me la calle con su pene —Persia suspiró y le seguimos las demás 

—Yo quiero poder lamerle la sal, el tequila y hasta los huevos si quiere —Thiara chupo sus dedos uno por uno aunque Ciro pego un grito en desacuerdo con ella 

—Quiero ser Mica —murmuró tomando de la cerveza 

—Ya tienes a dos tu golfa —Chania cruzó sus brazos—. Deja algo para las demás golosa 

Encogí mis hombros. 

Uno no puede desaprovechar oportunidades. 

Mordí mi labio inferior cuando nos di la espalda y se subió a la barra dejándonos ver como cada músculo se flexionaba ante sus movimientos. Creo que estoy enamorada. 

Mica estaba bastante tranquila, aunque tenía una de sus manos apretando su vestido. Estaba un poco nerviosa y la entendía perfectamente, yo estaba nerviosa y no estaba ahí. 

El chico sonrió y luego empezó a lamer mientras de fondo sonaba Clandestino, el subió por su vientre y eso pareció causarle algo bastante placentero debido a que su cabeza se hecho levemente hacia atrás y sus manos se hicieron puño, el parecía satisfecho con su reacción por que siguió lamiendo despacito como una lenta tortura. 

—Me tendré que ir a meter dedo después de esto —Chania dijo y asentí dándole la razón 

—A ella tendrán que meterle una banana o que se la meta el, porqué en su posición yo estaría planeando como follarmelo —dije apretando mis piernas

Pero todo casi se salió de control cuando el chico estaba lamiendo su cuello y se le escapó un gemido, Mason dio varios pasos dispuestos a separarlos pero fue detenido por Madox que lo obligó a quedarse sentado. 

Me moría por ver cómo el chico la besaba y cómo reaccionaría el otro tarado. 

Chania tomó mi mano y la apretó con fuerza cuando observamos como el subía por su rostro y las manos de nuestra amiga tocaban sus hombros y espalda, sin duda estaba disfrutándolo aunque no todos pero esa parte no era importante, lo era aquellas dos personas que se miraron fijamente y luego sus bocas se unieron sacando un chillido de nosotras y un gruñido de parte de Mason. 

Cuando se separan solo pude moverme con felicidad en la silla aguantando las ganas de gritar, el chico le sonrió y se bajó de la barra, Pepita se sentó en esta, sus mejillas estaban rojas, con ayuda del tatuado se bajó de la barra y camino en nuestra dirección. 

—¡Pepita! —exclamé tomando sus manos—. Quiero besarte joder maldita perra 

La susodicha río negando, pero toda alegría se dispersó cuando Mason tiró la silla en que estaba sentado y salió como un toro del lugar. 

Mi amiga agachó la mirada y suspiró. 

—¿Te arrepientes? —pregunté 

Negó y sonreí de lado. 

—No fue un beso en sí —encogí mis hombros 

—Estoy bien —sonrió y asentí 

—¿Quién seguirá? —arcoíris preguntó y entre todos nos miramos 

Sus ojos azules se encontraron con los míos y sonreímos con complicidad, le di mi botella a Mica y me encamine hacia la barra seguida por el. 

Tomando impulso me senté encima de esta y luego me acosté quedando boca arriba mirando el techo oscuro, los nervios ya eran notorios y no habíamos empezado nada.

Volteando mi cabeza hacia el costado observé a Thiara con el tequila y sal en sus manos y detrás suyo estaba el esperando. 

—Maldita perra desgraciada —murmuró causando que me riera 

—Huelo desde aquí la envidia —dije y esta pellizco mi pierna 

—¿Ombligo o más abajo? 

—Más abajo 

La rubia asintió y desde lo que era el inicio de mi cadera empezó a colocar el tequila y la sal recorriendo mi abdomen, entre mis pechos, cuello, mandíbula y casi encima de mis labios. 

Dejo las cosas en la barra y me dejo una rodaja de limón entre los labios y antes de acomodar mi cabeza observe cómo se sacaba su camisa y dejaba a la vista su cuerpo. 

Su abdomen plano y duro que marcaba aquella V que en algún momento recorrería, sus músculos, su piel blanquecina, sin duda estaba perdida por el. 

Sonriendo se trepó encima de la barra en cuclillas con cada pierna al lado de mis caderas, sus brazos se colocaron a cada lado de mi rostro y nuestras caras quedaron bastante cerca. 

Su cara dejó de estar en mi rango de visión y lo sentí bajar, sentía su esencia a centímetros de la mía. Sus manos sujetaron mi cintura y de no ser por el limón que tenía en mi boca hubiera soltado un jadeo al sentir su lengua empezar a lamer el camino que Thiara había formado enviando pequeñas descargas eléctricas a mi cuerpo. 

Mis manos no se habían quedado quietas, queriendo sentir acariciaban sus hombros, la piel de su cuello y mientras subía por mi vientre y se acercaba a la línea entre mis senos con la punta de los dedos recorría la línea de su espalda. 

Piel contra piel, emociones a un nuevo nivel imposible de aguantar. Su lengua lamiendo  despacio un camino que terminaría en mi boca y me moría por que eso sucediera. 

Mi cabeza se ladeó cuando sus labios subían por mi cuello sacándome un jadeo, sus ojos azules se conectaron con los míos antes de unir nuestros labios olvidándome por un segundo de que tenía algo sumamente ácido en mi boca y que si no tenía cuidado el momento se rompería. 

Mi lengua empujó fuera el obstáculo y su boca lo recibió, se alejó y lo escupió por algún lado. Nuestras bocas se volvieron a encontrar en un beso que me hizo sujetarlo de la nuca y pegarlo a mi pecho. 

Cuando el aire era necesario nos separamos, una sonrisa surco su rostro y se bajó de la barra, con el pecho subiendo y bajando me senté en la barra. Mis amigas se abanicaban el rostro y Chania entre medio de las piernas causando que me carcajera.

Su mano tomó la mía y me ayudó a bajar de la barra, Thaira se acercó y me tendió un vaso con parecía Whisky y que bebí sin dudarlo. 

—Si tuviera pene ya lo tendría parado —Chania dijo y de mis labios brotó una carcajada 

—Lo sé preciosa —dije sonriendo 

Mis ojos lo buscaron y al encontrarlo no dudé en acercarme a él. 

—Tu turno —le guiño un ojo y este río dejando que lo llevara conmigo 

—¿Repetiras con el? —arcoíris preguntó y asentí 

—Thiara encárgate —le dije y esta asintió 

Sin dejar de observarme con sus penetrantes ojos azules se despojó de su camisa deleitándome con su belleza, su cuerpo no era tan fornido como el de su hermano, pero me ponía los pelos de punta y quería ahora mismo recorrer ese camino de tequila y sal. 

Se acostó encima de la barra y esperando paciente a que Thiara terminará seguí observando, los tatuajes eran el toque perfecto en su forma de ser, en actitud, en el. 

La rubia me miró y asintió, me dio la mano y me subí a la barra dejando mis piernas al costado de sus caderas, por un momento coloque mis manos al lado de su rostro y me acerque hasta quedar cerca de su oído. 

—No te enamores mucho Renard —susurro 

Me agaché hasta quedar al incio de sus pantalones y mi lado perverso quería desabrocharlos y llevar a otro nivel las cosas, quería más no lo haría. 

Sin esperar más comencé a lamer y chupar la sal y el tequila que cursan su abdomen y pecho, al llegar a su cuello cualquiera que estuviera detrás podría observar mi braga mojada sin problemas ya que la falda no era larga y la poción que había adoptado no ayudaba pero no importaba. 

Demorando unos segundos más en su cuello llegue a su boca, dónde uniendo nuestros labios saque el limón, lo escupí en mi mano y luego dejándolo caer al suelo lo besé sacándome las ganas que tenía de hacerlo. 

Su lengua se había adentrado en mi cavidad bucal mientras una de sus manos sujetaba mi nuca y la otra mi trasero.

La falta de oxígeno nos hizo separar nuestras bocas, nuestros pechos subían y bajaban al ritmo de nuestras respiraciones. 

—¡No sabía que me darían un show voyerista! —Chania exclamó casi grito y reí sin evitarlo 

Quizás estaba por amanecer cuando salimos del club cantando a todo pulmón Rata de dos patas, en la camioneta que habíamos venido se nos había unido Persia, por ende teníamos las ventanas abiertas y medio cuerpo afuera mientras íbamos camino a la manada. Al llegar nuestros cuerpos estaban como gelatina debido al alcohol en nuestros sistemas. 

Mi mente no funcionaba al 100%, en cualquier momento caería dormida en alguna parte y no me daría cuenta, y no era consciente de cómo era llevada a la casa hasta que sentí la suavidad de una cama debajo de mi cuerpo. 

Sentandome como indio observé a los dos hombres que tenía enfrente de mí, estaban también ebrios pero les daba mil vueltas. 

—Les tengo que confesar algo —dije cruzando mis brazos 

—¿Así? —Pearce alzó sus cejas 

Asentí varias veces. 

—Les mentí cuando les dije que estaba soltera 

—¿Si? —Madox preguntó sin creerme 

Rodé los ojos. 

—Mantengo una relación abierta con Chania 


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¡HOLAAAA!

Ese final, ¿no sospecharon nunca de esa relación?.

Éste capítulo a sido tranquilo, ahora se viene el drama. Ya los avisé.

Soy la única que en el momento en que Fary hizo el reto su mente se fue hacia otro lado.

Madox abajo, Pearce arriba, Fary en medio. 👀

Nos vemos la próxima semana.

Glosario:

¹ ¿Ella es tu compañera?

² Si, ella es nuestra compañera

Hasta pronto.

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