Benjamín

Entonces paré abruptamente.

—¿No? ¿De, de veras Danna?

—De veras —hizo un puchero—. Lo siento, ¡lo siento muchísimo! Si ya no quieres estar conmi… —se disculpaba sonrojada y apenada, pero la interrumpí.

—Claro que quiero, no te dejaría por una tontería. Entiendo que no te sientas lista todavía y, lo voy a respetar —entonces mi novia me dió un fuerte abrazo de oso.

—¡Gracias, gracias, gracias! No sabes cuánto significa esto para mí, gracias —me aferró más hacia sí, y yo no pude hacer más que corresponderle al abrazo y brindarle una comprensiva sonrisa.

Pero la verdad no lo entiendo, ¿entonces por qué me animó? La neta, sí me dejó con ganas, y frustrado.

Aunque supe disimularlo y actué como si nada, fue un poco notorio mi ensimismamiento hacia ella.

N/A:

¿Decepcionados de Benjo? ¿O es normal su reacción? Pues recuerden que no existe el príncipe caballero cien por ciento perfecto, ni siquiera para nuestra dramática protagonista.

¡Saludos!

129 palabras