En la noche

La noche ya ha caído, mi prima y yo ya hemos cenado. Chloe toda la tarde trato de sacarme alguna información sobre lo que hable con Paris, pero no lo consiguió, lo único que consiguió fueron muchas regañadas e insultos de mi parte —a veces es insoportable, muy insoportable.

Harta de su insistencia además de que necesitaba alistar mis cosas decidido pedirle de favor a mi prima que me dejé sola. Pero como siempre pone pretextos tontos para no irse de mi habitación.

Chloe ya no aguanto tus tonterías
—digo enojada y harta.

— Tú me estas ocultando algo y lo noto —me mira seria

— Sabes.... deja de meterte en mi vida —le grito

— Eres mi prima y para tu informacion me meto en tu vida porque te quiero

— Sabes tengo un dolor de cabeza —me toco la cabeza—. Necesito estar sola
—abro mi puerta para que se vaya.

— Está bien, está bien, me voy —me dice enojada—. Espero que "Tu dolor de cabeza" no haga que cometas estupideces —me dice yéndose de mi habitación muy enojada.

— La única que comete estupideces eres tú —le grito y cierro la puerta de un portazo.

Desde que hable con Paris, mi prima piensa que estoy tramando algo, bueno es verdad —sonrió—. Pero ella no tiene por qué enterarse además cuando se den cuenta de lo que estamos tramando, a la primera persona que preguntaran sobre mi será a ella y ella con un poco de presión termina por decirles que está sucediendo, es por eso que no quiero arriesgarme, mi prima es muy manipulable.

Tomo un poco de agua, me tranquilizo y empiezo a alistar mis cosas para escaparme con Paris —suspiro—. Necesito llevar poca ropa ya que llevar toda mi ropa seria llevar millones de baúles así que escojo lo más esencial que puedo, como unos cuantos vestidos, zapatillas y otras cosas, también estoy empacando algunas mantas en caso de que nos haga frio —lo pongo en la cama.

Ya con las cosas más importantes guardadas, me voy donde mi cofre más especial que tengo, en este cofre pequeño tengo guardado todas mis joyas, tengo muchas que me regalaron, otras que mande hacer y tengo otras que fueron de mis antepasados —los toco con la punta de las yemas—. No quiero deshacerme de ellas, pero necesito llevármelas —los guardo en uno de los baúles—. Estas joyas nos ayudaran en algún momento o por lo menos a vivir los primeros meses.

Sé que lo que estoy haciendo será una decepción para mi familia, para mi Padre —siento una opresión en el pecho—. Tal vez mi padre cuando se dé cuenta de mi ausencia mande a buscarme para que vuelva, pero no lo haré, no volveré, solo espero y pido a los dioses que cuando pase eso Paris y yo estemos muy pero muy lejos de Grecia.

Tal vez los primeros años tengamos que huir de lugar en lugar para que no me encuentren y eso será muy difícil de llevar, pero lo más seguro es que no sea así ya que estoy segura es que mi tía le dirá a mi Padre que huí con Paris y lo confirmaran ya que ambos no estaremos en el palacio incluso mi prima corroborara esa información, pero es un sacrificio que correré porque yo quiero ser feliz alado del hombre que amo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el golpe de la puerta, inmediatamente escondo mi baúl debajo de la cama y me siento con las piernas cruzadas dando la impresión de que estaba haciendo algo.

— Adelante —digo para que pase.

Se abre la puerta muy lentamente y de ella entra mi tía con ¿una copa? Jamás mi tía ha hecho eso a excepción cuando estaba enferma y ella me cuidaba con ayuda de las siervas, pero aquí hay gato encerrado —la miro desconfiadamente

Mi tía camina hacia mí con una sonrisa ¿Cálida?, se sienta frente a mí y me ofrece la copa con jugo de arándanos, yo la miro y sonrió muy sutilmente, tomo la copa que mi tía me da y lo pongo en la mesa que hay alado de mi cama.

Desde mi posición puedo ver que mi tía y me doy cuenta que ella tiene los ojos y la nariz roja como si hubiera llorado por muchas horas..... eso es muy raro por parte de ella. Estoy tan inmersa en mis pensamientos que de la nada siento como mi tía me abraza, tan solo con ese abrazo hace que mis defensas bajen y empiece a llorar como cuando era una niña y mi hermano me hubiera dicho cosas feas o me lo hubiera roto algún juguete.

— Mi niña, Ale —me consuela mientras ella llora también

— Por favor no lo permitas —le imploro entre llanto

— Cariño deja que todo ese dolor salga y cuando te calmes tú y yo hablaremos —me dice sin dejar de abrazarme.

Poco a poco saco toda mi frustración y enojo por medio del llanto, ella solo me contiene y yo sigo repitiendo "por favor no lo permitas", "por favor no lo permitas". Hoy es una gran oportunidad para tener a mi tía de mi lado y hacer que ella convenza a mi padre de cancelar esa alianza.

Horas después

Después de casi tres horas de hablar y lo digo enserio, mi tía se levanta, me da un enorme abrazo y un beso tan cálido y amoroso en mi frente, que siempre lo guardare en mi corazón, ella me sonríe y se va de mi habitación cerrando la puerta —suspiro con una tristeza en mi corazón.

En medio de la charla hizo que pensara en muchas cosas y que la idea de escapar con Paris es un error, aunque ella no sabe mis planes muchas palabras que me dijo hicieron que replantee esa decisión, pero toda esa platica se me olvida cuando recuerdo las palabras tan feas de mi padre

Flashback

— Todo lo que hago es correcto, tú no tienes derecho a ir en contra de mis disposiciones además tu solo tienes que dignarte a obedecerme. Desde que naciste tu destino y futuro me pertenecen como el de tu hermano —se sienta sin dejar de mirarme.

— Usted no pudo haberme hecho esto, sin antes consultarme. Yo también tengo voz y voto —lo enfrento con un nudo en la garganta.

Fin del Flashback

La forma en cómo me está imponiendo este matrimonio, como me está vendiendo como un objeto más de su propiedad, el enojo que siento hace que vuelva a buscar mis cosas y poner algunas cosas más que necesitare.

No pasan muchos minutos de o que mi tía sale de mi habitación que vuelvo a escuchar el sonido de alguien tocando mi puerta, vuelvo a esconder mis cosas debajo de la cama, justo al sentarme en la cama la puerta de mi habitación es abierta con mucha calma, me sorprendo al ver que la persona que se asoma es mi padre.

— Ale, hija ¿Podemos hablar? —me pregunta mi Padre con una voz dulce y calmada

— Padre, claro puede sentarse donde quiera —le digo mientras que pongo mi almohada delante de mí.

Mi padre entra con una sonrisa y se sienta frente a mí en el mismo lugar que mi tía se había sentado minutos antes.

— Ale quiero que me escuches —me toma de mis manos—. Quiero que entiendas que la decisión que estoy tomando es por el bien del reino y las personas que viven, hija está decisión que tome no es por el poder como crees —toma algo de aire y continúa—. Hija nosotros tuvimos el gran privilegio de nacer y pertenecer a la familia real, pero como tiene sus beneficios también tiene sus responsabilidades y esa responsabilidad es el bienestar y cuidar de las personas que viven en aquí, en nuestro reino. Sabes —se para y se sienta más cerca de mí, yo me hago a un lado dándole más espacio—. La responsabilidad que uno tiene al ser Rey es muy grande, muchos piensan que solo es tomar decisiones de la nada, tener fiestas a diestra y siniestra o que todos te obedezcan sin desobedecerte, pero no es así. Hay días que yo no duermo por tratar de solucionar problemas del reino como sequias, levantamientos en contra de nosotros, amenazas hacia ustedes, desfalcos y otras cosas —suspira cansadamente—. Hija, aunque no parezca estamos viviendo tiempos muy difíciles, pero muy difíciles —vuelve a suspirar preocupadamente—. Hay reinos que quieren tomar nuestras tierras y gobernar de echo hay un reino para ser más específico un rey que quiere gobernar a todos los reinos y ser el único que manda y gobierne todo. Para eso está utilizando a personas inocentes y no le importa sacrificar a otras más con tal de lograr sus propósitos malignos, tú mismo sufriste uno de sus ataques, ese Rey es.......

— El Rey Carlo Alejandro —lo interrumpo

— Exacto hija es el Rey Carlo Alejandro, además de eso, él quiere apoderarse de las personas y volverlas esclavas, solo las personas que puedan pagar su libertad podrán vivir libres —dice en un tono de indignación y enojo—. Hace poco nos reunimos los Reyes más importantes de todos los reinos, sé que hasta que se hizo esa reunión en otro reinado cercano, Carlo Alejandro quiso tomar algunas ciudades de Grecia y Egipto, lo que nos sorprendió fue que ustedes decidieron frenar su avance
—sonríe mi Padre—. No sabes lo orgulloso que estaba cuando nos contaron eso, todos los demás reinos me felicitaban y alagaban —me mira y sonríe orgulloso—. En esta reunión vi y me di cuenta que muchos reinos ya habían hecho alianzas estratégicas muy importantes y que nuestro reino estaba desprotegido, aun que hice una buena alianza con Nubia no era suficiente, incluso el matrimonio de tu hermano no ayudo mucho en que nos vieran los demás reinos como un reino fuerte
—me dice apenado—. Según nos indicaron los espías que tenemos que uno de los reinos que está como objetivo de ese rey loco y de algunos otros reinos es Grecia, ya que según ellos nuestro reino es débil además de que no tenemos apoyo de otros reinos, sin esperar algún ataque o cualquier cosa peor tome una decisión que fue difícil para mí y sé que es la correcta, hija —me toma de las manos más fuerte haciendo que lo vea a los ojos—. Con esta decisión estamos salvando al reino y las vidas de las personas que viven en nuestro reino —se acerca más a mí y yo miro a otro lado tratando de aguantar mis lágrimas—. Quiero que por una vez no seas egoísta y pienses en los demás como la reina que serás algún día, sé que tienes mucho potencial y que no necesitas a un hombre a tu lado, lo has demostrado cuando fuiste a gobernar la ciudad de Cnosos —me acaricia la mejilla—. No sabes lo orgulloso que estoy por el trato comercial que hiciste con la hija de los Faraones de Egipto, como aprendiste a manejar al ejército, a los sabios y muchas otras cosas —sonríe tiernamente y hace que lo vea a los ojos, me acaricia una vez más mi mejilla mientras me mira tiernamente—. Ale, mi hermosa hija, quiero que por favor entiendas mis razones y comprendas esta situación y que algún día me perdones por hacerte esto.

— Papá —digo con lágrimas en los ojos y la voz algo entre cortada.

— Sabes —vuelve a tomarme las manos—. Cuando mi Padre me cedió el trono, me dijo que para tomar decisiones difíciles siempre pero siempre debo escuchar a mi corazón y si estoy seguro que la decisión que tomo es de corazón debo hacerlo.

— Papá —derramo algunas lágrimas—. Ahora sé que la decisión que tomo es de corazón y que igual tomare las decisiones de corazón.

— Ale, hija toma en cuenta este consejo, es el mismo que mi Padre me dio antes de que me convierta en Rey. Sé que algún día serás una gran reina, toma mis consejos y utilízalos. No por algo uno se hace viejo —se ríe sutilmente y me contagia su risa.

— Gracias por sus sabios consejos Padre —le abrazo muy fuerte y el igual me abraza muy fuerte.

— Siempre que necesites un consejo no dudes en acudir a mí

— Lo hare —le digo y me separo de su abrazo

— Bueno hija te dejo descansar —me da un beso en la frente—. Buenas noches mi pequeña princesa —sonríe.

Mi Padre camina hasta lapuerta y como entro salió sin hacer mucho ruido. Al ver que mi padre se ha idode mi habitación suelto el aire que estaba conteniendo, muy pocas veces hehablado así con mi Padre —sonrió sutilmente—. En esta charla entendí muchasotras cosas que no he considerado, hizo que replanteara la decisión que he tome,todas sus palabras hicieron que pensará mucho mejor las cosas, ahora tengo unpunto de vista diferente.... Uno que no lo contemple hasta ahora.