Al día siguiente

Poco a poco estoy empezando a despertar abro los ojos muy lentamente—. A mi lado siento a alguien y me doy cuenta que esa persona es Paris
—sonrió al verlo—. Me acomodo de costado con mucho, pero mucho cuidado de no hacer ruido para no despertarlo, quiero ver a Paris mejor
—suspiro.

Me acomodo mejor y veo a Paris, él está dormido muy profundamente, tan calmadamente y relajado que no parece la misma persona con cara enojada que lo vez en el día —lo miro sonriendo—. Es hipnotizante verlo así, ver su belleza y lo perfecto que es....

Con mi dedo empiezo a pasarlo por su mejilla muy lentamente para que no se despierte, sintiendo su piel tan suave que tiene.... quiero guardar este momento de por vida en mi mente. Paris se mueve un poco y dejo de acariciarlo y solo lo miro, para mi suerte solo se mueve un poco y sigue durmiendo. Hasta ahora no puedo creer que lo pueda ver y estar a su lado, en la misma cama..., estar alado del hombre que amas es lo mejor del mundo.

Al ver a un costado veo la ventana y me doy cuenta que ya es de día —me sorprendo—. No puede ser, ya es de día.... me siento muy rápidamente y me pongo mi camisón que está a un costado de mi cama.

— Paris —lo muevo para que despierte—. Paris.... —insisto una vez mas

Paris cierra más los ojos y se da la vuelta, ignorándome.... No puede ser, tengo que desertarlo si o si.... Como quisiera que Paris y yo estemos todo el día así, pero por el momento no es posible

— Paris —lo muevo más fuerte y grito más fuerte, pero nada

Paris está muy pero muy dormido y me estoy preocupando más, si no se despierta ahora tendremos problemas, muchos problemas, intentare una vez más. 

— Paris levántate y cámbiate —lo muevo y golpeo, pero el solo sigue haciendoruidos de enfado—. Ya amaneció, en cualquier momento vendrá alguien a buscarmeo peor aún, mi tía vendrá a ver por qué es que hasta estas horas sigo durmiendo—me levanto y vuelvo a moverlo está vez más brusco, al fin está técnica afuncionado.

Paris abre poco a poco sus ojos, se da la vuela de manera despreocupada, pone su mano derecha en su cabeza y ve la ventana, tan solo por sus gestos de su cara sé que ya se ha dado cuenta y está asustado incluso preocupado al ver que lo que le dije que es de día, es verdad.

— Joder —dice enojado Paris—. Ya amaneció y tenía que entregar mi turno hace mucho rato —se levanta y empieza a buscar su ropa que está regada por el suelo.

Yo sigo preocupada y le paso algunas de sus ropas que está más cerca de mí, no sabía que Paris tenía que entregar su turno hace mucho, ahora si podemos tener un gran problema.

— Apresúrate —me pongo una bata, mientras busco mi vestido para cambiarme.

Como pudimos dormirnos y no darnos cuenta que ya estaba amaneciendo.... Paris en cuestión de segundos ya tiene puesto parte de su uniforme, solo le falta su armadura y acomodarse bien su espada. Paris se acerca a mi con una sonrisa en la cara.

— Te Amo —se mira y me da un beso muy apasionado—. Nunca lo dudes
—me acaricia la mejilla para luego tomarme de la mano—. Ale, fue la mejor noche de mi vida —me vuelve a mirar y yo me avergüenzo un poco.

Se a lo que se está refiriendo y yo también tengo que decirlo, fue la mejor noche que pude pasar, jamás olvidare esa noche, jamás.

— Igual la mía —susurro y me sonrojo—. Jamás olvidare lo de anoche. Te quie... Te amo —le digo y me siento tan bien al decir esa palabra, que ahora tiene otro significado para mí.

— Te esperare en los jardines a la misma hora de siempre —me recuerda Paris mientras se pone y se acomoda bien su armadura.

— Estaré allí, pero tal vez me tarde un poco —le guiño un ojo.

Paris termina de acomodar su armadura y su espada, se vuelve a acercar y me da un apasionado beso, yo le rodeo con los brazos y el me atrae más a hacia el con una mano. Nos dejamos de besar por falta de respiración, él me toma de la mano y muy lentamente se va de mi habitación.

Segundos después me quedo sola, estoy viviendo un sueño muy hermoso... camino hacia el espejo y me empiezo a vestir mejor, mi cabello está todo enredado —resoplo—. Necesito cambiarme muy rápidamente, ya que en cualquier momento mi tía puede entrar a mi habitación o cualquier siervo mandado por mi tía.

Me siento frente al espejo y me empiezo a arreglarme y hacerme una trenza, mientras lo hago muchos recuerdos de anoche empiezan a pasar por mi mente, lo especial que fue, el miedo que sentí al inicio y como Paris poco a poco hizo que me relajara y muchas otras cosas más... —suspiro—. Ayer no paso por mi mente que algo como eso podría pasar, yo solo quería verlo y saber cómo está.... Pero no me arrepiento en lo que termino anoche.

Un pequeño golpe en la puerta hace que deje atrás mis recuerdos del día de ayer, doy la orden de pase y veo entrar a una de las siervas.

— Princesa Alejandra, su tía la está esperando para el desayuno

— Dile que en cinco minutos bajare

— Está bien, princesa.... —me mira un poco rara—. ¿Necesita ayuda? —me mira de pies a la cabeza

Extrañada me miro en el espejo y me doy cuenta que necesito que me ayuden con los lazos de la parte de atrás de mi vestido.

— Si por favor —me paro

Ella se acerca y se para detrás de mí, ella empieza a ayudarme con los tiros de la parte de atrás de mi vestido. No tarda casi nada, yo le sonrió y ella se va. Tomo el espejo y me empiezo a maquillar, no puedo ocultar mi sonrisa.... Estoy tan feliz.

Minutos después

Salgo de mi habitación y empiezo a tararear una canción que ni siquiera yo sé, camino y camino y en un impulso doy una vuelta sin dejar de tararear. Mientras camino muchos me miran extrañados, de seguro es porque no paro de sonreír. Veo unas flores y arranco uno, mientras miro y siento su aroma tan exquisito más recuerdos inundan mi mente, no paro de sonreír y parezco una niña chiquita que le han dado su dulce preferido.

Entro al comedor y veo que no hay nadie —miro extrañada—. Un siervo se acerca a mi con una bandeja de frutas, me mira y hace una reverencia.

— Princesa

— ¿Dónde está mi tía? —pregunto

— Su tía se fue a su habitación y me pidió que le lleve su desayuno.

— Perfecto

— ¿Princesa? ¿Usted va a desayunar?

— Si, pero no aquí.... Desayunare en mi habitación —sonrió—. Llévame una bandeja de fruta picada y una infusión por favor

— Se lo llevare a su habitación

— Gracias —sonrió.

Me doy la vuelta y regreso a mi habitación, mientras camino sigo tarareando una canción, y doy vueltas sin ninguna razón. Entro a mi habitación y camino hacia mi balcón para ver la hermosa ciudad y el hermoso día que está haciendo hoy. Miro la flor y vuelvo a sentir el exquisito aroma.... Escucho la puerta ser golpeada y yo le doy permiso a que entre.

— Aquí está su desayuno princesa

— Gracias

— El cocinero le mando un nuevo postre para que usted lo deguste

— Okey, cuando termine de desayunar le diré mis apreciaciones

Ella se va y yo me acerco a la bandeja, lo levanto y lo llevo al balcón, cojo unas uvas y empiezo a comerlas sin dejar de mirar a mi hermosa ciudad.... veo como las personas caminan, hablan y alguno que otros enamorados. Quisiera poder caminar sin miedo alguno por las calles de Cnosos de la mano con Paris.

Como lo que el cocinero real ha hecho y es una total locura, está muy pero muy delicioso.... No puedo creer que el lo haya inventado —doy dos mordiscos más—. Más después le pediré que haga este mismo postre para mañana, definitivamente este postre entra en mi top 10 de postres favoritos.

Me echo en la cama y me dejo llevar otra vez por mis pensamientos que me transportan a la noche mágica que he tenido con Paris —suspiro. Escucho un fuerte bullicio, de soldados caminando muy rápidamente, en cuestión de segundo escucho y siento como abren la puerta de manera bruscamente. Me siento y miro hacia el frente, muy preocupada, de la puerta veo entrar a mi tía con una cara y de una manera muy agresiva, me levanto y me paro.

— Ale

— ¿Tía?

— Alista tus maletas regresaras a Atenas —me grita y yo me quedo en shock.

¿Qué acaba de decir mi tía? ¿Escuche muy bien lo que dijo? ¿Regresar a Grecia? ¿Con que motivo?

— ¿Por qué? —pregunto algo asustada y curiosa.

— Tú Padre me mandó una carta pidiéndome que regresemos lo más rápidamente, él necesita, te necesita.... Necesita hablar urgentemente contigo —empieza a recoger algunas ropas mías y lo empieza a poner en la cama—. Así que salimos inmediatamente
—me responde mirándome muy enojada.

Esto está muy raro... ¿Será que alguien nos escuchó anoche? Empiezo a preguntarme y a asustarme, no, no creo que sea así porque si fuera ese el caso mi tía me estaría moliéndome a golpes, entonces es otra cosa —me preocupo más.

— Está bien tía —digo mientras camino hacia la puerta—. Pero en unos minutos regreso, iré a hablar con el sabio de la ciudad y dejarlo a cargo —hablo mientras mi preocupación crece cada vez más.

Tengo un presentimiento no grato sobre está llamada, es muy raro que mi padre me llame de manera urgente y regrese a Grecia lo más rápido posible, espero que no sea lo que estoy pensando, porque ahí si sería nuestro final.

— Ya hice eso —me asegura y sigue poniendo mis cosas en la cama—. Si no te hubieras tardado en bajar a desayunar lo hubieras hecho tú, pero como la princesita se quedó dormida, lo tuve que hacer yo —me informa en un tono tan sarcástico que me está contagiando su mal genio... Y yo que estaba tan feliz....

— ¡¡Tía basta!! —grito al no poder aguantar más sus palabras—. Lo siento si no baje a desayunar —la miro enojada—. Pero cuando baje usted ya no estaba.... Si me deja sola empezare a alistar mis cosas que necesito en el viaje —le digo y le muestro la puerta para que se vaya—. Gracias

Mi tía deja uno de mis vestidos de mala manera en la cama, me mira con una mirada asesina y camina hacia la puerta.

— Te aconsejo que lleves todo y no dejes nada —me dice y se va muy enojada.

Ella sale y yo cierro la puerta de mi habitación de manera brusca, provocando que uno de los floreros cerca de la puerta se caiga y se haga añicos. Al quedarme otra vez sola doy un suspiro, cierro mis ojos —tratando de calmarme—. Ya calmada empiezo a alistar mis cosas, solo llevare lo más importante para un mes, no creo quedarme más de ese tiempo.

Minutos después

No tardo mucho mando a que bajen mis maletas y yo también hacerlo. En la puerta ya me espera mi tía y nuestros escoltas, entre ellos Paris que está con un semblante muy serio. Las siervas empiezan a arreglar los carruajes y las carretas. Para suerte mía, mi tía se va en su propio transporte no tendré que soportarla todo el camino a Atenas.

Desde la ventana puedo ver a las personas despidiéndose y deseándonos buen viaje. Yo solo muevo mis manos y me despido de mi hermosa ciudad.

En cuestión de minutos llegando al límite de la ciudad me doy la vuelta y miro mi ciudad con una sonrisa prometiéndome a mí misma que ponto regresaría. ¿Quién iba a pensar que al salir de esta ciudad mi vida cambiaría?