Capítulo 5 : Mi segundo dilema.
Han pasado tres días desde que Jaime y yo somos novios y no paro de radiar corazones a donde quiera que voy, ahora mismo me encuentro en el colegio y estoy sola pues Vicky se ausentó toda está semana ya que su familia la llevó de viaje a Tampa por su cumpleaños número dieciséis, y pese a que no nos hemos visto desde el viernes pasado, ella ya está enterada de todo lo que pasó con Jaime.
Así que si Vicky se encuentra en Tampa, significa que he pasado sola durante estos días, no importa que sea Miss Boston aquí en el colegio a pesar de que tengo cierta notoriedad, sigo siendo Ariadna Mathews una estudiante común y corriente que se lleva con Victoria Black otra estudiante común y corriente, no me quiero dar a mal interpretaciones, si hay buenos chicos en este colegio pero Vicky y yo preferimos ser sólo las dos para tener más privacidad.
En estos días durante los recreos me la he pasado jugando los juegos de mi teléfono, y justamente hoy después de la clase de historia hay un recreo en el cual he decidido cambiar de actividad e ir a jugar Tennis en el coliseo de deportes del colegio.
Cuando la hora de historia se termina salgo corriendo hacia el coliseo y allí le pido a la maestra de deportes una raqueta y una pelota de Tennis, ella me las da y me pongo a jugar con la pared, lanzando la pelota contra la pared y golpeándola con la raqueta, hice eso durante un buen tiempo hasta que alguien se acercó...
—Hola, ¿puedo jugar contigo?—dijo una voz de hombre tímidamente.
Yo me giro para ver de quien se trata y me encuentro con un chico MUY alto, a pesar de que soy considerada alta para la estatura promedio de una chica ya que mido 1.74, el me sigue pareciendo alto debe medir por lo menos 1.90 si no es que más.
—Claro—le respondí tímidamente.
Ambos nos dirigimos a la pista de Tennis y empezamos a jugar, el juego duró al rededor de diez minutos y durante todo el juego creo que quemé todas las calorías que normalmente quemo en un día en el gym, ya que tuve que saltar debido a que ese chico es mucho más que alto que yo.
—Disculpa que haya parado el juego tan abruptamente pero creo que es mejor que descanses—dice mientras se acerca.
—Claro—le digo con el corazón latiéndome a mil por hora.
—¿Vamos a las bancas?—pregunta.
—Si—le respondo instantáneamente.
Ambos vamos a las bancas y nos sentamos entonces yo empiezo a mirar mis zapatos durante un largo momento incómodo.
—¿Dónde aprendiste a jugar Tennis tan bien?—me pregunta.
—Pues aprendí cuando era niña en un campamento vacacional, pero no es la gran cosa—le respondo mientras sigo viendo mis zapatos.
—Yo creo que si, jugaste fenomenal conmigo y eso que soy mucho más alto—me responde.
—¿De verás?—alzó mi mirada y él también hace lo mismo provocando que nuestras miradas se crucen.
Al cruzar nuestras miradas sentí como una pequeña descarga eléctrica subió por mi columna vertebral.
—¿En qué clase vas?—le preguntó.
—Voy en la clase 1A, pensé que si sabías que somos de la misma promoción—me comenta.
—Yo...—le sigo tratando de no ser ofensiva, la verdad es que una de las razones por las cuales Vicky y yo no somos populares es porque en verdad no solemos fijarnos en las personas que hay en el colegio, evidentemente he visto a este chico ya que su altura lo hace resaltar pero creí que era una persona de un curso superior y realmente no le di importancia—No suelo fijarme más que las personas que van en mi clase el 1C—le comento tratando de no ser muy ofensiva.
—En ese caso, soy Aaron Rodríguez—dice extendiéndome su mano.
—Soy Ariadna Mathews—le digo estrechando su mano, en ese instante siento otra descarga eléctrica pero esta vez va desde mi mano hasta mi columna vertebral.
—Miss Boston, lo sé—contesta, en ese instante yo no hago otra cosa más que sonreír de la incomodidad ya que no sabía que decir al respecto porque al parecer el me conoce más de lo que yo a él.
Siento como él se fija en mi sonrisa y entonces él también empieza a sonreír, el momento fue interrumpido por la alarma del colegio anunciando que el recreo terminaba.
—Bueno ha sido un gusto—le digo mientras me levanto con la raqueta y la pelota de Tennis para entregársela a la maestra de deportes.
Cuando le entrego las cosas a la maestra de deportes me voy a paso rápido de ese lugar pero alguien me detiene—Espera...—me dice mientras toca mi hombro obligándome a voltearme.
—¿Me das tú WhatsApp?—me mira como un niño pequeño esperando a que le compren una golosina.
—¿Para qué quieres mi número?—le pregunto sin entender.
—Para conversar—me responde.
—Ok—le respondo para después darle mi número de teléfono.
—Gracias—responde—Nos vemos—
—Adiós—le digo mientras me giro y acelero el paso.
Camino tan rápido como pude hasta mi clase y durante el resto de las clases estuve pensando en ese chico...Aaron, no es nada de seguro, NO claro que no, yo quiero a Jaime y es mi novio, no va a pasar nada entre ese chico y yo porque es algo indebido y yo jamás le pondría los cuernos a nadie me trato de calmar por adentro pero se que es imposible... necesito ver a Jaime, necesito verlo ahora, así que cambiaré todos mis planes, apenas salga de clases iré a verlo en su colegio, SI eso haré.
Apenas salgo del colegio llamo un Uber y este llega en 15 minutos, mientras viajo en el Uber voy pensando en lo que ha pasado hoy... ok lo tengo que admitir, Aaron es simpático pero Jaime llegó primero además Jaime me ha dado el mejor recuerdo ya que con él me di mi primer beso.
Al llegar al colegio de Jaime le pagó al señor del Uber con una transferencia de la tarjeta de mi madre y me bajo del mismo a toda prisa, me fijo en que varios chicos están reunidos en un círculo viendo algo interesante y cuando me bajo del Uber algunos me miraron de una forma un tanto extraña mientras otros se ponían a cuchichear, a este punto ya me acostumbre a que la gente en la calle tenga esas actitudes cuando paso cerca.
Trato de acercarme hacia la puerta del colegio pero no podía era imposible ya que poco a poco me fueron empujando hacia el centro del círculo hasta que de un empujón quedé en el centro del círculo.
Ahí pude ver a una pareja besándose...
Y no eran cualquier pareja, eran Jaime y Andrea que se estaban besando.
Me quedé helada al presenciar aquella escena, sentí como algo dentro de mi se rompía así que lo que hice fue acercarme a la pareja y separarlos.
—Jaime tú y yo tenemos que hablar—le digo y en su cara se reflejaba sorpresa.
Dándome modos salgo de ese círculo de personas agarrando a Jaime del brazo y lo llevo lejos del círculo de personas a un lugar más privado donde no hay nadie.
—Si tú querías a Andrea debiste decírmelo—le digo controlando mucho las ganas que tenía de gritarle —Pero no debiste de engañarme... creí que eras diferente, ESTO SE ACABÓ—Explotó—¿me oíste?, se acabó—me voy de ahí a paso rápido, hago parar a un taxi y me voy en el inmediatamente.
En el camino a casa es imposible que me aguante las lágrimas y empiezo a llorar, al llegar a casa me bajo del taxi pagándole al conductor y entro a casa sin saludar a nadie, me encierro en la habitación y me tiro en la cama para seguir llorando, llego un punto donde me quedé dormida y me desperté dos horas después con el tono de llamada de mi teléfono.
Me doy cuenta de que se trata de Jaime y rápidamente cuelgo la llamada para bloquear su número tanto en WhatsApp como en llamadas.
De pronto me llega un mensaje a WhatsApp de un número desconocido.
Número desconocido :
Hola, soy Aaron.
Aaron es verdad, lo había olvidado...
Él era la razón por la que fui a visitar a Jaime en su colegio y me enteré de algo que nunca imaginé, bueno como sea ya que Jaime y yo no somos nada no pierdo nada conversando con este chico.
Lo registré en mis contactos como : "Aaron" y le respondí el mensaje.
Ariadna :
Hola, ¿Cómo estás?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro