Capítulo 4 : Nuevo Romance.
Han pasado alrededor de dos meses desde que empecé a hablar con Jaime, y me he dado cuenta de que es un chico muy bueno.
Pese a que en el principio no me fiaba mucho de él, veo que me equivoqué es un chico súper lindo y justamente hoy tendré un encuentro con Jaime ya que nuestros padres celebrarán el día de la madre junto a Jaime y su familia.
De hecho ahora mismo estoy saliendo de casa porque los señores Hamilton llegaron a casa pues ellos nos llevarán a un restaurante muy bonito que ellos conocen, veo que un auto bastante grande llega pues es un auto de seis asientos, el auto se estaciona frente a la casa y primero salen los señores Hamilton del auto.
—Buenas tardes señores Mathews—saludan con mis padres.
—Buenas tardes—dicen mientras agitan sus manos.
—Hola nena—me saluda la señora Hamilton con un beso en la mejilla.
—Buenas tardes—contestó.
—Buenas tardes—estrecho la mano con el señor Hamilton y él inclina un poco la cabeza hacia adelante, creo que Jaime no mentía, el señor Hamilton tiene la apariencia de una persona adinerada y bueno ahora que su madre está arreglada también tiene la apariencia de una persona adinerada.
Jaime se baja del auto y saluda con mamá y papá, después saluda conmigo—Hola bro—me saluda.
—Jaime—lo regaña su mamá mientras le da un codazo—Es broma mamá—dice mientras ríe.
—Hola Ari—dice mientras me abraza y yo le respondo con un—Hola Jaime—mientras lo abrazo.
—¿Listos para el viaje?—pregunta el señor Hamilton
—Si—contestamos todos al unísono.
El señor Hamilton abre la puerta trasera del auto y dice—Por favor—en señal de que entremos a su auto.
Yo entro primero y me siento en el último lugar, Jaime se sienta a mi lado y enfrente se sientan mis padres, el señor Hamilton cierra la puerta del último y la señora Hamilton se sienta en el asiento del copiloto y el señor Hamilton en el de el conductor.
El señor Hamilton prende el auto y arrancamos inmediatamente, mis padres se sumieron en una plática con los señores Hamilton, mientras Jaime y yo teníamos nuestra propia conversación.
—Pues cuando salí de ese colegio, empecé a ir al gym y tuve asistencia dermatológica y bueno también psicológica porque si me afectaron demasiado todas las cosas que me hicieron Andrea y tú—le digo.
—Lo siento tanto, eres una chica muy fuerte—agarro mi mano de una manera un poco extraña que me puso nerviosa por lo cual yo retiré mi mano.
Yo giré mi vista y me di cuenta que estábamos en la carretera, desde ese momento no platiqué con Jaime hasta que llegamos al restaurante después de diez minutos.
Al entrar nos sentamos en un lugar al aire libre y rápidamente el mesero llegó con la carta, yo me puse a revisar el menú de arriba a abajo y después de un momento decidí lo que iba a ordenar.
Llego el mesero y pregunto—¿Qué es lo que desean ordenar?—
—Un pollo con verduras para mi y una botella de agua mineral—hice mi orden.
Después de que todos ordenaran el camarero nos dijo—Disculpen pero nos vamos a demorar un poco más de cuarenta minutos en servirles su orden porque hay mucha gente en el restaurante—
—No se preocupe tómese su tiempo—dijo el señor Hamilton.
—¿Por qué no van a explorar hasta que nos traigan la comida chicos?—nos preguntó mamá.
Yo sentí como mis mejillas se sonrojaban ya que no había hablado con Jaime después de ese incómodo momento en el auto.
Jaime me regreso a ver y yo resignada asentí.
Ambos nos levantamos y nos fuimos caminando hacia un bonito patio, hubo un silencio incómodo durante un buen tiempo, silencio que Jaime lo rompió—Oye lo siento por incomodarte en el auto—
—Descuida—le respondí aún incómoda.
—Escucha... se que he sido un idiota en el pasado—dice él.
—Toda tú vida—le digo en tono de broma.
El ríe y mira al suelo.
—Bueno la verdad es que me gustas mucho y quisiera una oportunidad, te prometo que he cambiado—me mira con recelo
Yo lo miro y casi sin creer lo que ha dicho le sonrió y le digo—Está bien—
—¿Enserio?—me dice incrédulo.
—Si Jaime—le digo asintiendo.
Entonces el se lanza a abrazarme—Te amo—me dice enseguida.
Nos soltamos del abrazo, nos miramos y nos acercamos lentamente dándonos un tierno beso pequeño.
Ambos sonreímos y regresamos sonrojados a la mesa de nuestros padres ya que, ha pasado por lo menos media hora.
Una alegría invade mi ser ya que si me siento atraída a Jaime y durante estos dos meses que nos llevamos conociendo ha demostrado que ha cambiado y que es dulce y tierno.
Lo miro de reojo, me llama mucho la atención la forma en la que se viste, se viste totalmente alternativo tirando un poco al grunge, se ve muy lindo.
Cuando llegamos a la mesa la comida estaba servida y de vez en cuando Jaime y yo nos dirigíamos miradas, sin duda alguna este ha sido uno de los días más bonitos de mi vida.
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