Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un Primer Día Normal

Un sonido de alarma telefónica se hacía presente en una de las tantas casas que había en la ciudad de Royal Woods, una ciudad pacífica, curiosa y aventurada. Justamente, en esta ciudad vivía una familia curiosa, famosa, pero a la vez problemática.

- ¡Apaguen esa maldita alarma! - alterado, estresado y fastidiado, la voz empoderada de un peliblanco se hacía presente en la casa.

- ¡Lincoln Albert Loud, es hora de que te levantes, hoy inicias la preparatoria! - una voz más adulta opaca a la del chico, alertandolo de algo que se había olvidado.

Oh Dios, estoy en aprietos, ¿cómo pude olvidar eso?

En seguida, el joven peliblanco salió disparado al baño, dejando de lado a sus dos hermanas mayores, quienes habían sido despertadas por el bullicio que se generó por los gritos de sus parientes.

En cuestión de minutos, dicho albino ya estaba cambiado con un look qué lo hacía ver ciertamente simpático: tenis blancos, un pantalón de sudadera gris, una camiseta naranja y un saco naranja, aparte de un gorro negro, el cual había heredado de su otra hermana mayor.

- Buenos días Lincoln, te hice tu desayuno favorito - dijo su padre, quien con entusiasmo, preparaba el desayuno de sus otras hermana.

- Gracias papá, aunque no tenias por qué hacerlo, ya habíamos hablado de esto - dijo Lincoln, quien empezaba a desayunar.

- Lincoln tiene razón, Lynn, él se había comprometido a hacer su desayuno - dijo su madre, quien hacía acto de presencia con su bata de pijama.

- Entiendo que quieras adquirir más responsabilidades hijo, pero no está de más consentirte otra vez - dijo su padre, algo nostálgico.

Madre e hijo se percataron de esto, y echaron una risita mientras se miraban. El albino terminó rápidamente su desayuno, subió su habitación, donde su maleta estaba lista.

Al mismo tiempo, sus demás hermanas salían de sus habitaciones, pues ellas tambuen comenzaban un nuevo ciclo escolar.

- Ey Lincoln, ¿qué tal amaneces? - una de sus hermanas mayores, con coleta, brackets y un muñeco ventrilocuo.

- Hola Luan, me alegra ser la primera que me saludas. Bien, estoy contento porque y a la vez nervioso se iniciar la preparatoria - era notorio, no paraba de temblar, se sentía inquieto.

- Es normal Linky, todos pasamos por eso, pero debes tranquilizarte, la preparatoria es una etapa muy importante y emocionante en cierta parte, y si no lo crees, mírame a mí, que he disfrutado estos tres años como nunca - decía repampanante, y con una experiencia innegable.

- Sí, tienes razón, pero no puedo evitar sentirme así, digo, me siento más grande y responsable - decía el albino mientras levantaba pecho.

Si hermana rió por su comentario, pero se sentía orgullosa de que su hermano tuviera esa mentalidad, daba por hecho que a su hermano menor le iba a ir excelente, por su dedicación a su estudio, y su gran inteligencia.

Luego de su pequeña charla, Luan Loud, conocida así en su casa, bajó por las escaleras, mientras que Lincoln seguía alistando sus cosas, presentía que ese día, iba a ser un gran día.

- ¿El apestoso ya se va a ir? Esto no puede ser posible, debo ser veloz - decía otra de sus hermanas mayores, quien comía con rapidez.

- Lynn, calmate, no todo es una competencia, ¿acaso olvidaste lo que hablamos? - dijo su madre, la cual ayudaba a servir el jugo en la mesa.

- Mamá, pierdes tu tiempo, es claro que Lynn nunca te va a entender, creo que su cerebro está descarriado con todos los balones qué golpea con su cabeza - dijo una de las hermanas menores, quien vestía de rosa.

- Escuchame Lola, si quieres que tus vestidos sigan en su lugar sin ningún rasguño, lo mejor será que te calles - dijo Lynn, quien con su tono amenazante, dejó totalmente a su hermana asustada y temerosa.

- Unidad parental, quisiera expresar mi más sincera degustación positiva hacia tu comida mañanera. Por ahora me levanto queridos parientes, pues debo ir a alistar mis indumentarias para ir a mi instituto - decía otra hermana menor, con un suéter verde y gafas, la cual se levantaba de la mesa.

- Mamá, dile a Lisa que deje de usar tanto formalismo, ¡se me va a explotar el cerebro! - dijo de igual manera, una hermana un poco más grande, con gorra roja una chaqueta azul.

- Lana, con suerte tu cerebro ha podido aguantar, ¿y te quejas de que tu hermana sea más inteligente? - dijo su padre, quien dejaba pensando a su hija por la veracidad del comentario.

- Esperen, ¿no despertaron a Lucy? - decía su madre, inquieta por eso.

- Es triste que no me veas acá mamá... Suspiro... Es el precio a pagar por mi transparencia - decía otra de las hermanas de nuestro personaje principal, que a la vez asustaba a su madre.

- Lucy... Q-que bien que estás a-acá - dijo la matriarca al agarrar su pecho por el susto.

Bueno, bienvenidos a la casa Loud, y sí, supongo que estarán diciendo "¿Cómo es posible que puedas hablar con nosotros?" bueno, es algo que descubrir hace mucho tiempo, pero no quiero que nos desviemos del tema; soy Lincoln Loud, y como vieron ahí, esa es mi familia, aunque hacen falta mis otras tres hermanas mayores: Lori, Leni y Luna, quienes están en la universidad, aunque siempre suelen venir a visitarnos, no niego que las extraño, pero es bueno no tener tanto bullicio en la casa Loud.

Mientras el albino hablaba a la cuarta pared, salía de la residencia Loud, observando a su paso como sus demás completos caminaban a la escuela.

Si, como verán, hoy es mi primer día en la preparatoria, estoy emocionado con saber que ya solo me quedan tres años de estudio, pero me da algo de tristeza saber que ya no soy un niño, y que mis mejores años se van acabando, pero como mi abuelo dijo "los años dorados se mi vida fueron en la preparatoria" y tiene un poco de sentido, por lo que es mi tarea averiguarlo.

Por otro lado, unas calles un poco lejos de la casa de nuestro albino, en una residencia de un solo piso, una chica morena, con vestimenta morada, se despedía de su madre, y empezaba un rumbo nuevo a lo que parecía ser, la escuela.

Hola a todos, soy Ronalda Anne Santiago Casagrande, pero me pueden decir Ronnie Anne, y hoy es mi primer día en la preparatoria, ¿no es emocionante?. Claro, ustedes no me conocen, así les contaré mi historia: Vengo de México, más precisamente de Guadalajara. Llegamos Royal Woods hace tres meses, puesto que vivíamos con mi familia en Great Lake City, pero mi mamá dijo que era hora de independizarse, y que nosotras tuviéramos nuestras propias cosas, pero siempre nos dolerá ya que mi hermano Bobby se quedó, ya que estaba en la universidad, es un golpe al corazón del cual mi mamá y yo siempre tratamos de recomponernos, aunque no siempre es triste, ya que vamos a visitarlo o él viene a visitarnos. También tengo un padre, su nombre es Arturo Santiago, pero no vive con nosotros, él está en Perú por su trabajo como médico, no digo que me haga falta, pero si es necesario tener un padre a quien puedas abrazar y... Ya saben, eso.

A la mexicana se le notaba con una mirada débil, una mirada qué expresaba qué le faltaba algo en su vida, ¿un novio, un padre, un hermano? Ella no lo sabía, pero sentía que la tristeza que había en ella era más grande de lo que se imaginaba.

- ¡Lincoln, que bueno verte! - dijo un afroamericano con lentes.

- Clyde, ¿Dónde estuviste? No te vi acá, ni tu abuela me dio respuesta de ti - dijo el albino mientras se acercaba a su amigo.

- Oh, lo siento porque no te avisé, pero mis padres pagaron un cruzero y dijeron que iba a ser un secreto, nos la pasamos bien, y, ¿adivina a quien me encontré? - replicaba el moreno con emoción.

- ¿Un tiburón de tres cabezas, el cuerpo del difunto Capitán Morelos, la bruja del océano? -.

- No, resulta que en el crucero estaba nada más ni nada menos que Andy Lee - dijo Clyde con euforia.

- No puede ser, ¿el creador de Ace Savvy? ¡Eres un suertudo, amigo! - dijo el albino con emoción.

La euforia y diversión de ambos fue captada por un pelirrojo, el cual pasaba por ahí, sin algún oficio o lavor.

- Vaya, vaya, vaya, pero miren quienes son, Larry Loud y su amigo norbit, ¿o cómo te llamabas? - decía aquel pelirrojo de manera engreída, mientras su séquito de amigos llegaban por detrás de él.

- Ah, Chandler, creo que ya te he dicho por enésima vez que nuestros nombres son Lincoln y Clyde, tus compañeros de clase desde la primaria - dijo Lincoln mientras lo miraba a los ojos.

- Cierto, Larry, no me olvidaría de tu nombre, pero bueno, otra vez nos veremos este año, idiotas - dijo Chandler mientras se iba con sus amigos.

- Ese estúpido, un día nos la va a pagar, te lo aseguro que si - dijo Lincoln, mirando de lleno a Chandler con ojos de furia.

- Lincoln, calmate, la venganza es mala, según la doctora López, ya que solo nos genera un mal peor, y nos puede llevar a hacer cosas de las cuales nos podamos arrepentir - dijo Clyde mientras agarraba por el hombro a Lincoln.

- Sí, tienes razón, no vale la pena - dijo el albino, para seguido dar media vuelta.

- Por cierto, ¿has sabido de Liam, Rusty, Zach y Stella? No los veo por acá, y no supe de ellos en las vacaciones, es como si la tierra se los hubiese tragado -  dijo el albino intrigado.

- Oh, pues... Ah, Stella se mudó Lincoln, dijo que su abuela estaba enferma y que necesitaba dle cuidado de alguien más. Zach ahora vive en una casa rodante con sus abuelos en Los Ángeles. El padre de Rusty tuvo éxito con su negocio de ropa y abrió una tienda... En Nueva York, y Liam está enfermo, pero supongo que mañana ya estará acá - era una revelación dura para Lincoln, quien nunca imaginó escuchar esas palabras.

- ¿En qué momento, por qué no llamaron, les caigo mal? - fueron las preguntas sin respuestas que Lincoln hizo.

- No quisieron revelartero porque pensaron que ya no eras importante en sus vidas, además de que todas las vacaciones estuviste alejado, no te reportaste y nunca hablaste con ellos, y no es que yo piense que eso, porque me consta que estuviste al pendiente de mí, pero es lo que ellos dicen - dijo Clyde, quien ponía su mano en el hombro de Lincoln.

- ¿Nunca les hablé? Son unos mentirosos, todos los días hablaba por el walkie tokie, les escribí mensajes por correo, por chat y hasta hice llamada a casi todos - decía Lincoln indignado ante lo que pasaba.

Genial, mis "amigos" cambiaron por completo sus vidas y me echan la culpa a mí, por lo visto el único en quien puedo confiar en es Clyde, aunque también lo dudo, pero no sé por qué, si Clyde ha sido mi mejor amigo surkate años, bueno, supongo que solo es una tonta punzada que tengo.

Se veía al albino traicionado, con una mirada que expresaba un dolor inmenso, pues no creía que sus amigos fueran capaces de ocultarle lo que ellos hacían, se supone que como grupo siempre se iba a expresar, pero por lo visto, en ese grupo no contaban con Lincoln.

Luego de dar la bienvenida por parte de la directora Rivers, todos los estudiantes fueron guiados a su salón por su maestro encargado, claro que el bullicio no se dejó de lado, lo cual reflejaba la gran emoción que tenían los estudiantes al iniciar un nuevo año escolar.

Oh Dios mio, estoy tan emocionada, no puedo dejar de pensar que voy a iniciar la preparatoria, ¿Será que es necesario conseguir amigas? No, creo que me verán urgida de encajar, pero, ¿y si me ven como una rarita sin amigos? Demonios Ronnie Anne, tranquilizate, sé que podrás hacer amigos.

Cada uno tomó el asiento que más le convenía, dejando a Lincoln al lado de la ventana, con Clyde a su lado.

- Oh no, señor McBride, vaya y tomé otro asiento, no puedo dejar que se haga al lado de Lincoln Loud - decía el maestro titular.

- Vamos Señor Lans, no hemos hecho nada para que nos tenga en la mira - dijo Lincoln algo indignado.

- Es eso lo que quiero evitar, así que por favor y evitando que esto pase a mayores, le pido al señor McBride que cambie de asiento con la compañera que tengo a mi lado - decía el maestro mientras señalaba el asiento de cierta morena.

Lamentablemente, y a regañadientes, el afroamericano obedeció, y cambió de asiento, provocando que Lincoln solo que hundiera más, ¿no era suficiente con que sus otros amigos lo excluyeron y ahora tenía que separarse del lado de su amigo por todo el año escolar? Parecía que las cosas al albino le estaban saliendo bien, haciendo que este pusiera una cara deprimida, la cual reflejaba todo lo que sentía.

Por otro lado, Ronnie Anne siguió la orden, llegando al asiento que le dejaba al lado de Lincoln, al cual ella miró, y observó la expresión del albino, por lo que decidió presentarse, para romper un poco el hielo.

- Hola, ¿qué tal? Soy Ronnie Anne - decía ella mientras extendía su brazo.

- Hola, soy Lincoln, Lincoln Loud - dijo el albino algo desinteresado, pero respondiendo a lo ofrecido por la latina.

- Oye, creo que a ti no te gusta la idea de que esté a tu lado pero no pienso hacerte daño o incomodarte mientras tú no lo hagas, ¿estás conforme con eso? - dijo ella al darse cuenta del tono de voz del peliblanco.

- ¿Ah?... Oh, disculpa, sé que sueno amargado pero este inicio de preparatoria no es como lo esperaba, espero me sepas entender - dijo mientras dejaba caer su cabeza sobre su asiento.

- Te entiendo, yo soy nueva en esta ciudad y la verdad no sé cómo llegué acá sin perderme, debió ser el destino por lo visto - dijo Ronnie con algo de emoción.

- Oh, pues sé bienvenida a Royal Woods, la ciudad más curiosa de todo Michigan - dijo Lincoln con cierto sarcasmo.

A la latina le pareció gracioso este comentario, lo cual hizo que Lincoln dejara de lado su desinterés, y con esta tónica, levantó la cabeza con una sonrisa, iniciando una charla activa entre ambos personajes, dándose cuenta que sus gustos eran muy similares, tales como que los videojuegos de peleas y acción eran sus favoritos, o que artistas como Mac DeMarco, Smoosh, Mac Miller y entre otros, estuvieran en sus repertorios de música, era sin duda una cosa muy particular del destino.

Fue entonces, que llegó la hora del almuerzo, donde varios estudiantes se dirigieron a comer con sus grupos de amigos, lo cual Lincoln y Clyde hicieron, sentándose en una mesa algo alejada.

- Bien, veremos que tal está este espagueti, espero que la chef Diana se haya superado - dijo Clyde con el tenedor en mano.

- ¿No te parece a medidas que avanzas, la comida se vuelve más... Vacía? - dijo Lincoln al mirar su plato.

- Bueno Lincoln, eso es lo que sucede en nuestra vida, si te pones a pensar, cuanto más crecemos, más vemos como la cosas que nos gustan dejan de ser importantes, y se vuelven vacías, pasando a buscar nuevos hobbies o gustos, es lo que te pasa con tu comida - dijo Clyde mientras daba el primer bocado.

El albino tan solo había lanzado una pregunta, la cual fue respondida con una acertividad filosofica algo increíble, dejándolo boquiabierto.

- Bueno, si me disculpas, iré al baño Lincoln, pues la comida de hoy ya empuja a la de ayer - no hacía falta mencionar a que se refería Clyde.

El albino simplemente siguió comiendo, pero a lo lejos vio a la latina, la cual comía sola, y entró en un dilema: ¿dejar a tu mejor amigo por ir a comer con una chica a la cual a penas conociste ese día, o dejarla sola y seguir pensando en que parte todo salió mal apra qué rus amigos te olvidarán?.

Al diablo, les demostraré que no me importó lo que me dijeron.

Tomando su bandeja, Lincoln se levantó de la mesa, y empezó a caminar por la cafetería, no sin antes, encontrarse con una persona a al cual no consideraba grata.

- Oh, Lincoln Loud, hace tiempo no te veía - dijo una chica rubia.

- Ah, Jordan, ¿cómo te va? - dijo el albino desinteresado, sin ánimos de hablarle.

- Bien, de hecho, ¿supiste de mi nuevo novio? Está en último año, es todo un galán - dijo con arrogancia, haciendo que Lincoln solo se fastidiara.

Lincoln no dio más importancia, y siguió con su camino.

Oh, olvidé decirles que Jordan y yo fuimos novios en secundaria, para ser preciosos, en segundo año, pero como aún era inocente, no la supe manejar, y es un trauma que aún me persigue, pero aprendí a superarlo gracias a mis hermanas, aunque Jordan siempre aprovecha para restregarme a su nuevo novio, dle cual siempre cambia cada semana, parece que ella es quien no lo supera.

Al estar cerca, decidió pensarlo dos veces, pues la culpa de dejar a su mejor amigo solo era algo con lo que no podía lidiar, pues ni quería ser como sus demás amigos, pero sentía un poco de lástima, al sentir que dicha chica le había caído muy bien. Era un dilema difícil, hasta que tomó una decisión.

- oh, ¡Lincoln! - gritó Ronnie Anne justamente cuando Lincoln se iba dando la vuelta.

Demonios.

A pesar de que la decisión que había tomado lo había hecho pensando en su amigo, él realmente quería quedarse con Ronnie, así que cuando fue llamado por la anterior mencionada, dio vuelta de forma rápida.

- ¿Qué pasa Ronnie? - preguntó Lincoln, fingiendo curiosidad.

- Bueno, te iba a pedir que te sentaras conmigo, claro, si no tienes molestia con eso - dijo la latina apenada por la petición.

- No te preocupes, y por supuesto que me voy a sentar contigo, creo que Clyde puede lidiar por si solo - dijo Lincoln, pasando a tomar asiento.

Durante el almuerzo, siguieron con esa tónica de estarse conociendo aún más, aunque seguía siendo algo raro, digo, ¿conocer a alguien el primer día y sentir que es una conexión instantánea? Era extraño, si lo pensamos bien.

- Creo que mi hermano la debe conocer, ¿me puedes repetir su nombre de nuevo? - decía Ronnie con una sonrisa.

- Lori, Lori Loud - respondió Lincoln.

- Le preguntaré si la ha visto, Bobby es muy amigable con quien sea - dijo Ronnie mientras daba un bocado a su comida.

Ambos pasaban un buen momento, nadie que los incomodara, nadie que viniera a faltarles el respeto o dañarles el momento, parecía que todo era perfec...

- ¿Lincoln? - dijo una voz familiar detrás de él.

El albino suspiró fuertemente, volteó a mirar, y para su no sorpresa, Clyde estaba ahí con su bandeja de comida.

- ¿Qué pasa Clyde? - preguntó el albino desinteresado.

- ¿Por qué te fuiste? Solo fui un momento al baño, amigo - dijo Clyde algo indignado.

El albino sintió como se le retorció el estómago, pues tras de que había dicho mentiras, faltó a la confianza con su amigo, dejándolo solo, repitiendo lo que él ahora consideraba su "ex grupo de amigos". Lincoln pensó en pedirle una disculpa, no quería que su amigo lo abandonara, era su miedo más grande.

- ¿Tú eres Clyde, no? - preguntó Ronnie al moreno.

- Así es, soy el mejor amigo de Lincoln, de hecho, somos la sociedad Clinclon McLoud, y hemos sido amigos desde que tenemos recuerdo - dijo Clyde algo celoso ante la pregunta de la mexicana.

- Cool, ¿por qué no me contaste? - dijo Ronnie algo inquieta.

- Pensé que te burlarías, digo, ¿tomarías a alguien en serio si tiene un collar con la foto de su mejor amigo? - decía mientras sudaba frío, reconocía qué le daba pena ese tipo de cosas a pesar de que quería demasiado a su mejor amigo.

Claramente el comentario hizo que su mejor amigo se sintiera el doble de incómodo, hasta parecía que no quería estar ahí, sin embargo, el albino no quería decirlo con esa intención.

- Creo que están ocupados, mejor los dejo, disfruta de tu almuerzo, Lincoln - dijo Clyde, yéndose a un rumbo indefinido.

Lincoln se sintió como lo peor del mundo, no quería haber dicho esas cosas, sentía que la presión social lo sofocó y que la única salida de aquello, era decir ese tipo de cosas.

- Lincoln, ¿por qué dijiste eso? - preguntó Ronnie Anne, algo enojada con el peliblanco.

- Perdón, no era mi intención, pensé que te ibas a burlar por lo que hacía - dijo el peliblanco acomplejado.

- Vamos Lincoln, no soy de ese tipo de personas, tal vez me eche un poco de risillas pero jamás me voy a burlar, más que todo porque sé lo que significa para ti, y si Clyde es verdaderamente tu mejor amigo, deberías ir a buscarlo y pedirle una disculpa - decía Ronnie con gran experiencia.

Sí, lo que Ronnie Anne decía era verdad, y hacía recapacitar en gran medida a nuestro chico Loud. Con decisión, se levantó de su mesa, y caminó en busca de su amigo, al cual encontró cerca de los baños, con un toque por la espalda, hizo que Clyde volteara a mirar que pasaba, siendo recibido por un abrazo, propinado por Lincoln.

- Lo siento viejo, en serio, lo siento; no quería hacerte sentir mal, solo que no pensé en lo que decía, eres mi único amigo y en quien realmente puedo confiar sin ningún problema - dijo Lincoln casi llorando.

- Lo sé viejo, habría hecho lo mismo con una chica tan linda. Por siempre, serás mi mejor amigo, y eso nunca va a cambiar - respondió el moreno ante las palabras de su amigo.

- ¡Consiganse un motel, par de maricas! - gritó Chandler, quien salía del baño.

De ahí en adelante, Lincoln juntó a su nueva amiga con su mejor amigo, quienes se llevaron bien al instante, lo cual generó una sensación de paz en nuestro querido albino.

El día escolar terminó, y los tres caminaron juntos pues vivían cerca, y no se les hacía complicado. El primero en despedirse fue Clyde, aunque seguía estando incómodo, pero no fue notado ni por Lincoln, ni por Ronnie Anne, los cuales iban en su mundo.

- Bueno, esta es mi casa - dijo Ronnie, señalandola.

- Está muy bonita, se nota que tu mamá metió arreglos importantes - dijo Lincoln contento de saber donde vivía su nueva amiga.

- Si, cuando llegamos, realmente se veía como un cuchitril - dijo la mexicana recordando ese momento con algo de odio.

- Ya lo imagino. Bueno, tengo que irme, nos vemos el lunes en la escuela - dijo Lincoln, dando media vuelta.

- Nos vemos patético, hasta el lunes entonces - dijo Ronnie contenta.

Lincoln había disfrutado ese día, no era como cualquier día de escuela ordinario, sino que lo había pasado realmente bien, tal vez el hecho que su nueva amiga le había generado una gran experiencia.

Al llegar a casa, fue invadido de favores por sus hermanas, más que todo Lynn y Lola, quienes les urgía tener a su hermano en su dominio, por su conocimiento en los gustos de ellas, pero eso no quitó la sonrisa de su cara, la cual extrañaba a todas sus hermanas.

Lo mismo pasaba con Ronnie Anne, quien comía completamente feliz al mismo tiempo que veía la televisión, justo antes de ver a su mamá llegar, quien parecía traer malas noticias. No todo podía ser bueno ese día, por lo visto.

...

Veo, nueva historia, me dicen si les gusta o si prefieren que se vaya a la mierda. Por cierto, ¿Alguien quisiera ayudarme con la portada? Les agradecería muchísimo.

Ahora si, los dejo, y cuídense.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro