Min Yoongi.

-¡Maldita sea!-gruñí demasiado enojado hasta mis ojos cambiaron de color.

-Esto se está yendo muy lejos-dice Namjoon angustiado-Los rehenes que teníamos, ninguno dijo algo que nos ayudará-gruñe molesto también.

Caminé de un lado a otro en mi despacho, despeinado mi cabello soltando gruñidos y maldiciones.

-¿Dónde están, maldita sea?-murmuré en un gruñido.

-Hemos buscado por todo Seúl, hemos avisado a las manadas de afuera pero no hay rastros de ellos-acota Namjoon frustrado.

-Tiene que haber una bruja con ellos, entonces. Deben tener un hechizo que no permite que los rastreemos-aseguro pensativo-¿Pero quién diablos les ayudaría y porque...?

-Puede estar obligado-me interrumpe Namjoon.

-También.

-Esto se está yendo de las manos-susurró angustiado-Jung, quiere algo...

-Ese hombre todo lo resuelve con caos, hay que detenerlo sino harán que de verdad nos busquen a todos y quedemos en las sombras o peor, en la extinción total.

Namjoon se levanta de la silla de mi escritorio y me mira.

-Hay que proteger a los humanos, Yoongi-dice serio.

-Lo se... Hay que hacer una junta con los Alfas de las manadas del alrededor para llegar a un acuerdo. Llamaré a Zico para ello...

Me acerco a mi escritorio y tomando mi teléfono le envío un mensaje a mi segundo al mando para que aparezca en mi despacho.

-Muy bien, sabes que tienes mi apoyo y el de SeokJin-afirma.

Asiento y me siento en mi escritorio.

∆∆∆∆∆

Park Jimin.

Si sabía algo a la perfección, era que yo conocía a mi hermano más que la palma de mi mano y es que ese niño nunca hacía caso.

-Vamos, hyung, por favor-sigue rogándome con sus manos juntas y todo.

-No.

-¡Hyung! ¡Regresaré temprano, lo prometo!

-Deberías decirle eso a papá y mamá-digo mirándolo serio.

-Pero ellos me dirán que no, en cambio tu me cubriras ¿Si?-hace sus ojos más grandes, si puede, con un puchero dejándolo ver cómo un conejito.

Aquello me enternecio y me acerque con una expresión conmovida.

-No-su rostro de felicidad se desvaneció.

-Taehyung irá también-suelta, enojado.

-¿Que?-jadeo.

Ese niño también era otro problema, no podía dejar las fiestas de lado ni acatar las reglas. Que rebelde.

Me acerque a mi mesita de noche y tome mi teléfono marcando su número.

Llamando a Tata

-Por favor no me menciones...-dice Jungkook asustado, él sabía que no debía decirme pero igual me enteraría-Hyung...

-¡ChimChim!

Un Taehyung pasado de copas fue quien me contestó.

-¿Tae, dónde estás?

Me levanté de la cama para acercarme a mi clóset; Jungkook me miró raro y de mala gana le hice señas para que se fuera a cambiar, celebrando se fue.

-Estoy en una fiesta... Espera... ¿Porque me llamaste?-duda, arrastrando las palabras.

-Tae, dime ¿con quién estás?

Me cambié rápido y por algo sencillo, un jean apretado, una camiseta y una chaqueta.

-Vine solo... ¿ChimChim, está enojado con Tata?

-No, Tae, voy a buscarte.

Colgué la llamada y me coloque mis tenis, salí de mi cuarto yendo al de mis padres.

-¿Mamá, papá?-toque la puerta.

-Adelante...

Entre al cuarto y ví a mis padres acostados, listos para dormir y no era para menos, eran más de las diez de la noche.

-¿Jimin? ¿A dónde vas?-me pregunta mi padre.

-¿Sería mucho pedir que me dejen ir a una fiesta, así sea por un rato?-murmuro tímido e inseguro, conocía a mis padres y a veces podían pasarse de estrictos, y más para como están las calles.

-Sabes perfectamente que no puedes salir, menos a estas horas-contesta mi madre.

-Lo se, pero es importante...

-¿Una fiesta es importante?-inquieren.

-Tengo que buscar a Taehyung-digo cómo último recurso, sabiendo bien que mis padres no pueden decir que no cuando de mi mejor amigo se trata.

-Esta bien, ve rápido. Que Jungkook te acompañe-acceden convencidos y sin inconvenientes.

-No se preocupen-me asuste al escuchar a mi hermano detrás mío-Cuidare de mi hermanito-finaliza burlón.

Soy mayor que tu, imbécil... Pienso rencoroso.

Nos despedimos y tomando las llaves del auto de papá, nos fuimos.

-¿Dónde es la fiesta?-pregunto, porque a la final no sabía dónde era.

-En el bosque.

-¡¿Que?!

∆∆∆∆∆

Min Yoongi.

Estaba con Zico, hablando de la programación de la próxima reunión que haríamos, cuando la puerta se abre abruptamente.

-Alfa...

Minho, un soldado de la manada, entra sin preámbulo a mi despacho.

-¡¿Que te...?!

-Hay una fiesta a más de treinta metros de aquí, señor-me interrumpe serio.

-Bueno, encárgate de ponerles vigilancia para mantenerlos fuera de esta zona...

Vuelvo a sentarme.

-Y se a detectado movimientos raros cerca de la zona, señor...

-¿Lobos?

-Si, señor.

-¿Jung?

-Lo más seguro, señor.

Me levanto con prisa y saliendo del despacho con Minho y Zico siguiéndome, empiezo a dar órdenes a diestra y siniestra.

-¡Quiero a los mejores rastreadores y cazadores para esta misión!

-¡Pero señor ¿y la reunión?!-reitera Zico.

-Primero atrapare a ese mal nacido-aseguro.

∆∆∆∆∆

Park Jimin.

Llegamos al bosque, Jungkook aparcó en una zona muy frondosa, muy oscura, cerca de donde se escuchaba el bullicio de música y gritos. Nos bajamos, y casi corro hasta el tumulto de gente, todos borrachos y eufóricos. Jungkook estaba entusiasmado.

-¡Ayúdame a buscar a Tae!-le grito por sobre la música, que seguro venía de algún auto.

Jungkook asiente sonriente y se pierde, seguro iría a tomar pero también confiaba en que buscaría a Tae. Me escabulli entre la gente, casi todos eran del instituto y otros seguro unos colados, me metía entre los adolescentes y miraba un poco por encima de sus cabezas pero no veía nada.

Puta estatura de mierda...

Estaba oscuro, había poca iluminación que la daba la luna y unas luces provenientes de un auto, el mismo de la música. Salí del tumulto y circule por el área donde habían personas, estaba sudado y nervioso, y muy preocupado por el bienestar de Tae, él cuando se emborracha pierde toda conciencia de si mismo y podían aprovecharse de él.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo.

Kookie
Encontré a Tae

Yo
¿Dónde están?

Comienzo a caminar sin rumbo fijo, en espera de una respuesta.

Kookie
Cerca de la fila de unos autos

Yo
Voy para allá

-¡Jimin!

Pegue un brinco del susto por el llamado repentino. Observé a mi alrededor, solo árboles, sin personas, la música se escuchaba así que no estaba tan lejos. Volteo.

Taemin.

Y borracho.

Lo ignore y trate de pasarle de largo, pero el idiota a pesar de su borrachera, sigue teniendo fuerza.

-¡Suéltame, imbécil!-tiro de mi brazo para soltarme pero aprieta más, seguro dejaría marcas.

-Oh, Jiminie, eres tan lindo...

Me jalo hacia él, tomándome de los dos brazos, me queje por la fuerza que ejercía y trate de soltarme.

-¡Suéltame, Taemin! Por favor...

Empecé a asustarme.

Y empecé a escuchar ruidos raros detrás de nosotros.

-Aun me gustas, Jimin...

Intentó besarme pero le gire el rostro y empezó a besar mi cuello.

-¡No! ¡Basta!

Me ignoraba y ya sentía repulsión de sus besos en mi piel, mis ojos se nublaron y sus brazos me rodearon la cintura, apresandome.

-Por favor, Taemin...

Me removí tratando de soltarme hasta que por mi mente cruzó una idea.

Doble mi rodilla dándole en sus genitales y me soltó con un empuje, caí, retuve un poco el golpe pero abrí mis ojos y no podía creer lo que veía.

-¡Taemin, cuidado!

Un gran lobo nos acechaba.

Pero algo igual lo tacleo, alejándolo. Otro lobo.

Empecé a escuchar gritos y rugidos.

Saliendo de mi shock me levanté y me acerque a Lee que también estaba en shock, mirando como ambos lobos peleaban ferozmente.

-¡Levántate!

Le ayude a levantarse para salir corriendo y dónde antes habían adolescentes ebrios y felices ahora era como una zona de batalla pero de lobos, no divisaba a humanos, seguro salieron corriendo o eso esperaba. Salimos corriendo también, entre algunos matorrales que nos cubrían pero hubo un momento en el que quede solo, Taemin me había dejado solo.

-¡Maldito bastardo!-gruñí molesto, escondido entre unos arbustos.

Transpiraba y jadeaba en busca de aire. Escuchaba rugidos, gruñidos, zarpasos y rasguños, eso me tenía mal, muy nervioso, muy angustiado. Ni siquiera sabía de Tae y Jungkook

Escuché un gruñido, muy cercano.

Lentamente gire el rostro, más pálido de lo normal, y aterrado.

Un gran lobo negro, con colmillos grandes y ojos rojos me acechaban con recelo.

-Por favor...-comencé a llorar del pánico.

El lobo tenía clara sus intenciones y yo ya no pensaba del terror que había en mi.

Lo último que pude ver fue un pelaje tan blanco como la nieve, y caí en la oscuridad.

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S

e me había olvidado actualizar jeje 😂.

Creo que se han dado cuenta que estoy actualizando semanal, y es porque tengo parte de esta historia echa así que habrá veces que me tarde demás en publicar.

Siento que mejoro en mi escritura.
¿Que opinan ustedes?

¡Nos vemos en la próxima.

No olviden comentar y votar, por favor.

⊂((・▽・))⊃