Capítulo 9––––––"¡Anecdota!".

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¡Mi nickname en juegos: dramaqueen!
Juego: Fortnite.

El ojiverde continuo insistiendo conmigo, y en qué aceptará salir con él. ¿Adivinen que es lo primero que me dijo para entablar conversación conmigo?.

Me dijo:
–Me encanta tu bigote.

Y yo, quedé con cara estupefacta. Lo miré a los ojos con la boca ligeramente abierta, sin saber muy bien como reaccionar. El tipo tenía una sonrisa ladeada como "¡Soy superior a ti!". Y quise reírme ahí mismo.

Pero en cambio, lo miré fijamente y le espeté:
– Por eso no tienes novia, retrasado.

Y salí casi que corriendo hacia el baño de chicas. El de los chicos, justo al lado de él provenía un olor nauseabundo y había un rollo de papel higiénico apostado en la puerta además de que se oía música al estilo de calle.

De mi mochila saqué un pequeño espejito con marco de plata y me inspeccione en él. En efecto, no tenía ni un pelo allí. Me hacía rutina de skincare casi siempre y me depilaba las cejas de modo que los supuestos bellos a los que él llamó "bigote", también me los depilaba.

Era un tonto. No quería crusarmelo ni de broma nunca más en mi vida.

...
Pero cuando lo conocí:
En conclusión, era mal ligando, tenía un largo historial de chicas y novias con las que había tenido intimidad o incluso relaciones. Guardaba fotos sospechosas en su galería, que al verlas me dió un poco de repudio. Bebía cerveza en grandes cantidades y se vestía horrible. Una vez lo ví usando una gorra de Ash Ketchum (rianse).

Y entonces, desperté. Lo bloquee de las redes y pasé página. Lo bueno era que tenía anécdotas que contar en mi grupo de amigas. Iniciales: T (Tania), M (Molly), M (Margoth), R (Ruby) y M de nuevo (yo).

– ¿Y cómo es eso de que intentó besarte con Fanta en la boca?.—pregunta Rub.

– Eso, fue realmente asqueroso. Acabó todo el líquido en mi escote junto con una flema.—digo reprimiendo una risa y frunciendo el ceño.

– Ughhhhh.—hacen todas con mueca de asco y terror.

– De las experiencias más exóticas y extravagantes, creo que yo me llevo el premio.—habla Margoth ahora,Tenía 15 y el chico en cuestión tenía puesto ese día unos panties de su hermana. Dijo que se los había probado para ver qué se sentía.

Todas nos reímos a carcajadas muy sonoras.

– ¿Y cómo terminó?.—pregunta Tania a mi lado.

– Se puso colorado y cuando intentó sacarselos, tropezó y su cabeza dió contra el plasma televisor de sus padres.

Me ahogo con un Dorito que se me atasca en la garganta.
Molly me golpea la espalda.

– No pregunten que hacíamos en la habitación de sus padres, es que...—estalla en una risa histérica—, Fue muy gracioso, el plasma acabó de los mil demonios y luego me fuí corriendo de allí.

Nos mira a todas con una mueca rara y con las mejillas coloradas.
Y le aplaudimos. Cómo hacemos siempre que una de nosotras lo hace bien, de la mejor forma dada la situación.

Nos pasamos el bol con Doritos Flamingo picantes y tomamos de nuestros vasos de refresco.

*Una vez en casa.

Me pruebo todos los atuendos y ropa que fuí capaz de comprar en el centro comercial, hay al menos 11 bolsas de papel esparcidas de forma graciosa sobre mi cama. Las cazadoras me quedaban bien, resaltaban debido a mi tez aceitunada.
Y a mis ojos grandes, la sombra azulada le daba un toque mágico y maravilloso. Las botas militar hacían juego con cada pantalón de cuero y falda, y las gargantillas, al igual que los chokers, adornaban mi cuello de una forma casi espiritual.

¡Ser una dark se me daba bien!.

¡Aplauso a mi hermanita, Chauncey!.

Doy mil vueltas en el espejo siendo capaz de admirar de muchas formas los looks. Aún no puedo creerlo, estoy emocionada y estenuada.

...

Voy al instituto con mi nuevo atuendo negro. Varios se me quedan mirando, algún que otro comentario sale de sus bocas. Siento un par de miradas muy cerca de mí. Soy arribada por el ojiverde.

– Me gustaría no haberte conocido. Y por otro lado, eliminé tu cuenta de Instagram de mi celular.— le digo.

Me queda viendo con un brillo en los ojos inusual, y se da media vuelta yendo a su respectivo salón caminando con la espalda recta. En un momento trastabillo sobre su pie derecho.

...
No eh conocido a ningún chico más. Me gustaría que así siguiera siendo el ritmo de todo y el rumbo, aparentemente. Pero, ¿saben?. Hay alguien que me atrae mucho y espero puedan entenderme. De verdad, captó mi atención al instante desde que entré por aquella puerta de doble hoja. La puerta del instituto.

Hoy Tania se lleva el SketchBook, dice que le gustaría casarse con Louis Tomlison. Por mi parte, le guiño un ojo y le doy palmaditas en la espalda. Ella sonríe ondeando su pelo rubio.

Escribió debajo de una foto de nosotras en el parque:
"Sonrían bonitas, y sean felices como siempre han sido. Kiss, kiss. ¡Besos al aire!".

Y un beso marcado con labial rojo mate yacía en la esquina de la hoja. Todas exclamamos con alegría. Y nos tomamos una nueva foto con el teléfono de Tania.

Y debajo de la foto de Louis (ex-cantante de One Direction), puso:

“Me gustaría tener una familia de gatos entera con él, ¿a qué sí chicas?”.

Catherina Chauncey me peina animadamente, y luego me retoca las mejillas con rubor. Mientras vemos una película de acción en la tele. Mamá está cortando unas papas para hacer un pastel de carne. Yummy, ¡ahí te voy comida!.

– ¡Quédate quieta o vas arruinar la obra de caridad!.—me espeta.

– Es que me dan miedo tus ojos, demasiado grandes.

– Es mi cara de concentración. ¡Quieta!.

Hago lo que me pide y siento cosquilleos en toda la cara. Mamá regresa de la cocina con un delantal rojo puesto y un par de mitones.
Nos mira y sonríe.

– ¡Pronto tendremos un salón de belleza en casa, por lo visto!.

La miro y sin querer la brocha se mete en mi ojo.

– ¡Eres tonta Morgan!.—exclama Chauncey.

Y corro a la canilla a por agua para aliviar el dolor.

¡Yujuy!.

🐻💌
¡Besitos!.