Capítulo 1–––––"<3".

¿Saben cuando empecé en este mundillo de la expectativa del no-enamoramiento?.

Con eso quiero decir:

Una ligadora compulsiva, o para los educados:

Una coqueta compulsiva.

¿Cuál de los dos les gusta más?.

A los 16, y un poco más adelante. Porque yo era la niña que no salía de casa y sufría de ansiedad social, la famosa ansiedad social.

Ahora puedo decir que soy diferente, una pizca diferente.

¿Pero, qué fue lo que sucedió?.

No fue magia, fue un proceso muy largo. En dónde mi hermana menor me impulsó por así decirlo, a llevarme bien conmigo y amarme a mi misma.

Ella apenas tiene 11, y dirás que es una locura. Pero Catherina Chauncey es una loca por la moda, las revistas, los catálogos, las tiendas. Y ¡el maquillaje!.

Ya se hacen una idea de lo que será esa niña cuando crezca, ¡Un incordio de mujer!. Va a ser tan femenina y talentosa que dará hasta miedo mirarla y compartir aire con ella. Volviendo a la historia, Cate Chauncey (así es como la llamo, porque es mi hermanita menor) y su apodo favorito, cambió mi vida para bien.

Empezamos con un día caluroso. Dónde yo estaba ataviada con una camiseta XL de One Direction. Hacía un calor de los mil demonios. Y ella entró en mi habitación y me gritó:

– ¡Sácate esa remera, Morgana!, ¡vas a ponerte un bikini y a salir a la playa a conquistar a chicos lindos como Ross Lynch en la película de Teen Beach!.

Yo la mire como si se hubiera pegado la cabeza contra el inodoro mientras se cepillaba el cabello o se hubiera vuelto loca.

– ¡Estás demente, no voy a usar bikini, no me gusta!.—exclamé.

Dos años después,yacía con una lista de conquistas en el regazo, con un lápiz de punta afilada apoyado en mi barbilla. Pensando.

– ¡21!—, grité —.¿En qué momento sucedió?.

*En el presente

Mi hermana pequeña tiene 13 años, y es preciosa. Técnicamente sigue siendo la misma loca pero ah crecido, y estoy orgullosa como hermana mayor. Sigue pareciendose a ese personaje de Los Descendientes, la niña loca por la moda que le pinta el cabello a Mal de púrpura brillante.
De nuevo a su color original de siempre.

– ¡Hoy voy a salir, así que no me esperen con la comida lista! —exclamo a voz en grito desde la ducha.

– ¿Con quién sales?—,quiere saber mamá, su voz se oye desde la cocina.—¿Y a dónde?.

Medito si decirle que con Margoth, pero deducirá que no es así. A veces funciona, pero eso no quiere decir que todo el tiempo lo haga. Entonces optó por decir la verdad.

– ¡Con Arlette mamá!.

– ¿Quién es ese?, no lo conozco.

– ¡Mi novio!.— exclamo indignada.

La lluvia me cae desde el pelo enjabonado hasta el pecho.

Hasta decir "mi novio" me sabe raro. Porque es el primer novio que tengo y tengo 17 años recién cumplidos. Todo me sabe raro. Lo conocí un día mientras estaba sentada en el parque Kingston dónde hay una enorme cancha de baloncesto.

El chico pasó silbando en una bicicleta con canasto frente a mis narices. Y lo hizo dos veces a propósito. Fue como: ¿No me viste pasar?, pues pasó de nuevo, ¡No hay problema!. Y diría que fue amor a segunda vista.

Y lo estuve observando desde ese momento, dentro del canasto de su bicicleta, llevaba consigo una pelota de baloncesto. Apropiado para el ambiente y los dos aros que colgaban de allí. Y pensé, seriamente una sola cosa:estaba aburrida, y quería retarlo a un duelo 1vs1 en un partido.
De tan solo dos: él contra mi.

Ese día llevaba ropa deportiva, una campera gris y unos pantalones cómodos de mi talla, y mis converse.
Que por patético que fuera, me hicieron patinar varias veces en el suelo de linóleo.

Él sonreía de forma socarrona cada vez que me arrebataba la pelota. Al principio se extrañó por mi presencia, pero lo cierto es que yo no le podría quitar la vista cada vez que saltaba y encestaba en el aro, su camiseta se subía y dejaba ver su vientre marcado. Era delgado y tenía curvas de chica.

Me gustó al instante, ¿y porqué no, me diría Cate?. Mi hermanita. Era un chico atractivo, un poco atrevido al no dejarme ganar, y porque mis empujones no le afectaban en absoluto. A veces se situaba detrás de mi,y sentía una ligera incomodidad. Realmente pensé que podría ganarle, pero nuevamente mi ego me hizo pasar un mal rato.

Él acabó ganandome, y con gran diferencia.

10 a 1.
Chico bonito 10, 1 por mi lado.

Menos un punto para mí. Me sentía una perdedora. Cuando acabamos el partido, empezamos a charlar, le pregunté cómo se llamaba y me dijo que Arlette. Me pareció un nombre llamativo. Tenía 16 años y me sentí el peor ser humano de la tierra. No había mucha diferencia, yo tenía 17 años recién cumplidos.

¿O eso estaba mal?.

¡Espero que no!. Porque estuvimos saliendo por 2 semanas, ¡2 semanas!.
Y la que acabo realmente mal fui yo.

Mi hermanita, Chauncey Junior (otro apodo que teníamos) me estuvo consolando durante mucho tiempo. Hasta que del cielo cayó un segundo y nuevo pretendiente.

Cuestión, volviendo al azúcar de la tarta, Arlette fue lo mejor que me pasó en mucho tiempo. Porque era cariñoso, y pelirrojo, y lleno de pequitas como chispitas de chocolate en una galleta.

Me decía "mi amor" y yo, caí embobada.

Soldada caída, chicas.

Además tenía está cadena colgandole del cuello, que lo hacía ver sexy al momento en que se cambiaba la camiseta frente a mi. Y me explicó que su rutina de abdomen se había besado en golpes a puño limpio con su hermano Eddy. Yo arrugue la cara con horror.

Los chicos hacían cosas raras, evidentemente. Y había un camino largo que recorrer, ¡Ni me daba por enterada en ese momento!. Estaba en el planeta del amor o algo así.
Una vez me pasé una noche viendo dibujos animados en su computadora portátil tirados en su cama de plaza y media. Un grupo de amigos suyos llegó, y nos vió besándonos por la ventana.

Luego estuvieron difundiendo rumores falsos, como:

"¡Te vimos a ti y a tu chica, consumando el acto mi hermano!".

Y eso fue el principio de todo.

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