•°• PREFACIO
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… Pasado: antes del reinado de Bella y Bestia…
Regina, caminaba de un lado al otro, no se creía todavía que realmente todo estuviera pasando, ¿por qué ahora? Justo cuando su final empieza a tornarse feliz, justo cuando todo empieza a marchar bien, se viene entonces todo abajo.
—Regina, debes mantener la calma. —Emma, que nunca la dejo en toda la noche, trata de reconfortarla.
—No lo entiendes Emma. Tengo, tengo que hacer algo… Bestia, él, él no puede hacer esto…
Y es que, toda la noche, tanto Emma, como Regina, habían estado pensando en esa carta que llegó desde el reino de Bella, todo era un caos ahora que Rumpell, no estaba y quien estaba como rey, era alguien distinto.
—Rumpell, jamás se atrevió a nada de esto. —susurró Regina, mirando el papel sobre la mesa.
—Él, hizo cosas peores… —Emma, trataba de no perder la cabeza en todo esto.
—Pero cambio por Bella, este, este nuevo rey, es una Bestia, desde que separó su parte del reino, no ha hecho más que amenazarme con cambiar todo y se que puede hacerlo, se que sería capaz de algo así… si yo lo hice, él lo haría.
Un silencio reino en todo el salón, no era la primera vez que ese hombre al que se había ganado el apodo de Bestia, dejaba amenazas a Regina, exigiendo la corona y todo el Reino. Al principio, pensaron que solo era un simple capricho, así que lo dejaron pasar.
Pero pronto, las cartas llegaban y con ellas, enfrentamientos duros que mantenían a Regina, agotada y preocupada. Sin embargo, esa noche en especial, la carta decía muy claramente, que tomarían el Reino antes de la madrugada, no importa que o quien se interponga, esa Bestia, había conseguido finalmente la manera de destronar todo.
—Regina… —Robín Hood, fiel amante y padre de los hijos de Regina, aparece por aquellas grandes puertas del salón.
—Robín. —la reina, solo puede recibirlo con angustia.
—He logrado que Robín (su primera hija) y Evie, duerman finalmente. —era lo menos que podían hacer ahora, dormir a sus únicas dos hijas.
Mientras Henry, ya era un hombre y un fiel guardia del castillo, sus hermanas aún eran más pequeñas que él, pues Robín, apenas si alcanzaba la mayoría de edad y Evie, que decir de la pequeña Evie, tan frágil como una rosa roja, dedicada solo a vestir sus muñecas y cuidar del jardín del Palacio, ni siquiera llegaba a tener diez años de edad.
El tiempo corría, la noche se envejecía y las estrellas pronto desaparecían, esperaban noticias, esperaban ataques, esperan cualquier cosa, con nervios y los corazones alborotados.
—¡Mamá! —el grito de Henry, al abrir las puertas del gran salón, alertó a Regina y como no, a Emma también. —¡Están aquí! ¡Él ha venido!
Las miradas que se dan todos, son de miedo, de angustia… pero con fuerza, se deciden por salir a enfrentarlo todo.
Al llegar a la entrada, la sorpresa fue grande, pues sólo se encontraba aquella Bestia, y a su lado, el hada madrina, si, aquella criatura que había ayudado a Cenicienta, y a muchos más en el Reino de Storybrooke.
—Regina, que gusto verte una vez más. —la apariencia de aquel sujeto, podría engañar a cualquiera.
—¿Qué quieres? —Regina, ya estaba preparando sus más poderoso trucos de magia para aquel posible enfrentamiento.
—Vengo por la corona, por el Reino, y por todo lo que ahora será mío.
Sin dar tiempo de responder, Robín Jr. y Henry, aparecen para dar refuerzos a sus padres.
—Pero si esta la familia completa… —aquella Bestia, sonríe de una manera que Regina conoce muy bien, esa manera en la que todo va a desatarse en un caos.
Hay otro silencio en todos, uno que es tormentoso, esperando cada quien el primer movimiento del otro.
Es entonces, que esa horrible Bestia, de un tirón fuerte, quita a Emma, amenazando con tirarla al vacío del puente que conectaba a la isla de fantasías, el único lugar donde nadie reinaba.
Ninguno podía permitir aquello, Emma, trata de soltarse, pero es imposible, ese hombre tiene una fuerza sobrenatural, el segundo movimiento es ahora contra los jóvenes, quienes reciben un impacto fuerte contra Emma, terminando así los tres, al otro lado del puente, quedando como víctimas.
Regina, ataca, su primera reacción es un hechizo de contención, pero el hada madrina, que parecía estar a merced de la Bestia, rebotó el hechizo y condenó a Regina y Robín, a caer al otro lado con los demás.
El caos comenzó y la batalla entre Regina y el hada, desató un sinfín de destellos y energías que las desgastaba a ambas, Emma, se interpuso ante todo y trató de apoyar a Regina, como antes, con sus mismos trucos.
Pero parecía ser imposible, parecía ser que el hada había tomado poder demás… quizá de las aguas de nunca jamás.
Aun con todos los destellos y energías, la lucha siguió, siguió y siguió, hasta que el puente se rompió, fue entonces que Regina lo recordó, Evie, su pequeña seguía en el Palacio, seguía atrapada en esas rocosas paredes.
Ignorando todo poder y fuerza, como pudo, paso al otro lado y corrió en busca de su bebé, pero al llegar a la torre de su habitación, ya era tarde, su niña no estaba allí. Corrió a la ventana, viendo como ahora todos estaban inconscientes en la puerta del castillo, todos menos el hada y Emma, que seguían luchando a punto de desfallecer.
Regina, corrió escaleras abajo y llegó con Emma, decidida se preparó para atacar al hombre que ahora estaba al extremo de la isla, imaginaba que había logrado llegar ahí sin puente gracias al. Hada, así mismo, como también logró dormir a todos.
Impulsada por la rabia de que ese hombre estuviera acabando con todo a su paso, dijo las palabras de ese hechizo de destrucción que tanto había evitado usar… camino unos pasos, pero enseguida, freno casi en seco.
Esa Bestia, tenía en sus brazos a su hija: Evie.
Fue entonces que el hada madrina, lanzó el hechizo, sobre todo, causando una explosión que se expandió en todo el terreno, creando una barrera tan poderosa, que exilió a más de la mitad de la mitad de los reinos ocultándolos para siempre, dejando al otro lado, la isla y los pocos reinos que quedaban.
Por orden de esa horrible Bestia, las memorias de todos fueron restauradas en ese lugar y como medidas de prevención, fueron creados con magia de la barrera, unos nuevos padres para todos los niños de la isla, incluyendo a la pequeña Evie, que, sin saberlo, viviría los próximos años, encerrada con una madre, que jamás existió.
°•°
Aquí les traigo este bonito fanfic, un crossover de Descendientes y Once Upon a Time. Aclaró que en esta historia no todo se seguirá como en las series/peliculas, es decir por ejemplo: el ship de Evie y Doug, no va a existir.
Así detallitos mínimos, tampoco es que vaya a cambiar todo de golpe. En fin, espero les guste y la disfruten.
<3
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