•°• EPÍLOGO: CORONA REGENTE.
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Evie
Una sola tarea de la que dependía todo Auradon y todo Storybrooke: encontrar la corona regente que se estaba quebrando.
Más allá del barco pirata, en las aguas del borde de Storybrooke, se encuentra la cueva a la que ahora deberé ir, el tiempo es algo crucial, no soy la única que la busca, la reina malvada la quiere también porque sabe de su poder.
El caos en los últimos días apenas había sido controlable, la magia poco a poco se estaba desvaneciendo, dejando a los seres petrificados, no se volvían piedras, no se volviendo hielo, solo se quedaban petrificados en una misma posición.
Debía encontrar a Úrsula antes de que la reina malvada lo hiciera y para ello, necesitaría la ayuda de Uma y sus Piratas. Según Rumpelstiltskin, Mal también debía venir conmigo, aunque yo no quisiera, sé que ella, Carlos y Jay, no me dejaran ir sola, porque siempre hemos sido cuatro.
—La cueva no sólo está en las aguas de Storybrooke, también abarca una parte de la isla de nunca jamás. —Harry, parecía saber al respecto. —hay una canción sobre eso, la segunda estrella que lleva a la isla de nunca más, es la misma que lleva a el inicio de la corriente submarina de las aguas de Storybrooke.
—Recuerdo la ironía de la canción. —Uma empezó a tararear. —… y solo una sirena, no tan sirena, que es como una ninfa camina por la arena, podrá tocar la gema, podrá tocar la gema. Un tesoro perdido, puede ser dividido, un tesoro encantado, que solo una ha tocado.
Al prestar atención a la letra lo supe casi de inmediato, una sirena, no tan sirena, se refería a alguien que pudiera andar por las aguas, pero no perteneciera a ellas. Un tesoro perdido, puede ser divido, es la corona que se está quebrando y un tesoro encantado, que solo una ha tocado, claro, la madre de Blanca Nieves, es la única reina que la ha tenido.
—Si, y luego continua… la llave en cuatro pares de manos, una gota de sangre, escama de dragón, agilidad de infante y noble ganador. —continuó Gil, que nos ayudaría en todo esto. —también recuerdo el coro… herida estarás, pues te vengo a curar, oh bella corona que atrapada estas, déjame ayudar, déjate liberar.
La canción tendría algo que ver con la corona y con lo que debíamos hacer, pero no teníamos tiempo suficiente para resolver metáforas. Emma estaba hecha hielo, Regina no era Regina, el hada madrina y algunos más, estaban empezando a quedar petrificados. Debía apurarme a encontrar esa joya y para ello, debíamos hacer una parada en Storybrooke, pues necesitaríamos algo de su magia, en lo que el efecto llegaba allí, además de encontrar el inicio de las aguas para llegar a la isla de nunca más y encontrar esa cueva.
—No tenemos casi tiempo. —Carlos miro por la ventana. —se siguen petrificando.
—Entonces debemos irnos ahora. —sentencie mientras grababa la letra de la canción pirata en mi cabeza. —y la primera parada, será Storybrooke.
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"No creerán que este, es el fin de la historia...¿cierto?"
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