•°• 6. SUCESOS.
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Evie
Habían pasado algunos días luego del incidente con Harry, aun no entendía que me había pasado realmente, era como si de la nada tuviera electricidad en los dedos y suena bastante ridículo, pero así fue.
Por otro lado, las noches se me estaban empezando a complicar, a pesar de que sabía que era el collar quien me llamaba con la voz de Regina, seguía siendo molesto y además de eso, se habían sumado sueños extraños donde ahora no sólo estaba yo, si no también más gente a mi alrededor, no reconocía a ninguno de ellos, eran solo siluetas hablándome y diciéndome cosas que no entendía nunca.
Técnicamente hablando, eran pesadillas, de las cuales siempre despertaba mal, agitada, sudando (que por cierto se sentía asqueroso) y con el cabello hecho un desastre.
Las clases se me empezaban a complicar y eso no podía pasar, teniendo en cuenta que era la mejor en casi todas las clases, no era normal que de la nada, mi rendimiento bajara, incluso Chad, parecía decir cosas más coherentes que yo y eso, ya era otro límite.
—Evie... —Doug, me sacudió levemente llamando mi atención.
Levante mi cabeza, el hada madrina me estaba mirando con algo de preocupación, y ni que decir de los demás, había llamado la atención de casi todos en el lugar.
—¿Qué sucede? —mire a Doug, quien me señalo las notas que estaba haciendo.
Era un dibujo, pero no tenía nada que ver con las clases, ni mucho menos con mis diseños, era otra cosa, yo reconocí a la mujer que había pintado, era Regina, pero diferente. Si vestido era como esos que suelo hacer para Mal, cuando tiene eventos muy, muy importantes, como una coronación, en su cabeza tenía, la corona de una reina, esa corona, me había parecido verla en algún lado, pero no recordaba donde.
—Lo siento, no se... no se que pasó. —mire al hada madrina, que se acercó a mi y observó el dibujo.
Se quedó mirándolo por un largo rato y luego me miro a mi, su expresión me asustó, era como si estuviera viendo un fantasma en carne o como si Maléfica, hubiese regresado.
—¿Dónde has visto eso? —me pregunto volviendo a ver mi dibujo.
—No lo se, solo, creo que en mis sueños. —trate de explicar y ella pareció no escucharme por lo centrada que estaba en el dibujo.
La campana de cambio de clases sonó y el hada madrina regresó a su lugar, como si nada hubiese pasado.
—Evie linda, será mejor que descanses, últimamente no te veo muy centrada en clases. Y por tu palidez, veo que no has dormido muy bien. —antes de salir, el hada madrina me dijo aquellas palabras.
—Si hada madrina. —asentí tomando mis cosas para caminar fuera.
Me quedé entonces pensando en como fue que resulte haciendo aquel dibujo de Regina. Volví a mirarlo, era tan detallado, que dejaba ver perfectamente sus rasgos, solo que felices, de alguna forma había podido hacer su sonrisa.
—Se parece mucho a ti. —Doug, una vez más me hablo.
—¿Qué dices? —lo mire.
—La mujer del dibujo, se parece mucho a ti. —repitió dándome una fugaz mirada.
—¿Eso crees?
—Claro, si miras bien sus ojos, nariz y labios, son bastante similares a los tuyos. —volvió a mirarme. —si me preguntarán quien es, diría que es tu madre.
Fruncí levemente el ceño y volví a mirar el dibujo, no había notado nada de eso, a lo mejor ni siquiera era Regina, si no era yo, pero estaba de no ser yo, porque su cabello, su piel, definitivamente la falta de sueño ya me estaba afectando.
—Evie, ¿A dónde vas? —mire al frente cuando lo escuche una vez más.
—Ah... ¿a la siguiente clase? —me reí luego, sabía que era hora de comer, pero estaba tan distraída.
—¿Segura estas bien? —Doug se río levemente negando.
—Solo no he dormido bien, es todo, vamos.
—Hoy es pastel de manzana, cortesía de Blanca Nieves. —levanto el mentón y camino como si fuera guardia en el castillo.
—Si claro. —negué y seguí caminando.
Llegamos a la cafetería y como era de esperarse, todos estaban allí, excepto Mal y Ben, que como ya era de costumbre, estarían haciendo algún tipo de diligencia real o quizá seguían investigando ese otro puente.
Tome una de las bandejas que había para ir por la comida, busque con la mirada a Jay y Carlos, cuando por fin los encontré, estaban en una mesa con Jane, Lonnie, Audrey y Uma, que solo se sentaba con nosotros cuando Harry y Gil, estaban en práctica de tourney.
—¿Pastel de manzana? —mire a la vitrina de postres, Doug tenía razón, si había de ese pastel.
—No... hoy no. —sonreí ligeramente.
—Evie, pero sólo llevas refresco de naranja. —Bella, que apareció a mi lado sin darme cuenta me miro como el hada madrina hace un rato, con preocupación.
—Es que, no tengo mucha hambre. —empecé a sentirme observada, miré a todos lados, todo mundo parecía estar mirándome.
¿Qué está pasando? Mire cara por cara, ninguna de las caras las reconocía, Bella, había dejado de ser ella y ahora era otra persona, era rubia de ojos claros.
—Evie... —su voz, ya no era la misma y su mirada parecía de necesidad.
Entonces sentí una mano en mi hombro, era Audrey.
—Evie. ¿Puedes pasarme un poco de pastel de manzana? —me sonrió leve.
Miré de nuevo a mi alrededor, ahora todo estaba normal, nadie me miraba y entendí que necesitaba descansar.
—Si, claro. —tome una porción de pastel y se lo pase.
—Deberías probarlo, esta delicioso. —me dijo en cuanto lo recibió. —por cierto, te esperamos en la mesa, Uma te dejo un lugar junto a ella.
—Enseguida voy. —tome mi bandeja y la mire.
Ahora estaba llena como la de los demás, no recordaba haber puesto nada en realidad, por lo que tal vez Bella lo hizo. No le di importancia y me fui hacia la mesa donde me esperaban.
—¡Pero si es E! —Jay me sonrió con emoción.
—Evie, Chico ya estaba preguntando por ti. —Carlos le dio un mordisco a su pastel.
Les di una sonrisa y me senté donde Audrey me había dicho, Jane estaba hablando, así que todos empezamos a prestar atención. Según lo que decía, Ben estaba lleno de libros últimamente y eso no era normal, Mal, estaba atendiendo los asuntos reales y Bestia parecía estar en un caos, al igual que su madre, pues ambos se veían preocupados.
—Oye, que lindo, se parece a ti. —Uma, me hablo y me di cuenta de que yo no había cerrado mi libreta donde estaba ese dibujo de Regina.
—Gracias. Pero no soy yo.
—Pues si que se parecen. ¿Y quien es? ¿Tu madre? —señalo a sus brazos, donde tenía lo que parecía ser un bebé, no me había dado cuenta de ello.
—No, creo que es, alguien que he visto en sueños, no lo se. —cerré la libreta y al instante sentí de nuevo esa chispa en mis manos.
Mire con urgencia a todos lados, por suerte no había pasado nada esta vez, así que me tranquilice. Dejamos el tema atrás y seguimos escuchando a Jane.
La hora de comida se pasó bastante rápido, y para ser sincera no pude probar mucho, no tenía apetito y además no podía pensar en comida con todo lo que estaba pasando ahora.
—Doug. ¿Puedo pedirte un favor grande? —me detuve en mi casillero.
—Si claro. ¿Qué seria?
—Puedes, decirle al señor Diley, que no puedo estar en clase hoy, necesito descansar y la cabeza me está matando. —cerré el casillero y lo miré esperando aceptara.
—Si, yo le digo, pero promete que me escribirás para saber que estas bien. —me miro fijamente.
Yo asentí y le di un rápido abrazo.
—Gracias Doug. —me aleje de el y me fui por el lado contrario.
Quise ir a casa, necesitaba un verdadero descanso, pero me fue imposible, la curiosidad me estaba ganando, además de que, según Jane, Ben estaba leyendo bastantes libros, por lo que quería decir que en la biblioteca quizá podría encontrar algo al respecto de los que estaba pasando.
Espere un poco y cuando los pasillos estuvieron vacíos, corrí a la biblioteca con mi libreta en la mano, esperaba que Bella no estuviera allí, tenía entendido que era su lugar favorito, así que era probable encontrársela en cualquier momento.
Entre con mucho cuidado, sin hacer ruido, parecía no haber nadie además de mi, así que camine por los pasillos llenos de libros, tratando de buscar algo que me ayudará.
Leí títulos y pasé por varias secciones hasta encontrar una en específico que parecía no estar muy visitada, pues tenía un poco de polvo y el nombre apenas si podía leerse de lo viejas que estaban las letras.
"Historia de Auradon".
Logre distinguir que decía en el libreto, aun así, había algo extraño allí, pues el nombre de "Auradon" parecía estar sobrepuesto. Pase mi mano por la palabra, me llene de polvo, pero la palabra dejó ver una esquina rasgada, la cual jale y provoque que al menos la mitad de la palabra real, se viera.
"Story..."
—Storybrooke. —escuche en susurro y me gire a todos lados para encontrarme con que la misma chica de cabello rubio, estaba a mi lado.
—¿Quién eres? —pregunte rápido, a lo que ella solo sonrió y miro al librero.
—Soy Emma Swan, amiga de Regina. —a diferencia de Regina, ella se veía más pacífica.
—Yo soy... —tampoco me dejó terminar.
—Evie, lo se. Bueno, todos en Storybrooke lo saben. —me dijo con seguridad.
—¿Storybrooke, es el lugar que hay al final del otro puente? —pregunte, pues por alguna razón que no conocía, con Emma, podía hablar un poco mejor.
—Si, es de hecho un Reino, pero aún es pronto para decirte muchas cosas. —miro de nuevo al librero y paso sus manos cerca de los libros. —así no puedo... —interrumpió su frase y me miro.
—¿Qué pasa? —mire al librero y luego a ella.
—Dame tu mano Evie. —estiró su mano y yo acerque la mía con mucha duda.
Cuando la tomó, la estiró pasándola con su mano por el librero, no sabía que hacia y tampoco quise preguntar. Para cuando soltó mi mano, tomó uno de los libros que había allí, quito el polvo de su lomo y me lo entregó.
—Dudo mucho que este completo, pero servirá de algo. —suspiro volviendo a ver los libros y sacando otro. —guarda este para luego, no lo entenderás hasta que sepas la verdad.
—¿La verdad? —mire todo extrañada.
—Si. —asintió sin mas.
Estuve por preguntar algo más, pero una mano en mi brazo me exaltó y me hizo soltar los libros que cayeron al suelo haciendo eco por el pasillo, me gire un poco salvaje y mi corazón se aceleró por el susto, últimamente mis nervios estaban al cien y estos sustos, no me ayudaban en nada.
—Harry... —susurre cuando lo vi ahí frente a mi.
Regule mi respiración, que se escuchaba por el silencio repentino, mientras miraba los ojos de ese pirata que ya se había acostumbrado a darme este tipo de sorpresas.
—Evie. Supuse que aquí estarías. —hablo tan bajo que si voz, logró escucharse más gruesa de lo normal.
—¿Me buscabas? ¿Para qué? —mire alrededor, esperaba que no hubiera nadie más.
—Nada realmente. Solo vi que te desviaste de casa y sabes que soy observador. —se encogió de hombros sin dejar de mirarme de esa manera tan fija.
El delineado negro siempre le daba ese toque de misterio a sus ojos que eran claros y profundos, nunca entendí porque de repente se le volvió rutina seguirme o estar cerca de donde yo estaba.
—¿Llevas eso? —inclinó un poco la cabeza señalando los libros del suelo.
—Si... los llevaba, hasta que llegaste. —me arrodillé para recogerlos, pero Harry, se adelantó casi tan rápido que sentí una brisa en su movimiento.
Levanto los libros y los dejó bajo su brazo.
—Vamos, te acompaño a casa. —camino por el pasillo sin darme tiempo de responder.
Mire a mi alrededor buscando a Emma, que había desaparecido en cuanto me asuste, pero ya no estaba. Le di un último vistazo a los libros y al título del librero, no parecía haber nada más y creo que no sería buena idea llevar más de esos dos libros.
Seguí rápidamente a Harry, que ya me esperaba en la puerta y caminé a su lado.
Esto empezaba a ser raro, normalmente pasaba más tiempo con Uma o Gil, incluso con Jay, el que se tomará el tiempo se seguirme o de ayudarme, no era un comportamiento muy común de él.
No tardamos mucho en llegar a mi casa, así que me apure a quitarle los libros, ya me había hecho mucho el favor.
—Gracias, por acompañarme. —le di una sonrisa que me dio la impresión de parecer nerviosa.
—No es nada Evie, ya te he dicho, que trató de ser mejor persona. —pateo una roca cercana sin mirarme.
—Si necesitas alguna vez algo, puedes decirme. —abrace los libros.
Y en cuanto los abracé, sentí un torrente de energía que recorrió mis manos y enseguida las luces del lugar empezaron como locas a encenderse y apagarse.
—¿Qué sucedió? —Harry miro las luces.
—No lo se, quizá algo con los fusibles, pero ya lo miraré yo. —entre para mirar las luces dejando los libros en la mesa.
No parecía haber nada dentro que fuera el causante de tan situación, así que era aún más extraño. Suspire, tenía que relajar mi cabeza, pero no podía hacerlo con el sonido de la luz sobre mi.
—¡Evie! —Harry me jalo con fuerza, cuando el foco explotó y yo me asuste por segunda vez en el día.
Me van a salir canas y arrugas de tantas emociones vividas hoy.
—¿Estas bien? —Él me hablo y fue cuando me di cuenta de lo que ahora pasaba.
En primer lugar, el foco había estallado pero las demás luces ya no estaban como locas, así que ahora estaba bien, según yo.
Pero, en segundo lugar, tenía justo a centímetros el rostro de Harry, mientras mi espalda estaba contra la pared cercana y sus manos me abrazaban por la cintura.
Si alguien viera esto, me molestaría por todo el resto de vida que me queda, lo se, porque cuando Doug accidentalmente choco conmigo y casi me besa, Lonnie y Audrey, no dejaron de decir cosas sobre eso.
—Si, todo bien. —me aparte para recoger el desastre del foco y por supuesto ir por uno nuevo. —solo ha de haber sido un corto.
Lo que era raro, porque nunca había pasado tal cosa.
—Harry, se hace tarde y creo que tu si debes ir a clase. —recordé y le di una mirada.
—¿Te veré después? —me pregunto recostado contra la pared.
—Si, supongo que si. —seguí recogiendo hasta acabar.
—Bien, entonces hasta luego. Ten cuidado.
Me levante para tirar los restos de foco y acompañarlo hasta la puerta.
—Gracias de nuevo. —sonreí y él asintió.
Pasaron unos segundos hasta que se giro y camino de regreso al castillo, dejándome allí con los libros.
°•°
Creo, nomas creo, que me inspire tantito jaja.
Bue, no soy influencer, pero hoy que volvi a ver descendientes, la 3 para ser exacta, me puse a analizar y la verdad, es que ahí, Mal es súper egoísta con sus amigos.
¿Por que? Pues porque 1, lit piensa en cerrar la barrera para siempre, sin pensar en los que están en la isla, osea, si se entiende que quiere proteger a Auradon y la cosa, perooo, me parece muy egoísta de su parte, querer dejar a un montón de chicos y chicas allí, que ni la culpa tienen de vivir ahí.
2, no pensó realmente en sus amigos. ¿Por qué? Pues porque los padres de ellos se supone que también están allí, ahora si, su padre esta allí, pero recordemos que en ese momento, ella no quería saber nada de él, osea lit, hasta dijo que para ella no existía.
¡Pero los padres de sus amigos siguen ahí! Y por muy villanos que sean, son los padres de sus amigos, de quienes considera familia, pero como la niña tiene a su madre en modo lagarto. Osea tipo, la tiene en modo animal, pero esta con ella.
Y que no se nos olvide, que le mintió a sus amigos en un principio a Evie, además a Uma y sus amigos, solo para que salvarán Auradon con ella.
En fin, Mal en la 3 película, es una súper red flag en mi opinión. Ojito, no quiere decir que la odie o algo así, porque en realidad amo a Mal, Maléfica, Evie y Audrey, que son mis favs.
Pero hay que reconocer que si hizo súper mal las cosas en la 3.
Jajajaja, solo quería decir eso, no importa si no lo leyeron todo, no es parte de la historia igual.
So, si leyeron, gracias, los amo y las amo.
Sin más, espero les este gustando y así.
Hasta el próximo cap.
<3
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