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Regina

—¿Pero qué hiciste? —pregunto mirando todo el desastre a través vez del espejo en donde sigo atrapada.

—Te advertí, que el ciclo de iba a repetir. —camino hacia mi sin dejar de sonreír, simplemente no le importaba y yo estaba odiando mi pasado cada vez más.

—Es mi hija… ¡nuestra hija! —golpeé el espejo, no sabía exactamente que estaba sintiendo, pero el vacío en mi pecho, era tan igual que aquel que sentí el día en el que Daniel murió por culpa de mi madre.

—No te confundas Regina… tú y yo, no somos iguales. Tu darías la vida por ellos, si fuera por ti, preferirías ser quien esté en su lugar. Yo por otro lado, estoy dispuesta a sacrificar lo que sea, para obtener lo que quiero.

Me quedé en silencio, estaba bastante claro, que, aunque era una parte de mí, no podría cambiar el hecho de que estaba siendo una copia de mi madre.

—El karma existe, que no se te olvide eso y si no soy yo, estoy segura, de que alguien más te detendrá y tomará tu corazón, tal cual has hecho con Harry. —no estaba en posición de decir mucho, en especial cuando ella, venía de mí.

—Hasta que eso pase… veremos a tu mocosa retorcerse y sufrir, cual mosca siendo aplastada. —empuño su mano.

Ahora, estaba segura de que, de no ser por la sangre que compartimos las tres, la reina malvada ya hubiese matado a Evie, porque es justo lo que busca, ella sabe que, si Evie llega a la corona, será su final y ambos reinos serán unidos.

Al tomar la corona, solo pasará una cosa, y es que todo depende de quien… o, mejor dicho, de cuál de los Mills la tome. Evie, está destinada por ley, a ser dueña de la corona y su poder, porque así lo decidió la madre de Nieves antes de morir.

Muchos creen, que la madre de Nieves, no era más que la reina bondadosa de todo y la cara bonita que representaba el bien, pero no era así, ella también podría poseer magia, mediante la educación de posiciones, era una bruja, así tal cual, pero jamás uso su magia para el mal.

Ella sabía que su destino, era morir en manos de mi madre, de alguna manera u otra, no podría escapar de él, así que, con seguridad, formó un lazo con el destino, que le daría la total libertad, de escoger a su futura heredera, a la real reina de todo. Pudo haber escogido a Blanca Nieves, después de todo era su hija, pero eso sería condenar muy pronto su vida y no habría tiempo de que lo demás en la historia se desarrollará.

Entendió, que, si Nieves llegaba a la corona, Cora, no tendría el final que le di, al contrario, podría ser peor y entonces, nada podría salvar al poder y a los reinos.

Entonces, viajó más allá que solo su descendencia y encontró a Evie, con el corazón más puro que podría haber existido, ni siquiera Blanca Nieves era tan pura como ella, a pesar de venir de una familia regida y perseguida de la maldad, codicia y oscuridad, ella sería tan clara como una gota de lluvia.

Es por eso, que la tomó con seguridad, como su siguiente, como aquella que se encargará de vencer a la oscuridad que busca el poder de la corona, aunque eso signifique detener a la peor versión de su propia madre.

***

Evie

—Evie… —la voz de Ben, me hizo mirar por la ventana del auto, ya habíamos llegado al lugar.

—Los alcanzó luego. —dije sin poder quitar mi mirada de la puerta.

Cada vez que cerraba los ojos, las imágenes se repetían en mi mente, me reclamaban una y otra vez, por qué lo deje morir. Incluso ahora, que era su funeral, yo no podía estar tranquila.

Camine por el pasillo en silencio, era la última en llegar al velorio, todos los que allí estaban, se pusieron de pie sin pensarlo e hicieron una reverencia cada que pasaba por allí.

—Su Majestad… —escuche decir a Bella, que estaba en una de las sillas de enfrente.

—No es necesario usar formalidades aquí… —trate de explicar, pero ella solo negó.

—Es ley… mi reina. —y sin dejarme decir siquiera algo más, se retiró a sentarse.

Me acerque hasta el cajón que tenía dentro el cuerpo de Harry, mire a un lado, ahí estaba su foto y mi corazón volvió a romperse cual cristal en cayendo al suelo.
Sentí una mano cálida tomar la mía y giré a ver quién era, me quedé fría al ver a Killian ahí sentado, tenía los ojos tan irritados como yo, había llorado incluso seguía llorando, por la pérdida de su hijo.

—Evie… sabes que nada de lo que pasó fue tu culpa. ¿Verdad? —me miro y me rompí en el interior de una forma horrible.

Deseaba decirle que lo sabía, pero la verdad es que no, para mi mente había sido todo culpa mis y no lograba convencerme de que así no era.

—Ni lo de Harry, ni lo de Emma ha sido tu culpa. —volvió a hablar y yo mire al frente.

Por si fuera poco, Harry había muerto en manos de quien se supone es mi madre, o al menos algo de ella y Emma, estaba petrificada de manera que no había fuerza en la tierra que la volviera a la normalidad.

No respondí a nada de lo que dijo, no estaba para hablar con él, cuando sus dos personas importantes habían sufrido por lo que creía era mi culpa.

Camine hasta el centro de todo para dar las palabras de la velada y enseguida todos se levantaron con la cabeza abajo, demostrando respeto y silencio.

Esa velada, fue suficiente para saber que mi título como simple persona de Auradon, había desaparecido y ahora, era responsable de todo lo que pasará en ese lugar.

—Yo, Evelyn Mills, hija de Regina Mills, única y legítima reina de todo, heredera de la corona en Auradon y Storybrooke, princesa regente de los reinos y ahora reina del legado de este lado de los estados, les prometo, que yo misma, detendré a la reina malvada, quien es parte de Regina. —tome algo de aire y pensé un momento lo que diría, era riesgoso. —además, decreto que desde hoy y ahora, Regina Mills, no cuenta más como mi progenitora, madre o sangre de mi sangre.

La reacción de todos fue mirarme con confusión y preocupación, en especial mi padre que no sabía que estaba pasando conmigo.
Sin embargo, yo sabía que era la única forma de romper lazos con mi madre y así, sería más fácil enfrentar a la reina malvada, de modo que ahora ella podría obtener mi corazón y yo el de ella sin problemas.

La velada finalizó luego de mis palabras y yo no perdí más tiempo allí, prácticamente corrí a reunirme con Mal, quien estaba lista para ir conmigo y los demás, al barco que ya habíamos preparado para buscar por fin esa dichosa corona.

—¿Estas segura de todo esto? —me pregunto Uma, en cuanto subí a la borda.

—No hay otra forma Uma. Lo sabes, todos lo saben. —respondí sin muchos giros.

—Bien… —ella asintió, no podía hacer más que ayudar. — ¡emprendan camino a las aguas!
Dicho esto, el barco se movió y nosotros ya estábamos camino a encontrar esa corona en contra de todo el pronóstico de la reina malvada.

—Evie…

Escuche mi nombre y mire a todos lados, nadie estaba a mi alrededor, todos estaban cerca de Uma. Caminé por el barco y en el reflejo del agua, en la borda, vi mi reflejo convertirse en una mujer de edad más avanzada que se parecía tanto a mi madre que pude pensar que era ella, pero no es así, era otra persona, que parecía querer decirme algo.

—Evie… —hablo de nuevo y sonrió. —por fin te conozco, mi nieta.

°•°

Aquí actualizando por fin...ahora, aprovecho para decirles que haré una historia donde conocemos a Sofía, pasenla a ver si les interesa.

Y aquí dejó fanart de cuando Harry se murió:

<3