𝟎𝟎𝟏. 𝐏𝐑𝐄𝐅𝐀𝐂𝐈𝐎
Dedicado a:
agus02916698
Feliz cumple bonita, espero la pases muy bien, gracias por leer la historia y estar al pendiente, te quiero mucho <3
•°•
Evie
—¿Madre? —pregunte escuchando el eco de todo el lugar.
La brisa que movía mis cabellos azules era algo fuerte, hacia resonar incluso las hojas de los árboles y me hacía de frío por todo el cuerpo.
El vestido que llevaba puesto, se levantaba como si quisiese irse flotando de mi cuerpo y yo no lo dejara. El piso era frío, lo podía sentir debido a mis pues descalzos.
Camine por el lugar, todo estaba oscuro y las ventanas del castillo estaban abiertas de par en par, dejando entrar cada soplo del viento, yo había estado desde hace unos minutos buscando a Regina.
Escuché ruido por la planta del segundo piso, así que sin pensar mucho corrí a ver, no habiz visto a añadir en el castillo, ni siquiera a mi madre. Solo había escuchado su voz llamándome mientras dormía.
—Evie… —de nuevo ese susurro.
Seguí el camino por las habitaciones hasta dar con una en específico que parecía estar cerrada. Intenté abrir y aunque tuve algunos problemas al inicio, la cerradura término por ceder.
—Por fin llegas. —la voz de mi madre inundo la habitación.
—Madre. ¿Qué haces aquí? —pregunte con ganas de correr a abrazarla, pero no podía, mi intuición decía que algo estaba mal.
—Vine por algo importante linda. —me sonrió, pero su sonrisa me estaba dando inquietud.
—¿De qué hablas? —si era la corona no iba a dársela.
Ella no respondió, a cambio se acercó a mí con pasos fuertes y decididos hasta hacerme chocar en la pared.
—¡Tu corazón es mío! —grito mientras su mano atravesaba mi pecho provocándome un dolor enorme como alguna vez lo había hecho antes. —¡Larga vida a la reina Evie!
Empezó a burlarse hasta que mi corazón se salió de mi pecho y quedó en sus manos latiendo con fuerza.
—¡Evie, despierta! —la voz preocupada de Harry me hace abrir los ojos.
—¿Harry? —pregunto mientras recuperó mi respiración.
—Estas bien. Que susto, de nuevo tuviste una pesadilla. —me explico.
Mi respiración estaba muy agitada, el susto y el dolor habían sido muy realistas.
—Ella no puede tocarte recuérdalo.
Sabía que no podía hacerlo, pero aún así, vivía con el miedo de que pudiese hacerme daño.
°•°
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro