𝟎𝟏𝟖. 𝐂𝐑𝐎𝐖𝐍
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Evie
El agua me lleno por segundos la nariz, sentí el ardor en mi rostro y que q mis pulmones no llegaba aire, pensé que aquí acabaría todo, pero una vez más no fue así.
Un jalón violento me saco del agua, empecé a toser y a sacar el agua que me había tragado en ese momento de segundos. Tomé bocanadas de aire con desesperación y cuando me di cuenta estaba siendo sostenida con un tentáculo gigante.
—Eso fue muy peligroso señorita. —me hablo Úrsula dejándome sobre una roca luego.
—Úrsula… —susurre levemente.
—La misma dueña del mar. Uma, me aviso de tu presencia, pero no creí que te encontraría así. —me dijo mientras regresaba al mar.
—Vi la luz de la corona y ante lo que está pasando, no pensé bien en que el agua también tenía efectos secundarios. Uma, me dijo que podrías ayudarme a llegar a la corona. —me abrace un poco tratando de quitar algo de frío.
—Si, puedo ayudarte con eso Evelyn, pero aún debes saber algo importante antes de ir por la corona. —se acercó a mi y estiró su mano dejando una cadena con una llave dorada. — es peligroso ahora, la corona esta inestable y bueno, quien la porte.
No deje que hablará, en cambio solo suspire y la interrumpí.
—Se que cuando tenga la corona, tendré que ser fuerte y tomar la mejor decisión. Ahora mismo lo sé, sé que, cuando la tenga puesta, iré con la madre de Blancanieves, por eso Hades está aquí. —mire la llave en mi mano y luego mire a Úrsula.
Ella solo asintió apretando los labios y luego miro hacia el horizonte.
—Deberás respirar bajo el agua Evelyn para eso, no te quites esa llave del cuello en ningún momento. Te permitirá llegar a la corona. —me informa mientras deja salir un respiro pesado.
—Gracias Úrsula. —le di una sonrisa, a pesar de saber que era lo que pasaría luego, tenía que ser fuerte.
Empuñe la llave en mis manos y volví a entrar al agua, poco a poco, logre respirar de la misma forma en la que lo hacia fuera del agua y entonces empecé a nadar. La llave brillo con fuerza y empezó a flotar hacia una dirección específica la cual seguí.
Llegue entonces hasta una cueva tal como había dicho Uma, la cueva estaba cerraba y de ella, emanaba el brillo fuerte de la corona que se disparaba hacia todos lados. Busque la manera de entrar y cuando encontré el pequeño hueco donde cabía perfectamente la llave, no dude en abrir.
Las piedras se movieron de manera violenta y todo empezó a temblar, me aleje un poco y entre más me acercaba, el dolor en mi pecho regresaba, aguante el ardor que volvía a hacerse presente y me acerque hasta la piedra que sostenía la corona.
Estaba negra, como si hubiese empezado a oxidarse, se veía quebrada casi por completo y sus joyas brillaban de manera intermitente, como si fueran luces que se apagaban y encendían en un corto circuito.
Tomé la corona y Salí de allí tan rápido como pude, al llegar a la piedra de antes, Úrsula ya no estaba y las nubes se habían vuelto negras, listas para una fuerte tormenta.
Nadé de nuevo como pude hacia la orilla, con algo de desesperación por llegar.
—¡Evie! —Harry grito de nuevo, estaba lleno de agua por todos lados y se veía preocupado, había estado buscándome en el agua.
Nado hacia mí de manera rápida y me ayudó a salir del agua.
—¡La encontré! —grité y corrí por la arena de la playa hasta estar lejos de las olas. —¡tengo la corona!
—¡Evie! —Harry me tomo de los hombros agitado. —¡espera!
—No puedo esperarme, Harry, tengo que hacer esto ahora, o será peor. —hable mirándolo mientras su expresión era de preocupación aún.
—¡Evie! —ahora el grito venía de otro lado.
Mire hacia el bosque que había frente a la playa y de allí, Ruby emergió en su forma de lobo guiando a mi madre y a los demás.
Mis ojos empezaron a dejar salir lágrimas, rápidamente aferré la corona en mis manos y corrí hacia mi madre para abrazarla con fuerza. Enseguida mi padre, Mal, Ben, Uma y los demás, llegaron conmigo por igual.
—Estábamos preocupados. —me dijo Zelena quien también me abrazo.
—Cuando vimos la tormenta pensamos lo peor. —confeso Mal, quien llegó hasta a mí con lágrimas en sus ojos igual.
—Encontré la corona. —fue lo primero que dije sabiendo que significaba realmente.
—Evie. No tienes que hacerlo si no quieres, en este punto la corona está rota. —Me hablo Uma tratando de hacer que cambie de opinión.
—¿De que habla Uma? —pregunto Carlos dando un par de pasos al frente.
—La corona, logró romperse, es por eso que todo empezó a colapsar. —explicó Uma. —hay una manera de arreglarla, pero sería un sacrificio.
—¿Cómo que un sacrificio? —esta vez es Mal que frunce el ceño con la confesión.
—Evie… no. —mi madre tomó mis manos mientras miraba la corona.
—¿Qué pasa? —Ben, se acerca a nosotros y yo suelto las manos de mi madre.
—Tengo que hacerlo. —limpio con delicadeza las lágrimas de mi madre, que empezaban a caer de nuevo. — si no lo hago, ustedes van a sufrir horribles consecuencias. Emma no podrá volver, y, perdería a todos.
Hubo un silencio, y entonces, todos bajaron la cabeza, parece que habían entendido el mensaje y no podían decir nada.
—No quiero que les pase nada. —dije finalmente y di un último abrazo a cada uno.
—¡Evie! —mi madre apretó mi mano y volví a mirarla. — no quiero perderte de nuevo.
Su mirada encogió mi corazón y quería decirle que no me iría a ningún lado, pero sería mentir.
—Siempre tendrás mi corazón madre. —respondí y una vez más, me alejé de ellos mirando la corona en mis manos.
La tormenta se hizo cada vez más fuerte y yo no tenía tiempo por perder, le di una última mirada a mi familia y antes de que cualquier otra cosa pudiera suceder levante la corona sobre mi cabeza.
—Como reina de Auradon y Storybrooke, siempre voy a elegir el bien de los demás. Yo Evelyn Mills, aceptó mi destino como heredera y ahora reina de la magia de este Reino. —tras decir aquello, deje la corona en mi cabeza.
En cuanto esta tocó mi cabeza, todo se paró de repente, mis pues dejaron de tocar la tierra para elevarse en el aire. Me sentí liviana, segundos después, dolor.
No podía aguantar tanto dolor, era como si algo dentro me estuviera quitando cada fibra, absorbiendo cada gota de mí, de mi magia, logre ver a lo lejos como Hades seguido de Daniel llegaban allí.
Harry se fue hacia el grupo de mi madre, quien era abrazada por Zelena y mi padre que evitaban que se acercara a mí.
—¡Evie! ¡Evie basta! —gritaba Mal, que era a su vez retenida por Jay quien se negaba a mirar.
Empecé a perder la conciencia cuando noté que todo estaba más tranquilo, la isla en un fuerte temblor, recuperó su color, los árboles volvieron y las olas se calmaron.
Mi vista se volvió borrosa y lo último que sentí en mi cuerpo, fue un golpe seco en la arena al caer, miré mi mano, que había caído frente a mí, se veía tan blanca, que ya no sabía si era por la inconciencia.
Unos brazos me elevaron un poco la cabeza, era mi madre.
—Evie, por favor. —susurro abrazándome, pero yo apenas podía sentir su calor.
—Lo siento. —hable torpemente. —los quiero mucho… a todos. Cuida a todos por mí, por favor.
Tras finalizar aquella frase, finalmente, mi cabeza se volvió tan liviana como mis brazos y yo, solo vi la nada, no era oscuro, no había ruido, solo era nada.
Entendí, que, ya estaría muerta, sacrificada por salvar a todos y no me arrepentía.
°•°
Este será el final? 👺
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