Kaede estaba pensando correr y escapa de esa loca, pero descarto la idea luego, no sabía que le podía hacer si intentaba escapar y más aún no sabía dónde está, porque si logra escapar, estará perdida sin rumbo fijo.

No le convenía ninguna alternativa. Ambas la mandarían a la muerte.

Ni intentes escapar o sabrás como soy, mocosa – Dijo Subara, como si viera su intención.

¿Qué quieres de mí? – Dijo en un tono pesado la joven.

¿Acaso estas sorda? Ya te dije que quiero – Dijo la mujer con la seña muy fruncida del fastidió.

...

No dijo nada y se prolongó un silenció.

Si me niego – Dijo Kaede con simpleza y bajando la mirada dejando que sus pelos tapen su mirada.

La mujer de un rápido movimiento le agarra del cuello y la alza de la cama sorprendiéndola y que Kaede agarre de sus dedos de su mano de la mujer para que la suelte, ya que le estaba cortando la respiración.

¿Crees que estoy pidiendo tu consentimiento? creo que es evidente, humana mocosa – Dijo Subara con una expresión de desinterés en su rostro, por el vano intento de la chica.

N – No re – res – pi – ro – Dijo con mucha dificultar por hablar, Kaede.

La mujer le miro con fiasco.

Tal vez fue mala idea traerte a esta dimensión, no creo que me sea útil una humana que se pudre por dentro – Dijo Subara apretando un poco el agarre en la garganta.

P – Por fa – vor, n – no res – pi – Dijo Kaede llorando porque poco a poco el airé abandonaba sus pulmones.

La mujer la miro un rato, viendo como se le iba la vida.

.

.

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La suelta.

Kaede no solo cae a la cama, sino de ella, haciendo que no solo se golpe el hombro, sino un poco la cabeza ocasionándola un dolor horrible. Ella lloro no solo por el dolor de la caída, sino por el miedo de su captora. Se ve que aparte de infundir miedo con su mirada, tiene una fuerza enorme.

No me retes, mocosa o la próxima vez no será tan gentil contigo – Le dijo Subara con un tono seco y frio en ella.

...

Kaede no dijo nada, solo trato de recuperarse del dolor y el oxígeno que perdió en silencio, mientras se sentaba en el suelo con la mira abajo.

Por hoy te dejo dormir cómodamente, pero no te acostumbres – Dijo la mujer – mañana empezaras con tu labor de esclava – Dijo y se encamino a la puerta – Y ni se te ocurra escapar, porque si no quieres que te mate yo, lo harán las criaturas de allá afuera - Dijo.

...

¡Entonces mátame, ahora! – Dijo Kaede con un tono exigente, sin subir la mirada.

La mujer volteo a mirar a la chica, expresando por unos breves y cortos segundos una mirada de sorpresa, pero luego la cambio por la de una fría.

¿Qué te voy a servir, yo? Si no puedo defenderme por mi misma – Dijo Kaede, no sabía por qué dijo eso, pero no le importo – de todos modos, mi vida estoy muerta – Dijo y apretó sus ojos recordando fotos de lo que le hizo su ex amigo Muglox – no tengo ganas de vivir – Dijo.

La mujer le queda mirando un buen rato y luego gira hacia la puerta.

Lo que te paso, no me interesa – Dijo Subara – Y eres mi esclava – Dijo – yo decidiré cuando te matare – Diciendo eso, sierra la cuarta y le hecha seguro por si la humana intenta escapar.

Kaede solo se quedó allí en el suelo, enterando su cara en las piernas que abrazaba y empezando a llorar.

...

Del otro lado de la puerta se apoyaba Subara, escuchando claramente los llantos de la chica.

Maldita, mocosa – Se dijo con una seña fruncida, sin nada más que hacer, se para recto y se va a dormir a su cuarto.

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A la mañana siguiente, Subara se encamino a la habitación de chica y abrió la puerta que puso seguro, al entrar vio con sorpresa a la chica temblando y dormida en el mismo sitio donde estuvo la anterior vez, se acerca a pasos agigantado y vio que otra vez está con fiebre.

Maldita, mocosa – Dijo entre dientes molesta.

Le agarra del brazo izquierdo y la avienta con brusquedad a la cama y le lanza la sabana en su encima de paso. Kaede se despierta sobre saltada y con el corazón latiéndole cuando sintió que la alzaban y aventaban a una cama y vio con las mejillas rojas por la fiebre a la mujer que la miraba molesta, eso la asusto más.

¡Tienes prohibido enfermarte, maldita mocosa! – Dijo levantando un poco la voz la mujer – ¡Espero que no te bajes de esa cama o seré peor que esa fiebre, mocosa! – Dijo y se va de la habitación cerrando la puerta de un golpe, suerte que no se rompió por la fuerza del jalón.

Kaede solo la vio irse, con una mano en el pecho donde su agitado corazón no dejaba de temblar.

No tardo mucho a que la mujer llegara con un vaso de un líquido verde y burbujeante de dudosa procedencia.

Escúchame bien maldita mocosa, no te traje aquí como una maldita invitada – Dijo la mujer con una expresión fría y molesta – y no te aproveches, que te esté tratando bien y lo sabes – Dijo – te mataría o te dejaría morir en este momento, pero necesitó a una esclava que este cuerda, para mis mandados – Dijo apretando un poco el vaso de cristal - ¡ASÍ QUE TOMATE DE UNA VEZ, ESTA PUTA MIERDA! – Casi grita y le extiende de un empujón el vaso.

Kaede solo se arrincona en la cama con miedo por la forma en como le habla y la mira con enojo. Sosteniendo el vaso que casi le pega en la cara cuando la extendió a ella, baja la mira y ve ese líquido dudoso y lo huele.

¡Huele horrible! – Dijo Kaede arrugando la nariz asqueada, mientras alejaba el vaso de ella sacando la lengua - ¡Huele a hiervas medicinales combinado con vómito de perro! – Dijo.

A la mujer se le marco una vena en su cabeza, por la descortesía de la humana.

¡Aunque sea eso, tómatela! – Dijo la mujer molesta – ¡es para que no tengas esa maldita fiebre! – Dijo – ¡No pienso tener a una esclava inútil y más inservible con esa fiebre! - Dijo.

¡Prefiero a que me mates a tomar esa cosa horrible! – Le grito Kaede ya harta y negando a ingerir esa sustancia dudosa en el vaso.

Maldita mocosa... - Decía entre dientes la mujer, muy hastiada por el comportamiento de la insolente humana – no sé por qué no te mate de un inicio – Pensó moleta con la chica, pues ganas no le sobraban de estrangular a la insolente humana y mandar al demonio su plan de tener un esclavo.

Subara le arrebata de sorpresa a Kaede el vaso y se acerca amenazante a la asustada chica, que retrocede en la cama hasta apegarse al marco de ella, arrepentida por provocar a la mujer. Subara le agarra del pelo de la nuca y luego pone el vaso en la boca de la chica obligándola a abrir la boca y que trague el contenido del vaso. Kaede trato de no abrir la boca, pero la presión qué ejercía con el vidrio le era imposible y con sus manos trato de quitarlo de encima. Al final lo trago forzosamente y aparte del mal olor del contenido su sabor era amargo y metálico.

La mujer la suelta sin delicadeza, dejando que caiga a la cama y tosiera por que se atraganto con el contenido, luego se retiró de la habitación, dando un portazo y cerrándola con seguro.

Kaede cuando ya no sintió el atragantamiento, miro la puerta cerrada por donde se fue su agresora.

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Ya en la tarde.

Kaede se encontraba pensativa y sentada en esa cama, la fiebre se le había ido en poco tiempo y ahora se encontraba mejor de salud, pero no psicológicamente... Aún no se recuperaba de lo que Mirmo le hizo y de cierta forma le daba asco recordar eso, no solo eso sino a ella misma, por no poderle detener.

A veces pensaba ¿Qué de mal hizo ella, para que el destino le diera ese castigo? ¿Hizo algo malo?... Por lo que recordaba, no hizo mal a nadie, ella era una chica buena que ayudaba a sus amigos en todo... Entonces... ¿Por qué le hicieron eso?

Zetsu – Fue lo que salió de sus labios de la chica.

Le dolía enormemente haberle cortado la relación que tenía con su amado castaño, lo amaba con todas sus fuerzas, pero no quería ver la mirada de decepción y dolor del chico, si se enteraba de lo que ella hizo ¡Lo traiciono de la peor manera! Sentía que traiciono su fidelidad y confianza y ya no quería imaginar las facciones que tendría si se enteraba, prefirió que nunca lo supiera e irse de su vida.

Si era una cobarde total, al no querer enfrentarle, pero está asustada, paso todo repentinamente... Sin querer se imaginó por un breve momento la decepción y odio en su mirada y eso la llenaba de una tristeza inmensa.

Sin soportarlo más y lloro, por todo lo que le está pasando.

Su imaginación no conforme con darle una imagen de un decepcionado chico, le mostró la mirada casi o peor del resto de sus amigos.

Eso creo un dolor más inmenso en su interior.

Sus amigos, su amado, su madre, todos mirándola como una traidora, una vulgar mujer adúltera.

¡Porque no acabas con mi vida y dejas de hacerme sufrir! – pensó mirando arriba el techo de madera, como preguntándole a alguien que estuviera arriba.

No tenía sentido ¿Para qué es una buena chica, si todo le salía mal? ¿Por qué las buenas personas tienen que sufrir tanto para ser felices? ¿Es tanto pedir ser feliz con la persona que amas? ¿Por qué ella siempre le toca las peores partes de la vida?

Kaede baja la mirada a sus piernas que abraza.

No tenía respuesta a las dudas dolorosas de su vida.

Kaede voltea a la puerta y la mira. No conforme el destino por lo que le hicieron ¿ahora le tiene otro más?

Pero si escapa ¿se liberara de esa pesadilla? De que le sirve escapar y regresar a la ciudad, si tiene que toparse con las miradas de las personas que no quiere ver ¿qué les va a decirle? No tiene el valor de enfréntales.

Luego recordó la nota que les dejo antes de irse ¿Lo abran visto ya? ¿Les dará igual mi desaparición?... Estaba segura de que Kaoru si la buscaría, como su madre... Pero... Qué pasa si la encuentran... ¿Qué les dirá, por el motivo de su desaparición? El hecho es que ella no puede y no sabe mentir... ¿Cómo les mirara a la cara, ahora en adelante si la encuentran?

Kaede vuelve a mirar la puerta de la habitación.

¿De verdad quiere que la encuentren?... Por algún motivo quería escapar en primer lugar, pero no imagino que la secuestraran. No sabe cuántos días pasaron desde que está allí, pero conociendo a Kaoru y a su buen servicio de búsqueda, ya le hubieran encontrado... ¿Esto es bueno o malo? ¿Debería considerar esto como un exitoso escape de enfrentarse a todos sus amigos?... Y ahora que lo pensaba, no sabría cómo seguir llamándoles amigos después de esto.

Lo que si estaba segura es algo.

No quería volverlos.

Kaede baja los pies de la cama sin salirse de esta.

¿Cómo considerar este secuestro? ¿Un éxito al lograr que no la encuentren? ¿Es buena excusa u opción no regresar siendo la esclava de una mujer desconocida e intimidante?

Te odio – Dijo Kaede al recordar al que inicio con su pesadilla y que arruinara su vida de la nada.

Sabía que el al inicio era bueno con ella y la ayudara... Pero no puede evitar el rencor y desprecio que sentía por como de un momento a otro luego de que llego a su vida para traerle risas y alegrías, como también de como llego al finalizarle haciéndole pagar su felicidad con dolor y llanto.

Kaede escucha la puerta ser sacado su seguro y de ella sale una fría mujer con una charola con un plato de comida y un vaso con un líquido anaranjado.

Mocosa de mierda – Dijo Subara – no pienses que me caes bien, solo que serás mi esclava y quiero que me dures, así que te propinare alimento a cambio de que me sirvas bien mis mandatos – Dijo y dejo la charola en el suelo – vendré más luego a colocarte tus cadenas y hacerte trabajar en mis peticiones – Dijo en el pro de la puerta - será mejor que ni intentes escapar, si sabes lo que te conviene, asquerosa humana – Dicho eso se retira cerrando otra vez la puerta, pero esta vez sin seguro.

Kaede miro la puerta y luego la comida que dejo.

¿Es buena idea quedarse con esta mujer que da miedo?

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En una pequeña cocina, un vaso de cristal es arrojado al suelo con fuerza, rompiéndose en pedazos.

Maldita humana – Dijo la subara con una vena palpitante en la mejilla – ya verás que te are sufrir en tus trabajos – Dijo y se fue de allí a pasos grandes.

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Hola a los lectores que leen este libro, espero les guste el capítulo y perdón la tardanza, es que me falto motivación para hacer este capítulo, pero igual espero les guste. :'v

Lamento si tiene fallas pero soy humana y como todo humano tiene sus errores en el trabajo. :,v

Bueno esto concluye con este episodio y sin nada más que decir.

¡Nos vemos lindos lectores! (0u0)/