hola a todos los lectores, si lo se, se supone que esto era para el 21 y ya es 24, lo siento pero es que en verdad no tenia ni la mas minima idea de que demonios hacer para este dia y bueno esto fue lo que salio, una disculpa para quienes lo esperaban, no tardare en ponerme al corriente con los dias

Gracias por esperar, y por leer.

21 de diciembre. Árbol de navidad.

Algo que Mirio y Tamaki siempre habían hecho desde niños, era ir a ver como encendían el gran árbol de navidad que se ponía en la zona central de la ciudad, una costumbre que se les había quedado y hasta la fecha lo hacían, lo único malo es que desde hacia 3 años no lo veían juntos, desde que había salido de la UA, desde que se habían graduado para ser ahora héroes profesionales, ya no tenían tanto tiempo para pasarlo juntos, de hecho tenían mas de un año sin verse, Mirio se había ido a otro país por un tiempo junto con Deku y otros más héroes, como Ground Zero, Shouto etc. mientras que él se había quedado con Red Riot, Eraserhead etc.

Tamaki suspiro mientras salió el aliento en forma de vapor, se acomodo mejor en su gran abrigo negro y oculto mas su rostro en su bufanda, estaba sentado en una banca cerca del árbol, mientras esperaba a que lo encendieran, no faltaban mucho, el cielo ya comenzaba a oscurecer.

Mientras esperaba se perdió en sus pensamientos, y todos llegaban a lo mismo, Mirio, el joven rubio que había robado su corazón, que siempre había sido su apoyo, su inspiración, su razón de esforzarse, su mejor amigo, el amor de su vida, volvió a suspirar mientras se recordaba mejor en el respaldo de la banca, podía observar a las personas empezar a llegar, familiar, niños, parejas, no pudo evitar sonreír con nostalgia al ver un grupo de jóvenes, tal vez tendrían 15 y 16 años, a su mente llegaron recuerdos de sus años en la UA, sus paseos con Mirio y otros compañeros de clase, los días que lo obligaban a salir de su casa o de los dormitorios para ir a pasarla bien, siendo siempre arrastrado por Nejire o Mirio, en un principio replicaban, pero al final no podía negarles nada, a ninguno de los dos.

Se levanto de su lugar cuando una pareja de señores de la tercera edad se acercó, buscando un lugar donde sentarse, el amablemente les dejo la banca, empezó a caminar sin perder de vista el árbol, extrañaba a Mirio, en verdad que sí, pero era su deber proteger a Japón en lo que Lemillon y Deku regresaban, él era el héroe mas fuerte en Japón actualmente, así que no podía fallarle al rubio y tampoco a los héroes que confiaban en el como Fatgum y Red Riot, sentía un gran peso en sus hombros y lo tenía, pero Valia la pena, ya que para eso se había preparado, eso era parte de ser un héroe ¿no es así? Es con las cosas con las que Mirio cargaba en ocasiones.

Y otra vez el rubio llegaba a sus pensamientos ¿alguna vez dejara de pensar en él? Sinceramente el azabache lo dudaba, pero que podía hacer, Mirio era algo demasiado importante en su vida, en momentos como ese, Tamaki se preguntaba si el rubio estaría como el, pensando en el y cada que se perdiera en sus pensamientos lo tuviera presente, que si lo extrañaba tanto como él lo hacía, que casi cualquier cosa lo hacia recordar viejos tiempos, cosas que hacían juntos ¿Mirio lo extrañaría igual que él lo hacía?

- ¿Me extrañas? -murmuro al aire - ¿Me extrañas, así como yo a ti?

Miro al árbol de navidad mientras que lentamente sus luces se iban encendiendo de abajo hacia arriba, se acerco a este lentamente, sin perder de vista el recorriendo que hacían las luces, terminando en la cima, y encendió el final la enorme estrella que se encontraba en la punta, dejando a todos maravillados con la belleza, Tamaki repentinamente sintió como algo frio tocaba su cara, alzando la vista observo como caían copos de nieve, no pudo evitar sonreír, rara vez ocurría pero era sin duda hermoso, que después de que se encendiera la estrella del árbol, comenzara a nevar, se limito a quedarse frente al árbol de navidad disfrutando del las luces y la nieve que caía, cerro los ojos dejando su mente volar.

hacia años atrás donde venia con Mirio junto a sus madres y ambos jugaban en la nieve, cuando venían y corrían alrededor del árbol, cuando comenzaba a nevar y observaba a Mirio tratar de atrapar copos con la lengua, cuando comenzaron a venir ellos solos, sin sus madres, cuando se sentaban en alguna banca y con algo caliente desfrutaban de las luces, cuando vinieron acompañados de Nejire o de algunos compañeros de clase, y la última, que fue durante una ronda de vigilancia, se habían tenido que limitar a verlo desde el techo de un edificio y solo había sido los minutos que tomaba el encender las luces y la estrella, ya que con la misma tenían que volver a sus obligaciones.

El azabache regreso en sí, cuando sintió un par de brazos rodear su cintura por detrás, tomándolo por sorpresa y mas al sentir un aliento cálido en su oído. Se quedó paralizado, el conocía esos brazos fuertes que lo sostenían, conocía ese aroma, como no hacerlo, si estaba grabado en su memoria.

-Lamento llegar tarde ¿Ya te ibas? -pregunto en tono arrepentido, mientras apretaba mas sus brazos fuertes alrededor de la cintura del pelinegro -acabo de llegar, solo dejé mis cosas en la agencia y vine corriendo hacia acá -agrego, Tamaki sintió una sonrisa contra su piel.

-Mirio -murmuro sin salir de su sorpresa, llevando sus manos sobre las del mencionado como si este no fuese real y su mente le este jugando una mala pasada.

-Estoy aquí Tamaki -dijo el rubio sin despegarse de él, el azabache volteo su rostro para encontrar a su sonriente rubio de ojos color cielo -Ya no soportaría otro año ver este árbol solo en internet y peor aún, no tenerte entre mis brazos -agrego besando sus labios castamente.

-llegaste un poco tarde, pero no tiene mucho que lo encendieron -comento en un susurro sin separes mucho de los labios del rubio.

-Lo sé, acaba de llegar aquí cuando lo encendieron -dijo de la misma forma Mirio.

-Te extrañe Mirio.

-Yo también Tamaki.