070.
—¿Está bien?.—pregunté mirando a Lenny,hizo un gesto extraño antes de hacerse a un lado,entré a la sala y sentí mis ojos picar cuando la vi conectada a tantos cables.—No...—susurré derrotada.—No,Lenny...—dije en un susurro,sentí sus brazos rodeando mi cintura y su barbilla apoyándose en mi hombro.—¿Por qué ella?.
—Baby,tienes que calmarte.—pidió con tranquilidad.—El doctor vendrá y nos explicará todo,tranquila.
—Es que no quiero perder a mi pequeña.—sentí sus labios en mi cuello,dejó un pequeño beso antes de suspirar profundamente.Me giré para quedar cara a cara y me escondí entre sus brazos,no podía seguir viéndola ahí,la impotencia podía conmigo,solo quería sacarla de ahí y llevarla a tomar su helado favorito,carajo.
—No vamos a perderla.
—Es culpa mía.—y decía la verdad,si no hubiese sido tan necia,si no hubiese continuado con el puto tour ahora mi niña estaría bien,sana.
—Eso no es así.
—Sabes que lo es.
—No voy a dejar que te eches la culpa de algo que no estaba en tus manos.—me miró.—Con Alejandro todo estuvo bien,tu no sabía que estabas haciéndole daño,para cuando lo supiste era tarde y hasta hace pocos días no creíamos que pasaría factura,¿quieres que alguien crea que es tu culpa,que quisiste hacer daño a Aurora,en serio?.—forzó una sonrisa.—Ojalá pudiera proyectar las imágenes del proceso,estabas más emocionada que nadie.
—Pero..
—Pero nada.—besó mi frente.—Salga y vaya a la cafetería a tomarse un chocolatito con las gemelas,¿si?.
—Vale,te traeré un café y algo para comer.—besé sus labios de forma rápida.
—¿Pa...—me giré rápidamente encontrándome con Aurora intentando sentarse.—Papi.—Lenny se acercó a ella,intentó rodearlo con sus pequeños brazos,salí discretamente para ir por las gemelas.
Narra Lenny.
La observé mientras dormía,miré la hora en mi teléfono,se estaba haciendo algo tarde,debíamos llevar a casa a Olivia y Emily para que descansara.
—¿Como sigue?.
—No lo sé.—susurré con la voz temblorosa.
—¿Y cómo estás tú?.—miré a Dalex.No esperaba que quien estuviera consolándome fuera él.
—Siento una angustia aquí.—señaló mi pecho.—No estuve siempre con ella pero,mierda,es mi sangre,es mi pequeña,es el reflejo del amor que nos tenemos Grace y yo,la siento como lo que es,una parte de mi y sinceramente...—hice una pausa para evitar llorar.—Yo no puedo retenerlo más,necesito soltarlo,también necesito que me digan que estará bien,que esto terminará.—mi amigo me miró en silencio,como si esperase a que siguiera hablando.—Pero no puedo,tengo que ser fuerte porque Grace está destrozada y necesita un apoyo fuerte,no puedo flaquear.
—Su primogénita tuvo un infarto con cuatro años, no le pare y llore,papi,ta bien,yo no lo voy a juzgar y menos Grace.—me miró.—Yo estuve con ella por cuatro años y también siento que es mia y me duele verla ahí,pero ni de lejos debe compararse con lo que vos estás sintiendo.No diré que lo entiendo porque seria embuste pero si puedo imaginármelo.—miro a Aurora.—Así que llore y no se guarde nada porque,bueno o malo es un recuerdo y cuando ella esté bien sana se acordara de esto entre carcajadas,¿oiste?.
—¿Y si no mejora?.
—¿Bromeas,mi pana?.Esa bestia es hija de Grace,sobrina de Arca,acho su papá es el jodido Lenny Tavarez,¿cómo cree que esto le va poner freno?.Ni de lejos,necesitara mucho más.
Grace apareció con un café y una bolsa marrón con dibujos,parecía de una panadería.
—¿Comiste?.—pregunté cuando la vi apoyándose en la puerta,estaba mareándose y solo podía significar que no había comido bien.
—Si.—mentía.—Es que le di de comer a Ale y me debilité,creo.—se movió despacio hasta mi.—Toma.
Miré en el interior de la bolsa,saqué uno de los croissant y se lo extendí para que comiera.
—No quiero comer.
—Baby,que pases hambre no va a ayudarle.
—Solo no me entra nada,¿vale?.—dijo antes de comenzar a llorar.—Solo quiero que se despierte y que el doctor me diga que podemos llevárnosla.
—Grace.—Dalex se levantó para dejarle el sillón libre.—Mami,siéntese y cálmese.—me miró.—Voy a la cafetería y le traigo algo pa que coma sin rechistar porque por ahí escucho un pero o alguna excusa y le llamo a Bunny y usted sabe que se pone bien intenso cuando tú salud peligra,¿cierto?.—asintió con su cabeza.
—Gracias.—le dije antes de que saliera de la habitación,ella se quedó mirando a un punto fijo,todo estaba silencioso,nadie hablaba,solo el ruido de las máquinas nos distraía.
—Lenny...—susurró con la voz rota.—Lo siento.
—¿Por que?.
—Por hacerte pasar por esto.—sorbió su nariz.—Si nunca me hubiese cruzado en tu vida no tendrías que ver a tu hija debatiéndose entre la vida y la muerte.
—Cállate,Grace.—dije molesto.—No me arrepiento de absolutamente nada y esto no es culpa de nadie,nos amamos y prometimos estar juntos tanto en lo bueno como en lo malo y así como le limpie las lágrimas cuando se emocionó al ganar el premio,las limpiare cuando sean causadas por la tristeza,¿oiste,mami?.
Se levantó del sillón y se acercó para tomar la mano de Aurora.
—Mami..—giré mi cuello,me levanté despacio y me acerqué también.—Hablé con papi.
—¿Si,amor?.—dijo evitando llorar.
—Sí,le pedí que te cuidara.—tuve que girarme para limpiar las lágrimas rebeldes que resbalaron por mis mejillas.
—Gracias,cielo pero su misión es cuidaros a tus hermanos y a ti.
—Bueno,me duele mucho,no sé si podré ayudaros.—volví a girarme.Su mirada se posó sobre mi.—Él me ha dicho que podrá con todo,¿tú le crees?.—comenzó a reír,y quise grabarme ese sonido en la cabeza para siempre.—¿Crees que Alejandro me extrañará?.
Narra Grace.
Corrí junto a él,alejé sus manos de la pared para que no siguiera haciéndose daño,sus mejillas estaban ardiendo y las lágrimas empaparon su cara,y entonces lo vi,el miedo,vi el mismo miedo en su mirada que tenía todas las veces que creía que me perdía.Él estaba asustado,herido,derrotado.
—Baby..—llamé su atención,pero la mirada estaba fija en la camilla.—Mírame.—exigí.—Vamos a salir de esta,juntos,¿oiste,papi?.—limpié sus lágrimas.—Y no estás solo,estamos juntos,todos.—besé sus labios.—Benito,Dalex,Bry,Darell,Yankee...no estás solo.
—Mi pequeña...—se levantó y se acercó a ella.
—¿Que pasa,papi?.—preguntó en bajo.
—Solo,quédate...—cerré los ojos completamente derrotada,pues esas dos palabras se clavaron en mi pecho,porque si le pedía que se quedase significaba que existía la posibilidad de que no lo hiciera y si perdía a mi hija,no podría recuperarme del golpe.
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