Capítulo 5: ¿Estás enojada?
Ah, ya es lunes otra vez... No tengo ganas de ir al instituto, además a primera hora toca naturales, la asignatura más aburrida de todos los tiempos. Pero es lo que hay, tengo que ir al instituto.
Me levantó, y cojo un par de gofres para desayunar, y no puedo evitar acordarme de Alice. Sé que a ella le fascinan los gofres. Por eso, algunas veces la llamo la fangirl de los gofres.
Después de desayunar, me visto y me peino. Aunque sin peinar, ya soy bastante guapo.
Salgo de casa, y en el camino, me encuentro a Alice.
-¡Hey, fangirl de los gofres! -Le saludo alegremente.
-Hola. -Fue lo único que dijo.
Noté a Alice distante. ¿Por qué? ¿Acaso la había pasado algo? Y entonces, me acordé de que ayer, ella corría por el centro comercial con un chico.
-¿Pasa algo? Ayer te vi correr en el centro comercial con un chico. ¿Quién era? -Pregunté.
-No me pasa nada, tranquilo. -Ella me sonrió. -Ese chico no era nadie. -Parecía que ella no me quería decir quién era ese chico.
-Alice, somos mejores amigos. ¿Por qué no me lo quieres decir?
Ya habíamos llegado al instituto. Sonó la sirena. Mierda, llegábamos tarde.
-Ya ha sonado la sirena. Nos vemos en clase. -Ella corrió.
Yo la seguí, aunque ella corría más rápido que yo, y cuando llegué a clase, ella ya estaba sentada en su asiento. Quería sentarme con ella, pero Beth, una de sus amigas, se me adelantó, y se sentó con ella. Así que me senté en el asiento de atrás.
Empezó la clase, y yo quería saber por qué no me quería decir quién era él, y por qué estaba tan distante conmigo, así que le mandé una nota.
Hey Alice:
¿Estás enojada conmigo? Te noto distante conmigo. ¿Por qué no me quieres decir quién era ese chico con el que estabas?
Vio la nota, se giró, y me dio otra nota con su respuesta. La leí.
Christian:
No estoy enojada ni distante contigo. Y ahora deja de mandarme notas. Quiero atender, sabes que se me da muy mal naturales.
De nuevo, no me había contestado. Quería saber quién era el chico, y no me lo quería decir. ¿Por qué?
Le estuve mandando toda la clase notas, pero ella solo las ignoraba.
Cuando llegó la hora del recreo, fui a hablar con ella, pero Alice, simplemente se fue con sus amigas.
En el recreo, pensé que le había hecho, para que ella estuviera enfadada conmigo.
¡Cómo no me di cuenta antes! Alice estaba enfadada por ir tan tarde a su casa el otro día. Sí, seguramente era eso.
Después de que terminaran las clases, me acerqué a Alice para pedirle perdón.
-Alice, lo siento por ir a tu casa tan tarde. -Me disculpé yo.
-No pasa nada.
-¿Dejarás de estar enojada conmigo?
-Yo nunca he estado enojada contigo.
Y entonces se fue. Alice me había dejado en medio de la calle, tan solo como un perro.
No lo entendía. ¿Qué demonios le había hecho?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro