Estaba muy nerviosa. Dentro de una hora, Drew vendrá a recogerme para ir a comer a un restaurante. Y, sí. Esto era una cita. Nuestra primera cita.

Por más que rebuscaba en el armario, no tenía ni idea de que ponerme. Seguramente él vendrá guapísimo, así que debo estar a su altura, aunque él me dice que estoy guapa con todo.

-¿¡Qué demonios me pongo!? -Estaba desesperada. No sabía que ponerme. Tenía que pensar en algo ya.

Unos quince minutos después, decidí ponerme unos vaqueros rotos y un jersey blanco que ponía J' aime París. Ese jersey, me lo compré el año pasado en Francia, ya que mi clase fue de excursión allí por una semana.

-Alice, estás preciosa, hija. -Mi padre me sonreía desde la puerta de mi habitación.

-Gracias papá.

-Por cierto, ¿cuándo me vas a presentar a tu novio? -Me miró pícaramente.

Yo me puse totalmente roja. ¿Se puede saber por qué tenía que sacar este tema?

-Algún día.

-¿Qué tal el próximo domingo?

El timbre sonó, por suerte para mí. La verdad es que de momento no quería presentarle a mi padre.

Fui a abrir, y ahí estaba Drew, tan perfecto como siempre.

-¡Hey, que se te cae la baba! -Bromeó él.

Le di un golpe en su pecho.

-Ja, ja. Que gracioso. -Dije sarcástica.

-Bueno, vámonos. -Me ofreció su brazo, y puse mi mano sobre el.

El restaurante estaba a quince minutos de mi casa, así que no estaba muy lejos. Pero, me preocupaba que hubiera mucha gente y tuviéramos que esperar mucho tiempo.

-Estás preciosa, ¿lo sabías?

-Lo sé, soy guapa con todo lo que me ponga. -Esta vez, la que bromeó fui yo.

Llegamos al restaurante, y por suerte, logramos encontrar una mesa para dos.

-Hemos tenido suerte. -Dijo Drew aliviado.

-Mucha suerte.

Cinco minutos después llegó un camarero para anotar lo que queríamos comer.

-¿Qué queréis para comer? -Preguntó un muchacho rubio y con los ojos verdes. Parecía ser que era nuevo, ya que nunca le había visto por ahí.

-Pues, dos del plato número 1, por favor. -Lo dijimos a la vez. Yo me sonrojé.

-Bien, ¿y de beber?

-Una coca cola, por favor. -Pidió Drew.

-Una fanta de naranja, por favor.

Esperamos durante media hora a que nos sirvieran la comida. Drew y yo estábamos cansados de esperar, así que fuimos a reclamar.

-Camarero, ¿nuestra comida? -Preguntó un poco enfadado.

-¡Uy, lo siento mucho! ¡Se me había olvidado! -El rubio pidió disculpas unas cien veces.

-No pasa nada. Pero mi chica y yo tenemos mucha hambre.

Mi chica. Sonaba tan bien cuando lo decía él. Realmente Drew es el chico perfecto que todas las chicas sueñan. Pero solo hay un Drew así, y es MÍO.

Cuando el camarero llegó con la comida, se tropezó y la comida nos cayó encima. Estábamos sucios y pringosos. Y sobre todo, muy enfadados.

-Lo siento muchísimo, de verdad. -Se disculpó nuevamente el muchacho.

Fue suficiente. No volvería a este restaurante nunca más. Hemos esperado media hora para comer y encima nos tira la comida encima.

Salimos del restaurante y nos encontramos con...

Sí, los dejo con el suspense, porque yo lo valgo. Ok, ok, lo siento mucho, no he podido actualizar hasta hoy debido a los exámenes y deberes que he tenido (que no son pocos). En fin, espero que os haya gustado, y si os ha gustado comentad y darle a me gusta. Bueno, queda poquísimo para que se acabe esta historia, y me da mucha pena. Pero voy a hacer una nueva historia. De momento, os dejo el título: Querido mejor amigo. Ya tengo la sinopsis, la portada y algunos capítulos. En cuanto se acabe ésta, la voy a publicar.