Capítulo 14: Te quiere a ti
Era sábado, por la mañana. Se me había hecho eterna la semana. Pero como era sábado, no vería ni a Alice, ni al chico que le gusta, Christian. Sólo por eso, sé que este día va a ser genial.
-Hijo, ven a desayunar. -Dijo mi padre.
Me vestí, porque aún estaba en pijama. Me puse una camisa blanca, unos pantalones negros, y unos zapatos del mismo color que los pantalones.
Bajé las escaleras, y me dirigí al comedor. Mi madre estaba preparando el desayuno, y mi padre sentado, leyendo el periódico.
Me senté al lado de mi padre.
-Me ha dicho tu madre lo de Alice. -Me comentó mi padre.
Y en ese momento, maldije a mi madre. ¿¡Por qué demonios se lo había dicho a papá?! Que vergüenza.
-¡Mamá! -Grité avergonzado.
-¿¡Qué?! No me mires así. -Me sonrió avergonzada.
Suspiré. Mamá nunca cambiaría, todo lo que le cuento, aunque sea muy privado, se lo acaba contando a papá.
-Hijo, seguro que ella también te quiere. A lo mejor, está confundida. -Me intentó animar mi padre.
-Eso no es verdad. Alice quiere a otro chico. -Una lágrima cayó al suelo.
Soy un idiota. Un maldito idiota. ¿Por qué me enamoré de ella sabiendo que estaba colada por su mejor amigo? Soy un verdadero imbécil.
-Eso tú no lo sabes. -Mi madre me abrazó.
-Sí lo sé. -Dije yo. -Ella se arrepintió de haberme besado. -Mi madre dejó de abrazarme, y yo me encerré en mi habitación.
No lo entendía. No entendía por qué su mejor amigo no la amaba, con lo linda que es. Si ella me amará a mí, nunca dejaría que alguien me la quitase. Alice para mí es perfecta.
-Tal vez debería olvidarla. -Me dije a mí mismo.
Sí, debo olvidarla. El problema es... ¿Cómo demonios voy a olvidarla? Estoy todo el día pensando en ella, no puedo dejar de pensar en ella. No podía olvidarla ahora mismo, pero con el paso del tiempo sí podría. Sólo tengo que evitarla en el instituto, y hacer actividades que no me recuerden a ella.
Mi madre llamó a la puerta, y entró.
-Hijo, ven a desayunar. -Estaba preocupada.
-No te preocupes por mí. -La abracé. -No tengo mucha hambre. -Dejé de abrazarla.
-Está bien. -Se marchó sin insistir.
Me quedé toda la mañana en mi cuarto, pero sí salí para comer. No quería que mis padres se preocuparan por mí.
Después de comer, volví a encerrarme en mi habitación.
No hacía más que repetirme que dejara de pensar en Alice. Pero no podía.
Una hora más tarde, mi madre entro a mi cuarto, acompañada por un chico al que no reconocí al principio.
-Hijo, tienes visita. -Me avisa. -Pasa, Christian, cariño. -Le dijo al chico, después se fue y cerró la puerta.
-¿¡Qué haces aquí?! -Le grité. Estaba furioso, pero no tendría que estarlo, porque él no había hecho nada.
-Tenemos que hablar. -Dijo serio.
Me intenté calmar.
-¿De qué quieres hablar?
-Es sobre Alice. -Explicó él.
-No quiero hablar sobre ella, contigo. -Le miré fijamente.
-Yo amo a Alice. -Me confesó él.
La ama. Eso fue lo peor que me podrían haber dicho ahora mismo. Seguro que ha venido a decirme que están saliendo juntos.
-¿Estáis saliendo? Pues enhorabuena. -Sonreí falsamente.
-No, no estamos saliendo. -Negó él.
-¿Y entonces qué haces aquí? -Pregunté confundido.
-Te quiere a ti.
-¿Qué estás diciendo? -Estaba sorprendido.
-Ella te quiere a ti. -Christian estaba llorando. -Me rechazó.
No lo entiendo. ¿Acaba de decir que ella me ama a mí? Es imposible. Está mintiendo.
-Eso es imposible. -Murmuré.
-Ella me lo dijo. Me dijo que me quiso, pero que ya no me quería porque se había enamorado de otra persona. Esa persona eres tú. -Me explicó.
No me lo podía creer. ¿Ella le había dicho que me amaba? Me sentí muy feliz. Si lo que decía era cierto, ella me amaba a mí.
-¿E-eso es cierto?
-Sí. -Murmuró él. -Tengo que irme, ya te he dicho lo que tenía que decir.
-Gracias. -Le dije.
-Cuídala. -Me pidió, y se marchó.
¿Os ha gustado el capítulo? ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado mucho. Lo comenté en el capítulo anterior, esta historia se está acabando. Ya tengo pensado el epílogo :( Me da mucha pena terminarla, pero cuando la acabé haré una nueva historia de la que tengo algunos capítulos ya hechos. Cambiando de tema... ¿Qué os han traído los reyes? A mí un joyero, El nombre del viento de Patrick Rothfuss, un ordenador, una colonia, un reloj, una pulsera, y creo que ya está jaja.
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