Capitulo 3
George Kuroi, aunque se podría llegar a argumentar que era algo mayor por sus rasgos él era un joven que en ese momento rozada los 19. Desde temprana edad fue dedicado a todo lo que sus estudios englobaran, llegando a aparecer desalineado por lo poco que se dedicada a sí mismo al descuidarse por tener la mente en otra cosa. Era un joven brillante, por lo mismo decidieron que lo mejor era que se quedara a cargo de un amigo cercano a su familia, nada más ni menos que el profesor Traum.
Rindiendo todos los frutos que necesitada para graduarse en varios estudios de joven, decidiendo quedarse junto a quien fue su maestro para apoyarlo como él hizo con él, pues aun considerada que no encontrada su lugar luego de haber triunfado en todo lo que académico, y que con eso, sus posibilidades eran altas en la vida.
Al momento que El doctor Traum le llamo solo se dispuso a obedecer. Caminando rectamente a su oficina llevándose una extraña sorpresa cuando chicos que no logro identificar como Alumnos estaban allí.
Llamándole la atención la mirada de las 2 jóvenes al momento de entrar. Parecían trasmitir nostalgia y lastima, pero no le prestó la mayor atención.
- ¿Pasa algo doctor Traum? - Pregunto. - No sabía que estaban admitiendo nuevos alumnos.
- Ah... No, no. No somos alumnos nuevos, venimos en representación del señor Aisaki. - Hana fue la que hablo. Al mencionar al abuelo de Emiru la atención del peli-negro quedo totalmente captada sobre ella, poniéndola nerviosa. Aun en versiones diferentes, notada la misma mirada de seriedad que en su versión futura.
- Solo es una propuesta de trabajo. Nada serio. - El más viejo en el salón dijo de forma casual. En el rostro del de cabellos negros una sonrisa se formo.
- Asumo que la vas a rechazar. Siempre has estado conforme con lo que lograste. Aunque un trabajo como ese te puede servir perfectamente.
- En efecto mi joven George, es algo que debo considerar perfectamente. Más porque estarás trabajando a mi lado, sigues siendo joven.
- Sabe que no me molesta. Aparte, sabe que me gustaría seguir investigando sobre ese fenómeno de hace unos años.
Tanto Hana como Emiru tenían un sentimiento parecido con el cuadro que veían, conocer el camino que pudieran tomar el rumbo de 2 personas que en este momento se veían en un ambiente cercano y familiar, era una sensación extraña. Nada quitada que el destino los vuelva a llevar a eso, pues los viajes en el tiempo son un dolor de cabeza para cualquiera.
Al mencionar un "Fenómeno" si bien podría parecer trivial o insignificante sabían que seguramente hablaban de cuando el Asu-Power volvió en cures a todos en su ciudad. Con una fuerte sonrisa, Hana tomo la palabra como mejor podía.
- ¡Puedes ser lo quieres ser! ¡Puedes hacer lo que quieras ser! ¡Ese es mi lema en la vida! Deberían aceptar la propuesta, ambos muestran una fuerte pasión en su área, el abuelo de mis amigos será un poco amargado pero estoy segura que junto con él su talento llegara alto. - Sin un ápice de vergüenza o temor Hana expreso tan alegre como era ella. Enterneciendo enteramente a ambos hombres, y haciendo reír a sus compañeros.
La mirada de George y Hana quedo totalmente inmersa en el otro.
- Hace tiempo no veo un entusiasmo como el tuyo. - George alago. Siendo seguido del mayor que estaba que soltada lagrimas un poco exageradas.
- Gracias.
- Tal vez tengas razón. Aunque por la dedicación de gente como tú, es que adoro impartir clases. Lo pensare totalmente, para el próximo fin de semana le vare respuesta al señor Aisaki.
- Gracias señor. - Y con esto los jóvenes se retiraron del salón, volviendo a casa. Donde el fuego del más viejo de su familia estaba destruyendo todo ante ese acto de parte de sus nietos.
Masato había pedido tanto a Henry como a Hana que no intervinieran. Porque respeto era algo que ninguno de ellos 2 le tenía al señor, sabía que podían empeorar las cosas.
- ¡No les basta con ser desobedientes, son unos malagradecidos! ¡Tanto que me esforcé en mantener el estatus en todo lo que construí, si yo no logre nada con Traum menos ustedes 2! - En su cara les grito. Ninguno se inmuto ante esto quedándose de brazos cruzados ante las rabietas de su abuelo.
Iban solo a esperar a que todo se viera como se debía. Porque si sus presentimientos eran los correctos habían salido victoriosos.
- Habla de ingratos y trato a sus nietos como militar que cree poder moldearlos a su antojo, la irónica. - Pasando su mano por su cabello Henry comento con un cierto desprecio. Cosa que no le hizo gracia al mayor, que quedo furioso. Su hijo había terminado siendo un completo inútil, y ahora tampoco contada ni con sus nietos. Pero no le prestó importancia y totalmente indignado giro sobre sus talones para irse.
Como prometió, El doctor Traum a la próxima semana llamo para aceptar su propuesta, dejando impresionado al abuelo de Emiru que no creía lo que escuchada.
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Cuando Emiru le hizo saber a Saaya y Homare sobre lo que describieron ninguna se lo pudo creer, fue una que nunca consideraron y que representaba mucho para ellas. Parece ser que aun tenían una misión aunque esta no de Precure. Sin magia y sin poderes, aunque no sabían cómo evitar que lo que las volvió Precure se viera en un bucle temporal, buscarían que esto no pasara por más difícil que fuera.
Al momento de que Traum y George fueron a la casa de Emiru para conversar con el abuelo de esta, las 4 chicas del equipo HUGtto Precure estaban presentes. Llamando la atención del abuelo de Emiru pero sin prestarles la mayor atención. Por esta vez decidió dejarlo pasar, ya que ella y su hermano habían hecho algo bien.
- George, si quieres puedes quedarte aquí con las chicas. Aun eres joven, disfruta un poco mientras yo me encargo de negocios. - Guiñando un ojo, movió su mano cerca del pelinegro que un poco incomodo acepto. Mirando a las cures, captando su atención la chica de pelo rosa. Acercándose a ella.
- Un gusto. - Empezó con eso, parándose cerca de las chicas. - ¿Te molesta si hablamos?... Ahmm... Solos. - Extendiéndole su mano expreso. Al lado de Hana, Saaya y Homare no tuvieron problemas en sujetar a su amiga para acercarla al hombre, dejándolos solos rápidamente.
Hana se quedo sin pensar nada. Mirando un poco sonrojada al hombre frente a sí.
Se sentía enana.
- Supongo que, ya sabemos nuestros nombres. Las presentaciones están de más. - El contrario asintió.
- Me quede pensando. Me gusto la forma en la que expresaste la semana pasaba. - Expreso. Mirando detalladamente a la chica. - Eres... - Iba a decir bonita pero lo considero muy inapropiado. - Muy enérgica. - Sonrió.
- Me lo dicen mucho. - Fingiendo falsa inocencia acepto el alago.
- ¿Te molesta si te pregunto tus planes a futuro? Me vio curiosidad por tu lema.
- ¿Prometes no reírte? Porque quiero que los sueños de todos se hagan realidad. - Levanto el puño sonrió segura.
- ¿Enserio? Es... Un poco infantil, pero muy probable.
- Puede ser. Pero es algo a lo que estoy decida, hace unos años, mis amigas hicieron todo por mí. - Mirando por el rabillo del ojo miro hacia una pared donde estaba segura sus amigas se escondían para espiar. - Ellas son de lo mejor que pase. Por eso quiero hacer lo mismo para el mundo. Alegrar los corazones de todos entre sus sombrías dubas.
- jajaja. Me encanta tu entusiasmo. Eso lo puedes hacer generando una comparación, o una empresa, sería como caridad pero lo lograrías.
- Lo tomare en cuenta. Ya que mis amigas me abandonaron. - Volvió a mirar a donde estaban Saaya, Homare y Emiru, ya sobresaltadas ante las indirectas de sus amigas. - ¿Vamos a comer algo?
- Me gustaría, de paso hablamos otro poco. - Las chicas a unos metros de ellos no podían creer lo fácil que se estaban llevando. Viéndolos irse sin ellas.
En toda su conversación Hana no podía creer lo que veía, el George del futuro era un hombre que parecía que siempre estaba sufriendo, en que tenía el frente era un joven que aunque serio, era alegre, con aspiraciones a descubrir.
A veces se cuestionada que lo llevo a eso. Sin saber la verdad. Pero que el destino los estaba llevando a ese camino otra vez, pero uno mejor. Sin saberlo, Hana y George estaban frente a sus almas gemelas y la persona con la que se casarían en unos 10 años.
Un camino para que el tiempo que provoco la destruición personal de cada uno, sea la responsable para se creara otra donde el tiempo les ofreció la vida prospera y alegre que ambos merecían.
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