— Jane—interrumpo sus preguntas. Estamos en el jardín sentados con ella en el césped, el cielo está tornándose gris, seguramente lloverá en un rato—Escúchame, ¿Recuerdas lo que te dije de ser inteligente, pero ser pequeña aún?

— Sí—asiente mirándome. Se encuentra sentada en medio de JungKook y yo.

— Bueno, hay cosas que...no puede explicarte...

— Descuida—JungKook me interrumpe. Coloca a Jane sobre sus piernas colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja—Dime lo que quieres saber exactamente.

— ¿Por qué te hiciste pasar por otra persona? —lo mira con curiosidad.

— Porque creía ser esa persona—responde bajo su mirada—Tuve un...accidente, Jane, de ese accidente...perdí los recuerdos, todo, literalmente perdí un tornillo—señaló su cabeza y ella se echó a reír un poco—Lamento no haberme acordado de ti, ¿Me perdonas?

— Sí—asiente—Pero... ¿Entonces quién eres realmente? Sé que eres mi appa...

— Se llama como el primo Kookie—digo ganando su atención—Se llama Jeon JungKook, de ahora en adelante se quedará con nosotros, al menos eso creo.

— ¿Vas a cuidarme de los malos?

— Pensé que no te gustaba que te cuidaran.

— No me gusta, quiero ser valiente como omma—JungKook sonríe ladinamente—Ella se enfrentó a los malos, pero yo me paralicé de miedo.

— También tenía miedo—le recuerdo—No fui valiente, sólo reaccioné.

— Quiero reaccionar así.

— ¿Quieres que te enseñe?

— JungKook—reprocho.

— ¡Sí! —Jane sonríe. El chico se levanta al bajarla de sus piernas, sacude su pantalón y los miro en desacuerdo con esto, pero también siento curiosidad, el chico se sorprende cuando la niña lanza un pequeño puño en su dirección.

— ¡Jane!

— Tranquila—al pelinegro le parece divertido—Primero debes tener la posición correcta—le indica y me siento como en un Deja Vú. Mi mente viaja a cuando Rabbit nos indicaba como defendernos sin armas, lo miro darle las instrucciones a Jane y ella luce muy adorable intentando seguirlas, sonrío tontamente disfrutando aquello—Si quieres reaccionar como tu madre debes tener en mente que no eres pequeña, ¿De acuerdo? El enemigo se burlará en tu cara por ser una niña.

— Soy una niña valiente.

— Lo eres—asiente—Pero tienes que saber cómo atacarlo.

— Esto es ridículo, ella es una niña...

— Omma, yo puedo hacerlo—me interrumpe la pequeña. Levanto mis manos en señal de que no he dicho nada, algo tenía que sacar de nosotros. JungKook le indica que golpee su mano con su puño, él tiene sus palmas arribas, primero va indicándole donde golpear y ella lo hace sin dudarlo. Sin evitarlo me recuerda a mi entrenamiento, me levanto del césped acercándome.

— ¿Sabes lo que una vez me dijo tu padre cuando me enseñó a defenderme? —recojo su cabello en una coleta—El miedo no puede paralizarte, tienes que moverte, defenderte—Jane me mira formando una O con su boca. Ella luce muy fascinada con todo.

— Pero soy débil, soy pequeña.

— ¡Ya! ¿Qué dijimos sobre eso? —JungKook se coloca a su altura.

— Lo siento—se sonroja y sonríe— ¡Soy una niña valiente! Soy como omma y tú—me mira— ¿Omma me enseñas?

— ¿A lanzar puñetazos?

— Sí.

Rio un poco negando con la cabeza. JungKook se levanta mirándome, levanta una de sus cejas esperando mi ataque, ruedo los ojos sin creer que enserio estamos haciendo esto, alejo un poco a Jane para evitar que salga herida.

— Prefiero que intentes atacarme—me encojo de hombros—Anda, lúcete frente a tu hija.

El primer puño va en mi dirección, pero lo bloqueo, golpeo el brazo de JungKook e intento hacerle tropezar con sus pies, pero él me jala consigo terminando por dejarme en el suelo. Se levanta en segundos y yo me levanto algo molesta, esta vez lanzo el primer golpe, pero JungKook intenta imitar mi movimiento anterior, para evitar caerme intento mantener el equilibrio sostenida a él, la situación es algo cómica y termino riendo porque mi cuerpo tiembla por el esfuerzo que hago para no caer. JungKook se ríe dejándome caer al suelo y Jane aplaude dando saltitos.

— ¿Estás bien? —me ayuda a levantarme.

— Sí—acepto su ayuda—Aunque fue ridículo.

— ¿Qué dices? Le enseñamos a Jane no caerse—bromea y lo empujo en juego.

— ¡Ahora mi turno!

— Mucha lucha por hoy, jovencita—la cargo escuchando sus quejas.

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Hemos pasado toda la tarde con la niña quien está más que contenta, no dejaba de decirle a su abuela lo que habíamos enseñado a ella. Mi madre se reía al escucharla hablando rápido, apenas se le entendía algo. JungMin seguía esperando mi respuesta, no sabía que decirle porque enserio no quería hacerlo, tenía...temor. En las escaleras de la casa JungKook se encuentra sentado acariciando su cabeza, me acerco sentándome a su lado mirándole.

— ¿Te sientes bien?

— Sí, sólo es un dolor de cabeza—le resta importancia—Supongo que no debo esforzarme tanto en recordar—me mira.

— Jane se quedó dormida, dormirá unas dos horas antes de levantarse de nuevo, cuando despierta siempre tiene hambre.

— Ella es como tú—sonríe un poco.

— No, es muy parecida a ti.

— Físicamente, pero tiene mucho de tu actitud—señala apoyando sus brazos en sus muslos—Enseñarle a defenderse no estará mal.

— Es una niña, tiene cuatro años.

— Y con cuatro años tiene personas queriendo lastimarla—indica—Descuida, no me interpondré entre ustedes, eres su madre, sabes lo que es mejor para ella.

— Y tú eres su padre—le recuerdo.

— No me siento de esa manera, ¿Sabes?

— Pero tuviste un sexto sentido al conocerla, ¿No? —él guarda silencio—Me recordaste a mi entrenamiento cuando estabas enseñándole como pararse.

— Tuve una sensación de Deja Vú.

— ¿Enserio? —me sorprendo.

— Quizás por eso me duela la cabeza—me mira. Su labio inferior está roto, pero no luce tan reciente, su pómulo derecho ya no está tan inflamado, JungKook sigue siendo atractivo, en pocas palabras. Suspiro apartando la mirada recordando lo mal que me sentí en ese hospital— ¿Qué?

— Por cuatro años todos creímos que estabas muerto—miro a los escalones—Cuando te vi entrar a la floristería fue...tan increíble, creí que había enloquecido, pero insistí en que eras tú—sonrío ladinamente—Antes de ti no tenía nada, siempre viví en la calle, mi madre y EunHa también, creía que la persona que un día me ayudó seguía siendo mi salvador, pero aprendí que los buenos también pueden ser malos—suspiro.

— Hablas de TaeHyung.

— Yo le disparé para salvarme, estaba asustada y dejé que el miedo me controlara—susurro no muy orgullosa—Jane no puede saber que su madre le disparó a alguien, ella es muy pequeña para entenderlo.

— Lo siento—volteo a verlo—Por todo, por no recordar mi propia familia, por haber hecho lo que hice, por haber traído a EunWoo a esto, por...todo.

— Eres sólo una víctima.

— Y ahora nuestra hija también es otra víctima—bufa negando con la cabeza—Lo siento, ni siquiera debería decirle nuestra.

— JungKook—hago una pausa—Jane es tu hija, tiene parte de tu sangre, eres su padre, con memoria o sin memoria sigues siendo su padre. Puedes decirle como quieras.

— ¿Aceptarás entrenar a esas personas? —cambia el tema.

— No lo sé.

— Yo te ayudaré—me dice. Lo miro creyendo que es broma, pero suena seguro—Yo también aprendí a defenderme por DoJae, pero a veces siento que recuerdo algunas cosas sin darme cuenta—se encoge de hombros—Me gusta este mundo, me gusta disparar un arma, sostenerla, luchar por mi vida, me gusta derrotar al enemigo—sonríe de una manera familiar para mí—No me veas así.

— Eso suena al JungKook que conozco—ante eso me mira. Sonrío ligeramente mirando algunos de sus mechones tocar su frente—Creo que podría ayudarte a recordar, el JungKook que conocemos sigue ahí, sólo hay que ayudarlo a salir.

— Tú me ayudas y yo te ayudo.

— Trato hecho.

¡Más portadas! ♡