Amafil

Cuando ambos se separan por falta de aire ella voltea el rostro rojo de la vergüenza ya que no se creía capaz de hacer eso.

— Dime porque me has besado — dijo un tanto impaciente — y quiero la verdad, porque en estos momentos no estás tomada.

— No tengo idea del porqué hice esto, fue un impulso nada más — decía tratando de escapar — yo creo que mejor me voy de aquí.

— Ambos somos personas adultas — dijo calmado — no tienes que huir de mi cuando me besas — le dio una sonrisa picara — a mi gusta que lo hagas...

— Es que tú no entiendes, está mal lo que estamos haciendo — <<Está más que mal>> — no sé porqué estoy aquí, solo me iré y no nos veremos nunca más.

— Deja de decir que ya te tienes que ir — siguió con para nada estresado por la situación — quédate tranquila que yo te voy a llevar — <<Sigue sin entender la magnitud de las cosas>> — ahora dime ¿Por qué estás tan nerviosa?

Como notó que ella no tenía intenciones de hablar le dio la vuelta y la abrazó ya que durante toda la conversación había estado de espaldas.

— Solo... No es nada, — las lágrimas empezaron a salir una vez más — solo suéltame por favor.

El no lo hace, en su lugar la hace caminar hasta la cama para que se puedan sentar y platicar mejor, presiente que la mañana será larga.

— Ahora sí, dime qué ha pasado contigo — la miró a los ojos y habló con toda la delicadeza posible — desahógate conmigo que sé que lo necesitas, voy a estar aquí para escucharte.

— ¿Qué quieres que te diga? Solo quiero olvidar todo lo que me pasó y que hoy en día me sigue atormentando. — ya no pudo seguir conteniendo más el llanto así que lo dejó salir — Quiero ser libre.

— ¿Y qué te impide hacerlo? Eres demasiado hermosa para sufrir tanto como lo haces — no mentía, es la mujer más bella que ha visto — ¿Por qué no me hablas de las marcas de tu cuerpo?

— Tu ni nadie tiene el más mínimo derecho a meterse en mi vida, — se puso a la defensiva tras la mención de estas — ¿Sabes qué? Mejor déjame en paz — se paró de la cama y empezó a vestirse.

Esperó unos segundos a ver si le decía algo más pero como no lo hizo volvió a tomar la palabra.

— Quiero que te quede claro que lo que pasó anoche no fue más que un error que no se va a volver a repetir por ningún motivo o circunstancia, sólo olvidemos lo que pasó, — dijo una vez más mientras se vestía — somos personas desconocidas.

— En verdad no te entiendo, te contradices demasiado a ti misma, primero me dices una cosa y después quieres cambiarlas totalmente, ¿Pero sabes? — dijo dejándola de lado para terminar de vestir — A pesar de todo me gusta como eres y me gustaría seguiste viendo aunque tú no lo quieras así.

— ¿Es que tú acaso eres masoquista? Solo somos desconocidos que tuvieron sexo, ¿Acaso es muy difícil entenderlo? No te quiero volver a ver en mi vida.

— Lo dices solamente así sin más pero es difícil entenderlo cuando con la persona que tuve sexo era... No tengo palabras, me dejó muy clavado, quiero conocer más de ella.

Tal vez en tus sueños puedas saber algo más de esa persona, porque de mi no sabrás absolutamente nada más.

— Alguien te está maltratado ¿Crees que no me di cuenta las marcas que te cargas en todo tu cuerpo?

— Es mi puto problema quién me maltrata, tu no tienes nada que ver este bendito asunto y ya déjame en paz de una vez por todas con tus preguntas.

Terminando de decir esas palabras se va de la habitación ya que en algún punto de la discusión se había terminado de vestir dejando lo ha el muy extrañado. Ya no sabe como había terminado teniendo una plática tan extraña con ella, no sabe si discutió con el o se desahogo pero lo que le ha quedado claro es que la va a volver a ver.

***

Alejandra

— Tía tengo un mal presentimiento, mi mamá no me ha contestado desde anoche y no sé porqué presiento que mi papá tiene algo que ver en esto — estaba bastante nerviosa mientras caminaba por la cocina con el teléfono en la oreja esperando la respuesta de su tía.

— Trata de tranquilízate Alejandra, tal vez no es nada. No tuvo que haber tenido algo que ver con tu padre necesariamente, — decía mientras se acercaba a ella — sólo trata de calmarte y espera que ya te contestará para que le hagas todas las preguntas que quieras.

— No quiero que nada malo le pase por haberla dejado sola, yo creo que tendría que haberme quedado allá y nunca haber venido para acá.

— Por lo pronto no es momento de lamentarse, solo espera a que tu mamá te conteste y podrás hablar con ella. No te adelantes a los acontecimientos, por el momento vamos a sentarnos al sofá y verás que más pronto de lo que esperas ya ella te estará llamando.

— Tienes razón, te haré caso por el momento vamos al sofá y esperar su llamada.

***

Amafil

Llegó al restaurante después de haber pasado la noche con ese hombre y haber tenido esa plática tan extraña esa mañana. Lo que quería hacer era salir de ahí, al entrar me encuentro con quién menos me imaginé encontrarme.

— Lili... ¿Qué haces aquí? — le decía bastante sorprendida mientras se acercaba abrazarla — ¿No me habías dicho que ibas a venir en la noche?

— Se lo que te dije ayer, pero se que también me necesitabas más que nadie — dijo mientras le correspondía el abrazo — por eso vine hasta aquí y no me espere hasta la noche.

— Gracias, en verdad gracias por venir hasta aquí. No sabes todo lo te tengo que contar, necesito más que nadie un soporte.

— Y aquí estoy, ten por seguro que de tu lado no me voy a volver a ir también, te he necesitado más de lo que piensas y ya verás porqué.

De un momento a otro se quita parte de la máscara que tenía en el rostro que Amafil no se había dado cuenta que tenía, cuando le ve el rostro se queda sin palabras.