Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31


—¿Qué haces aquí? —le pregunto, sorprendida.

—Sí, hola, me alegro de verte también, Nat —responde con sarcasmo. Miro por encima de mi hombro y me encuentro un cuadro que me hace fruncir el ceño. Mi madre y mis hermanos contemplan la escena como si fuera un espectáculo, solo les faltan las palomitas. Escucho el gemido de frustración cuando cierro la puerta para que no puedan escuchar.

—¿Por qué estás tan enojado? —cuestiono ladeando la cabeza. Sus hombros descienden y hace una mueca.

—Me has estado ignorando. —Oh, mierda, no creí que se aparecería en mi casa o que le molestaría tanto—. ¿Hice algo malo? ¿Dije algo grosero? ¿Huelo mal?

Lanzo una risita de diversión al tiempo que niego con la cabeza.

—El día de hoy mis padres harán una cena en la casa, me gustaría que fueras conmigo —dice. Abro los párpados hasta que creo que se han pegado a mi frente, ¿una cena con su padre malhumorado porque ganó el segundo lugar? ¿Ese que me miró feo?—. Por favor, será divertido si vas.

Veo sus ojitos soñadores y no hay mucho que pueda hacer, me está haciendo la mirada del gatito tierno, ¿quién puede resistirse a eso? Ni siquiera el rudo de Shrek pudo, estoy perdida.

—De acuerdo. —Lanzo un bufido cuando sonríe de oreja a oreja.

Shawn insiste en saludar a mamá y desearle un feliz día de las madres, muy a mi pesar lo dejo pasar. Felicita a Lauren dándole un abrazo bajo la atenta mirada de mis hermanos, le pido al cielo que no digan nada inapropiado, que no se comporten como dos orangutanes drogados. Al final se va prometiendo volver para llevarme a su casa más tarde.

Lanzo un grito cuando se marcha y subo las escaleras corriendo, escuchando las carcajadas de Cecile de fondo. Tomo mi teléfono móvil y marco un número que ya me sé de memoria, así que ni siquiera abro la lista de contactos.

—Hola —contesta.

—Dime por favor que puedes venir, Shawn me invitó a cenar con sus padres y no sé qué mierdas ponerme, necesito que me des clases o algo para ser una linda señorita —digo atropelladamente, tomo aire y espero su respuesta. Jas lanza una risotada.

—Claro, no sabía que mi amiga se había convertido en un macho de pecho peludo, llego en quince, llevaré una rasuradora.

—Muy graciosa. —Suelto un suspiro cuando colgamos.

Jasmine llega justo a tiempo, el timbre suena, escucho que saluda a mamá y sube las escaleras corriendo. Entra causando un alboroto, avienta una mochila al suelo y corre hacia la cama, se deja caer en mi colchón como si fuera una gran montaña de hojas. Entrecierro los ojos al ver su atuendo, mi frente se arruga, luce como si acabara de salir del gimnasio, lo cual es raro porque el único deporte que Jas ha hecho en su vida es mirar a Greg jugar fútbol americano.

—Estoy agotada. —Suspira. Como si leyera mis pensamientos de acuesta de lado y me observa—. ¿Te acuerdas de lo que dije acerca de hacer algunos cambios? Cuando creí que estaba embarazada sentí que estaba atrapada, ¿sabes? Antes me gustaba hacer planes, pero nunca me atreví a considerarlos para no decepcionar a mis padres o a Greg o tal vez solo tenía miedo, no sé. No quiero perder más tiempo, Nat, así que hice una lista de todas las cosas que quiero hacer antes de morir, antes de que algo malo suceda y me impida cumplir mis sueños.

—¿Y uno de tus sueños es vestir tops y leggins que se pegan a tu culo? —pregunto, confundida, a lo que se carcajea.

—Estoy entrenando porque quiero ser porrista —dice y yo me echo hacia atrás, impactada.

—¿Qué? ¿Desde cuándo? ¿Harás la prueba? —No tenía idea de que Jasmine quisiera ser animadora. De pronto veo una chispa cruzar por sus ojos, está aplanando sus labios para no reír. Demonios no—. ¡No! ¡Joder, Jasmine! ¡Dime que no lo hiciste!

—Sí lo hice, las mejores amigas se apoyan, así que harás la prueba conmigo. —Gimo con frustración al escucharla, ¿por qué tengo una amiga tan demente?

Me levanto de mi asiento y me tiro encima de ella, sacándole el aire y haciendo que suelte un jadeo. Me doy la vuelta y me acuesto al otro lado, miramos el techo.

—No sé coordinar mis pies y mis piernas parecen palitos de pan, ¿en qué demonios estabas pensando? Voy a parecer un espagueti bailarín. —Chasquea la lengua con lo que creo es desagrado—. Me da gusto que todo lo que pasó te haya servido para ir por lo que quieres, sabes que no me gusta la mierda filosófica, pero la vida es pasajera, hay que vivirla lo más felices que podamos. Además, Greg es un idiota, seguro la tiene pequeña.

—No lo sé, no tengo con qué compararlo. —Las dos nos carcajeamos, después nos quedamos silenciosas, tomo un respiro y le cuento todo lo que me dijo Hannah el otro día, le cuento cómo me siento al respecto. Jas resopla al final de mi discurso y se endereza, su ceño está tenso ahora—. Me molesta tanto esa mosquita muerta egoísta, me pone de los nervios su actitud «soy tan buena que le diré a la chica que sale con Shawn que le quitaré al chico para no parecer tan perra».

—No creo que sea tan mala, Jas —murmuro recordando que casi se puso a llorar. Me gustaría odiar a Hannah, pero simplemente no puedo.

—¿Que no es mala? Quiere tener a Shawn como un perro que le mueva la cola cada vez que le acaricie las orejas, es desagradable.

—¿Y si mejor dejamos de hablar de eso y me ayudas? —No tengo ánimos para hablar de Hannah y Shawn, ella lo entiende porque me sonríe con timidez, se levanta para dirigirse al armario, donde se sumerge como siempre hace y empieza a lanzar las cosas que no le agradan.

Me obliga a ponerme un vestido rosa con estampado de flores celestes, elige mis zapatos y me peina el cabello, espero a que empiece con el listado de cosas que debo y no debo hacer delante de los padres de Shawn, pero no dice nada.

—Si tienes que fingir para agradarle a alguien entonces escápate antes de que te conviertas en otra persona —dice cuando le pregunto, al tiempo que hace un rulo gracias a la tenaza—. Eres adorable, Nat, aun con tu torpeza y tus ocurrencias, eso te hace especial. No deberías avergonzarte de ser así, muchos quisieran ver colores en los lugares negros, como tú.

Me deja sorprendida porque nunca la he escuchado hablar de ese modo, por alguna razón siento que hay más en lo que dice, ¿estará hablando de ella misma? ¿Jas ha fingido para agradarle a alguien? ¿A sus padres? ¿A Greg? No lo sé y temo preguntar ya que no quiero que se ponga triste.

Horas después bajamos las escaleras riendo, justo cuando el timbre suena, me ahogo con mi respiración, ¿será Shawn? No me dijo a qué hora vendría, pero ya van a ser las siete, no creo que tarde demasiado.

Mamá camina hacia la entrada y se detiene al verme.

—¡Estás hermosa, cariño! —exclama antes de abrir la puerta y darle el paso al que sigue afuera. Shawn entra vistiendo camisa y pantalones de mezclilla negros, ¿por qué tiene que ser tan lindo siempre? ¿Eh? No lo entiendo.

Un movimiento capta mi atención, Frank sale de la cocina y se detiene en seco al verme, sus ojos desorbitados me hacen reír, al igual que su boca abierta. Lleva un tazón lleno de frituras, ese niño no engorda ni comiéndose un rinoceronte.

—¿A dónde vas vestida así, Natalie? —pregunta, su rostro se enciende de color rojo. Al principio creo que va a decir alguna cosa para avergonzarme delante de todos, luego me doy cuenta de que está furioso, y eso me parece más divertido. Frank se da cuenta de Shawn, su expresión es indescriptible, hasta mamá está aguantando la risa. Al parecer comprende que tengo una cita, pues camina hacia el pelinegro, lo observa desde abajo y me señala. No creo que se de cuenta de que parece una pulga delante de una jirafa—. ¿Ves ese vestido, chico? ¿Te agrada verdad? Si veo una sola arruga cuando Natalie vuelva me vas a conocer.

Enmudecidos lo vemos caminar hacia la sala y sentarse en el sofá, aclaro mi garganta para no ponerme a reír como una lunática. Jasmine me da un empujoncito, bajo los escalones que me faltan.

Los ojos de Shawn contactan con los míos, no los despega, ni siquiera cuando me ofrece su mano. Mis mejillas se encienden, siento las miradas de todos en mi cara.

—No la traigas muy tarde —le pida mamá, solo entonces él deja de mirarme para observarla.

—No lo haré, señora Drop —responde.

Me despido de mi madre y de mi mejor amiga, el brazo de Shawn rodea mi cintura y me da un jalón para pegarme a su costado. Mi estómago cosquillea al ver su motocicleta en la acera. ¿Cómo demonios voy a subirme con el puñetero vestido? Pero me importa un carajo, no me perdería por nada del mundo un paseo en esa cosa tan perfecta.

Nos detenemos delante de esta, él agarra un casco y con suavidad me lo pone en la cabeza.

—Tú adelante para que sea más fácil —dice.

Me ayuda a subir, después se monta detrás de mí, sus piernas se colocan alrededor de las mías, pone mis manos en el manubrio y enciende el motor. Deja al descubierto el lado derecho de mi cuello apartando mi cabello, me enderezo cuando siento su aliento en mi oreja.

—Eres lo más hermoso que he visto —susurra, cierro los ojos pues el contacto de sus labios sobre mi piel me hace estremecer y preguntarme si es real—. Me gustas muchísimo, Natalie Drop.

El motor ruge, pone sus manos sobre las mías y arranca.


* * *


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro