Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24


Suelto una carcajada cuando Jackson dice algo tonto intentando hacerme sentir mejor. La verdad es que el peso que sentía más temprano ha disminuido considerablemente. Mi padre no se ha aparecido en mi cabeza ni una sola vez. No sé, este chico siempre sabe qué decir, es uno de sus talentos.

Por un instante nos quedamos silenciosos, nos contemplamos sin pronunciar palabra. Empiezo a sentirme incómoda, tanto que retuerzo mis dedos para calmar el nerviosismo. ¿Ahora qué?

Él abre la boca para decir algo, pero no sale nada porque alguien más interrumpe.

—Natalie. —La voz de Shawn resuena en mi cerebro como una campana, tomo aire y me doy la vuelta para encararlo. Me sorprende muchísimo darme cuenta de que no me está mirando, su vista está fija en Jacks. Entonces, mis ojos se convierten en pelotas de ping pong pues no puedo dejar de mirarlos, Jackson tampoco le quita la mirada de encima.

Hay mucha tensión en el aire, podría rebanar zanahorias si fuera un cuchillo. El ambiente se vuelve más denso y lo único que quiero hacer es largarme. No me gustan las peleas y como que se están asesinando mentalmente. Soy capaz de ver cómo Shawn aprieta los puños, ¡vaya! ¡Esto es nuevo!

—¿Podrías dejar que mi novia y yo hablemos? —Me atraganto con mi propia saliva al tiempo que Jackson bufa. Voy a reclamarle y a decirle que nunca acepté, sin embargo, alza una ceja a modo de advertencia y, por alguna razón, no lo contradigo.

—¿Novia? Creo que fuiste rechazado, amigo. —Jack cruza los brazos sobre su pecho y Shawn tensa la mandíbula. Se fulminan, ruedo los ojos, exasperada.

—Paren su jodida pelea de gallos que me harán vomitar. —Ninguno luce divertido, no sé qué les está pasando—. Está bien, Jack, tengo que hablar con él, deja de actuar como un hermano sobreprotector.

El hechizo entre ellos dos se rompe, mi compañero de trabajo asiente y se va dando pasos apretados sin despedirse o mirar una sola vez en mi dirección.

—¡Mira lo que hiciste! —exclamo y señalo al que acaba de irse, quien ya está más lejos que cerca—. ¡Se enojó conmigo por tu culpa!

—Mejor, así dejará de mirarte como si fueras un caramelo. —Su tono es plano, al igual que sus gestos. Ladea la cabeza y me enfoca con seriedad, estoy enojada y avergonzada, y no tengo idea de qué mierdas está hablando.

—¿De qué hablas? ¿Ahora estás celoso? —pregunto, lanzo una risita sarcástica que tengo que tragarme cuando se me acerca sin aviso.

Shawn envuelve un brazo alrededor de mi cintura y me da un jalón para acercarnos. Su boca cae a mi oído, ahí respira y me hace estremecer. ¿Esta es una nueva etapa entre los dos? ¿Podré lamerlo como paleta y cumplir los puntos de mi lista? Sea lo que sea hace que los colores se me suban al rostro.

—Estoy ardiendo de celos, estoy tan celoso que lo único que quería hacer era pegarle —susurra bajito.

—¡Wow! Para un poco tu actitud de macho dominante, tú no eres así —digo.

—No pretendo ser un macho dominante, pero ¿qué quieres que haga? Me declaré hace unas horas, vengo aquí para decirte que no puedo aceptar tu respuesta porque te quiero y lucharé para que me creas; y te encuentro riendo con ese tipo que te miraba como si quisiera com...

—¡Hey! —interrumpo—. Es solo un amigo, es mi compañero de trabajo y solo intentaba que me sintiera mejor.

—De eso estoy hablando, yo quiero hacerte sentir mejor. —Suspiro y le regreso el abrazo rodeándolo, no puedo mirarlo porque sigue escondido en mi cuello, pero se siente muy agradable ya que está depositando besitos en el—. Me gustas, me fascinas de todas las formas que existen. Me encanta besarte, pasar tiempo contigo, mirarte cuando muerdes el borrador de tu lápiz en la clase de matemáticas, sentir cómo te quedas sin aliento cuando me acerco. Te quiero, Nat, ¿tan difícil es para ti creerme?

Mil revoloteos nacen en mi estómago, muchos, millones de mariposas. Mi corazón es un ferrocarril lanza humo, una batería golpeando contra mi pecho.

—Eso fue un gran discurso, ¿te comiste a Shakespeare? —Siento su sonrisa en mi piel, así que sonrío de vuelta.

—No —murmura—, pero podría comerte a besos, preciosa.

¡Santo cielo! Necesito abanicarme, sumergirme en una alberca o ahogarme en el océano.

—No soy tu novia —musito.

Se echa hacia atrás y sonríe de lado, su nariz acaricia la mía. Sé que va a besarme y quiero que lo haga, necesito que lo haga. Lucho contra el impulso de obligarlo a hacerlo pues no quiero lucir como una vieja urgida.

—Todavía —responde.

Y eso es todo, soy llevada por la marea que es Shawn Price. Sus labios tocan los míos y no hay mucho que yo pueda hacer más que seguirle el ritmo y aferrarme con fuerza porque temo que mis rodillas se doblen.

No sé cuánto tiempo nos besamos, no puedo concentrarme en nada que no sea él, hasta que una tos seca me hace abrir los ojos y tensarme. Mierda, lo olvidé por completo.

—Jovencito, podría soltar a mi hija para que pueda respirar, creo que ya se puso azul.

Shawn se aparta y se aclara la garganta, su rostro se colorea tanto que creo que va a explotar, por un momento me quiero carcajear; pero veo el rostro serio de papá y me pongo recta. No puedo negar que es un poco divertido todo el asunto.

—Discúlpeme, señor. —Tengo que esforzarme para no reír—. No volverá a suceder.

—Súbete al auto, Natalie. —Quiero reponer y decirle que no seguiré sus órdenes, él se da cuenta, así que se me adelanta—: Métete al auto si no quieres que te castigue.

Refunfuñando hago lo que me dice, me trepo al coche y azoto la puerta porque me hace sentir mejor. Me cruzo de brazos y observo que siguen conversando en la acera, el rostro de Shawn se pone pálido, así que abro la ventana.

—¡No te atrevas a amenazarlo! ¡Yo lo obligue a que me besara! —grito.

Papá se dirige al automóvil y se monta en el asiento del conductor, mete las llaves y golpea el volante.

—Eso no lucía como que lo estabas obligando.

No digo nada, enciende el motor y empieza a avanzar. Le doy una última mirada a Shawn, quien me guiña un ojo y me sonríe.

Todo el camino lo hacemos callados, lo conozco y, aunque nunca he comprobado si es el tipo de padre celoso y protector, es obvio que está expulsando enojo y llamas por cada célula de su cuerpo. Yo estoy en las nubes aún, puede incendiarse todo lo que quiera.

—¿Quién era ese? —pregunta con los dientes apretados al cerrar la puerta de la entrada a nuestras espaldas—. ¿Por qué te estaba besando en medio de la calle?

De pronto, vuelvo a la realidad donde vivo con mi padre, mi corazón se engarruña y vuelve a esconderse en su lugar seguro.

—Por la misma razón por la que te fuiste de casa. —Gruño—. Porque quise.

No espero su respuesta, corro y me escondo en la habitación que estoy ocupando.



Al día siguiente, me encuentro una nota en la cocina donde papá me informa que estoy castigada y no puedo salir a ningún lugar durante un mes. En la entrada de la escuela me encuentro a Jas, no se ve muy animada. Ella regresó con Greg cuando él le dijo que todo era un malentendido y que nunca le sería infiel, no sé si las cosas estén funcionando entre ellos.

Caminamos por el pasillo en silencio, mis dientes rechinan pues necesito mi dosis diaria de tonterías de Jasmine y Natalie, no obstante, está perdida en sus pensamientos y mirando el suelo.

Nos detenemos en su casillero, mecánicamente saca sus cosas, creo que ni siquiera se da cuenta que la estoy observando.

—Dime qué sucede.

Me alarmo y aprieto su hombro cuando sus ojos se vuelven vidriosos, una lágrima desciende por su pómulo.

—¿Qué te hizo ese imbécil ahora? ¿Quieres que vaya y le rompa las pelotas? —No puedo evitarlo, me siento muy protectora cuando se trata de mi mejor amiga. Jas niega y me mira, su cara se arruga. Me desinflo—. ¿Qué ocurre?

—Creo que estoy embarazada.


* * *


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro