Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 05

MIRADAS AZUCARADAS VUELVE A WATTPAD por tiempo indefinido\*-*/ Recuerden que este es el borrador de la historia, en el libro físico y en el ebook hay cambios <3


—No puedo creer que no tengas nada sexy aquí —dice Jasmine sumergida en mi armario, rebuscando entre mi ropa. Ha creado una montaña en mi cama y otra en el suelo. Parece un tornado.

Me quedo sentada en la silla de mi peinador, mirando fijamente hacia donde se supone que está. Solo puedo ver las prendas salir volando.

—Soy una chica de diecisiete y me gustan los unicornios, no me culpes por no tener diminutas faldas.

—Ughh, eso explica por qué tienes esta cosa tan horrible —emite al tiempo que una sudadera rosa pastel vuela por los aires—. Deberías superar la etapa de My Little Ponny.

Tiene el cuerpo de un unicornio realzado y los cabellos multicolores de su cola mbién. Me levanto, alarmada, y la recojo para colocarla extendida en mi edredón.

—¿Qué? A mí me parece bonita. —Pero la verdad es que es espantosa, es la cosa más fea que he visto después de mi gorro de hamburguesa con doble queso. Si la sigo guardando es porque me trae buenos recuerdos, mi padre me la dio cuando cumplí los quince.

—¡Lo encontré! —exclama, emocionada, y sale.

Abro los párpados al ver lo que lleva en las manos, ¿cómo no recordaba que lo tenía? Nos habríamos ahorrado mucho tiempo. No puedo creer que eso siga ahí. Es un vestido negro que me puse en la fiesta de cumpleaños de Frank.

Las dos nos vestimos y, a pesar de que le aseguro que puedo hacerlo por mi cuenta, me mira con ojos de borrego a medio morir pues quiere hacerme un favor de amigas. No es que no quiera, es que Jas es un poco exagerada y no quiero parecer payaso.

No tengo muchas esperanzas de pasar el rato con Shawn, no después de verlo junto a Hannah en el restaurante; pero ella dice que igual debo verme bonita por si las moscas deciden planear con sus manos maquiavélicas algo a mi favor.

De igual forma, amo lo que vestiré.

Una hora después estamos listas. Jas se puso un vestido rojo que combina con su labial y su mueca de picardía. Sí, le gusta hacer gestos en el espejo para comprobar que luce bien haciendo cualquier cara. ¡Maldita loca!

La verdad es que no quedé tan mal, me veo bastante bien, y me gustan muchísimo las ondas de mi cabello, podría mirarlas siempre.

Mi madre insiste en llevarnos para conocer el lugar donde pasaremos el rato. Todo el camino se la pasa parloteando sobre lo hermosas que nos vemos. Llegamos a la casa llena de jóvenes. Jas sale del auto, voy a hacer lo mismo, pero escucho su voz.

—Cuídate, cariño, y por favor llámame cuando Greg ya vaya a llevarte a casa. Sabes que me pongo nerviosa.

—De acuerdo —le digo sonriendo—. Te quiero, mamá.

Jasmine se despide de mi madre antes de que emprendamos el camino a la entrada. La música resuena a todo volumen, los gritos eufóricos se escuchan desde el exterior. ¡Oh, sí, quiero mover el cuerpito!

Un chico está en la puerta como si fuera guardia de seguridad, luce realmente amenazante. Algo así como King Kong queriendo machacarme.

—Venimos con Greg —dice mi mejor amiga alzando la voz.

Al escuchar el nombre, el grandote sonríe y se hace a un lado. Sin embargo, antes de que podamos entrar, nos extiende una pecera llena de billetes y monedas. Lo miramos sin comprender qué quiere. ¿A caso me está ofreciendo dinero? ¿Este es un milagro?

—El alcohol y los condones cuestan. —La morena bufa y saca de su bolso dos dólares.

—No hay más.

Nos deja pasar, pero mi mente todavía está dándole vueltas a sus palabras.

—¿Condones? —pregunto, atónita.

—¡Oh, vamos! En cualquier fiesta hay globos. Camina. —Me jala del brazo para obligarme a entrar.

La oscuridad es impresionante, hay muchos cuerpos moviéndose al ritmo de una canción electrónica que no conozco. Greg se nos une y le da un apasionado beso a su novia, me saluda con un «hola, chica hamburguesa». Nos acerca a su grupo de amigos ruidosos, quienes están jugando a ver quién bebe más alcohol.

Jas me ofrece una cerveza y yo la tomo, le doy traguitos cortos pues el sabor amargo no es de mi agrado; no quiero verme como una niñita, puedo ser la ruda de los unicornios.

Termino cansándome de escuchar sobre lo bien que le está yendo al equipo de fútbol, así que decido que dar una vuelta por ahí es lo mejor, también puedo aprovechar para ir al baño.

Doy unos cuantos pasos, esquivando los cuerpos que se mueven como si tuvieran piojos saltarines.

No debería sorprenderme para nada que la mala suerte siempre se empeñe en cagarme encima. De hecho, podría hacer una lista como los récords Guinness para ver cuál accidente o metida de pata es más extrema.

Algún desalmado se avienta contra mí y me hace tropezar. La botella se me resbala de las manos, y creo que voy a romperme la cabeza en el suelo. Cierro los ojos para que según yo duela menos, aunque sé que dolerá igual.

No obstante, el golpe nunca llega, unos brazos me han atrapado. El aire se me atora en los pulmones al encontrarme con sus ojos marrones y su sonrisa divertida.

Esto es todo, que alguien llame a mi madre para que organice mi velorio, él me está abrazando. Mi corazón va a mil por hora, no sé qué hacer, así que espero que me saque del aturdimiento.

—Estas formas tuyas de aparecer podrían matar a alguien. Primero un caldo, después una hamburguesa en la cabeza, y ahora caes a mis brazos. —Su susurro hace que ahogue un suspiro en mi boca.

Oh, Shawn, hazme tuya.

Dejo que una sonrisa se extienda en mi rostro, espero no lucir como una loca enamorada.

—Lo siento.

Deshace el abrazo con lentitud, le da una mirada al suelo y hace una mueca con los labios. No tengo idea de qué es lo que está viendo, pero no quiero dejar de mirarlo.

Es tan lindo.

—Iba por una cerveza, ¿quieres otra? —Niego sacudiendo la cabeza, luego quiero maldecir porque ese sería un buen pretexto para estar con él—. Entonces tendrás que acompañarme.

Por segunda vez en la noche, alguien me jala del brazo, pero esta vez no es molesto. Shawn toma una de la hielera y me hace una seña para que nos alejemos del grupo de chicos escandalosos. Siento la mirada de Jasmine todo el tiempo, no la miro porque me podré más nerviosa de lo que estoy.

—¿Por qué tomabas si no te gusta? —pregunta con la ceja alzada. Me quedo estupefacta—. Y no intentes negarlo, vi tu cara cuando le diste el primer trago.

¡Me estaba mirando! ¿Estoy en las nubes o qué?

—Así que me estabas espiando... —Intenta esconder su sonrojo dando un trago—. No quería desentonar.

—Es bueno ser diferente —susurra sonriendo—. ¿Quieres bailar?

Su ofrecimiento me toma por sorpresa, me tardo en reaccionar. Por supuesto que termino aceptando. Caminamos a la pista improvisada, rodeada por sillones. Está sonando una canción movida, así que tomamos el ritmo. Me carcajeo sin poder evitarlo al verlo moverse con exageración. No sé si baila así o lo hace a propósito.

—¿Te parezco gracioso? —pregunta al tiempo que se mueve con más ímpetu. No puedo dejar de reír, incluso cuando los otros nos miran con extrañeza.

—¡Por Dios, bailas horrible! —exclamo entre risas, intentando seguirlo, pero es imposible. Shawn se carcajea, empieza a bailar más suave y normal.

No sé cuánto bailamos, de la nada se queda quieto y enfoca algo a mis espaldas. Miro sobre mi hombro y encuentro el motivo de su repentina quietud.

—Ya regreso —dice sin mirarme.

Lo veo dirigirse hacia Hannah, la abraza desde atrás y se balancean. Lo único que puedo ver es su espalda ancha. Vale, como que mi corazón se quebró un poquito, tal vez pueda jugar rompecabezas con los trozos. Me mantengo esperando porque dijo que regresaría, sin embargo, tal parece que se le olvidó, pues los minutos pasan y ni siquiera voltea.

Me siento como una tonta.

Muerdo el interior de mi mejilla para no ponerme a llorar.

—Ni se te ocurra, vinimos a divertirnos, guapetona. —Busco la voz de Jas, su sonrisa de medio lado me tranquiliza, seguramente vio todo—. Que le dé por el culo su monja rubia, yo me quedo con la mía chispeante.

Y es así como me hace reír y me obliga a bailar siguiendo la voz de Sia.


* * *

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro