Incesto.
Bienvenidos a otro capítulo más de uno de mis AUs más queridos, el Futuro Imperfecto. En esta ocasión, introduciremos a dos nuevos protagonistas de esta serie, los ya bien infames y conocidos Hijos del Pecado.
Nuevamente veremos lo que ocurre cuando se toman ciertas decisiones por ciertos eventos, en esta ocasión, nos enfocaremos en ver lo que ocurre cuando un grupo de hermanos se deja llevar por la tristeza y no encuentra la manera adecuada de lidiar con ella.
Al igual que ocurrió en Egoísmo, habrá lenguaje altisonante, menciones a actos ilegales y problemas intrafamiliares, por lo que si te molesta alguno de esos temas, no sigas adelante.
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(LOAN Y LEMY LOUD)
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"¡Esta no es la forma de resolver esto!" Dijo una voz masculina con eco.
"¡Esos errores deben ser eliminados y todo aquél que se interponga también!" Reclamó una voz femenina con eco.
"No quería tener que hacer esto, pero no me dejaste otra opción..."
"Sabes que no había otra forma, por eso mismo te fuiste en un principio."
"¡Para ya, ésto no puede seguir así!"
"¡Nunca me detendré! ¡Nadie me detendrá y lo sabes!"
"Yo no estaría tan seguro..."
En ese momento, una chica de cabello rubio grasiento, opaco y enmarañado, ojos azules con ojeras muy marcadas y con una pijama bastante holgada, se despertó de golpe, jadeando y sudando.
Loan Loud era una chica con cientos de problemas, principalmente paranoia, nerviosismo y timidez, y como tal, ella era constantemente asediada por pesadillas.
Era una mañana tranquila y cálida en la ciudad de Royal Woods, pero aún así, cada día era igual para Loan Loud, quien despertaba a las 6:00 am, ya fuera por su alarma o mayoritariamente por una pesadilla, se quedaba viendo al techo por unos minutos, después iba a darse una ducha extremadamente rápida porque además de vivir con su padre, sus 12 hermanos y sus 8 tías, ella no quería tener que enfrentar a Lyra o peor, a Leia, quienes la solían criticar por "tardar demasiado en la ducha", luego compartía el desayuno con sus hermanos, y al terminar, los veía irse a la escuela, y a sus padres y tías ir a sus respectivos trabajos, mientras ella se quedaba sola en casa, ya fuera limpiando lo poco que Liena dejaba sucio a propósito para que Loan no se sintiera inútil, trabajar en programas informáticos con ayuda de su tía Lisa y el Doctor Parker, o jugando videojuegos y charlando en línea con Felicity, ésto último siendo sus únicas distracciones.
- Odio mi vida... - Dijo Loan para sí misma mientras abrazaba sus piernas.
"Nada de esto pasaría si me dejaras salir..." Dijo una voz dentro de la mente de Loan.
- No... tú no eres yo, cállate...
"Claro que no, si fuera tú, sería una perdedora."
- Q-quizá, p-pero aún así... no soy tú, tú eres una... una p-perra...
"Claro que sí, y tú también, todos sabemos quién es tu madre, Loan, y lo que hizo. Sin importar cuánto lo niegues, su sangre corre por tus venas y cuando menos lo esperes, tú y yo seremos iguales a ella."
- N-no... y-yo soy mejor... soy...
"Acéptalo, Loan, eres escoria, nada más que un estorbo en las vidas de quienes te rodean. Sólo le haces perder el tiempo a tu familia y amigos, quienes te tienen tanta lástima como para no dejarte abandonada como deberían."
- ¡Cállate!
"Oh, la gatita tiene zarpas, qué lástima que sea tan pusilánime y cobarde que jamás se atreva a usarlas."
- A-al menos yo tengo el control... tú no eres más que... una pesadilla...
"No celebres tanto, Loan, que nunca has podido pelear contra otra persona. Si de verdad peleara contigo por ver quién domina el cuerpo, te haría trizas."
- Ya déjame en paz...
La chica suspiró y miró a su alrededor, luego notó una pequeña vibración bajo su almohada y encontró su celular, donde había recibido una foto de su amiga Felicity, la cual la confudió un poco dado que estaba usando una máscara roja que le recordaba un poco a la máscara de Spider-Man y una sudadera azul oscuro, mientras sostenía una tablet que decía Cortesía de la Sorprendente Scarlet Spider, mientras una chica con un extraño peinado colgaba detrás de ella casi completamente envuelta en telaraña.
- Felicity, ¿qué estás haciendo ahora? - Dijo Loan mientras grababa un mensaje de voz.
"La tonta detrás de mí creyó que era buena idea robarme, así que le dí una lección y la dejé lista para que los polis vengan por ella." Respondió Felicity en otro mensaje de voz. "Nos vemos luego que gracias a esta idiota tuve que llegar tarde a Química y la Doctora Stevens me envió a detención."
- Me refiero a lo del traje de superheroína, ¿qué no tenías prohibido intentar cosas así hasta que tuvieras un Miraculous?
"Mi papá hacía cosas más peligrosas sin poderes siendo apenas un año mayor, además, no lo hago a diario."
- ¿Tengo que recordarte todo lo que has hecho esta semana?
"Como dije, no tengo tiempo, ya casi estoy en el aula de detención."
Loan no pudo evitar soltar una pequeña pero sincera sonrisa ante la respuesta que obviamente quería evitar que le recordara a Felicity todas sus escapadas heróicas, las cuales ya habían ocurrido desde hacía meses, al menos 5 veces por semana y a veces más de una vez al día. Debido a que ella era la única que todo sabía eso, Loan era la confidente más cercana de Felicity, incluso más que Tamy, Amy, Micah y Lemy, y si Loan llegara a abrir la boca (cosa que ella nunca haría a propósito porque ella quería a la joven Parker como a una hermana), Felicity estaría en serios aprietos.
Tras ese momento de diversión con su mejor amiga, Loan se dispuso a tomar su ducha rápida.
Mientras tanto, dentro de la misma casa, pero en la habitación más pequeña de ésta, un joven de cabello castaño grisáceo se encontraba despertando perezosamente mientras su alarma sonaba insistentemente.
Lemy Loud gruñó de molestia ante su despertador mientras golpeaba los objetos en su mesita de noche, tratando de desactivar el molesto ruido y, con suerte, tener algunos minutos más de sueño.
- ¡Lemuel Limpbiscuit Loud, levántate y prepárate para la escuela! - Dijo una voz juvenil pero estricta mientras la dueña de dicha voz golpeaba la puerta con fuerza.
- ¡Déjame en paz, Lyra! ¡Y deja de llamarme por mi nombre completo que no eres mi madre! - Espetó Lemy.
- ¡Levántate y baja a desayunar antes que Lupa le dé tu desayuno al perro otra vez!
- ¡Déjame dormir!
- No es hora para dormir, es hora de prepararte para ir a la escuela.
- ¡Es demasiado temprano, Lyra!
- ¡Y aún así llegas tarde a la escuela, así que arriba!
Viendo que sus esfuerzos por poder dormir un poco más serían inútiles, el joven Lemy gruñó de frustración y se levantó perezosamente, frotándose los ojos con desgano. Una vez que terminó de desperezarse, el chico de cabello castaño grisáceo bostezó y miró a su alrededor, tomando su querida bandana y su ropa del suelo de la habitación.
Una vez vestido, Lemy soltó otro bostezo y salió de su habitación, topándose de golpe con la habitual fila para usar el baño, con su madre, Luna, hasta el principio y su prima-hermana Lupa, hasta atrás, apenas a un paso de su habitación.
- Hola, Limpy... - Suspiró Lupa.
- Deja de llamarme así.
- Lo haría, pero eso te fastidia y fastidiarte me hace feliz.
- También te quiero, hermana...
- ¡Hola, Lemy! - Dijo Lacy enérgicamente antes de jalar a Lemy hacia ella para abrazarlo.
- Hola, Lace. - Dijo Lemy.
- ¿Por qué estás vestido? ¿No piensas ducharte hoy?
- No, hoy tengo cosas que hacer temprano.
- Ugh, ¿al menos has lavado tu ropa? Porque apestas... - Dijo Lyle.
- El que tú seas tan quisquilloso y princeso que te bañes y te cambies de ropa dos veces al día, no quiere decir que todos tengamos que hacerlo.
- Ya te lo dije, es por mi cabello. - Bufó Lyle, sintiéndose indignado.
- Eso aún no explica que uses todos los productos de belleza de la tía Lola, y cuando digo todos, me refiero a TODOS.
- Eso... - Dijo un sonrojado Lyle. - Eso no es cierto...
- Claro, claro, lo que digas, supongo que el brillo labial y el rímel que traes son 100% características genéticas únicas en tí.
Con eso dicho, Lyle sudó frío mientras Leia se giraba para fulminarlo con la mirada y Lemy empezó a bajar las escaleras mientras suspiraba.
- En una familia como la mía, es bastante común encontrarse con caos y desacuerdos desde muy temprano. - Dijo Lemy. - Y sí, al igual que pasó con Felicity, estoy hablando con ustedes. En nuestra generación es bastante común, así que esperen lo mismo con Tomoko, Stanley, Serenity y Micah. En fin, como pueden ver, hoy es un día particularmente tranquilo, normalmente Leia y Lyle ya estarían peleando por ver quién se acabó el acondicionador, Lacy me habría tacleado por las escaleras para saludarme, Lupa le habría dado mi desayuno a Charles III, Liby habría tratado de hacerme caer en una de sus bromas, Lulu y Lani estarían peleando por alguna causa menor, tía Lisa habría despertado a todos con una explosión en su laboratorio del subsótano... Lo único que no cambia es que Lyra siempre está detrás de mí, fastidiándome para que "no siga el ejemplo de delincuentes como Micah, Stanley y Felicity." Me sorprende que alguien de nuestro origen pueda ser tan santurrona. Y no me malentiendan, la quiero y todo, pero pues es bastante fastidiosa. Y pues ustedes ya deben saber nuestro origen, así que sólo diré que agreguen superpoderes y tendrán una historia bastante similar pero con un tinte más sombrío y sangriento, la cual no resumiré porque ya dí demasiada exposición aquí.
Dicho eso, Lemy llegó al comedor de su casa, el cual había sido expandido hacía años por su tía Lucy usando magia, viendo a su padre y los múltiples robots de su tía Lisa poniendo los respectivos platos de cada uno de los habitantes de la casa en las dos mesas.
- Hola, Lem. - Dijo Lincoln.
- Hey. - Suspiró el chico mientras tomaba su asiento para desayunar.
- ¿Otra vez no te bañaste?
- No tengo tiempo...
Con eso dicho, Lemy comenzó a engullir su almuerzo mientras Lincoln lo veía con un gesto de desaprobación y desagrado.
- Lemy, come decentemente, por favor. - Dijo el albino.
- "No me fastidies, viejo..." - Dijo Lemy con la boca llena antes de tragar. - No tengo tiempo para discursos de cuán delincuente juvenil soy ni para tus reprimendas hipócritas.
- Lemy, ya basta.
- Como dije, ya voy tarde, adiós.
Con eso dicho, Lemy tomó su plato vacío y lo llevó al fregadero mientras el resto de la familia Loud iba tomando sus respectivos asientos para desayunar, saludándose mutuamente y compartiendo algunos de sus planes para el día.
Y como era usual, el resto de la familia estaba tan ensimismada en sus propios pensamientos que apenas si le prestaron atención al joven rockero, todos excepto una joven de cabello grasiento y enmarañado, quien chocó con él apenas entrando al comedor.
- Oh... l-lo siento, Lemy... - Dijo Loan.
- Descuida, no pasa nada. - Dijo Lemy. - Por cierto, voy a ya sabes dónde, ¿necesitas que le diga algo a ya sabes quienes?
- N-no, en la mañana hablé con ella y t-tía Lisa tiene una c-conferencia con él en la tarde.
- Bueno, cuídate, hermana, y recuerda, díle a Felicity si Leia te molesta.
- N-no me gusta que ella se m-meta en problemas por mí...
- A ella le gusta y lo sabes, además, es la única que sabe poner a esa pequeña gángster en su lugar.
- ¡Te escuché, Lemuel! ¡Y no creas que esto se quedará así! - Amenazó Leia.
Lemy sudó frío en ese momento, luego le dió un rápido abrazo a Loan y salió corriendo de la casa, esperando poder lidiar con la posible represalia que Leia tuviera lista para él cuando la viera luego de la escuela.
Tras un par de calles, el chico miró a su alrededor y se escondió detrás de un árbol mientras sacaba un par de tijeras hechas de un reluciente metal de su bolsillo, las cuales tenían un diseño similar al de una guitarra con forma de cráneo.
- Aún no me creo que ya las tenga. - Dijo Lemy mientras ojeaba sus tijeras dimensionales. - Tengo que admitir que enfrentar a Hekapoo es más difícil de lo que había esperado.
En ese momento, el joven rockero hizo un corte en el aire con sus tijeras, sintiendo una ligera resistencia mientras las cuchillas desgarraban la tela del espacio y creaban un portal de color azul, el cual Lemy cruzó para encontrarse en una oficina en lo alto de un edificio de Nueva York, donde se podía ver sentado a un joven de unos 16 años con largo cabello negro azulado atado en una cola de caballo y con un atuendo consistente en jeans ajustados, un par de botas desgastadas de color negro, una camiseta púrpura de Kitty Section y una raída chaqueta de mezclilla arremangada hasta los codos, charlando con una chica de cabello café con un par de mechones color púrpura quien le mostraba al chico una serie de caracteres en un idioma desconocido escritos en una Tablet-OZ y usaba una blusa lila, shorts de mezclilla algo holgados con una chaqueta de cuero negra arremangada hasta la mitad de sus antebrazos, un curioso collar con forma de ojo cerrado, gafas azules y tenis de color blanco, mientras un hombre de cabello castaño que vestía un traje negro con corbata roja y azul trabajaba en un par de documentos en un escritorio frente a la ventana de la oficina.
- Hola, Lemy, llegas tarde. - Dijo el chico de cabello azulado.
- Lo siento, chicos, olvidé que teníamos esta reunión. - Dijo Lemy. - ¿Dónde están Stan, Tamara, Tomoko y Felicity?
- En lecciones de chino, aprendiendo a pelear con espadas, en sus clases privadas y en la escuela, respectivamente. - Dijo la chica mientras revisaba su Tablet-OZ. - Hmm... me parece que he escrito esto mal, cuando regrese al Sanctorum, le preguntaré a mamá cómo se escribe...
- ¿No se supone que tendrían la agenda libre para esto?
- No es su culpa, excepto tal vez lo de Felicity, ella ha faltado a un par de clases en la semana y tuvo que tomar regularización. Supongo que ustedes dos no saben nada al respecto, ¿o me equivoco? - Dijo el hombre en el escritorio, sabiendo que la respuesta de los jóvenes iba a ser una mentira.
- N-no, claro que no, Dr. Parker. - Dijo Lemy mientras sudaba frío.
- Puedes llamarme Peter. Sabes que no necesitas ser tan formal conmigo, Lemuel.
- Es básicamente el único adulto al que respeto por decisión propia, Doc, no puedo dirigirme a usted como me dirigiría con mi viejo o mis tías.
- Eres todo un caso, Lemuel, pero supongo que puedo respetar tu decisión.
- Además, me dice que no tengo que ser tan formal y aún así me llama por mi nombre y no por el diminutivo
- ¿Qué puedo decir? Me gusta más llamarte Lemuel. - Dijo Peter mientras bajaba su pluma. - Bueno, chicos, tengo que ir a París, por lo que tendré que dejarlos a cargo de E.D.I.T.H., así que no la vayan a fastidiar, por favor, está en "esa" etapa y no quiero que K.A.R.E.N. me mate por "exponer a su hija a comportamientos inapropiados y a delincuentes juveniles."
- Claro, Doctor Parker. - Dijeron los tres adolescentes.
El Jefe de Investigaciones en Tecnología de Luz Sólida de Industrias Stark asintió y se levantó, tomando unas gastadas tijeras dimensionales de un cajón de su escritorio y usándolas para crear otro portal, el cual todos atravesaron para encontrarse ahora dentro del nuevo cuartel de los Vengadores, una estación espacial que Peter había denominado como el Espectador.
Casi de inmediato, un holograma de luz sólida se proyectó frente a ellos, siendo una chica de unos 25 años de edad con una apariencia desgarbada similar a la de el joven de cabello azulado, pero con el cabello más revuelto.
- Micah Etienne Couffaine, Serenity Pines Sparkle, Lemuel Limpbiscuit Loud, no tienen autorización de estar en esta estación. - Dijo la holograma mientras un par de láseres apuntaban al pecho de los adolescentes. - Desalojen antes de...
- Autorización de estadía nivel uno. Código: Nueva generación. - Dijo Peter.
- Código aceptado. Nueva etiqueta de identidad reconocida. Acceso concedido, Nuevos Vengadores.
- E.D.I.T.H., ya habíamos hablado de esto, tienes que dejar de sacar las armas cada que hay una mínima amenaza o quebrante de las reglas.
- Lo siento, abuelo, pero estaba ocupada y no me gusta que me interrumpan, y menos estos niñatos.
- Eres toda una ternura, E.D.I.T.H... - Soltó Lemy.
- Cállate, Lemy. - Dijo Serenity.
- Sólo decía...
- ¿Podrías encargarte de llevarlos a la sala de entrenamiento B y asegurarte de que no lleguen tarde a sus respectivas citas cuando acaben?
- Claro que sí, descuida, yo me encargaré de ellos... - Dijo la holograma con una sonrisa siniestra.
- Y no te excedas, son muy nuevos en esto y deben empezar con el nivel 1 de la sala, así que si detecto cualquier ligera variación en el nivel, habrán consecuencias.
- Bien... eres un aguafiestas, abuelo...
- Si ellos se mueren, ¿quién protegerá la Tierra cuando yo muera o me retire?
- Buen punto.
- Bien, chicos, los dejo en las capaces manos de E.D.I.T.H., tengo que irme. - Dijo Peter mientras se giraba hacia los adolescentes.
- Gracias de nuevo, Dr. Parker. - Dijo Lemy.
- No hay porqué, gracias a ustedes por proponerse como candidatos para los Nuevos Vengadores.
- Eso es más un sueño para nosotros, que usted considere que somos material para Vengadores.
- Bueno, sus padres lo fueron cuando menos una vez, por lo que no es descabellado creer que ustedes también pueden serlo.
- Algún día, yo seré el líder de los Vengadores. - Dijo Lemy.
- Claro, lo que digas, enano, ese puesto es mío. - Dijo Micah.
- Ni lo sueñes, catarino, que seguramente ese puesto se lo va a quedar o Felicity o Tomoko, depende de quién lo quiera más. - Dijo Serenity mientras revisaba su tablet. - Las estadísticas no mienten.
Mientras una discusión comenzaba entre el trío de adolescentes, un muro de luz sólida se formó detrás de ellos y comenzó a empujarlos hacia la sala de entrenamiento, mientras Peter y E.D.I.T.H. los miraban fijamente, la última con un claro sentimiento de hastío y molestia, mientras el humano denotaba nostalgia y tristeza, pues los tres le recordaban mucho a una época mucho menos problemática y mucho más feliz, donde el mayor problema entre los en ese entonces héroes juveniles había sido haberse comido el almuerzo de otro, una que otra broma pesada y riñas infantiles que casi siempre terminaron en una pelea amistosa en la sala de entrenamiento, y no ahora que se enfrentaban a cosas como el alcoholismo, los celos, problemas maritales y el evento que Peter podía asegurar, había hecho que todo se fuera a la mierda, que detonó lo que él llamó el Gran Cisma de Superhéroes.
- Me voy, E.D.I.T.H., por favor asegúrate que Lemuel no llegue tarde a sus clases. - Dijo Peter mientras abría otro portal.
- Hablas como si fueras su padre, abuelo. - Soltó la IA.
Peter no dijo nada y simplemente se marchó, dejando a la IA con una cosa en mente.
"¿Debería disculparme o simplemente dejarlo por la paz? Sinceramente, ya no sé cómo tratar el tema de los Loud con el abuelo..." Se dijo la IA a sí misma.
Mientras tanto, Lemy, Micah y Serenity entraron al cuarto de entrenamiento de la estación y sonrieron al sentirse emocionados de finalmente iniciar su entrenamiento como Vengadores, tras haber pasado un cierto tiempo entrenando a escondidas con Peter y entre ellos a escondidas de sus padres.
- Muy bien, niños, el abuelo me dijo que me asegurara que Lemy terminara a tiempo y que ninguno de ustedes muriera, así que empecemos ya. Serenity, Lemuel, tomen estos. Micah, tú transfórmate. - Dijo E.D.I.T.H. mientras le daba un par de relojes a Lemy y Serenity.
- ¿Qué son estos? - Preguntó Lemy.
- Armaduras ligeras de nanopartículas inestables, servirán para absorber impactos y que no salgan tan lastimados.
Lemy y Serenity se pusieron los dispositivos en sus muñecas y los activaron, creando un par de armaduras ligeras de lo que parecía ser una especie de plástico muy maleable y que se ajustaba perfectamente a sus cuerpos, de color blanco con detalles en rojo y con el logo de los Vengadores en la espalda.
Por otro lado, Micah sonrió y descubrió su oreja derecha, revelando los aretes que anteriormente habían pertenecido a su madre, mientras una criaturita color rojo con puntos negros salía de su chaqueta.
- Tikki, motas. - Dijo Micah.
Un destello de luz cubrió a Micah, para luego desaparecer y cambiar la desgarbada ropa del rockero con su traje de superhéroe, el cual era bastante similar al que Adrien Agreste había tenido, pero con una máscara que cubría toda su cara menos sus ojos, su cabello y su boca.
- Listo. - Dijeron los chicos.
- Bien, iniciando secuencia de entrenamiento nivel uno punto cero. - Dijo E.D.I.T.H.
Las puertas de la sala se cerraron y varios cañones, lanzamisiles y demás defensas se activaron mientras E.D.I.T.H. desaparecía y los chicos se ponían en posición de ataque, Micah girando su yoyo mágico, Serenity cubriendo sus manos con energía mágica y Lemy sonriendo desafiantemente, creando un campo eléctrico a su alrededor.
- ¡Vengadores...! - Gritó Lemy.
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