Una última misión
—Claramente este ha sido uno de los peores días—suspiró con cansancio la pelirroja—No puedo creer lo que pasó, nunca nos había pasado esto.
—Siempre hay una primera vez—la dulce voz de la catarina buscaba darle ánimos—Estoy segura que la próxima vez lograrás reparar todo.
Todo indicaba que las cosas no habían salido de la mejor manera, pero ese no solamente era el problema. Pues cuando Merida había llegado para darle apoyo a su compañero en batalla, Ice-man había desaparecido, lo cual dejo a los adolescentes bastante confundidos.
— ¿Qué crees que haya pasado, Tikki?—Merida desde luego estaba confundida por la situación—Siempre hemos derrotados a los akumas, pero esto es realmente extraño. Ninguno que no fuera el de mi madre había dado tantos problemas cómo hasta ahora, ¿Hay alguna posibilidad de que nuestro querido enemigo le diera alguna habilidad extra?
—No puedo negarte que es una probabilidad, pero no podemos asegurarlo—suspiró—Esto es algo muy inusual, no recuerdo que algún akuma se comportara de esa manera.
—Concuerdo contigo, lo que es peor es que Jack no parece tener recuerdos sobre ello—claramente aquello no ayudaba mucho—Incluso pareciera que no fue akumatizado desde aquella vez.
Desde luego que ante la desaparición tan repentina de Ice-man los dos chicos no se detuvieron, investigaron hasta llegar a la casa del albino dónde parecía que nunca había salido y lo que era peor, parecía no haber sido akumatizado.
Nada parecía encajar en los eventos, incluso comenzaba a cuestionarse si aquello paso en realidad. Pero la mejor prueba era la compañía de su compañero y aquella conversación que fue interrumpida.
—Tal vez debería descansar—con dudas en su mente y diversos sentimientos encontrados se dejó caer en su cama—Me es más fácil razonar sin pensar en todo a la vez.
Aunque Tikki sabía que eso era cierto a la vez estaba mintiendo, pues a pesar del tiempo que llevaba con Merida conocía perfectamente cuando no quería hablar de un tema, era evidente que además del akuma estaba pensando en su situación actual.
Tras desearse buenas noches, ambas intentaron descansar. Pero Tikki no dejaba de pensar en la pelirroja, pues a pesar de todo no deseaba que se fuera.
Sin embargo mientras la heroína y su kwami dormían, un joven de vestimenta oscura saltaba por los tejados de Paris. Entre salto y salto finalmente llego a un callejón dejando ver aquella ropa de civil y su cabellera castaña con un toque rebelde.
— ¿Seguro que es aquí?—parecía algo confundido al salir de su escondite—No parece un agradable lugar.
—Eres un gallina igual que los dinosaurios—bufó el pequeño felino que revoloteaba a su lado—Anda, ve a tocar la puerta. Si es que buscas respuestas.
Un poco temeroso, Hiccup camino hasta la puerta de un pequeño local de antigüedades. Por alguna razón le parecía conocido pero prefirió no darle importancia, lleno de nervios estaba a punto de tocar el timbre pero algo lo detenía.
—Eres una tortuga—bufo el gato apresurándose a tocar el botón—Debieron mejor darte el miraculous de Wayzz.
Antes de que el castaño lograra reprender al kwami, la puerta se abrió dejando ver a un anciano de baja estatura.
—Buenas noches, Chat Noir—hizo una reverencia ante el chico—Por favor, pasa.
Sin lograr decir algo al respecto, Plagg lo empujó para que entrara al local. Una vez que ambos estuvieron dentro aquel hombre cerró la puerta para después llevarlos a la parte trasera de la tienda.
—No lo entiendo—sacudía su cabeza en busca de reaccionar a los eventos— ¿Cómo es que usted...?
—No es la primera vez que nos vemos, muchacho—sonrío con tranquilidad— ¿Has olvidado quien te contó un poco del anterior Chat Noir?
Rápidamente a su mente vino el recuerdo del primer día que había llegado a Paris, aquella vez en el aeropuerto y cuando Astrid y él fueron a comprar aquellos postres en su recorrido.
—Usted es el señor del aeropuerto y del parque—ante su sorpresa el anciano sonrió—El que ayude el día que llegue aquí y quien habló conmigo mientras esperaba a mi hermana.
—El mismo—al llegar a la siguiente habitación le indicó sentarse en uno de los almohadones—Creo que ahora comprendes mejor que nuestro encuentro no fue coincidencia—Hiccup asintió, pero antes de hacer alguna pregunta fue interrumpió—Comprendo que tienes muchas preguntas, pero las responderé a su tiempo.
—Este chico es un impaciente de primera—bufó el kwami apareciendo frente a los dos—Hiccup, permíteme presentarte al maestro Fu. El último guardián y protector de los miraculous.
—Espere un momento—en su mente buscaba organizar y procesar toda la información—¿Usted es la persona que dejó a este triturador de quesos en mi casa?
Plagg no tardó en quejarse por el sobrenombre, pero para evitar escuchar sus quejas le entregó un trozo de queso.
—Por supuesto, pero digamos que hubo un pequeño error—eso dejo a ambos confusos—Creo que lo mejor es explicar las cosas desde el principio.
Con tranquilidad sirvió un poco de té en dos tazas, empezó a relatarle a Hiccup sobre el día que decidió darle a ambos kwamis una nueva oportunidad con otros dueños. La razón del porque él y su compañera fueron elegidos para ser sus nuevos portadores.
— ¿Eso quiere decir que fue un error?—Hiccup parecía bastante confundido.
—Me temo que sí—suspiró el hombre—Desde ese día que hablamos y me ayudaste había tomado la decisión de que tu fueras el nuevo portador del miraculous de la creación y tu compañera el de la destrucción, pero lamentablemente por mi edad confundí las cajas y ambos kwamis terminaron con la persona equivocada.
— ¿Pero porque yo tendría que ser Ladybug o mejor dicho Lordbug?, o cómo sea—todo indicaba que a Hiccup le daría un dolor de cabeza—Además, la chica que es la actual Ladybug no hace un mal trabajo. Pienso que es igual o incluso mejor que la anterior.
—Por lo general me guio por las personalidades de cada uno, para mí era evidente que los miraculous debían ir con sus dueños por su tipo de carácter—contestó luego de dar un sorbo a su té—Tú pareces ser un joven más racional, por lo que el uso del Lucky Charm se adaptaría mejor. Mientras que tu compañera es un poco más impulsiva con sus emociones, pero no duda en actuar si de eso se trata.
Tras decir eso y tomar un poco de su bebida, Hiccup comenzó a recordar las primeras batallas que tuvieron juntos. Desde la akumatizacion de su hermana hasta la última pelea con la madre de Merida, era notorio el gran progreso que habían desarrollado con cada pelea y la adaptación tan rápida por parte de ambos.
—Sin embargo, no estás aquí solamente por esa pregunta—el castaño negó mientras soltaba un suspiro— ¿Qué es lo que te preocupa?
—Es claro que tengo muchas preguntas sobre todo esto, pero...—a su mente vino el recuerdo de aquella chica que lloraba en su balcón—Hay alguien que me tiene muy preocupado, está pasando por algo muy complicado y su madre...
—Creo comprender la situación—los ojos verdes del castaño se encontraba observando fijamente la taza—Tienes sentimientos por esa joven, ¿me equivoco?
Cómo por acto de reflejo las mejillas del chico se sonrojaron y comenzó a ponerse más nervioso de lo normal, pues en busca de dar alguna explicación siempre terminaba por decir algo diferente igual que un trabalenguas. Pero para el maestro era evidente que había sentimientos por su compañera en su forma de civil.
—Le tengo mucho cariño a Merida, pero no creo que sea algo más allá de una amistad—suspiró en busca de tranquilizarse—Hoy que hablé con ella, cuando me dijo que planea irse...me dio miedo.
— ¿Ella te dijo eso?—Hiccup asintió— ¿Te dio algún motivo o razón?
Tal vez no era buena idea hablar sobre ese tema, pero necesitaba decirle a alguien sobre ese tema y pedir algún consejo. Entre cada palabra que salía de su boca comentó las circunstancias del porque aquella decisión, pero sobre todo el cómo se sentía internamente por todos los eventos del día.
—Ya veo—la cara del anciano mostraba cierta decepción y tristeza—Muchacho, ¿Puedo pedirte un favor?—la pregunta lo hizo dudar pero eso no impidió aceptar—Aquella jovencita, creo que es mejor que hables con ella. Es muy importante que nuestro enemigo no logre akumatizarla.
Las palabras del anciano asustaron a Hiccup, pues aquel dulce señor que con el que había hablado ahora mostraba una gran seriedad.
—No tiene por qué pedirme eso, ella es mi amiga y no dejaría que algo malo le pasara—los ojos verdes del castaño no ocultaban la preocupación que tenía por la pelirroja—Pero, ¿Por qué esa actitud?
Estaba claro que el maestro Fu se había adelantado a los hechos, incluso tal vez aquello le podría dar pistas para que Chat encontrara la relación entre Ladybug y Merida. Lo indicado era eliminar toda duda del chico contándole algunos detalles que despistaran toda duda, pues era vital que no conocieran su identidad.
—Por lo que me has comentado tu amiga tiene unas emociones muy intensas, es importante que ella no se deje influenciar por las emociones negativas—suspiró el anciano—Hawk Moth manipula a sus víctimas por medio de la tristeza o desesperación, entre mayor sea esa emoción peor es el poder del akuma. Si quieres evitar luchar contra ella, es mejor que sus emociones sean neutras.
Al notar las dudas de Hiccup se tomó la libertad de explicarle un poco más sobre los miraculous, cómo especialmente el de Hawk Moth funcionaba. Una vez que procesó la información le entraba más preocupación sobre Merida, lo que menos deseaba era luchar contra ella.
Entre más hablaban sobre el tema, más comprendía sobre los miraculous. Desde su existencia pero sobre todo, de su propio miraculous y el de Ladybug.
—Debo suponer que entonces usted es quién le dio el miraculous a mi hermana—el asintió cómo respuesta— ¿Acaso es consciente de que puede estar en peligro por ser una heroína?, ella es impulsiva pero sobre todo de un carácter difícil de controlar, ¿Qué pasaría si ella fuera akumatizada de nuevo?
—Desde luego que asumo un riesgo muy grande, el tener tres portadores es bastante peligroso. Pero necesitaban ayuda en ese momento para vencer a ese último akuma, me pareció que lo más sensato es que fuera Astrid la nueva portadora de Pollen—el maestro parecía bastante consciente del riesgo y posiblemente de la reacción de Hiccup ante la decisión sobre Astrid—Ya he cometido muchos errores en el pasado, pero estoy seguro de que con su ayuda tendrán menos dificultades; después de todo es una chica talentosa como su hermano.
Si había algo que Hiccup no podía negar era el talento de Astrid por aprender rápido y sus habilidades físicas, pero eso no quitaba la preocupación de que resultara herida en cualquier batalla.
—Además confió que serás un buen maestro para ella, la experiencia es algo que tienes y puede servirte de guía—un poco más tranquilo sonrió—Mientras confíen y se apoyen el uno al otro todo irá bien, lo mismo con tu amiga.
Para el castaño no le presentaba ningún problema en ayudar a Astrid con todo el asunto de los Miraculous, pero seguía sin estar completamente de acuerdo con la idea de que ella luchara. Mientras que por parte de Merida aún se preguntaba en cómo ayudarla al respecto de su situación actual.
—Maestro, hay algo que me gustaría preguntarle—el anciano asintió ante el comentario— ¿Qué fue lo que le sucedió a los anteriores portadores?, no me mal entienda. Es un honor ser el nuevo Chat Noir, pero...
—Tienes muchas preguntas respecto a mi decisión—el chico asintió mientras él bebía un poco de té—Hiccup, antes de responder a tu pregunta debes estar consiente de una cosa—sus palabras atrajeron su atención—Ser un portador de miraculous es mucho más que tener poderes y combatir villanos, es tener un sentido de responsabilidad. Tener a Plagg o cualquier otro kwami no te hace a ti ni a Ladybug invencibles, ten esto en mente.
Ciertamente eso no aclaraba las dudas de Hiccup, tras meditarlo un momento el maestro Fu empezó a relatar los eventos de aquel día.
Cada palabra que salía de su boca asombraba al chico, pero a su vez le hacía comprender mejor la situación por la que los anteriores Ladybug y Chat Noir desaparecieron sin dejar rastro.
—Entiendo su decisión pero, hay algo que no comprendo completamente—tras analizar un poco más el relato soltó su pregunta—Si la situación es tan peligrosa y no hubo ataques hasta que recibimos los miraculous, ¿Por qué ponerlos de nuevo en función y esta vez con nosotros?
—Antes de que Ladybug y Chat Noir me entregaran sus miraculous me di una idea de quien podría ser Hawk Moth—comentó con un tono de voz más serio—Pero debido a lo que sucedió preferí que los chicos no corrieran riesgos, por lo que guarde los miraculous durante un tiempo. Fue hasta que algo me indico que era el momento para que Ladybug y Chat Noir regresaran una vez más, por eso fueron elegidos.
—Para terminar lo que ellos comenzaron—el maestro asintió cómo respuesta—Suena factible, pero creo que es mejor que le comente algo sobre su plan.
El anciano no esperaba aquella respuesta por parte de Hiccup, pero por su expresión parecía ser importante y un tema de seriedad. Y cómo lo esperaba, el castaño no omitió detalle alguno sobre su actual enfrentamiento y cómo parecía que actuaba diferente a otras ocasiones.
—Curioso—acariciaba su barbilla con un semblante pensativo pero analítico—Esto elimina realmente la idea de quien podría ser nuestro enemigo, sin embargo me intriga su manera de actuar.
Mientras el hombre pensaba Hiccup parecía desanimado, pues todo indicaba que era una persona completamente diferente a la que creían.
—Creo que hemos hablado demasiado—sus palabras lograron sacar de sus pensamientos al castaño—Deberías regresar a tu casa, el descanso es algo importante para cualquier héroe.
Aunque Hiccup no estaba completamente satisfecho con las respuestas decidió darle la razón, pues había sido un día largo y aún tenía que pensar en alguna solución respecto a los dos problemas a los que se enfrentaba.
—En algún momento le contara esto a ella, ¿Verdad?—claramente hacía referencia a su compañera contra el crimen—Creo que al igual que yo tiene derecho a saberlo, debemos prepararnos para enfrentar cualquier cosa.
—Tienes mi palabra—su cara mostraba una expresión de cansancio pero una sonrisa que eliminaba cualquier duda—Después de que termine con un pequeño detalle me encargare de hablar con ella personalmente, ahora más que nunca debemos ser precavidos.
Una vez que Hiccup salió del local y tomo rumbo a su hogar, una pequeña tortuga salió de su escondite.
—Una buena elección maestro—lleno de gracia comenzó a revolotear por el lugar—Parece un chico muy comprometido.
—Desde luego—sin embargo su expresión mostraba preocupación—Pero comienzo a preguntarme si realmente elegí bien a su compañera.
Evidentemente el relato sobre Merida comenzaba a preocuparle, si bien había demostrado ser una Ladybug talentosa eso no evitaba que surgieran dudas respecto a su elección al escuchar a Hiccup.
Antes de que las preguntas crecieran aún más, tomo un viejo teléfono. Comenzó a marcar el número que estaba escrito en su cuaderno con tinta azul, el tono de espera iniciaba a escucharse.
— ¿Diga?—una misteriosa voz pero con un toque familiar fue quien respondió.
—Es un alivio que respondieras a la llamada—suspiró con tranquilidad al escuchar la misteriosa voz—Hay un tema importante por discutir.
—Comprendo—la voz parecía adormilada—Dentro de unas horas podríamos discutirlo, creo que ambos necesitamos una explicación sobre algunas cosas.
—Estoy de acuerdo, los esperare dentro de unas horas—todo indicaba que no sería un tema sencillo de hablar—Y antes que nada me alegro que estén de regreso, Marinette.
Apoco no les gusto el nuevo giro?
Tal parece que las cosas se vienen un tanto intensas, pero no entrare en detalles y espero que mi nueva beta quién acepto ayudarme con varios de mis trabajos tampoco de spoilers XD
Por cierto, quiero que le den mucho amor porque es una chica grandiosa que se tomó la molestia de darme una mano para que pueda actualizar lo antes posible. Así que este capítulo y los que siguen son dedicados a ustedes y sobre todo a LunaQueenB13 por su gran ayuda. Rres grandiosa chica, te amo mil!!! :D
Bueno, sin más que decir y deseándoles un feliz mes Mericcup y que de paso tratare de actualizar todas, repito. Todas mis historias cómo regalo por este maravilloso mes.
Nos leemos luego!
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